Valle lnclán y su tema americano
Francisco Durán
Posgrado e Investigación Universidad La Salle
BenJamin Franklin 47, Col. Hipódromo-Condesa México 06140 DF, email:duran@ci.ulsa.mx
"Las antiguas colonias españolas, para volver a la ruta de su destino histórico, habrán de escuchar
las voces de las civilizaciones originarias de América". Ramón Del Valle lnclán, Tirano Banderas, p. 38
RESUMEN
En el centenario de la Generación del 98 presentamos la idea que de nosotros tuvo don Ramón Del Valle lnclán, uno de los autores más representativos de esta generación, cuál fue su concepto de la política, la sociedad y el devenir americano a través del análisis de sus obras, en especial Tirano Banderas.
ABSTRACT
In the Centennial of the 98 Generation, we present the idea of our being in don Ramón Del Valle lnclán, one of the most representative authors of this hterary movement. His conception of the political world, \he society and the history through the analysis of his works, mainly in his novel Tirano Banderas.
1NTROOUCCIÓN
El objeto de este artículo es conmemorar el centenario de la Generación del 98 a través del análisis de las novelas de don Ramón Del Valle lnclán: Tirano Banderas y Sonata de Est ío principalmente. en que mostraremos la idea que tenia del Nuevo Continente y del mundo hispanoamericano . La realidad americana que concibió a través de su vida llena de anécdotas, sus viajes, historias increíbles . experiencias y mentiras fabulosas,nos parece interesante ya que
fue la imagen que de nosotros pasó a España, y que en cierta forma nos caracterizó ante los ojos peninsulares. quizá hasta después de la guerra civil del 36. Lo interesante de este análisis es ver en el espejo de otro autor y en el reflejo de su obra, la imagen que de América se presentó, para comprobar que:"Todo es según el color del cristal con que se mira".
Rev Centro /nv (Max) Vol 3 Núm 12 (1999)
LA GENERACIÓN DEL 98
En la última década del siglo pasado y en los primeros de éste,surgió la generación del noventa y ocho: Miguel De Unamuno, Pio Baroja, José
Martinez Ruiz (Azorin) y Ramón DelValle lnclán. Los ojos de éstos estaban vueltos a España. La decadencia del agitado siglo XIX, había llevado a sus integrantes a revalorar su pasado y a proponer nuevos postulados para su presente. Sin embargo,se toparon con lainercia en que seguían sus coterráneos. Los laureles de antiguas glorias les impedían ver una actualidad tan caótica y decadente como la que habían sufrido durante el siglo que estaba por terminar.
Muchos fueron los medios que utilizaron los noventaiochistas para este fin: la novela. la filosofia, el teatro. la crítica. la sátira, la poesía y hasta una lírica teatral esperpéntica.
El siglo que estaba por terminar llevaba en su haber a grandes figuras como Jacinto Benavente, Emilia Pardo Bazán,Gustavo Adolfo Bequer y don
347
348
Benito Pérez Galdós entre muchos otros. La generación emergente se topaba con escritores sacralizados por suépoca. Las figuras intocables, incuestionables y laureadas se presentaban como un monumento de granito. Y la nueva generación tenía que abrirse camino entre los va lores establecidos y entre las letras canonizadas por las Academias y los críticos. El reto era inmenso: David contra Goliat. Sin embargo, las nuevas generaciones ávidas del cambio, estaban inmersas en las corrientes filosóficas y literarias, en la lucha generacional que se ha dado siempre. Así, los jóvenes siguieron a los nuevos autores apoyándolos , leyéndolos, discutiénd olos y chfundiéndolos. Logrando de esa manera abrir la brecha en las letras españolas.
