BREVE HISTORIA EDITORIAL DE LA OBRA DE FRANCISCO HERNANDEZ, '' HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA''

Anna Paola Bellucci

Centro de lnvestígación, Universidad La Salle

Benjamín Franklin 47, Col Hipódromo-Condesa , México DF 06170, ema11· abellucc@cí.ulsa mx

No hay que avergonzarse de tomar del pueblo lo que puede ser útil al arte de curar.

Hipócrates

RESUMEN

La gran diversidad de vegetación con que cuenta México es tan pródiga que prácticamente no hay padecimiento que no tenga una planta para curarlo. Es innegable que esta antigua sabiduría que continúa proporcionando salud y bienestar tiene profundas raíces prehispánicas y merece ser rescatada. Presentamos aquí la historia editorialde una de la obras que por su riqueza en contenido es digna de comentar.

ABSTRACT

The great diversity of vegetation of México suplies healing plants to any dísease. There is not doubt that the ancient wisdom of our prehispanic ancesters is still healing and deserves to be rescue. In thís article we present the history of a book that contains a worthy information about plants that we considere very enlighten to know about it


INTRODUCCIÓN

El interés por el estudio y descripción de la flora medicinalmexicana, ha sido un proceso constante a fo largo de la historia del país. con períodos de auténtica consolidación del fenómeno . Como resultado del auge inusitado que cobró enalgunos momentos ese interés por conocer las propiedades curativas de las plantas,aparecieron obras escritas sobre la materr a, produciéndose lapsos de abundante bibliografía junt o a otras de menor interés en el tema. Como consecuencia de la conquista del territorio mexicano por parte de los españoles, el europeo se encuentra no sólo ante el desconocido esplendor de una naturaleza exuberante que lo maravilla por su variedad y riqueza, sino que confronta la realidad culturalde un pueblo indígena cuyo grado de conocimiento sobre recursos naturales era insospechado.

Hacia fines del siglo XVI, tiene lugar el primer intento por conocer y escribir sobre las costumbres de los indígenas y la riqueza y propiedades de sus recursos naturales. De ahí que contemos con obras

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como la de Francisco Hernández, específicamente diseñada para cumplir tal propósito informativo, o la de Fray Bernardino de Sahagún. que aunque de dimensiones y objetivos más ambiciosos. dedica capítulos completos a la medicina y recursos terapéuticos. Estas obras. junto a otras más,configuran la literatura médica novohispana sobre las características y propiedades de las plantas indígenas mexicanas. Martín de la Cruz y Juan Badiana producen también, en el mismo período, su herbario sobre plantas medicinales y

todas estas obras en conjunto, proporcionan la visión de la cultura española respecto al saber médico índigena determinando el proceso de transculturacíón que se produjo entre dos mundos.

FRANCISCO HERNÁNDEZ

Nació en la Puebla de Montalbán de la provincia de Toledo.Al parecer realizósus estudios en Alcalá de Henares en la escuela complutense.

Hernández se incorporó a la medicina en uno

de los momentos más oportunos de la historia


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médica española. cuando en el siglo XVI, en que la medicina universal presenció cambios fundamentales; la medicina española se caracteriza por ser la que obtuvo una mejor calidad y cantidad de contenido médico español.

El desarrollo de grandes epidemias y sobre todo la expansión de la sífilis y la prostitución que surgen en Europa, hizo que los poderosos. por miedo al contagio, desarrollasen el cuerpo de los llamados "médicos de cámara". el cual cobra en esa época un esplendor inusitado: y delcualforma parte Francisco Hernández.

De ahí que,Hernández fuera comisionado por Felipe 11 como protomédico deIndias para estudiar La Historia Natural de la Nueva España en cuyo título lo nombra: por la experiencia que de cosas semejantes tenéis y para que acatando vuestras letras y ciencia y lo que nos habéis servido y esperamos que nos serviréis en esto que vais a emprender.

