CUATRO HACIENDAS DE LA REGIÓN DEL NAZAS

EL CASCO, LA NAICHA, LA CONCEPCIÓN Y SAN ANTONIO DE PIEDRAS HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN MARTfNEZ NÚEZ HERMANOS

PARTE 111

LA CULTURA DE LAS HACIENDAS Y LA VIDA FAMILIAR

Francisco Ourán y Martlnez

Centro deInvestigación, UmversJdad Ll1Salle

RESUMEN

Parte relevante de la historia es la vida de las familias en las haciendas. Se ha calificado al hacendado como al tfrano de sus tierras. En mucho han contribuido la literatura y sobre todo el cine mexicano al damos esa imagen del cacique "duei\o de vidas y tierras•, de un hombre injusto, ambicioso, en donde sólo su voluntad se cumple. Sin embargo, la verdad fue otra, hubo gente trabajadora, honrada, justa, que se levantaba al amanecer a trabajar junto con su gente. El rescate de las costumbres de los dichos es tan o más importante que la economía, así como la forma de vida de toda esta sociedad, qué comran, cómo vestían, qué costumbres practicaban, qué devociones tenían. Hemos considerado a esta parte del rescate de la historia, como una esencia

intangible, impalpable, nunca escrita y sin embargo, fundamental para el mejor entendimiento de la vida mexicana de finales del siglo XIX y principios del XX.

ABSTRACT

An essentlal part of the haciendas is the life of the famílies who lived there. The conception of the hacendado has been distorted by the movies and the literature, although the life of these people were not always so. There were sorne who worked as hard as their workers, and were fair and square. The goal of this part of the research is to recue the daily life of these people, what they ate, how they dressed, what were their believes; this part of the history is as important as the rest, and is a way to explain a better understanding of the mexican society during the last years of the 19th century and the early 2oth century.

LA ARQUITECTURA DE LA HACIENDA No era una sola hacienda sino dos. Dato

importante para esta investigación, ya que en


Entre los primeros datos que tenemos acerca de estas haciendas son los que nos proporciona Alonso De la Mota y Escobar, obispo de Guadalajara, cuando hizo una visita pastoral a toda la arquidiócesis que le correspondla:

"Veintidós leguas adelante [de las minas de Coneto] están las minas del Caxco, donde hay dos haciendas en que benefician los metales por azogue."1

De la Mota y Escobar, Alonso, Descripción geográfica de Jos Reinos de Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León, p. 198.


el Libro Mayor de Cuentas se nos dice que se hicieron reparaciones de carpintería en el casco viejo, por lo que dedujimos que se seguia conservando la otra casa, y en otra construcción se hizo la casa nueva. Imaginamos que las dos primeras construcciones no tuvieron la riqueza arquitectónica de las haciendas de los Condes del Valle de Súchil en Durango, o la de San Pedro del Álamo vecinos de la de El Casco. Deben de haber sido casas muy rudimentarias 1con lo esencial para su habitación, cocina. bodega, corrales. Las casas eran del corte espaf'\ol tradicional: patio en el medio, rodeado por una arcada que distribufa los cuartos alrededor, y opuesto al zaguán, cruzando el


225



patio, el comedor; junto, la cocina, atrás el tras patio, elcorral y la huerta. En el patio se tenían sembradas plantas y árboles para que refrescaran del calor Intenso de toda la zona . La gente salía a los corredores a "tomar el fresco de la tarde", a tejer, a leer y a platicar. Era donde tas sef\oras rezaban su rosario

caminando alrededor de tos pasillos, desde donde se vigilaba a los nii'\os. En fin, la vida de los corredores de la casa era para la familia

uno de los puntos de reunión més importantes. Las construcciones eran de tres, cuatro y hasta cinco metros de altura, con techos de vigas rematados en algunos casos con zapatas. La cocina contaba con fogón y horno, aunque generalmente en el patio de atrás se tenía un

horno de leña para pan. En la huerta generalmente se sembraban perones, cítricos, manzanos, duraznos y nísperos, que eran caracter sticos de la región. En la huerta de El Casco, en 1910, se compraron chfcharos y garbanzos para sembrar y la cosecha de ese afio produjo un total de fruta equivalente a

$203.05.2 El corral contaba con gallinero y porqueriza. A la vera de la entrada de la hacienda se encontraba el despacho del patrón

y una entrada en donde se hallaba la. tíenda de raya.

Todo el mobiliario era trafdo de las ciudades más cercanas, en este caso las de la Laguna. En muchos casos estos muebles se traían de San Antonio, Texas, en donde se fabricaban, aunque también se importalban las famosas sillas austriacas de Europa. Las recámaras estaban distribuidas una tras otra, y en ellas habla lo indispensable: la cama de madera,de

latón o de fierro fundido; un buró, un chiffonier, un tocador, un ropero, un mueble para el aguamanil,en donde se colocaba una pequeña

toalla y un jabón, y debajo de la cama la porcelana, para las emisiones nocturnas.

