PADRES DE FAMIUA1TELEVISIÓN Y EL LENGUAJE DE LOS NIÑOS DE EDLICACIÓN PRIMARIA

David Domlnguez

Escuela de Ciencias dela Educación, Univorsldad La Salle

RESUMEN

Se presenta un análisis sobre el impacto de un programa "cómico• en ninos de sexto ano de primaria de dos clases sociales distintas. Se pretende ver el uso del lenguaje de este programa en el desarrollo lingüístico de los ninos y las causas que esto tiene.

ABSTRACT

The currentstudies were made in or<:lerto analayze the impact of a "comic" show for kids.The population studied were kids of the 6th grade of Primary School of two distinct social levels. The linguistic development among those children and the results of the program's influence were exRmined.


INTRODUCCIÓN

Las conclusiones sobre los efectos negativos de la televisión en los nil'\os son tácitas en las conversaciones de la mayor parte de las personas con una escolaridad relativamente alta. Se puede decir que ello constituye el pensamiento "normal" de la mayor parte de estudiantes y egresados del sistema escolar de !os niveles postprimarios, o de los padres de familia que ostentan algún grado escolar correspondiente a cualesquiera de los mismos.

Han sido numerosos los estudios que aparecen como fuentes de apoyo a las ideas que reconocen el enorme poder de influencia de la mayor parte de los mensajes televisivos en el pensamiento de los ninos (1-3) . Al respecto, es importante mencionar dos consideraciones importantes:

l. Al hacer aparecer a la televisión con un poder alienante, superior a la voluntad de las personas, a su capacidad racional de organización y a sus posibilidades potenciales de "resistir" (4,5) a los embates nocivosde los mensajes emitidos a través de este medio, se nulifican las esperanzas humanas para contrarrestar los efectos perniciosos que se producen por quienes hacen uso de esta tecnologla. y se restan elementos que permitan pensar en su capitalización en torno al desarrollo de respuestas a necesidades sociales que urgen ser resueltas, sobre todo en los paises subdesarrollados. Por ejemplo, la comunicación inmediata de aspectos a los cuales se tiene


derecho, o la propia ampliación de los servicios educativos en zonas de dificilacceso.

11. Por otra parte (es necesario no olvidar que) el rumbo normal de las sociedades contemporáneas se orienta en un sentido tal que su desarrollo. en mucho, depende de las innovaciones científicas y tecnológicas, en particular del progreso en las telecomunicaciones , en donde se pueden ubicar algunos de los servicios que ofrece la televisión, lo que debe hacer pensar en una irrevocable condición del hombre frente a tal situación: la de aprender a vivir con este fenómeno moderno (6) y la de buscar salidas que desvanezcan o conviertan algunas de las limitaciones que lo rodean en ventajas para su existencia.

Debido a los dos puntos anteriores, en la Escuela de Ciencias de la Educación de la Universidad La Salle, se llevó a cabo un trabajo de investigación durante el ciclo escolar 1992-1993 acerca de la influencia de la televisión en el proceso de consolidación del lenguaje en ninos de primaria. El estudio se llevó a cabo en dos poblaciones distintas, correspondientes a dos grupos escolares de sexto grado de educación primaria, uno de una institución particular (al que se le denominó grupo uno) y el otro de una institución pública federal (al que se le denominó grupo dos). En ambos casos se supusieron diferencias socioeconómicas en el origen familiar

de los estudiantes y, en consecuencia,

posíbilidades de encontrar diferencias en las influencias debidas a los programas de televisión.


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'...·.·\..


El propósito fundamenta lde este trabajo fue el de contar con pruebas empfricas acerca del tipo de Influencia que ejerce la programación televisiva, en un aspecto muy concreto como lo es el lenguaje util zado por los nif\os de sexto afio de primaria, pertenecientes a grupos y sistemas escolares distintos, entre quienes subyacen diferencias socioeconómicas desde sus respectivos orlgenes familiares.


dedican a observar televisión; el canal que prefieren;etc.

El segundo cuestionario tuvo como propósito central captar información sobre supuestas actitudes frente a ciertos tipos de lenguajes que se utilizan en algunos programas televisivos de tipo cómico. En este caso comentaremos especlficamente los datos referidos al programa


,

de "Chespirito4

editado y difundido por el canal 2


En el sentido anterior la hipótesis general que orientó a este trabajo se fundamentó en la idea de que la consolidación del lenguaje en los estudiantes de sexto grado se ve influido por el lenguaje expresamente manejado por algunos programas televisivos de tipo cómico, lo que podría constituir una importante muestra de la influencia de la televisión en la sociedad y los distintos modos en que logra hacerlo en relación con los sectores sociales que son objeto de recepción de sus mensajes. Al respecto comentaremos algunos de los procesos y resultados de! estudio aludido.