América , por su lado,se encontraba inmersa en luchas intestinas entre los partidos liberales y conservadores . Las nuevas naciones se forjaban en la búsqueda de identidad política y social,entre revueltas, levantamientos, revoluciones y dictaduras.España, por su parte, la recordaba tan sólo por Jos beneficios recibidos o por la épica ahí realizada. El mundo americano era parte de aquella epopeya histórica de la conquista, del descubrimiento y la colonización que colocaron al Imperio español en el pináculo de su época. Y a la luz del siglo XIX se volvía a rememorar las hazañas imper ia les, reeditando a Garcilaso , Ercilla, Juan Corradi, Robertson 1 , los que volvieron a nutrir la memoria histórica de España, al menos desde el mundo editorial.
"El tema americano se desarrolla extraordinariamente en todos sus aspectos; los libros antiguos que rememoran la conquista del suelo americano se reeditan, asi como imprimen y traducen los que hacen referencia a la vida del indigena frente al conquistador español. La literatura española -acaso sin darse cuenta reencuent ra un t ema creado por ella misma después de su viaje de ida y vuelta por Europa».2
Así, lo americano tomó vigencia nuevamente, volvió a ser parte del mundo cultural de la
' Las obras que se reimprimen a lo largo dels1gfo posado H1ston<J general del Peru o Comentarios reales oel mc;e Gerc;1laso de la Vega, (Madrid. Ortega, 1829. 2 vols ) la Araucana de Erc1lla (Barcelona. Fcancisco P1fe1rer, 1927. 2 vols l El sacerdote blanco o la familia de uno delosu/limos caciques d8 la is a de Cuba. (Barcelona, 1839 ) Dascubnmranto y conquista de la Americe. oor Juan Corradi (M<idfld. Catalina Pil'luela, 1817. 3 vols.) Historia de la Arneríc8 de W1lham RobertsOll. (Surdeos. 182.7,4 vols J os Incas por Ma1motef No1emos tamb1en la tré!ducción de los Caciques de /¡;¡ Isla de Cubo. (Barcelona. 18.39). En Guillermo Oíaz Plajo. lntroduccion al Estudio del Roman/1C1smo Español, p 137, no1a a pie de pagina
' !bid
península y sirvió como paliativo en la cultura hispana. "Así alfinalizar el siglo, cuando ya el curso del tiempo había borrado asperezas, las letras americana s, la lírica en particular, contribuyeron
felizmente a renovar en ambiente literario de la
Peninsula".3
RA ÓN DEL VALLE INCLAN
De los cuatro miembros de la Generación del 98, fue don Ramón Del Valle lnclán, quien más se interesó por América y lo americano. Por sus inquietudes , su vida errante, su matrimonio y los viajes con la Compañía Teatral de María Guerrero. conoció otros países, otros autores y otras realidades. Eterno mentiroso, narrador, exagerado y conversador empedernido inventó su vida y reinventó su historia , simpatizó con los antagonistas revolucionarios americanos y con cualquiera que se opusiera a la autoridad Su interés por nosotros surgió de experiencias , personas. vivencias y problemas por él conocidos. Nodesperdició ninguna de sus anécdotas, las que dejó, de una u otra manera, en su poesía, teatro o novela.
"A él (Valle lnclán) lo que de América le enamora es aquella vitalidad patética, aquella cólera, aquella combatividad, aquella inmensa afirmación de dolor, aquel hombrearse con la muerte... Pero, sobre todo, América ha sido para Valle lnclán algo como un empuje oportuno de la vida, un deslumbramiento eficaz, que le abrió los ojos al arte...Valle lnclán escribe y sueña con México. De su segundo viaje trae experiencias profundas: Persiste la lucha entre el indio y el encomender o (encomendero que no es necesariamente español,como parece suponerlo): la pugna entre e l individualismo europeo, yuxtapues to artificialmente sobre los hábitos de la raza vencida,y el gran comunismo autóctono que encontró Cortés y que la iglesia ampara en cierto modo,como único medio de salvar las poblaciones indígenas, y que las leyes de Indias respetaron teóricamente, hasta donde era compatible con la necesidad de repartir premios y riquezas a los conquistadores".4
En su obra siempre encontramos referencias al Nuevo Mundo, ya bien con el Marqués de Bradomin en sus Sonatas, en la Pipa de Kif, con el lenguaje o en Tirano Banderas la situación política.América no estaba divorciada de España,
> B. Sánchez Alonso. El Mundo y Españo. p 606
• Alfonso Reyes, Tertulia an Madná. pp 73,74.75
P'l• Cl"11/ro /.'l' (Me ¡ Vol 3 Num. 12 (195')
era una continuación de aquella, ya bien por el lenguaje, las costumbres o la raza. Veía en nosotros la herencia y la continuidad peninsular a pesar de la brecha histónca provocada por la independencia. S1 bien nos consideró entes autónomos, no desvinculó al hijo del padre, siguió viendo las semejanzas y elparecido con lo español, aunque fuera en el lenguaje.