En muchas haciendas los serv1c1os sanitarios se encontraban en habitaciones cercanas al chiquero, con retretes de madera. Estos sanitarios eran comunitarios, habla dos o tres retretes juntos, y era costumbre entre las señoras ir al bano a fumarse un pitíllo de hoja y


"De aqui en adelante [1700] cuenta ya con capilla , casa grande, con sala, aposentos. cocina y otras habitaciones pegadas a la casa. como son un horno y patio grande. otras habitaciones separadas de la casa servían de hato y jarcia para la recua, caballeriza con pesebre y pajar, el harina! era una habitación de terrado y tenia además trojes y cuartos que servlan para el obraje y la fragua. Alrededor de algunas haciendas se encontraban tos jacales. Las huertas fueron comunes en la región. principalmente en Jerez. Las más importantes tenían molino y maquilaban el trigo de las

haciendas vecinas, en otras se construyeron presas.·3

En otro Inventario que se elaboró para la hacienda de Patos, que es una de las

haciendas de Coahuila que pertenecieron a los Marqueses de Aguayo , se cita:

"El Inventario enumera como bienes rafees en Patos, además de la casa grande con sus vinas y huertas, la capilla, y los edificios para la trasquila, la matanza, la jabonería, el obraje 'con su galera en que hilaban las mujeres', la tenerfa, el batán, el molino, varias trojes y galeras y la tienda de raya. En la hacienda de Parras. dedicada a la vinicultura y la producción de granos, además de las valiosas viilas que rodeaban las dos casas grandes, se enumera la fábrica de aguardiente y las oficinas, el rastro, varias trojes y un molino de trigo.w4

las haciendas estaban construidas con adobe y sus muros eran de más de un metro de ancho. La arquitectura de El Casco, edificada a fines del siglo XVI y la segunda hacienda en el siglo XVII, era muy sencilla, sin ornamentos exteriores ni Interiores; los marcos de las puertas y las ventanas eran de cantera con las esquinas redondeadas. El patio constaba de arcos de medio punto, sin mayor ornato. Las paredes estaban encaladas y a veces tenían guardapolvos pintados, pero en la mayoría de los casos sólo se encontraban encaladas. La hacienda de la Concepción, siglo XVII-XVIII, era más grande, con ventanas con ornamento


a charlar un rato antes de la siesta o después


de la misma. Respecto de la arquitectura de la hacienda,Águeda Jiménez Pelayo nos cita:

2 Libro Mayor de Cuentas.f. 147.


3 Águeda Jiménez Pelayo, "La hacienda zacatecana colonial, su origen y desarrollow. En Origen y evoluc ión de la hacienda. p. 55.

4 Vargas-Lobsinger, Formación y decadencia de una fortuna., p.69.


226



en plata blanda, reconstruidas a principios de este siglo. La capilla era posiblemente de fines del siglo XVIIcon una portada de dos columnas que sostenlan un frontón triangular abierto, sobre el que remataba un pináculo. La puerta

constaba de arco trilobulado y la torre grande, construida a fines del siglo x1x5. de forma

cuadrada con dos arcos semlojivales en cada lado y un techo piramidal. La campana se compró a Jorge BOhring y costó $15.00.

Además se adquirieron ornamentos para la iglesia por valor de $1,042.17.6

La iglesia era muy simple: un altar neoclásico de cantera •con un cuadro de la Purlsima Concepción, probablemente pintado en San Pedro del Gallo, lugar en donde habla una escuela de pintura popular que nutría con sus obras a muchas de las haciendas y casas

de Lerdo, Gómez Palacio e incluso de la misma ciudad de Ourango. En la pared del ábside bordeando al altar unas columnas pintadas y junto a las vigas una ornamentación de

estarcido en forma de follaje. Un barandal de madera separaba el altar del resto de la construcción. Alrededor, un viacrucis y un confesionario de madera. Del techo de la capilla una lámpara en forma de lintemilla. La casa de la Concepción era más grande que la de El Casco y tenla en la parte superior una

cenefa de cantera con una ornamentación muy sencilla de donde sallan los botaguas. La distribución debe de haber sldo Idéntica a la hacienda de El Casco. Alrededor de las casas grandes estaban las de los peones y sus familias, construidas con los mismos materiales pero constaban únicamente de dos cuartos. Uno para la cocina y otro para la recámara.

En El Casco había también una capilla, posiblemente del siglo XVII, de la que desconocemos su arquitectura; de ella se salvaron del Incendio una pintura de Nuestra

Sei'lora del Rayo y una Imagen de la Guadalupana. La primera era una advocación heredada por los jesuitas cuando evangelizaron aquella parte del territorio, y que seguramente fue dejada en la iglesia, y la segunda siguió el mismo camino. Estas obras tienen las

5 Agradezco al Arq. Pedro lrigoyen su ayuda en la indentificación de los elementos arquitectónicos de la hacienda y capilla de la Concepción.

6 Libro Mayor de Cuentas, f.23.


caracterlsticas de la pintura del siglo XVIII: lmégenes populares rodeadas por ornamentos florales, generalmente rosas. La Escuela de San Pedro del Gallo fue una herencia de la Companra de Jesús en aquella zona, que siguió produciendo exvotos y pinturas populares hasta

muy avanzado el siglo XX. y que terminó cuando la industrialización de la Imágenes

religiosas, en estampas y lltograflas, saturó el mercado. El triste final de estos edificios es el rnlsmo que sufrieron .muchos durante la revolución; la hacienda de El Casco, la de La Naicha y Piedras fueron quemadas con la

entrada de tas fuerzas villistas. La Concepción, milagrosamente. se salvó de la destrucción. De

la hacienda de La Nalcha no se consiguieron

fotografias pero debió haber sido inferior en construcción a las antertores ya que Don Ignacio Martfnez Núflez estaba construyendo la casa nueva en la Hacienda de San Antonio de Piedras cuando la revolución Irrumpió y la construcción quedó inconclusa.