METODOLOGIA Y RECURSOS

El desarrollo empírico de este trabajo se efectuó en dos instituciones escolares de educación primaria localizadas en el Distrito Federal. Por un lado, se trató de un grupo de varones de sexto af'ío, seleccionado al azar dentro de una escuela particular; por otro, de un grupo formado­ expresamente para este estudio- sólo por niños provenientes de distintos grupos escolares del mismo grado mencionado dentro de una escuela pública, a fin de evitar posibles efectos producidos por la variable sexo

En el primer caso se trató de estudiantes que pertenecen a una institución con una larga tradición y reconocimiento entre algunas familias de clase media alta. En el segundo de una institución pública cuyos padres de familia de los

nif'ios son de escasos recursos. Ambas caracterizaciones fueron consideradas de este modo, según informes proporcionados por los directivos de ambas instituciones escolares.

Para proceder al levantamiento de los datos se crearon dos cuestionarios. El primero de ellos fue un instrumento que intentó hacer un diagnóstico

con respecto a la eXistencia y al número de

aparatos poseldos por cada una de las familias a la que pertenecen los muchachos, asl como reconocer qué tipo de programas son observados por ellos con mayor frecuencia; el tiempo que


de la compañía Televisa.

Para la construcción de est segundo instrumento, se realizó un seguimiento de las situaciones en donde los protagonistas de la serie aludida emitieran, ya en un diálogo o en un monólogo, un enunciado o frase que contuviese una o varias palabras cuyo significado denotase un sentido "chusco", seguido de las marcas de aplausos o risas dirigidas al espectador. Algunas situaciones y, en particular, los enunciados o frases localizadas con mayor frecuencia en la serie

fueron rescatadas y sirvieron como material de base para la construcción de los ltems de este segundo instrumento.

La aplicación de los instrumentos fue planeada de la siguiente manera:

1.A ambos grupos de estudiantes se les aplicó el primer instrumento, el mismo dfa en forma simultánea; posteriormente se procedió a la sistematización de los datos, mismos que orientaron el paso del siguiente proceso.

2. En relación con los datos obtenidos, se les pidió al grupo de la escuela particular observaran durante un mes el programa de '"Chespirito", a fin de aplicarle posteriormente el segundo instrumento, toda vez que se tuvo la seguridad de que los miembros de este grupo se habrlan familiarizado con el contenido de este programa. Del mismo modo al término de la aplicación del instrumento, se procedió a la sistematización de los datos.

3. El tercer momento de este proceso se constituyó por la aplicación del instrumento anterior al grupo de estudiantes de la escuela pública. Al final de la aplicación al grupo perteneciente a este sector también se realizó la misma actividad de sistematización de información.


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RESULTADOS

A. Primer cuestionario.

Las respuestas anal zadas de la primera encuesta aplicada a los estudiantes de los dos grupos permiten apreciar una parte de su condición social, sus gustos y aficiones con respecto a los programas que se transmiten por la TV mexicana que, en algunos casos como el del grupo 1 son de manufactura nacional y la mayorfa extranjeros, lo que aparece de forma inversa en el caso del grupo 2. Asimismo expresa indicadores de distribución del tiempo fuera de la escuela y el margen de éste que se comparte entre las actividades relacionadas con las tareas educativas, los juegos y otras actividades de esparcimiento entre las cuales se cuenta la observación de programas de televisión.

Grupo 1

En el caso del primer grupo los estudiantes contestar0n, entre otras cosas, vivir la mayor parte de ellos con ambos padres (88%), lo que permite suponer que los sujetos citados al pertenecer a familias "unidas". poseen un mayor rango de probabilidad de atención por parte de los padres, en caso de ser requerido por ellos. Asimismo, el 97% de esta población <:'lfinnó tener en casa televisión. En tal sentido la distribución de aparatos posefdos por familia, según lo declarado por los nif\os es como sigue:

En el 60% de los casos se sef\ala la existencia de dos televisores, seguido del 21% con cuatro y 9% con cinco aparatos. Tal situación contrasta con un porcentaje marginal de 7% de nif\os quienes contestaron tener solo un televisor en casa.