T!RANO BANDERAS
Cuando se celebraba en México el Centenario de la Consumación de la Independencia (1821- 1921}, el entonces presidente de la República, General Álvaro Obregón, invitó especialmente a Ramón Del Valle lnclán, quien para entonces tenía una bien ganada fama gracias a sus Sonatas . El general Obregón, era un hombre que le deleitaba la poesía y ta literatura, gozaba de una excelente memoria y gustaba, en to personal, del arte de la declamación , y conocía, por ende, la obra de nuest ro autor, por quien senlía una especial admiración .
El México de aquel entonces estaba en plena efeNescencia política y cultural. José Vasconce los, Secretario de Educación Pública, impulsaba a los pintores. escritores e intelectuales para que rescataran lo nacional. la quintaesencia de la mexicaneidad. Diego Rivera pintaba los murales de palacio nacional. Alfonso Reyes estaba preocupado por México y lo mexicano, Daniel Cosio V1llegas,estudiante aún, seguía los pasos de don A lfonso. La cultura popular y el folklore se rescataban como parte de nuestro patrimonio, e incluso los colonialistas, disidentes del movimiento cultural revolucionario, corno don Artemio Del Valle Arispe contribuían con lo mejor de su pluma para rescatar la vida mexicana. De ese México que enfrentó Valle lnclán en su segundo viaje, evidentemente le impactó el espíritude renovación cultural e ideológica que encontró en él. "Las noticias de los periódicos son harto confusas, pero a través de este caos presiento el triunfo del gobierno federal."5 comentaba en una carta a Alfonso Reyes con quien hizo especial amistad, y con quien compartió sus proyectos literarios. El movimiento armado de 191O y lo que de él supo y conoció por sus protagonistas, le insp1ró su siguiente novela:
"Estos tiempos trabajaba en una novela de un
de Melgarejo. de López y de don Porfino. Una síntesis del héroe, y del lenguaje. una suma de modismos americanos, de todos los países de lengua española desde el modo lépero al modo gaucho. La República de Santa Trinidad de Tierra Firme es un país imaginario".6
Tirano Band e r as la escribió entre 1922 y 1923 aproximad amente, y .quiso ser la síntesis latinoamericana de un denominador común: el dictador. En este caso Santos Banderas,el tirano, simbolizó a don Porlirio,a Juan Manuel de Rosas, a Melga rejo y a López. Quiso Valle lnclán darnos un retrato con características de muchos tiranos y por ende con tal cantidad de rostros, que a fin de cuentas no acabó pareciéndose a nadie. Porque Valle lnclán no vivió bajo los regímenes de ninguno de ellos, y por ende no sufrió encarcelamient os, persecuciones o torturas. así que el retrato de dictador americano fue de oídas, fue un retrato hablado Sin embargo, a quien en realidad describió en Tirano Banderas, fue al único dictador que conoció, odió, aborreció, sufrió con encarcelamientos y persecuciones: Miguel Primo de Rivera , cuya época se conocía como la d1ctablanda, porque ni fue tan dura. ni tan tiránica, ni ta n radical como la s dictadur a s latinoamer icana s. Pero que llegó a tener muchísima oposición por gente como Valle 1 nclán, que válgasenos decirlo también se las gastaba, porque ni "era penta en dulce, ni miel en penca".