LA VIDA FAMILIAR:

CAMERINO MARTfNEZ Y ROSA ARELLANO.

Los Martfnez del Casco

· oue alegre y fresca Ja m al1ani(a , me agana el aire por Ja nariz,

los perros ladran, los nilk>s (Titan, y una muchacha gorda y bonita sobre una piedra muele el mafz"

Verso Popular

En la Carpeta 4 del archivo de Camerino Martínez Núi'\ez aparece una pequei'ia hojita del 30 de octubre de 1889, en donde se solícita

.

la dispensa para publicar el matrimonio de Camerino Martlnez Núi'íez con Rosa Arellano7

Camerino habra nacido en 1863, era hijo de Don Cleofas Martlnez y Dona Juana Nút\ez originario de la hacienda de la Concepción, Municipio de lndé; y Rosa Arellano. vio su primera luz en 1870, era hija de Francisco Arellano Mariscal y Victoriana Martínez, natural

del Estado de Sinaloa pero registrada en la hacienda de Ramos. La mamá de Ooi'la Rosa murió muy joven y fue Cf'1ada por su tía Mónica

Martfnez, quien era conocida como Tita, la que se encargaba de todos los asuntos de la casa, y al contraer matrimonio con Camerino se fue a

7 ACMN. Carp 4, f. 1.


227



vivir con ellos. Los hermanos de Doa Victoriana eran Mónica, Felipa, Domingo, Refugio y Jesús. Posiblemente estuvieran emparentados con la familia de Don Cleofas. Sin embargo, sólo suponemos esto, aunque era muy común en aquella época y en aquella zona de la República el que se casaran entre parientes, al calor de aquel dicho que aún sigue sonando: ¿Cómo es posfb/ e que te cases con alguien que no es de tu familia?" En fin, el caso es que para 1889 ya habían contraido matrimonio Don Camerino y Ooí'la Rosa. Tuvieron quince hijos pero sólo sobrevivieron diez, de los cuales nueve nacieron en la hacienda y una fue concebida en Monterrey y

nac da en la ciudad de México.8 Las hijas

mayores fueron: Aurora. Juana, Otila, y Rosa luego le seguían Consuelo, Cleofas, Ángel, Victoria, y Dolores, y por último María Teresa, quien ya nació en la ciudad de México, cuando habian salido de las haciendas. La familia Martínez Arellano radicaba en El Casco. Ahí tenían todo lo que se esperaba tuv ieran las familias de aquel entonces: maestros que iban a la hacienda,de ahí que en el Libro Mayor de Cuentas aparezcan tos pedidos de gis; recibieron clases de piano y de pintura. La

maestra que les daba pintura era Luisa Arrieta, de origen español, que vivía con ellos y les enseí'ló, sobre todo a las mayores, las técnicas del óleo, con pinceles de marta, y con pinturas Windsor & Newton.

Ahí aprendieron todas las labores de la casa. Tita, muy temprano, ordenaba la comida de todo el día: desde el desayuno hasta la cena, pasando por el rancho que se les enviaba a tos peones y vaqueros. Pero ahí todo mundo sabia hacer de todo, no obstante la cantidad de

gente para el servicio que tenlan y que queda

explicitado en el Libro Mayor. Ellema: Todo se aprovecha y nada se desperdicia era, més que una sentencia, el onceavo mandamiento de La Biblia. El día comenzaba a las 4 6 5 de la mat1ana calentando el fogón de la cocina y prendiendo el horno. Se les daba su desayuno a los que salían al campo y se limpiaban las jaulas de los pájaros. Se alimentaba a las gallinas. Se ordenaba a las vacas, se echaba

alimento a los animales. Los mugidos de las vacas y los balidos de las ovejas anunciaban su

8 Datos proporcionados por el Sr. Zeferino Ferreira, nieto de María Teresa Martínez. El 4 de agosto de 1995.


salida E:I campo. El desayuno debe de haber sido café tostado y molido en casa, leche, huevos, chorizo, y frijoles con tortillas de harina. Madrugar era costumbre. Todos a la mesa, desde el jefe de familia hasta el más pequel'lo. Desayuno para 12 6 15 si incluimos al tío Alejo y a la maestra de pintura, y si estaba el Lic.Fidel Sapién, Carmelita Balda, su esposa y familia , eran 20 ó 25 personas. Ahí no habla mesas chicas. Después comenzaban las labores del hogar. Limpieza, organización del dia, aseo de los corrales, del gallinero, del chiquero. Esperar a Zeferino Cigarroa, el responsable de hacer los encargos a Torreón o Lerdo, para dar1e la lista de pendientes, tanto

del hogar como de la hacienda. Se molía el maiz desde muy temprano para echar muchas tortillas tanto para la gente de la casa como para el rancho de los vaqueros y pastores. Si se hacia caldillo se comenzaban a asar los

chiles verdes, o si había carne de puerco en chile colorado se ponían a remojar los chiles secos. Si hacían cabrito en fronterizo, se sacrificaba al animaldesde muy temprano para desangrarlo y destazarlo. La sangre del animal se aprovechaba para preparar el mismo guisado. Si era temporada, se ponían a remojar las habas para hacer un caldo, o las lentejas; si se hacia puchero se buscaba un buen perón para introducirlo en el caldo junto con la verdura fresca y la carne de la res sacrificada ese dla. SI se había sacrificado una vaca se utilizaba la ubre para hacerla empanizada, y las vísceras para preparar otros guisos. Don Camerino y Aurora, la mayor de sus hijas.

