La situación se ha profundizado ante la pandemia del COVID-19 y sus efectos inmediatos en el ámbito internacional tales como la curva de contagios-mortandad, la restricción de movimiento, cancelación de distintos foros, congresos y eventos mundiales como los Juegos Olímpicos en Tokio, y otros tantos están por conocerse en los siguientes meses. La recesión mundial contribuirá al desplome tanto de las economías emergentes y desarrolladas, con un efecto relativamente menor en las economías avanzadas. El panorama genera además sentimientos de vulnerabilidad, la necesidad de aplicar políticas orientadas a lograr la adaptación a una nueva realidad y patrones de convivencia en el espacio público.

En el caso específico de México la expectativa de recuperación económica se enfoca en la reciente entrada en vigor del T-MEC, objetivo por el cual hace unos días el Presidente Andrés Manuel López Obrador tomó la controvertida decisión de realizar su primer viaje internacional a Estados Unidos en un contexto de año electoral en el país vecino del norte. El balance de la reunión entre López Obrador y Trump es positivo, ya que ambos mandatarios se apegaron a los discursos oficiales y agenda programada por sus respectivos equipos. Por ello, al menos en el corto plazo la relación bilateral se enfocará en temas comerciales al dejarse de lado la discusión de temas sensibles como migración y narcotráfico entre otros.