Esta obra incluye 3076 plantas; y trata de una descripción exhaustiva, producto de siete años de estudio y viajes por diversas regiones de las tierras nuevas. Como Historia Natural que pretendió ser, incluye plantas sin utilidad médica o de otro orden. cuando a la mayoría les reconoce o dice que se les atribuyen propiedades medicinales. No debe olvidarse que su comisión estaba limitada al estudio de estas plantas y sólo su ambición científica lo llevó a intentar escribir todo un tratado de Historia Natural; para lo cual fue ayudado por los médicos indígenas que le facilitaron la información sobre las propiedades

de las plantas y le auxiliaron en el dibujo y recolección de las mismas. Hernandez ensayó en sí y en enfermos del Hospital Real de Indios los medicamentos recomendados y fue comprobando sus características farmacológicas y los padecimientos en que se lograban resultados favorables.

Laincreíble abundancia de plantas medicinales en la obra de Hemández, revela una recopilación

indiscr iminada de datos sobre las propiedades atribuidas por el vulgo indígena. Es posible que su aparente credulidad se debiera a las doctrinas médicas de que estaba imbuido y que lo hacían clasificar, sin aparente dificultad. el grado en que cada vegetal era "caliente" o "frío''; lo cua l significaba que tal cualidad podía ser útil para


enfermedades y trastornos originados por frío o calor excesivos en los humores del cuerpo.

Pero su obra capital es. sin duda. la intitulada RERUM MEDICARUM NOVAE HISPANIAE

THESAURUS , que por sisola basta para colocar su nombre en la inmortalidad. Sin embargo. dicha obra cuenta con un historial editorial digno de mencionar, ya que nos permitirá dar una visión más amplia del por qué la obra resulta confusa en muchas ocasiones.

El exagerado perfeccionismo de Francisco Hernández llegó en un momento dado a

impacient ar al Rey Felipe 11, quien esperaba

ansioso el resultado de la obra recopiladora del protomédico, por lo que le envía una carta escrita de su puño y letra en la cual se leía:

escríbase al virrey .. qu e es t e doctor ha prome t ido muchas veces enviar los libros de esta obra y que nunca lo ha cumplido : que se los forme ylos envíe en la primera flota a buen recaudo (1).

Hernández por su parte nunca consideró terminado su trabajo. pues dice en su carta del 24 de marzo de 1576 dirigida al Rey, cuando acatando la orden real, ya había entregado a los oficiales reales su obra:

d i ez y se s cuerpos de libros grandes de la Historia Natural de esta tierra, de los cuales

/os dos postreros no van del todo llenos... Más adelante dice: No van tan limpios, tan limados, o tan por orden. ni ha sido posible. que no deban esperar la últíma mano antes de que se impnman, en especial que van mezc ladas muchas figuras que se pintaban como se ofrecía, las cuales pertenecen y se han de pasar a la historia... Yo quedo agora acabando de escribir lo que más sedescubriere. y perfeccionando os libros que van enlos borradores que quedan, y sacando en limpio otros cuatro libros que servirán a su uso... yo no tengo salud para pasar al Perú, ni sé si la tendré para llegar a España, según voy afligido de males viejos, como porque mi presencia y vida será allá necesa ria para perfección, impresión y uso de mis libros (2).

Gran parte del retraso se debía a las repelidas copias que Hernández mandaba hacer de sus

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escritos,y a las diferentes redacciones en latín y sus traducciones al castellano y al náhuatl. Finalmente el Rey recibió los manuscritos y quedaron depositados en la Biblioteca del Escorial, donde un siglo después , en 1671, un incendio los destruyó.

Desde la llegada de Hernández a España, muchos fueron los afanes editoriales: él mismo antes de morir trató inútilmente de imprimir sus libros.Al mismo tiempo, se sabe que el rey encargó aldoctor Nardo Recchi que realizara una síntesis de la obra hernandina: nadie se explica este encargo a una persona totalmente ajena a la labor del Protomédico.

La justificada indignación de Heméndez por este hecho quedó expresada en su poema a Arias Montano, a quien le pide ayuda:

Porque hay muchos que a espaldas murmuran y arrojan ponzoña, buscando envidiosos, arruinar la obra que ni han conocido.

Llama a sus enemigos canalla insolente y cerdos inmundos que enlodan las límpidas fuentes y sin duda se refiere a Recchi cuando escribe:

¿Ni cómo podrá ser juez y censor pento el que nada conoce de fas plan t as , ni vio nuestros libros , ni ha sabido de nuestros trabajo y fatiga s duras? (3)

El resultado fue que Recchi concluyó su tarea ehmínando precisamente lo más valioso del manuscrito. Las alteraciones y la redacción afectaron incluso las maravillosasilustraciones del original. pero así, a pesar de esta síntesis, se conservó una parte muy valiosa de la obra.