Relacionado con los anteriores porcentajes y cantidades, el 83% de estos estudiantes apuntó que todos los televisores funcionan diariamente. Esta secuencia de datos confirma, aunque sea en forma relativa, la idea de que, siendo el origen social de los muchachos encuestados - pertenecientes al grupo uno-, el de "c.lase medía alta", ellos poseen objetivamente capacidad de acceso a medios alternos que intervienen en su formación, aparte de los escolares, entre los cuales se encuentra el televisor (3); asunto que es considerado por algunos especialistas, pese a opiniones contrarias, como "un bien cultural de la sociedad contemporánea· (T).

en otras situaciones que permiten a su vez imaginar la importancia de los datos anteriores, sobre todo en relación con la cantidad de televisores existentes en cada una de las familias


y las relaciones que se pueden tener entre sus miembros en los momentos de convivencia. Esto es, no puede dejar de reconocerse que el televisor es un elemento que interviene de manera importante en las reuniones familiares. Lo común es evocar la idea de una o más familias observando algún programa de televisión, pero esta reunión no necesariamente se traduce en un intercambio a partir del cual se pueda reconocer que "estar juntos" significa interactuar, en términos de una comunicación detenida o comprensiva entre quienes se sostienen en presencia física mutua, debido a la necesidad de disposición a la continuidad de cada mensaje emitido entre cada una de las partes, así como la durabilidad relativa a la recepción y atención mfnima a los significados e interpretaciones posibles de cada emisión producida entre los participantes de un diálogo, ya que la observación colectiva de un programa o de varios durante periodos prolongados se interpone a tales situaciones requeridas para lo que se denomina convivencia. Efectivamente algunas opiniones especializadas observan que en la sociedad contemporánea "el ver televisión evita que algunos de los miembros de las familias se dispersen, aunque no siempre esto sirva para unirlos intersubjetivamente ..."(8).

En continuidad con lo anterior el número de aparatos distribufdos en el espacio familiar, a su vez, contribuye a pensar que es más fácil separarse de una reunión familiar, en un caso hipotético, y trasl tdarse a otro aparato de televisión para observar otro programa que sea del interés individual de alguno de los miembros.

En téITTlinos distintos otros de los datos que resultan, plantean aspectos muy interesantes, por ejemplo, lo concerniente a las cadenas que forman el sistema de transmisión televisiva en el

D.F. Como se sabe la que registra una mayor extensión en canales y tiempo es televisa (9). es también la que tiene una variación de programas que van desde reportajes, pel culas, caricaturas, telenovelas,series, etc. muchos de los cuales se encuentran •... dentro del (supuesto) gusto de muchosjóvenes y nil1os" (9). Esto mismo se refleja en las respuestas particulares emitidas por los sujetos del aludido primer grupo, puesto que el 57% dice ver algunos programas de Televisa con mucho más frecuencia que otras alternativas que poseen en sus respectivas casa (como por ejemplo televisión por cable, etc.);el 22% prefiere

a lgunos de Jos programas de multivisión, el 17% los de cablevisión y solamente el 1% prefiere ver lmevisión. Finalmente sólo el 8% declara "tener"


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antena parabólica.

Como la población encuestada es de sujetos con una edad promedio de 11 ª"os, no es sorprendente el que aparezca un porcentaje importante de éstos que ven el canal 5 (57%), donde la programación es básicamente de caricaturas, deportes y series policiacas o de espionaje que tienen como destinatarios a niños y adolescentes, y en los que con frecuencia se presentan algunos personajes con las mismas edades que pueden aparecer como modelos, debido a una inespecífica orientación de sus acciones motivadas por la ocurrencia o la travesura alrededor de problemas que se supone son propios en la edad de los espectadores, o bien, tales personajes muestran habilidades, capacidades o virtudes extraordinarias para resolver diferentes problemáticas de su vida o de la de otros.

En cuanto a los programas más observados, la distribución fue la siguiente: 17% declaró ver caricaturas. otro 17% pelfculas, 5% telenovelas, pero lo más importante en esta distribución es que entre series de espionaje o policiacas y programas cómicos se llega a un 60%, mientras que el 1% declaró ver programas educativos o culturales como documentales, etc. Esta serle de datos eslabonados presupone una importante competencia entre las series y los programas cómicos, con respecto al trabajo realizado en las escuelas, sobre todo si se observa que la ubicación de los horarios de transmisión de estos programas se ubican justamente cuando las tareas escolares, así como las clases especiales (si acaso existiesen) han llegado a su fin durante el dla, puesto que el lapso de difusión de los mismos es entre las 19:00 y las 21:OO horas.

Por otra parte en cuanto al conjunto de personas con las cuales conviven los estudiantes, el 55% sefíala que pasa la mayor parte del tiempo con su madre, mientras el resto se distribuyó de la siguiente manera: 10% en compal'\fa o presencia de amigos, otro 10% lo hace con alguno de los abuelos, enseguida et 8% reconoce pasar la mayor parte de su tiempo con el padre, el resto plantea convivir más tiempo con tlos, primos, hermanos y en mlnima parte con ambos padres.