salían muy temprano para supervisar los riegos, las cercas y las necesidades de la hacienda: trilla, molino, matanza, la bomba de

agua, -que era novedad en aquel entonces y que generalmente funcionaban un rato y se descomponla-. Posteriormente regresaban a la casa grande en donde se atendlan los negocios

de la Asociación, las ventas, la mortandad del ganado, la contabilidad, que Aurora y el bueno y paciente contador, Cándido Delgado, nevaban . Elaborar los cheques y pagos que se iba a llevar Zeferino Cigarros a Lerdo y a Torreón, ver las reparaciones de las casas, las trojes, las caballerizas, los corrales. Atender, entre otras cosas, la producción de la Mina de Guadalupe en el sitio conocido como Puerto de Huertas, y que había adquirido a Francisco Silveyra,quien vendió acciones de la mina que producía plomo y plata. Fidel Sapién accionista


228



mayoritario metió a su cliente, Camerino , como accionista minoritario .9

Posteriormente. darle una vuelta al tío Alejo, para ver cómo habla amanecido, y si no avisarle al Dr. Lawrence , quien radicaba en Mapimi, que se necesitaba su presencia. En la casa, los níi'\os reclblan sus lecciones: Escritura, Lectura, Geografía, Historia y Aritmética. Más tarde, únicamente las nii'las tomarfan las clases de pintura con los libros y patrones alemanes que les tralan de Durango o de Lerdo. flores y paisajes eran los temas favoritos, atardeceres copiados del libro de estampas que tenla la maestra. A las once de

la mañana se enviaban los ranchos a la gente

que andaba en el campo, y a la una de la tarde en punto nuevamente se sentaban a la mesa para comer. El menú debió de haber consistido en un caldo de pollo. o habas o puchero con pe rón, arroz, ajotes con huevo o habas frescas con jitomate y cebolla, carne de res o de puerco, caldillo nortei\o, '> menudo con chile colorado , limón, orégano y cebolla picada, ubre empanizada , todo esto servido , como en el norte. con una taza de café. De postre guayabate o membrillate con asadero recién hecho, una capirotada de coco y piMn, o las conservas de durazno o higos. Segula la siesta o la charla en los pasillos de la casa, en donde los nli'loc corrlan y jugaban . A las tres de la tarde comenzaba la lección de piano para las niñas. en donde hacfan los interminables ejercicios de escalas de Beyer. Do, mi, fa, sol, la. Re, fa, sol, la, si, etc... para rematar con

.alguna piececita de Schuman, o algún vals del maestro Alberto M. Alvarado. Para las señoras era la hora del bordado, español, el pasado, frivollté, deshilado, punto de cruz, o tejido. Se quitaban un cabello con el que bordaban los panuelos de Don Camerino, generalmente sus iniciales aar, o algún motivo que viniera en la revista La Moda que adquirían en La Suiza; ahí mismo, en la revista, venlan historias por

entregas que se leerfan más tarde, después de la merienda, y se daban consejos para el hogar, se rememoraba al novelesco Alfonso XII y a su dulce Mercedes, noticias de Alfonso XIII,

rey de Espal'\a, y los últimos acontecimientos de la Herzegovina. Se sacaban muestras de las puntadas que venlan en la revista, para,

9 ACMN, Carp 1, Doc. 2 , 2f. 18 VII 1905.

Venta de la 24a. parte de la Mina de Guadalupe.


posteriormente, bordar los manteles de la casa y o de la Iglesia, tejer las colchas de hilaza, los almohadones de las camas, cuellos para las blusas de las nitlas, y patrones para los

vestidos que marcaba la moda. También se

haclan roponcitos para el Nlflo Dios, o espitas bordadas para la sentada del Nino , el dos de febrero cuando lo vestlan con la advocación de Atocha. Los abanicos sonaban al compás de las mecedoras delpasillo . En la tarde, mientras esperaban Ja llegada de aquéllos que andaban en el campo, se iban a la cocina para preparar las mermeladas y los huesos de los duraznos se cocían y recocfan para las jaleas. En

verano, cuando las mayores, que se encontraban internas en Lerdo, regresaban a la hacienda, ayudaban a embotellar y sellar el vino que les llegaba en barricas desde Francia.10 También era la hora de preparar los tornachi les en frascos con agua, vinagre,

orégano, cebolla y zanahoria.Se molía la carne de puerco, bien triturada , para preparar con el chile colorado el chorizo que se vaciarla en las

tripas muy bien lavadas para evitar que se descompusieran, y Juego colgar el embutido en lo alto para quitarle la tentación a los perros que siempre husmeaban donde habla comida. Se hacfan jamoncillos con nuez o pil'\ones, dulces de almendra en forma de frutillas, de pescados, decorados con tintes vegetales. La

fruta se secaba para obtener orejones de

manzana y durazno, higos secos y fruta cristalizada, Las cáscaras de naranja se secaban y luego de ellas se hacfan cuentos con azúcar. Las peras se prensaban. Se hacían rosquillas, también de almendra, y unas

galletitas, como polvorones, que se llamaban:

"pedos de monja•, ¿olerian a santidad? A la

leche se Je echaba la cuajada para hacer el asadero y en caliente se batia con una cuchara grande hasta que comenzaba a hacer hebras.