Otra copia manuscrita de la síntesis de Recchi llegó a manos del príncipe italiano Federico Cesi, quien a través de la Sociedad de los Linceos publicó por primera vez el texto "hernandino en una edición impresa en 1630 y encuadernada con cubiertas fechadas en 1651 (edición romana). y aunque la labor desarrollada por la Sociedad de los Linceos en pro de Francisco Hernández y de la divulgación de su obra fue buena, el principal interés por la publicación del libro era el prestigio ante los naturalistas de entonces: Cesi, Terenzio, Fabri y Colonna que fueron los especialistas que comentaron y ampliaron la obra original hasta convertír dicha sintesis en un volumen de casi mil

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páginas que apareció bajo el título de Rerum Med1carum Novae Hispaniae Thesaurus, libro de gran calidad que. aunque alejado de la obra de Hernandez ,conserva muchas de sus anotaciones e ilustraciones originales.

El resumen de Recchi en sus dos ediciones: americana y romana, fue la única obra de Hernández, publJcada hasta finales del siglo XVIII; resumen que permitió a su vez el que algunos autores como Nieremberg se sirviesen de ella para completar su propio texto.

A finales del siglo XVIII el cronista Muñoz descubrió una copia original de las tantas encargadas por Hernández a sus traductores: el manuscrito contenía la totalidad de la obra recopilada y redactada en Nueva España. Tan importante hallazgo fue inmediatamente publicado y el encargo de la edición recayó en Gómez Ortega, famoso científico y fundador del Jardín Botánico de Madrid;otra vez reincidió la desgracia en las ediciones de Francisco Hernández. pues lograda la edición de las descripciones botánicas en tres volúmenes impresos en Madrid por lbarra (1790) se tuvo que suspender la publicación y quedaron inéditos los textos e ilustraciones sobre animales y minerales; por fortuna. se imprimió en el latín original ta parte más importante de la obra, siendo ésta hoy por hoy, la me1or versión para el estudio de las obras de Francisco Hernández.

La edición de Gómez Ortega publicada en 1790, conocida como "edición matritense", fue recibida con gran satisfacción por todos los médicos y naturalistas del siglo XIX.

Su valor permanente fue estímulo para que, en 1888, se reeditara la traducción de X imenez en dos ediciones distintas : una de ellas acompañada de valiosas notas escritas por el doctor Nicolás León, por entonces Director del Museo Michoacano,que fue impresa en Morelia.

Más tarde, Paso y Troncoso, interesado en la personalidad de Hernández. pensó en redactar un estudio bibliográfico que sirviese de introducción al manuscrito "hernandino": Antigüedades de la Nueva España; sin embargo, nuevamente se perdieron los documentos originales e inéditos que este historiador había reunido. Para continuar con la labor iniciada por

Paso y Troncoso, García P1mentel publicó la


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traducción castellana de las Antigliedades de la Nueva España; obra que no pudo completarse, pues enfermó de gravedad, tuvo que dejar incompleto un texto que. posteriormente impreso en 1945, se convirtió en obra póstuma. Poco tiempo después un nuevo y frustrado empeño se añadió a la desfavorable serie de sucesos editoriales; el Instituto de Biología de México muy convenientemente decidió reeditar en castellano la versión ·matritense" de Hernández; y se pensó añadir a este texto las ilustraciones de la edición "romana ,la traducciónfue terminada por el ilustre traductor de latín, José Rojo lográndose publicar tres tomos con tipografía muy deficiente y sólo se abarcaron siete libms, quedando inéditos los diecisiete restantes.

Al reunir los testimonios de todo este proceso editorial, nos encontramos en 1955 ante varias condiciones favorables: el grado de madurez en las investigaciones historiográficas; la clara identificación de la versión original del autor; la existencia de un grupo multidisciplinario interesado por el mismo tema. la necesidad de editar la obra en su totalidad; la buena amistad y el apasionamiento de los interesados por llevar a cabo la investigación.Todas estas circunstancias lograron que en 1956,se realizara una junta en la Secretaría General de la Universidad Nacional Autónoma de México con el fin de estudiar la conveniencia de editar las obras de Francisco Hernández.