Para respaldo de los anterior, un cálculo promedio de las horas que estos ninos dedican a observar televisión, según la variabilidad de las respuestas, indica un promedio de 2.5 horas diarias. Se en1iende entonces que una buena parte


de su tiempo libre es dedicado a observar diferentes programas televisivos, en contraste con el que se destina al respaldo de las actividades de formación que se hubiesen registrado durante la actividad escolar. Esta nota resulta importante no sólo por una consecuencia potencial relacionada con los indicadores negativos más comunes del rendimiento escolar, como es la reprobación, sino también. con respecto a la posible adopción indiscriminada de gestos, actitudes y, sobre todo de palabras, quizá no muy de acuerdo a las preferencias educativas de los padres de familia. Este es el punto designado como el de mayor relevancia en este trabajo, específicamente en relación con el lenguaje.

Por su parte la serie de datos anteriores permiten suponer que en la mayor parte de estos estudiantes se encuentra algún familiar cercano que contribuye a acompañar el proceso de formación de los mismos; que existe además la posibilidad de cierta influencia "externa·a la familia debido a la presencia de amigos. Este es un dato importante en tanto que uno de Jos elementos que intervienen en los márgenes de tiempo libre de los cuales disponen los nil'los, se destinan a observar televisión. Se puede suponer entonces que "la presencia" de algún familiar y, en este caso sobre todo, la de la madre, influye en la orientación perceptiva del programa observado, lo que otorga un matiz relacionado con !os programas preferidos por los estudiantes pertenecientes a este grupo

(series policiacas o de espionaje y programas

cómicos).

G 1po .

La aplicación del primer cuestionario a los estudiantes del grupo 2 presenta algunas respuestas sorprendentes, tanto por sus semejanzas con las del grupo 1, como por sus contrastes . En el mismo orden que en la presentación de los datos anteriores, los resultados fueron los siguientes:

El 49% declaró vivir con ambos padres, 47% solamente con uno de ellos y e! resto con algún pariente cercano o amigo. Situación que como se sel'laló contrasta con Ja del grupo uno. Lo que

permite apoyar, aunque sea en forma relativa, la

suposición de cómo las diferencias socioeconómicas se expresan y dejan ver sus efectos activos, en este caso, en las posibilidades de atención que por parte de ambos padres tienen Jos ninos de este grupo.


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\.

· .

En cuanto a los aparatos de televisión que se tienen en casa, las respuestas promedio fueron semejantes a las del grupo 1: 97% declaró tener televisión; sin embargo los datos acerca de las cantidades de aparatos que se tienen en cada una de las familias a las que pertenecen estos niños registran diferencias esperables, como lo es la inversión de los porcentajes, al parecer en correspondencia con las posibilidades económicas que en parte sientan las diferencias entre ambos grupos: el 90% declaró tener solamente un televisor, 3% declara poseer dos y el resto declaró tener en casa cuatro. Por su parte en este grupo el 75% manifestó que los aparatos funcionan diariamente.

Un asunto importante es que, pese a las semejanzas en los porcentajes que hablan acerca de la existencia del televisor, en la mayor parte de los hogares· de estos niños, aparentemente reducen i<::':' oportunidades de estos últimos de verse Influidos por los mensajes, debido a la simple competencia y dominio, en la posesión del aparato, por parte de los adultos que conviven con él, lo que a su vez produce un contraste paradójico. Aparentemente estos niños tienen menores posibilidades de acceso a la TV en comparación con los del Grupo 1, dato que permite pensar en menores probabilidades de ser afectados negativamente por los influjos de los programas que se encuentran diseñados a la medida de la edad de los sujetos aludidos en este trabajo, aún más si en tanto resulta cierto que se sujetan a la observación de los programas que prefieren los adultos. Sin embargo, existen quienes afirman que son los nif1os que se ubican en los sectores más desprotegidos económicamente, entre los que se registra un mayor número de aficionados a la TV; dada la escasa importancia que dan los padres de familia al cuidado responsable de sus hijos, o bien a los problemas de horarios que los mismos padres de familia tienen debido a las necesidades económicas que obligan a ambos a trabajar, para lo cual la TV aparece como un objeto que permite entretener a los níf\os (9,10) pese a los problemas que probablemente aparezcan en su comportamiento inmediato o futuro (1O).

En cuanto a las cadenas, canales y programas televisivos, en los niños de este grupo no figuran la variedad de alternativas que se obtuvieron con respecto a los del primero. Esto es, solamente se registra el canal 5 con 60% y el canal 2 con 27%, el resto se distribuye entre los canales cuatro, siete y trece, respectivamente es este orden de


irnportancia.