Si bien Santos Banderas no llega a tener credibilidad como personaje, sus acciones si lo pintan de cuerpo entero, y el autor logra darnos el horror de lo que es una dictadura y de los elementos que entranen juego para que ésta siga en el poder.
"En Tirano Banderas, aunque su fuente inmediata de inspiración fue Méjico [sic), tampoco quiso concretarse a esta localización ni en el asunto, ni en los escenarios, ni en el lenguaje porque, como es sabido. pretendía conseguir una síntesis de toda lberoamérica·'.7
El dictador que nos describió está situado en el momento histórico en que se gestaba una revolución, cuando el tirano, por su edad o por fuerzas contrarias a él, perdía poder y trataba por todos los medios posibles, -la v1olenc1a, el temor.
tirano con rasgos del Doctor Francia, de Rosas.
ltl10, µ 11 Postenom1ente cambio el nornbredelnars de S.:inta Trinidad
RamoncelVallelncián. "Cartas inéditas·en Revista ele la Um'lers1dad |
a Santa Fe que es como aparece en la novela |
|
N . lct0t1al Au1onom<1 de Méx i co . vol.XXI, Ocl., 1966.p. 11 R v m 11" /Ms ·¡v,-1 ,, t m. •.c 1 •. "' ' |
'Antonio R1wo. La esléflca en Valle 111cl<111, p. 157 |
3 49 |
las persecuciones, la represión.los fusilamientos, encarcelamientos- de recuperarlo haciendo las concesiones necesarias a sus allegados y a las potencias extranjeras representadas en Santa Fe. Así, Santos Banderas para evitar que los países extranjeros le retiraran su apoyo, hizo hasta lo imposible para salvaguardar sus intereses económicos . Ya que del reconocimiento extranjero dependia su posicionamiento en el poder. Creándose ese binomio: Capital extranjero -dictadura nacional. como una constante en nuestras historias.
"Notable fue la rapidez con que el capital inglés se trasladó a esta parte del mundo especialmente en la década de 1880 a 1890. Los ingleses hablan hecho numerosos empréstitos a los gobiernos nacionales... Los ingleses cooperaron con fuertes capitales en Argentina . Brasil, México, Chile. Uru guay, Cuba y Perú, y no hubo país hispanoamericano donde no tuvieran algunos negocios".ª
En la novela justifica la razón por la cuál Santos Banderas conserva el poder:-"Nuestra América sigue siendo, desgraciadamente una colonia Europea ...Sabe que el ideario de los revolucionarios esta en pugna con los monopolios de las Compañías...Tirano Banderas no morira de cornada diplomática. Se unen para sostenerlo los egoísmos del criollaje ,dueño de la tierra,y las finanzas extranjeras".9
LA FIGURA DELAPOSTOL
El antagonista de la dictadura fue Roque Cepeda, un criollo, de cierta posición económica, que har to del abuso del poder, enfrentó al tirano desde el foro político. Este personaje se inspiró en la figura de Francisco 1 Madero del que comentó que como personaje se apegaba más a un ideal que a una realidad:
"Presentó y trazó la figura de un apóstol,con más de Savonarola que de don Francisco Madero,aun cuando algo tiene de este santo iluminado". 10
No obstante la coincidencia de la figura de Cepeda con la de Madero en cuanto alidealismo. la buena voluntad, en su antimilitarismo y sobre todo en su poca experiencia política. Al apóstol se le considera como un líder de ideales.más con
un afán renovador que con experiencia político militar· "-Como apóstoles. Mitos populares, no grandes estrategas. Simón Bolívar. el primero de todos. fue un general pésimo"11
Los ideales que enarboló Cepeda en su lucha política fueron: la opresión política. mejoramiento de la raza indígena, independencia de Europa. revaloración de la cultura autóctona , despojamiento a los criollos de sus posesiones. emancipación del indígena de los traba jos denigrantes, corrupción europea como causante de la situación americana y la relación iglesía estado de la que en lo particular comentó:
"¿Por qué juzga que mi actuación revolucionaria será siempre mediocre? -dice Roque Cepeda- ¿Qué relaciones establece usted entr e la conciencia religiosa y los ideales políticos?...La religión es ajena a nuestras luchas políticas. Y en nuestro ideario, la piedra angular, la redención del indio es un sentimiento fundamentalmente crisliano".12
Aunque nuestro ilustre gallego quiso personificar a Madero. la figura del apóstol no cuajó. ya que sus ideale s carecieron de la sustancia necesaria para que el lector -sobre todo el mexicano- viera en él al revolucionario idealista. Sino que más bien encontramos a un Quijote que anduvo deshaciendo entuertos, con muy poco de Madero,algo más de Savonarola, un tanto de Fray Bartolomé de las Casas y casi nada de democracia , o sea que: "el hábito no hace al monje".
