EN BUSCA DE LA CALIDAD MAGISTERJAL

Antonio Tavera

Area de Investigación Educativa de la Escuela Preparatoria de la Universidad La Salle

Calidad de la educación y docencia eficaz.

Puede ser de proveco no olvidar -o suponer del todo- que el vocablo calidad es una varíante de ex presión de este otro: cualidad, "índole o manera de ser de una persona o cosa".' Porque hay alguna veta polémica (aunque excede las presentes consideraciones) en torno a la pregunta: ¿Puede medirse la calidad de un objeto? ¿No se pretende así una incoherencia lógica. la de cuantificar una cualidad, o responder un qué es con un cuánto es? Esta interrogación,sin duda sabrosa para un entusiasta de la dialéctica aristotélica, se vuelve sutileza exasperante (por "ínúfif') para un empresario que no tenga tiempo financiero para perder; porque en el negocio «no hay que darle vueltasn: la calidad del producto fabril puede constatarse cuando se mide contra estándares que aseguren un favorable posicionamiento en el mercado. Pero hablar de calí­ dad educativa nos lleva a hacer algunas puntualizaciones. En efecto, el término calidad, viene siendo utilizado con mayor insistencia desde la década de los ochenta . predominantemente en el ámbito de la administración empresarial, de la producción industrial y el comercio ; con la intención de caracterizar en lo general este uso, podemos llamarle calidad económica, porque básicamente se refiere a un objeto considerado como producto.

Ciertamente, el aspecto económico es un componente fundamental delproceso educativo socialmente considerado, pero no es suficiente para dar cuenta por sí solo de la totalidad de dicho fenómeno. No podemos, pues, emplear unívocamente la palabra calidad al hablar de la industria y de la escuela.

Otros han aplicado el vocablo excelencia para referirse tanto a la producción como al proceso de enseñanza y aprendizaje. Pero algunos autores pedagógicos, como José Cervantes. justifican su preferencia por el primer término:

"Mientras excelencia es un término vago y elusivo, raramente alcanzado , fa calidad es concreta , planeada, administrada y medida"!

Esta definición de propiedades de la calidad es suficiente para el tratamiento completo de un objeto de producción; de hecho, ellas son comprendidas en el cíclo metodológico de la ya famosa teoría de la TQM (Total Quality Management, desarrollada por Oeming). No obstante, debemos cuidarnos de no con­ ceptualizar la calidad educacional sólo en función de tales referentes (factibilidad, planeación, administración y evaluación), porque con el afán de salvar la elusividad de la excelencia, podemos ubicarnos en su extremo y reducir la educación a un proceso productor de mercancías .

¿Qué queremos decir cuando hablamos de la calidad del maestro? Hemos de mostrar, en primer lugar, las actividades magisteriales que nos permitan delimitar adecuadamente la función docente. distintas entre si pero complementarias. para respaldar la aplicación de un criterio de calidad, cualquiera que sea. Sin pretensión de exhaustividad, pero sí de suficiencia descriptiva. consideremos las siguientes actividades como esenciales del maestro:

1ª. Coordínador de las actividades que configuran el grupo escolar.

Eldocente atiende fundamentalmente las tareas que mejor propician el aprendizaje, es decir, las dinámi­ cas contemplativas, analftico-sintéticas y valorativas sobre el objeto de estudio.


Al ejercer esta función,el maestro no debe tardar en descubrir, vivencia/ mente, que sus alumnos son mucho más que mentes, o sea, entes psicosociales (y apurando la última instancia, personas).

2•. Emrenador metodológico

El profesor inicia a sus alumnos en las teorlas y técnicas de investigación en un área determina.da. En realidad, esta tarea del docente está implicita en las indicadas en el apartado anterior; ponerla en primer plano nos sirve para enfatizar una tarea que está siendo actualmente señalada por su prioridad en todos los niveles escolares, de la enseñanza primaria a la universidad: me refiero a la muy actual concepción de la escuela que subraya en ésta el Jugar por excelencia de la investigación.

3ª. Evaluador del aprendízaje.