El lácteo se descremaba en unas tinas de granito, para después de ahl sacar la crema para la mantequilla. Se obtenía también requesón y queso fresco. Se ponía a secar la carne para la machaca que llevarían los que sallan en viajes largos de vaquería y rodeo. Se preparaba con la harina la inmensa bola de masa para elaborar las tortillas de harina para

la cena. y que debla ser una pila bastante considerable a juzgar por la cantidad de gente que ahí se alimentaba. Al atardecer se sentaba

10 Información proporcionada por el Lic. Jorge

M. Rangel el 22 de septiembre de 1995.


229

Fotografla 1.La familia de camerino Martínez Núñez.


Fotografla 2. Concepcíón

Martlnez Núf\ez..

Fotografía 4. La Hacienda de La

Concepción.


Fotografia 3. Jesús Mart1nez N(lftez.

1

Fotografía 5. Fachada de El Casco.


230



Don Camerino en el porche de la casa a esperar a que llegaran todos y cada uno de los vaqueros, para que Je informaran de lo

sucedido durante el día.11 En muchas haciendas se rezaba el rosario antes de la

merienda y en otras después. Se merendaba temprano. un atole o un café con leche, tortillas de harina y unos frijoles con chorizo y un tornachile ahogado para dar1e sabor. A los enfermos del estómago se les daba una infusión de tila, yerbabuena o prodigiosa (ruda). Los cigarros que se fumaban eran de tabaco en hoja de maíz o papel de arroz , que cada quien se preparaba . El cuero se aprovechaba no sólo para la venta a los curtidores sino después para fabricar suelas de zapatos y forros para libros. El respeto por el agua era total: uno debía enjabonarse primero y luego verter el agua sobre las manos, y de una sola vez se limpiaba el jabón. Los bal'\os diarios eran de esponja y se daban en una tinaja y un pichel. Hablamos

de una cultura en la cual todo se reciclaba. A las camisas se les volteaba el cuello y los puí\os y cuando ya estaban muy usadas, se utilizaba la parte central para hacer pañuelos o trapitos para el aseo. Había trapitos para limpiar la superficie de los muebles y otros para limpiar las patas de los mismos, trapi1os para

los espejos, para la porcelana etc. El orden en la casa se regía por el dicho: ·un lugar para

cada cosa, y cada cosa en su fugar" 12. Las

cajoneras debían contener un tipo de prenda en cada uno de los cajones, por eso gustaban de los muebles llamados semanarios, que consistían de siete cajones para las mudas de cada uno de los dias de la semana. Los calcetines, que eran tejidos con algodón o lana, no se "hacían bola", sino se doblaban para que el resorte no perdiera su resistencia. El orden en los roperos era absoluto, lo mismo que el de los arcones de cedro rojo en donde se guardaba la ropa de cama y Ja mantelería; si el cedro comenzaba a perder su aroma, se le daba una lijada para que lo recuperara y se evitara la polilla. En las cajoneras o en los

roperos se colocaban sachetes de corteza de pino, de azahar y pimienta, para los varones, y de azahar, anís y eucalipto para las damas. Toda la ropa debía llevar las iniciales de su dueí'lo, ya que era tanta la gente que luego no se sabía de quién era qué prenda. Toda esta

11 /bkJ.

12 Información proporcionada por el Dr. Canos

R. Rangel el 8 de agosto de 1995


cultura del cuidado de las cosas ahora nos parece extrema.

¿Quién remienda unos calcetines? Ahora se tiran en la basura y se compran nuevos en el supeITT1ercado más cercano, sin embargo, si tenemos conciencia de que en 1910 no habla tiendas a la vuelta de la esquina, y de que estaban en una hacienda en medio de la nada. suponemos que todo tenía que conservarse y preservarse para que su duración se extendiera lo más posible. Los cubiertos se limpiaban hirviéndolos en alumbre o se pulían con ceniza y un corchito. Las ceras para abrillantar los

muebles se obtenfan con trementina y cera de abeja; para cuidar los productos de cuero se preparaba el jabón de calabaza, y la cristalería se limpiaba con vinagre y agua. Todo lo que se necesitara en la hacienda se obtenf a de lo que se tenía a la mano. Nada se podía desperdiciar porque no era fácil volver a suplirlo; por eso,si vemos las cuentas de Zeferino Cigarroa que cobraba fletes y fletes, se explica el por qué de ello. A !as velas se les tenían que recortar los pabilos, lo mismo a los quinqués de querosene , para que no ahumaran y duraran más. La educación de los hijos estaba encaminada a cuidar Jos recursos de J a hacienda. Las nif'\as sab[an montar tanto en albardón como en sllla charra. Ángel y Cleofas, siendo aún muy nlf'\os, no pudieron aprender el arte de la charrería, que seguramente les iba a tocar saber,tanto el rayar un caballo como lazar una res o florear la reata. En la hacienda había un cuarto que se llamaba "De las sillas de montar", porque cada quien tenía su sllla y cada quién debla saber ponerte la montura al animal. Pero esto no quería decir que la educación que reciblan fuera la de Juana Gallo o la de Guadalupe La Chinaca. No, la educación que reciblan era estricta; el Carreño, no sólo lo lelan sino que Jo practicaban. Ellas no podían recargar la espalda en la silla, y tenían que sentarse rectas como una estaca. Era muy mal visto que una mujer cruzara las piernas; los hombres podían hacerte pero sobreponiendo una pierna sobre la otra. Las maneras en la mesa eran impecables y tenian los cubiertos adecuados para los alimentos, aunque sencillos, que comían. El maquillaje era cosa prohibida para ellas, pues, se consideraba una costumbre de las cómicas de teatro. En la casa de Lerdo reservaban un día para recibir a sus conocidos, y los domingos, después de misa, paseaban por la plaza principal para escuchar la serenata. Cuando viajaban a Lerdo llevaban todo;