Como podrá observarse en relación con los canales en los que se registran los datos más Importantes, ambos pertenecen a la compaf\ia Televisa.

Por su parte la distribución de las preferencias por los programas que se emiten a través de la pantalla de TV, los datos que destacan son los siguientes: 30% observa caricaturas, enseguida películas y telenovelas alcanzan cada uno de los casos un 20% (porcentaje relacionado con la preeminencia de los adultos en la posesión y en consecuencia la determinación de los que ha de observarse). Punto que por cierto probablemente tenga relación con el hecho de que siendo menores del sexo masculino, también observen telenovelas, cuyos contenidos tienen por destinatarios a personas de edad adulta del sexo femenino; aunque en los últimos af\os en América Latina el nif'lo haya pasado a ser un espectador potencialmente importante de telenovelas (3)

debido a que junto con los jóvenes de entre 15 y

25 af\os de edad constituyen la población mayoritaria de esta parte del mundo. Sin embargo, el 80% de estos niños destaca observar programas cómicos, con lo que con este señalamiento se ubique en el primer lugar de las preferencias de

este grupo.

La secuencia de los datos anteriores expresan ligeros parecidos, aunque se encuentran un poco más concentrados que los que fueron presentados en relación con los del Grupo 1; sin embargo, llama la atención la ligera inversión, en porcentajes, conque aparecen las caricaturas y las telenovelas. Lo que hace aparecer a todos los programas de los tipos sef'íalados, como una seria competencia para la escuela, aunque aquf la prevalecencia de los programas cómicos sea extraordinaria.

En cuanto al conjunto de personas con las cuales conviven con mayor regularidad estos nif'los, el orden que aparece es el siguiente: 53% destaca pasar la mayor parte del tiempo en primer lugar con amigos; 25% con primos en segundo lugar; en tercer lugar aparecen las madres con 15%; enseguida con abuelos 3% y por último con el padre o con ambos se registra con un 2%.

Efectivamente la escala de datos anteriores permite aventurar numerosas conjeturas acerca de los posibles efectos que tiene en la formación de estos niños el hecho de que sus más importantes


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fuentes de relación cotidiana sean amigos y primos.Pero debido a los escasos elementos que respaldarían lo anterior y en mucho estarían en favor de las inmejorables consecuencias que resultan de la convivencia entre pares- además de no haberse podido acceder mayores evidencias­ solamente puede resaltarse el hecho, con tan escaso margen,de los tiempos compartidos con la madre y con ambos padres. Esto bien puede pennitir destacar el escaso nivel de orientación con que cuentan estos niños por parte de sus padres y, por consecuencia, observar el amplio margen de acción y, sobre todo. de influencia, que tienen los programas de televisión en !a formación de estos niños. Si además a lo anterior se le ai'lade un promedio de 4.2 horas de observación de TV que, comparado con los del primer grupo, es ligeramente arriba del doble.

AJ respecto existen varias razones que permiten suponer que estos niños -pese a contar con un número menor de televisores en casa y estar en una posición menos vulnerable a la influencia de

los programas que a través del aparato le llegan como espectador- están fuertemente ligados a la TV y que los programas que cuentan con su preferencia , representan una fuente de gran importancia en cuanto a mensajes que intervienen

en su socialización. Por otro lado, ar encontrase

prácticamente rodeados de pares la mayor parte de su tiempo libre, a diferencia del Grupo 1, ven reducidas las oportunidades de corregir o reorientar algunos rasgos de su comportamiento, sobre todo en parte de aquellos que tienen que ver con el lenguaje (1). Punto que revierte las ventajas que se vislumbraron al inicio de la presentación de los datos correspondientes a este mismo grupo, es decir aquellos que permiten aventurar la idea de una menor influencia de los programas de TV, debido al escaso número de aparatos existentes en cada hogar de cada uno de los níf'\ os de este grupo .

B.S egundo Cuestiona'io.

Como se indicó con anterioridad, el segundo cuestionario se basó en gran medida en el

programa de "Chespiriton difundido por la cornpaf'lia Televisa y en donde recibe la denominación de "programa cómico infantil" (9), mismo que para lograr su cometido se vale de diferentes expresiones que utilizan sus personajes a fin de producir risa entre el auditorio. Tales expresiones se caracterizan por ser una construcción idiomática que puede ser calificada


de "irregular" (5), pero que más bien cae dentro de lo que algunos especialistas denominan "uso

incorrecto del lenguaje ..:(11) , reflejado en los

defectos preconcebidos de pronunciación, uso de pleonasmos o bien giros basados en contracciones de palabras que pretenden la construcción de otras.Con este tipo de uso del lenguaje se piensa que la principal intención del programa es producir una reacción de sorpresa que a la vez induzca la risa del mismo que observa el programa (3,7).