Efrén del Pozo, entonces Secretario General, dio cita a los doctores : Germán Somolinos, Faustino Miranda, José Miranda, Enrique Rioja, Enrique Beltrán, Agustín Millares, Angel Ma. Garibay, Wigberto Jiménez Moreno, Samuel Fastlicht, Roberto Llamas, José Rojo, Enrique González Casanova y Miguel León Portilla.

Así, reunido este grupo de ilustres investigadores de distintas especialidades. se convino en constituir una comisión para la edición de la obra magna de Francisco Hernandez. y asi dio comienzo una empresa editorial que tardaría 25 años en concluirse.

LA OBRA DE HERNANDEZ MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS NOVO-HISPANAS .

En el siglo XV I, y XV I1 las observaciones de Hernández eran, sino las únicas, por lo menos


las más completas y agudas que existían sobre la naturaleza amencana,pero alterminar el siglo XVIII ya habían sido muchos los viajeros y observadores que habían tenido ocasión de ampliar, mejorar y modernizar lo que Hernández había descrito.

A principios delsiglo XIX, en España. se pierde el interés por la obra de Hernández. pero a mediados de este mismo siglo, en el resto de Europa se toma en cuenta la obra de Hernández como fundamental.Aunque desconocían la Edición Matntense (Española). y se basaban en la Romana.

Respecto a los países de habla hispana (América), especialmente en México, el interés era muy diferente, la obra de Hernández subsistía, e incluso llegaba a libros de temas alejados de la Historia Natural.

Durant e los años de la Guerra de Independenc ia, es natural que el interés por los estudios científicos disminuyese y que la producción resultara escasa o nula. Por esta razón. después del interés evidente que durante los últimos años delsiglo XVIII y primeros del XIX se tiene por Hernández y sus trabajos,pasan más de 20 años antes de que volvamos a encontrar la huella de su influencia.

Después de consumada la Independencia, volvemos a encontrar el hilo de la influencia hernandina. En México, a mediados del siglo X IX, se despierta cada vez con más fuerza el interés por Hernández y sus trabajos. de tal manera que desde entonces hasta el día de hoy, se ha producido una serie ininterrumpida de estudios y trabajos dedicados a profundizar en el conocimiento del protomédico y de sus obras. En España renace el estudio sobre esta obra en la segunda mitad el siglo XIX, aunque no tan intensamente como en México.

En Italia, se ocupan de Hernández y de sus obras, refiriéndose siempre a la "Edición Romana". En Francia, Alemania e Inglaterra, el nombre de Hernández se generaliza en casi todos los diccionarios biográficos que se editan con profusión en esa época.Y,naturalmente,en todos los países de Europa, cuando se trata de hacer historia de las Ciencias Naturales, se recoge el nombre de Francisco Hernández.

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Además. en 1988, se crea por decreto el Instituto Médico Nacional, institución que durante más de 25 años llevó a cabo una profunda labor de investigación científica. principalmente en el campo de la materia médica mexicana, siempre con la vista puesta en la obra de Hernández, cuyos trabajos estaban de tal manera infiltrados en el espíritu de los que ahí trabajaban. Elpropio director del Instituto, Femando Altamirano, emprendió la magna tarea de tradLtCir y anotar la obra de Hernández con la intención de publicarla.

Simultáneamente. otros autores mexicanos también siguen interesados en esta obra: tal es el caso de Urbina, quien agrupa los conocimientos del protomédico e identifica las plantas por él descritas .

Mientras esto ocurría en México, Francisco del Paso y Troncoso inició sus investigaciones históricas con un profundo estudio de la botánica náhuatl inspirado fuertemente en Hernández. Se dedicó a explor ar y reconocer los archivos españoles sin perder ocasión de recoger todo to que sobre Hernández caía en sus manos.