231



enseres de la casa, ropa de cama, ropa de estar, ropa de recibir, vestidos para los bailes, a

los que iban con dos o tres pares de zapatos que estaban hechos con la misma tela del vestido, y deben de haberlos bailado tanto que se les gastaban. Además, llevaban la servidumbre que iba a atenderlos en Lerdo: cocinera, recamarera, muchachas del servicio, mozos. En la hacienda las hijas mayores de Don Camerino impartfan doctrina a los hijos de la gente de la casa, obviamente con la famosa Doctrina del Padre Ripalda. Naturalmente rezaban el rosario al atardecer y el Angelus cuando cara el sol, es decir a eso de las seis o siete de la tarde. Sus deberes con la iglesia los cumpllan cuando iban a Lerdo, llevaban el diezmo que daban ya bien en especie o en efectivo a la parroquia que les tocaba. En el viaje anual a Lerdo iban custodiados por una tropa pagada por la familia, para protegerlos de los asaltantes de caminos y de algún posible ataque de los apaches. La vigilancia de los caminos que hacían los federales o los rurales sólo se efectuaba en los caminos reales. Para este viaje llevaban también pabellones, en donde, si les pescaba la noche, podían montar una especie de tienda de campat'ia para dormir. Esto nos recuerda un poco la obra de Lampedusa, El Gatopardo, cuando se describe el traslado de la familia Di Salina al palacio de Donna Fugata, y eran recibidos por todo el pueblo; llegando polvosos al Te Deum que les tenían p<eparado como recepción, y entraban al templo entre los acordes de un desafinado órgano, que entonaba el "Ámame Alfredo" de Verdi.

Después de la cena se reunían en la sala de la casa para orr las historias del día, comentar

los problemas de la sequta, la mortandad del ganado, el abljeo , sobre algún coyote que andaba matando a los borregos, historias de aparecidos en el socavón de la mina. la casa vieja, o en las trojes, de las luces que ahf se

veían brillar,13 o leer Las desencantadas de

Pierre Loti o las crónicas de viaje a oriente del mismo, o alguna obra de Juan de Dios Peza, Altamirano, Gutiérrez Nájera u otro autor nacional. Se tocaba el piano, la guitarra y la mandolina, se cantaban los aires nacionales,

13 lnfonnación proporcionada por Dona Dolores Martínez Vda. de Chapa, última de las hijas de Don Camerino Martlnez, el 11 de septiembre de 1995.


locales, o las canciones jocosas como "El muerto murió•, "El coyote y la coyota", "El pájaro y el chanate• y otras. La familia Martínez Arellano tenla dia completo, bajo la supervisión de Don Camerino y Ooí'ía Rosa. Todo el clan mantenfa una actividad exhaustiva, de ahl se nos viene abajo aquella imagen de los porfiristas ociosos viviendo a costa del trabajo de sus peones. Evidentemente, el hecho de mantener una escuela para la hacienda y el cuidado tan acucioso de los recursos, nos índica que eran gente de bien, de trabajo y que valoraban el costo y aprovechamiento de las cosas. La bondad de Don Camerino lo salvó del paredón cuando el villista Tomás Urblna lo tomó preso, y un peón de la hacienda abogó por el patrón y su familia, y se les permitió S<llir de Torreón con pocas pertenencias.

JESÚS Y CONCEPCIÓN MARTiNEZ NÚÑEZ

" Un mozo vapor un sendero con herramientas y su morral, otro con chanclas y sín sombrero busca una vaca con su ternero para ordeflarla junto al corral"

Verso Popular

La hacienda de La Concepción, llamada antes de La Trasquila, había sido la casa de la familia y ahf vivlan los dos solteros: Jesús y Concepción. Jesús había nacido en 1857, en la hacienda de San Francisco y era quien veía por

los Intereses de la Asociación en aquella parte del E:stado, y Camerino en San Pedro del Gallo y San Luis del Cordero. Austeros y severos como todos los Martínez, Jesús y Concepción "evaban una vida monástica en su hacienda. Concepción tenía debilidad por las aves canoras, como lo demuestran Jos 60 kilogramos de alpiste cuya compra aparece consignada en

el libro Mayor de Cuentas y la contratación de un pajarero.14 Pensamos que la cantidad de

pájaros que tenia era verdaderamente una coleccJón completa. Debió de tener jilgueros, calandlias, zenzontles, muy apreciados por su trino, y quizá canarios. La vida de fa Concepción transcurría de igual manera que la de El Casco, desde la madrugada hasta que se ponla el sol. Concepción debió de haber sido una mujer piadosa y dedicada a las labores del