Una vaga suposición referida a la existencia de una mayor influencia ejercida por fa televisión en nif'\os que pertenecen a familias de escasos recursos y menor escolaridad de los padres (1O), como es el caso de los estudiantes del grupo dos de este trabajo , planteó la necesidad de solicitar a los nil'los del primer grupo observar 10 emisiones seguidas del programa aludido, indicándoles los mismos períodos de calendario a todos, a fin de familiarizarlos con las situaciones y términos utiliZados por los personajes representados.Esta misma petición se hizo a los estudiantes de la escuela pública, aunque entre éstos se contó con la certeza de que observan de manera frecuente este programa.

Con base en la observación de las diez emisiones mencionadas se produjo el contenido de las preguntas del segundo cuestionario, en donde se reprodujeron algunas frases o enunciados que losactores escenificaron cada vez en el programa de televisión.De ellas se tomaron seis expresiones utilizadas con mayor frecuencia dentro de los diálogos entre los personajes. Estos fueron los encabezados de las preguntas que posteriormente inquirieron al estudiante sobre lo siguiente:

a) si consideraban que cada una de las frases presentada eran correctas o incorrectas;

b) si la usarlan o no y frente a quién en caso de

ser afirmativa la respuesta y;

c) el significado de tos enunciados presentados en el cuestionario.

Grup 1.

El primer grupo encuestado (grupo uno). al presentársela la descripción de seis situaciones en las que pareclan registrados enunciados tates como "pa'que te digo que no si sL.9 o "qué está tratando queriendo decir", expresó 80% de las vecs que los enunciados presentados no eran correctos, seguido de distintas explicaciones en donde se repitieron con frecuencia las palabras "vulgar","enredado", innecesario" como aspectos claves de las motivaciones que tuvieron para


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responder como lo hicieron en el caso de la pregunta anterior.

Por otra parte al preguntársele a los sujetos si usarían la frase, el 51% contestó que·no"; el 12% sel'ialo que "sift ,mientras que el 37% respondió •a veces". En esta serie llaman la atención las explicaciones dadas en relación con el primero y el tercer porcentaje . Quienes optaron por el "no" plantearon entre otras cosas la advertencia constante que algunos padres de familia u otras personas mayores, con las que conviven, realizan acerca de "lo vulgar" o "incorrecto• de este tipo de expresiones. Por otra parte quienes destacaron el "a veces" destacaron la inexistencia de prohibiciones al respecto del uso de este tipo de expresiones.

Una consideración interesante por parte de los estudiantes que contestaron "sr o "a veces .es el hecho de que al ser preguntados frente a quién o quienes usarlar. este tipo de palabras. respondieran en el siguiente orden: 53% en primer lugar frente a amigos; 27% frente a hermanos en segundo lugar; 11% frente al papá y 3% frente a sus profesores. Lo que contrasta con el apartado en el que se les pregunta si consideraban si el enunciado tenia significado. Al respecto el 83% contestó "si", el 13% contesto "no" y el resto afirmó no saberlo;sin embargo a! pedirles que tradujeran de los enunciados lo que entendían, los resultados fueron los siguientes:

1."Pa' que te digo que no si sí": el 87% destacó explicaciones indicativas de entender el enunciado como una afirmación.

2. "Q'stá tratando queriendo ensinuar": el 73% destacó explicaciones indicativas de entender el enunciado como la petición de una aclaración.

3. "¡Ohl Y ahora quién podrá defenderme": el 98% destacó explicaciones indicativas de entender el enunciado como una solicitud de auxilio.

4. . "Va de nuez": El 98% destacó explicaciones indicativas de entender el enunciado como la sef'\al de recomenzar algo.

5 . "Vientos huracanados": el 93% destacó sirnplemente entender el enunciado como algo que quiere decir bien o se refiere a una aprobación.

Como podrá observarse en las respuestas de este grupo, mientras el uso de este tipo de formas


de hablar es negado, al encontrárse estrechamente ligado a conceptos como los de "vulgar", "incorrecto", es posible reconocer la influencia de los adultos; sin embargo es notable el hecho de que los sujetos puedan lograr traducir con altos porcentajes lo que se connota en Jos enunciados presentados alfinal. Es decir, los datos destacan una posible conjetura al respecto de una influencia compartida entre los adultos, y posiblemente de las madres de familia quienes son las que en mayor medida pasan una buena parte del tiempo con estos nif'\os, en relación con el rechazo y/o la contención de este tipo de expresiones en el uso cotidiano del lenguaje, y con la televisión que, en definitiva, si muestra sus relativos efectos al menos en la alta proporción con la que los sujetos de este grupo traducen los enunciados que sef'\alaron bajo caracteres de rechazo.