ELASPECTO ECONOMICO
En lo económico, mostró dos aspectos esenciales. uno quitar a sus compatriotas la idea ancestral de venir a hacerse ricos en América,y otra hacer ver a sus lectores que la tierra estuvo bajo un sistema de explotación por parte de los extranjeros, y que sólo la nacionalización solucionaría el problema.
En boca de uno de sus personajes nos lo dice claramente: "En España soñáis que, arañando se encuentra moneda acuñada en estas repúblicas".13 Su intensión fue que sus coterráneos cayeran en cuenta que la época de
3 5 0
e Maria del Carmen Velázquez. H1spaoosméríca en el siglo XIX, p. 171 Valle 1nclan. Tir;;no Bender<is. p. 144
'° Valle lnclán, "Cartas inéditas" Op cit.. p. 13
11 va110 1nctáll. Tirano Banderas. p 12
,, / bid. p 11o
,, /bid. p. 78
R ev Cent 1 0 l nv . ( Méx) V ol . 3 Núm . 12 (1999)
hacer dinero en el Nuevo Mundo había terminado. y que ya no"se amarraban los perros con chorizos . Posteriormente citó:
"Nuestro México para acabar con las revoluciones tiene que nacionalizar la propiedad de la tierra y al encomendero". "
Al independizarse América de España sólo cambió de dueño, pues todo el movimiento indus t rial y económico estuvo manejado por manos
extranjeras y raramente lo hacían los nacionales. América rica en productos agrícolas,ganaderos y minerales tenía como solución al problema de la
explotación, la nacionalización de estas fuentes de productividad. Estas observaciones, un tanto idealistas y románticas para ese momento , posteriormente resultaron proféticas en México cuando nuestro gobierno nacionalizó cuanta in dustria le resultaba benéfica. Y hoy -a 100 años de la generación del 98- después de haber mostrado su ineptitud y corrupción administrativa, nuevamente está rema tand o la industria nacionalizada al mejor postor, que en la mayoría de los casos resultan extranjeros.
Y es que al independizar se los pa íses hispanoamericanos, tuvieron necesidad de entablar contacto comercial con otro países. Estados Unidos e Inglate rra aprovecharon la situación de las nuevas repúblicas para establecer convenios comerciales, muy ventajosos para ellos, para a sentar sus indus t rias en t e rritorios latinoamericanos.
"Los nuevos paises fueron pobres. Todos los gobiernos independientes contrajeron desde el inicio deudas nacionales y extranjeras". 15
La intervención de las potencias extranjeras fue de franca explotación hacia las nuevas naciones, y su conducta llevó, indudablemente . sólo un beneficio propio.
'El comercio libre, que todos los hispanoamericano s anhelaban para fomentode la riqueza nacional, resultó un fiasco. Todos los países abrieronsus puertas alcomercio extranjero, perolos únicos beneficiados fueron losingleses".16
la explotación sajona en Hispanoa mérica: "El embajador inglés sólo persigue una indemnización de veinte millones para la West-Company L1m ited",11 Pero también manifiesta la fuerza política que tienen estos paises como para encabezar un movimiento en contra del régimen de Santos Banderas, de quien dice que hay un levantamiento revolucionario que: "obedece a un complot de la Sociedad Evangélica de Londres. El laborantismo inglés.para influenciar sobre los negocios de minas
y finanzas comienzan introduciendo la Biblia"18 .