14 Libro Mayor de cuentas. f. 51.


232



hogar y de la iglesia. Jesús, hacía préstamos a Tita y a sus sobrinos; al menos eso se deduce de los testimonios de la contabilidad en que

aparecen donaciones de dinero: una •a la Sei\ortta Mónica Martínez, $49.00"15 y otra:

"Caja, efectivo a la Sei'\ ortta Aurora Martlnez,

$30.00"16 Además, el hecho de que hubiera dejado toda su herencia a las hijas de Camerino17 nos muestra el carii\o que tuvo por ellos y por Aurora en especial, ya que fue

nombrada albacea de su testamento. Jesús, como Gerente General de la Asociación, veía no sólo por los intereses de su hacienda sino por los de todos. Debió de haber sido un tio carinoso y bonachón. El mayor de los

hermanos, el patriarca de toda la familia, y el

que heredara la autoridad que les dejara Don Cleofas después de su muerte. Jesús hacía también su viaje a Lerdo, y ah! se compraba trajes para el campo y de vestir, cumplla a Concepción todos sus encargos y quizá se echaba su "canita al aire•. La limpieza de las norias de Los Milagros, de Santa Clara, el arreglo de los jagüeyes, le daban cierta variedad a la actividad de la hacienda. Es decir, había más agua y por ende más regadíos.

Muestra de su buen corazón eran los

regalos que daba a Zeferino Cígarroa, a uíen le obsequió vestidos para sus nl"as.1 Un hombre chapado a la antigua, honrado y

honesto. Esto también se ve, al igual que Camerino en la ayuda constnte que le prestaron a Ignacio, mandándole trigo, maíz,

lana etc., en la segunda época de la Asociación, cuando Ignacio estaba muy mal económicamente.

De Concepción es de quien menos sabemos; ignoramos cuándo nació y sabemos que fue la que sobrevivió a todos los hermanos. Siguió a Jesús toda su vida; en la hacienda, en Lerdo y luego en Durango, y cuando éste muñó se trasladó a la ciudad de México con un ahijado: Enrique Morales, con

15 / bid. f 43.

16 Jbíd. f.47.

17 ACMN, Carp.3 8f., Juicio testamentario del Sr.Jesús Martínez Núi'lez.23 111, 1927.

18 Libro Mayor de cuentas.f.43.


quien vivió hasta su muerte, y de quien decían era hijo naturalde Jesús. 19

IGNACIO MARTiNEZ NÚÑEZ Y PAZ. PEDROZA

y fa patrona bate que bate

me regocija con la ilusió n

de una gran taza de c ho colate q ue ha de pasanne por el gaznate con las tostadas y el requesón "

Ver s o Po p ular

El más chico de la familia fue Ignacio. Casó con Paz Pedroza y vivió en La Naicha, la más pequel'\a de las haciendas que les heredara Don Cleofas. Paz Pedroza Ortiz era hija de Francisco C. Pedroza Güítrón y de Oof\a Paz Ortiz de Pedroza. Don Francisco era originario de Ojuelos, Jalisco y Doi'la Paz de Matancillas. Muy jóvenes se trasladaron a la Compaf\la Minera de Pei'loles, en donde Don Francisco era administrador. Tuvieron cinco hijos: Paz, José, Dolores, Beatriz y Hermelinda. Don Francisco murió muy joven y Paz, la mayor de las hijas, que se habfa casado ya con Ignacio Martlnez, se llevó a vivir a toda la familia con

ellos.20 A su vez Paz e Ignacio tuvieron seis hijos: Amalla , Rodolfo, Concepción , María

Luisa,Guadalupe y Magdalena.

Nadina Martinez, hija de Rodolfo, cuenta de su abuela que se casó en Petloles en 1901 y

•que sus donas fueron trafdas de París y la boda fue de esas que hacen historia. Su vida de casados la pasaron en la hacienda del Casco y estaban ya amueblando la casa de

Piedras cuando comenzó la revolución.•21.

Aquí debe de tratarse de la Naícha y no del Casco como cita la autora, aunque estaban por cambiarse a San Antonio de Piedras. Don Ignacio era un padre muy caril'\oso, cuenta Amalia, la mayor de sus hijas; siempre les llevaba una taza de té a la cama y luego las

19 Datos proporcionados por Dofla Dolores Mart nez Vda. de Chapa el 11 de septiembre de 1995.

20 Nadina Martínez de Garza, Cuatro hermanas, su ejemplo y su creación. p. 32.

21 /bid.


233


Ignacio Martlnez + Nazaria Batres


Meliton Margarita Ausencia


Refugio Bartolomé Tirsa


Dolores

1

+

1


CJeofas


J. Ma. Astorga (RIP)

1

+ +

1

Teodoclo Nú/\ez

1

!

1

1

1

1

1

José

Abraham

Elena

Wenceslao

Alejo

Juana


Jesús


Camerino Concepción


Ignacio



Jesús Ma. Arellano

1

+

1

Rafaela Mariscal

1

Francisco Arellano M.

-

Jesús Martrne.z 1


Feo. Pedroza Güítrón

1

+

1

Paz Ortiz

+


+ +

1

Refugio Nava


1

Victoriana Martfnez N.

L Rosa Arellano

1

Auror;:i

Juana 7 Pedro P. Rangel

Otila

Rosa + Carlos Saucedo Consuelo

Cleofas + Luz de Campo Ángel + Laura de Campo Victoria v Jacinto Luna Dolores+ Lauro Chapa


l

Paz Pedroza

Amalía + José Gotés Rodolfo + Ma. Pérez C.