Grupo 2 .

En las lineas anteriores han sido descritas las condiciones previas y posteriores que rodearon a

!a aplicación del segundo cuestionario para cada uno de los grupos. Para el caso del grupo de alumnos de la escuela pública, !os porcentajes promedio que se lograron registrar, con respecto a las mismas situaciones contenidas en el mismo cuestionario aplicado al grupo 1, fueron los siguientes: un porcentaje de 90% de las veces los nif'\os sef'lalaron que los enunciados "no eran muy correctos", lo que podría indicar que no identifican plenamente el apego de estos enunciados a algunas reglas, o bien dudan acerca de la conformidad de !os mismos con respecto a las anteriores. Sin embargo es la primera interpretación la que encuentra un mayor respaldo, pues entre los motivos registrados como las explicaciones que en consecuencia dan para justificar sus respuestas, resaltan términos tares

como "tonto•, "no se entiende" y "contradictorio".

Pero del mismo modo en que esto podría parecer una sorprendente e inteligente elección, la pregunta acerca de la probabilidad de ser usada por ellos reportó los siguientes porcentajes: 93% respondió que si,3% destacó que no y 4% destacó que a veces; y entre los motivos más importantes quejustifican la inclinación hacia él si,destacaron: a)·por que asl se habla entre los familiares . b) "por que asi hablan los padres· y c) "por que asf hablan los amigos". Al respecto habrá que set'ialar lo dificil que resulta deslindar hasta qué grado son los programas televisivos quienes se encargan de infundir usos lingUlsticos que pueden ser

considerados incorrectos, pero que más bien forman parte de las formas y prácticas


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comunicativas


recurrentes en


medios


CONCLUSIONES


socioculturales semejantes a los que pertenecen los nif\os de este grupo (2,12). Esto, si bien en descargo de los programas de televisión, no descarta la posibilidad de que sea a través de estos medios como se hacen circular en la sociedad con mayor facilidad términos y frases como las presentadas en los cuestionarios (6).

En relación con las respuestas posteriores no es sorprendente observar que los nil'los de este grupo, al ser preguntados frente a quiénes usarfan este tipo de expresiones, declararan lo siguiente: 100% frente a amigos, 100% frente a hermanos, 93% frente a los padres y 97% frente a los profesores. Lo que ratifica la deducción anterior y se relaciona con las siguientes respuestas: 98% consideró que la frase tenfa significado, e1 1% destacó lo contrario y el resto afirmó no saberlo. Por ello al considerar las respuestas del último bloque de preguntas relativas a la interpretación o traducción de sus significados, no se puede pensar más que en cierta correspondencia entre lo que se declara finalmente y las respuestas. Al respecto entre los datos más sobresalientes se encuentran los siguientes:

1."Pa' qué te digo que no si sí": el 90% de este grupo destacó explicaciones indicativas de entender el enunciado como una afirmación.

2. ªQ'stá tratando queriendo ensinuar": el 83% planteó explicaciones indicativas referidas a una aclaración.

3. "iOhl Y ahora quién podrá defenderme": 100% sefíaló explicaciones de entender el enunciado como una preocupación o solicitud de auxilio.

4. "¡Va de nuez!:100% destacó explicaciones que apuntaron explicaciones alusivas a una sef\al de recomenzar o reiniciar algo.

5. "¡Vientos huracanados! : 95% expresó reconocer el enunciado como una aprobación.

Lo anterior permite observar respuestas con caracterfsticas semejantes a las obtenidas en el grupo 1, lo que a su vez permite destacar la forma en que las diferencias- que potencialmente podrían predisponer a una mayor influencia- se ven disminuidas, justamente por los parecidos en los porcentajes presentados.


La mayor parte de las veces se da por sentado que la influencia de la TV es muy fuerte y determinante en el comportamiento de las personas en general y, más aún, en el caso de los nif\os (2,7,13), sin reparar que el televisor es un aparato creado por el hombre y cuyos efectos se calculan por los disertadores de los programas que se difunden a través de las cadenas y canales que se encargan de la comercialización y distribución de los mensajes que forman parte de sus intenciones e

intereses públicos. Todo ello basándose en estudios de los cuales se ignora su nivel de precisión debido a lo que podría denominarse·1a receta secreta" de cada una de las cadenas televisaras, en cuanto a las reacciones o conductas que se esperan en sectores y clases sociales y/o grupos de edad determinados a los que pretenden hacer llegar un mensaje (13).