Maximino Martínez, le dedica un largo espacio en su obra sobre las plantas medicinales de México y publica varias referencias biográficas sobre el autor.

la Sra. Emmart desentierra del polvode cuatro siglos, el extraordinario Códice Badiana, en cuyo estudio preliminar se ocupa extensame nte de Hernández

En México. mientras tanto . se llega a una realización que si bien con la practica no alcanzó todo lo que de ella podía esperarse, indica sin embargo, el elevado interés que en el medio biológico mexicano seguían teniendo los estudios del protomédico. Nos referimos a la publicación de la obra de Hernández, traducida e ilustrada, que inició el Instituto de Biología en el año de 1942. Los aspectos equivocados de esta impresión y sus errores, motivaron varios artículos criticas muy importantes, especialmente, dos de Efrén Del Pozo, que pueden considerarse como el germen original de la nueva edición de Hernández; pero. dejando a un lado sus fallas, es preciso hacer resaltar que en más de siglo y medio nadie se había atrevido a emprende r una empresa de tanta

envergadura y que al hacerla realidad se colmaban

los deseos de muchos biólogos de México y se

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cumplía el deseo de Al\amirano, quién durante años trabajó en conseguirla. La edición aunque inconclusa. tuvo un extraordinario éxito, pues permitió dar a conocer el propio pensamiento de Hernández y sus observaciones a un núcleo muy amplio de investigadores y en un idioma asequible a todos ellos.

Llegamos a la etapa final de esta rev1s1on. Desde 1950 hasta la fecha. el interés por Hernández ha crecido de modo extraordinario; el número de trabajos sobre su figura y su obra han doblado en este tiempo a todos los que se produjeron en el resto del siglo;lo que ha permitido

alcanzar un mayor y mejor conocimiento de su figura y de la extens ión de su obra. España y México han sido los dos países donde este interés

ha tenido mayor auge y donde mayor número de investigadores se hanocupado en trabajos de este tema. Finalmente, los esfuerzos y deseos de muchos investigadores se han plasmado en realidad al emprender la Universidad Nacional Al1t6noma de México la Edición de las Obras Completas de Hernández {4).

Es tan impresionante la labor de este médico, naturalista y primer gran investigador de la naturaleza de la Nueva España,que no es posible dejar de probar que su actitud privó al mundo del conocimiento oportuno de sus grandes obras,ya que si no hubiera ocurrido de esa manera, todavia en vida de los médicos e informador es aztecas, habríamos heredado muchos de sus conocimientos y se habría acelerado en gran medida el progreso de tas ciencias naturales.

No creo que existan actualmente muchos casos tan dramáticos como el de Francisco Hernández, pero es indudable que el perfeccionismo exagerado puede llegar a actuar como inhibidor de la producción científica.

Como dijo Ramón y Cajal: "Cuando se tiene algo que decir, decirlo, y callarse una vez que se ha dicho". estas siguen siendo las normas justas para una buena contribución científica .

REFERENCIAS

1. E.C. del Pozo "La Azarosa Historia Editorial de la Historia Natural, de Nueva España de Francisco Hernández• en Gaceta Médica de México. Tomo XCII No. 7 Julio de 1962 p. 592 Apud Felipe 11. Escrito en la cubierta original de la carta de Francisco Hernández a Felipe

11. fechada en México el 20 de marzo de 575. Reproducido en apéndice al estudio sobre Francisco Hemández por Nicolás León, que precede a la reedición del libro de Ximénez. Vid Ximénez, Francisco, Ouatro libros de la Naturaleza... , reimpreso bajo la dirección del Dr. Nicolás León. Morelia, Imprenta y Litografía de la Escuela de Artes. 1888.

2. E. C. del Pozo "El Perfeccionismo como inhibidor de la Producción Científica" (El caso de Francisco Hernández) en Boletín de la Sociedad Mexicana de Historia y Filosofía de la Medicina.Vol. 3 No. 18 Marzo 1977 pp.90- 91 Apud !barra Cabrera S. Correspondencia del doctor Francisco Hernández dirigida desde México al Rey Don Felipe 11. Universidad Nacional de México. Instituto de Biología. México, 1937.

3. E. C. del Pozo en Gaceta Médica de México. Tomo XC II. Nº 7 julio de 1962. p. 593.

4. . Hernández, F .1959. Historia Natural de la Nueva España. Obras Completas. UNAM. Tomos 1 , 11, 111 y V II. Méx ico. Prensa Universitaria.