Concepción·:·Jesús Cabrera Ma. Luisa + Alberto Pérez Arellano

Guadalupe v René Elizondo Magdalena -<- Roberto Rangel


Ma. Teresa + Greg Hawk + Matrimonios realizados

Fi gura 1. Artol Genealógico de la Familia Martrnez Núñez.


cobijaba para que siguieran durmiendo. Además. era un hombre muy espléndido: "en una [posada] fiesta del Casino de Lerdo, Don Ignacio mandó traer a la ciudad de México la banda de música de 23º de Infantería. Y la fiesta estaba en el casino, baile y todas las


muchachas iban igual de arregladas y lucidas. A las 12 de la noche, hicieron un alto, y entonces entró la banda tocando, pero no por la parte de enfrente, sino por una que daba al fondo del salón, pues eso sí me acuerdo: que por mi casa entraron todos los músicos, y


234



llegaron al casino por un lugar que mi papá les arregló,ya que micasa quedaba al costado del Casino y se podian comunicar las dos construcciones por et patio de atrás. Dieron [los músicos] una vuelta al salón y detrás de ellos iba un carrito arreglado con muchas flores, que

iba rodando un chamaco, y allílbamos nosotros

(por eso no se me olvida), repartiendo a cada

persona regalos; sr me acuerdo que eran puras figuritas de porcelana de Sevres: 22

La casa de Lerdo era de las principales de la ciudad, no sólo por estar contigua al Casino sino por los detalles que Don Ignacio tenía.

Frente a la casa de ellos estaba la de

Camerino.

En la hacienda estaba la planta procesadora de guayule, y las trojes donde se acumulaba la planta que posteriormente se vendía a la

Compat'Ha Mexicana Explotadora de Hule. Según recuerda Amalia,un día llegó su papá:

·muy contento con la noticia, que habían descubierto una planta que le declan guayule y que se podía sacar hule de ella y que él sabía que de esa planta había mucha en la

..2

hacienda. 3

Y no era gratuito que este negocio fuera la manzana de la discordia; simplemente en junio

28 de 1911, a Ignacio le correspondió como

cuarta parte de su participación la cantidad de

$9,276.00 l en djciembre del mismo ano

$3,970.53.2 Por lo que cuenta la anécdota

Ignacio fue quien "descubrió• el guayule, y por lo tanto sentfa una cierta posesión sobre la planta, por eso nunca llegaron a un acuerdo cuando se adjudicaron la herencia de Don Cleofas. Fue Ignacio un hombre bondadoso, desde el momento en que llevó a su casa a su

suegra y a sus cui'\ados. Disfrutaba de la

bonanza que le brindaba la hacienda y de los bienes, como la casa de Lerdo, que evidentemente les proporcionaba un status dentro de la sociedad. Los ai'\os que siguieron fueron los últimos de la paz porfiriana; Ignacio resintió muchisimo la pérdida de sus haciendas, y a Paz y a su familia les tocaron los ai'ios más difíciles. Al Igual que en El

22 /bid, p. 86.

23 !bid.

24 Libro Mayor de cuentas. f. 4.


Casco, en La Naicha estaban acostumbrados a la laboriosidad y al aprovechamiento de los recursos. Esto sirvió tiempo después a Pacecita ya viuda, y a su mamá, Paz Ortiz, para sacar adelante a la familia.

AGRADECIMIENTOS

Agradecimiento al Arq. Pedro lrigoyen por sus aportaciones sobre la arquitectura de las haciendas del Casco y de la Concepción.

A la Sra. Alma Ferreira Hawk, por haberme proporcionado el árbol genealógico de la Familia Martlnez Núnez.

REFERENCIAS

1. De la Mota y Escobar, Alonso, Descripción geográfica de los Reinos de la Nueva Galicia, Nueva Vizcaya y Nuevo León. 2a.ed., lntr. Joaquln Ramírez Cabal'\as. México: Ed. Pedro Robredo, 1940, 238 p. mapas.

2. Águeda Jlménez Pelayo. •La hacienda Zacatecana colonial, origen y desarrollo· en:·Origen y evolución de la hacienda en México, siglo XVI al XX Memoria de simposio realizado del 27 al 30 de septiembre de 1989. Coord. Ma. Teresa Jarquln Ortega. Toluca, Edo. de México: El

Colegio Mexiquense, Universidad Iberoamericana e Instituto Nacional de Antropología e Historia, 1990.

3. Nadina Martfnez de Garza. (Recopilación y edición) Cuatro hermanas, su ejemplo, su creación. [México D.F.]: Ed. familiar, 1984, 657 p. fotos.

4. Vargas-Lobsinger, María. Formación y decadencia de una fortuna: Los mayorazgos de San Miguel de Aguayo y San Pedro del Álamo. 1583-1823. México: UNAM,1992, 237 p.,ils.


235 .


ARCHIVOS

1. Archivo Camerino Martfnez Núi'lez. ACMN Carpetas 1, 2, 3.

2. libro mayor de cuentas de las haciendas del Casco y La Concepción.

ENT REVJSTAS

1. Zeferino Ferrelra.

2. Dolores Martínez Vda. de Chapa.

3. Carlos R. Rangel.

4. Jorge M. Rangel.