Por otra parte pocas veces se intenta ponderar cuánto y en qué aspectos en específico se pueden observar rasgos de influencia. Por ello, aunque con los lfmites no ponderables en situaciones no controladas, es importante ensayar investigaciones que sobre la marcha de los datos obtenidos, por otros antecedentes, se den pasos suficientes para mostrar, aún en forma descriptiva las situaciones que den cuenta de realidades concretas, que sienten las bases de indagaciones de mayor profundidad.

Efectivamente los datos obtenidos a partir del primero y segundo cuestionario aplicados al segundo grupo aluden en lo general a una influencia mayor de la televisión en cuanto a la consolidación del lenguaje de los niftos, cuyas caracterlsticas corresponden con aquellas que presentan familias de menores recursos económicos, en quienes se identifican menores posibilidades socioculturales y en quienes, también, se identifican mayores carencias en cuanto a cuidados familiares, independientemente de las razones que lo justifiquen. A esto habrá que al"adir la posibilidad de que ciertos usos lingüísticos, semejantes a los presentados en el segundo cuestionario, y que probablemente formen parte de los mecanismos de relación cotidiana en medios socioeconómícos pobres, no representen ser objeto de una influencia determinante ,sino que éstos se incorporan a los repertorios verbales ya existentes que circulan con relativa naturalidad en las comunidades correspondientes.


62


Los datos obtenidos en el primer grupo, a partir de los mismos cuestionarios, destacan la posibilidad de equiparar la influencia de la TV en ambos grupos, por el sólo hecho de que los ni"os

se encuentren expuestos a la observación de programas tales como el aludido . Ya que los

porcentajes, pese a ser superiores en el caso del segundo grupo de nir'\os, no representa diferencias muy grandes con respecto a los obtenidos por el primero. Aunque ciertamente, se ha podido observar que la situación familiar introduce elementos que pueden permitir el control o la reorientación de la influencia de los programas en los ni"os; concretamente que la ausencia o presencia de los padres y, en particular, que su participación activa podría ser un importante factor que limita o atenúa la influencía de los programas en la formación de los mismos, al menos en lo que se relaciona con ef lenguaje.

En lo que respecta a lo anterior es importante destacar justamente la posibilidad de que los padres de familia reconozcan que existe una salida más o menos efectiva en relación con los límites

que son necesarios contraponer a la influencia de

la Televisión (4,5), y que ésta depende de los tiempos que puedan compartir con sus hijos en situaciones tales como lo es la observación de un programa, mas no de una crítica exacerbada contra uno de los principales medios en los que se basa ef desarrollo de las sociedades modernas (4, 5), que en ocasiones parece clamar la desaparición del mismo.

Lo que muestraincipientemente este trabajo es precísamente que son los hombres quienes crean y desarrollan instrumentos y que éstos se encuentran bajo su control (11).

REFERENCIAS

1. Corona Barquín, S. Televisión y Juego Infantil (un encuentro cercano). México. Ed. UAM­ Xochimilco. 1994.

2. Rodríguez, Méndez, J. Los teleadictos.

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3. Zaires, M. El discurso de Ja Televísión y Jos juegos infantiles. Comunicación y cultura. México. UAM-Xochimilco. 1993.

4. Cerdé, C. Romper las cadenas. lntroduccíón a la pos-televisión. Barcelona. Ed. Gustavo Gilly, col. Punto y llnea.


5. Mattelart, A. et.al. La televisión altematlva.

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6. Prieto Castillo, R. Retórica y manipulación masiva. México. Ed.Premia, col. La red de Jonás. 1987.

7. Wagne, F. La trelevisi6n (técnica expresión dramática) . Barcelona. Ed.Labor. 1989.

8. Bernal, Victor Manuel, et. al. Espacios de silencio, la televisión mexicana. México. Ed. Nuestro Tiempo. 1988.

9. Esteinov, M. J. La televisión mexicana ante el modelo de desarrollo neo/ibera!. México. Fundación Manuel Buendfa. 1989.

1O. CENAPE. L8 televisión y el niño de 3 a 6 años de edad. México D.F. (s.e.). 1970.

11. Colombo Furio, A. Rabia y Televisión Barcelona. Ed. Gustavo Gilly, col Punto y Línea. 1993.

12. Winnicott, D. Realidad yjuego. Barcelona. Ed. Gedisa. 1979.

13. Vílchis, L. Manipulación de la información televisiva. Barcelona. Ed Paidós. 1989.