Apa rtando complejos problemas como elde la sobrepoblación estudiantily sus consecuencias en países como el nuestro. ha sido generalmente aceptado que corresponde al maestro la primera instancia en el juicio de valor sobre el desarrollo de habilidades en el alumno, (además de que la propia institución escolar le obliga estructuralmente a ello). Una concepción más madura de la educación nos señala que el maestro debe dejar de ser eva luador para transformarse en un coevaluador, dando lugar al «nuevo» estudiante, el que se autoevalúa y participa de la evaluación grupal (Didáctica crítica).

4ª. Asesor o consejero del grupo o de algunos estudiante en particular.

En esta función el maestro se interesa en que sus alumnos piensen por sí mismos. su aconsejar es en este caso una traducdón del término inglés advise, con respecto al cual el educando es básicamente activo, antes que recibir busca el apoyo y aquí media la voluntad del a lumno.

5ª. Formador coadyuvante.

Generalmente se implica esta actividad cuando se habla del maestro como educador, y constituye tal vez la función docente más difícil de ponderar cuando nos preguntamos por su calidad; en este sentido, la formación humana (no confundir con la llamada formación humanlstíca o en ciencias humanas). la formación integral del estudiante, es también elusiva. Pero el verdadero formador educativo coadyuva. contribuye a que el alumno se desempeñe como «protagonista de su propia formación» (este coadyuvante no es otro que el a veces mal interpretado facilitador de Rogers) . Así puede el joven empezar a ejercer la responsabilidad de proyectar su propío ser (con su buena y necesaria dosis de ensayo y error), para lo cua! necesita que el maestro cambie la posición de autoridad vertical por la de responsabi lidad compartida.

En estas funciones al docente se le exige Üélí respuesta a expectativas internas (cie cada escueia) y externas (demandas profesionales de los sectores productivos). En el caso de la enseñanza media superior, el peso dominante lo tie nen las expectativas internas, por la naturaleza propedéutica de la escuela preparatoria en función de los estudios universitarios.

De entrada, entonces, la pregunta por la calidad magisterial es ta interrngación sobre la eficacia con que el docente realiza diversos objetivos planificados, sin perder de vista que un objetivo posee significancia o carece de ella en relación con los fines que se asuman. No debe extrañar. pues, que /os fines de la educación sean un tópico clásico en filosofía de la educación y en la pedagogía (Dewey).



Pero la eficacia no es necesariament e una categoria pragmática o funcionahsta . al menos si se trata de la eficacia educativa, porque esa congregación humana tan peculiar que constituye la escuela no puede realizarse sólo en un conglomerado de normas («principio» de autoridad), pruebas («coprincipio» de docilidad) y utilidades (calificaciones . certificaciones, promociones, «procesamiento>> de generaciones): si una escuela opera con tales parámetros. lo que tenemos es una fábrica de certificados, cuya máxima aspiración no puede ser sino implementar un sistema de control de calidad propiamente fabril (en relación con esta estructuración de la escuela, hace veinticinco años que lllich estudió el tema, referido principalmente a la América Latina).

Al ser una relación psicosocial, la relación educativa es una muy compleja urdimbre de necesidades y deseos, (siempre en una dinámica. y por tanto sujeta a la confrontación. de la que se deriva naturalmente el conflicto). Pero aquí tampoco se agota la existencia escolar, porque el vínculo pedagógico nos arroja una especificidad ética de intenciones , valores e ideales. No en vano se define entonces la escuela como una institución social moralizadora.

Al considerar que la reflexión sobre la calidad de la educación nos descubre aspectos complejos e interrelacionados, nos prevenimos en contra de juicios simplistas y tajantes que pretenden 1lusoriamente resolver los problemas que plantea elestudio de la calidad magisterial, como si el trabajo del docente fuera un objeto estático e indiferente al medio social en el cual y para el cual existe. Así procederemos a examinar, entre los movimientos actuales de la «calidad empresarial», una visión que puede ofrecernos ideas de interés para el trabajo escolar; me refiero a la teorla de la gerencia de servicio de Karl Albrecht (1990). que abordaré en la ocasión siguiente

REFERENCIAS

1. Julio Casares. Diccionario ideológico de l a l engua española . Barcelona, ed.Gustavo Gilí, 1989, p.138.

2. José Cervantes Educar en los Umbrales del Año 2.000. México, eds. de la ULSA. 1991 , p.19.