Razones muy bien fundamentadas por parte de nuestro autor quien además. abiertamente, se confesó anglófobo: "La raza sajona es la más despreciable de la tierra".19
EL INDIO EL l\IE'- TIZO Y l::L ("'\IOLLO
Hay dos momentos en Valle lnclán que debemos remarcar, uno cuando en 1892 v ino a México por primera vez y v1ó a nuestros aborígenes como:
"Figuras broncíneas [que] revelaban esa tristeza transmitida. vetusta de las razas vencidas. Su rostro era humilde con dientes blancos y grandes ojo s negros, selváticos, indolent es y velados", 20
Y un segundo momento en que,enfrentado con el nacionalismo y la revaloración de la cultura autóctona, concluyó que el indio respondía a esa actitud debido a los tres siglos de coloniaje y a uno más de guerras y luchas entre criollos y mes
tizos. Treinta años de por medio llevaban ya una distancia muy grande y en ese tiempo tanto la situación politica como la cultural había dado un
giro de 360º, y así lo reconoce nuestro autor cuando se lo planteó a don Alfonso Reyes: "Una revolución por la independencia no puede reducirse a un cambio de visorreyes, sino a la superación cultural de la raza india, a la plenitud de sus derechos".21
Fue entonces cuando manifestó la gravedad de la explotación delindígena y que las barreras a su resurgimiento habían estado en manos extrañas:"¿No comprende que la capacitación del
indígena esla ruina delestanciero? ,dice Santos Banderas a uno de sus allegados. Por eso al
El planteamiento en Tirano Banderas es el de
V¡¡tle 1nc1an·canas ne<Mas en Op ar p. 13
' Ve!azqvez. Ma.del C3rmen. Op cit. p.53
lbsd, p. 56
R 1• Ces - - _ M VY1 3 Num 12 _ 1'1")
Valle lnc:ian. Tirano Bande<.p. 46
•• /bid
11 Valle lndán, Sonata de Estío. p. 11O
lb«:/
Valle lnclan, canas inéditas'. Op at.. P 14 ' vane lndan, Tirano Bclnderas, p. 45
35·
] }
pueblo había que darle pan y circo. en este caso fiestas y alcohol: "El Doctor Banderas no puede ordenar el cierre de los expendios de bebidas. Si tal hiciera. sobrevendría un motín de la plebe.
¡Estas ferias son las bacanales del cholo y del roto!...-No puede negársele al pueblo pan y circo".23
Asi, el pueblo vivía ajeno a su realidad, por lo tanto resultaba inepto para desempeñar sus funciones políticas. Esta explotación la planteó muy claramente en Tirano Banderas: " La raza indígena como en los peores días del virreinato sufre la esclavitud de la Encomienda ·-. 24
A diferencia del indígena, que describió ampliamente, el mestizo apenas si logró una mención en Sonata de Estío: "Es triste ver cómo los hermanos espirituales de aquellos aventureros de Indias no hallan ya otro destino en la vida que el bandolerismo".25 La imagen del mestizo era la del hombre bravo, cruel y vengativo. En Tirano Banderas se refirió a ellos como La crápula del meslizo26 . La figura careció de rasgos positivos, pero retrató una realidad surgida en la América, recordemos que los primeros mestizos - los ensabanados- fueron en su mayoría pillos y salteadores de caminos; prototipo que sin duda
viajó a España y que confirmó con estas descripciones.
El personaje que tuvo más fuerza y carácter, fue sin duda alguna la del criollo; la inquietud, el idealismo, el afán de lucha y la sensualidad, fueron los aspectos que lo caracterizaron. Elmejor retrato físico, que de ellos tenemos fue en Vivami dueño, con elpersonaje de Fernández Vallin, el que como personaje protagónico se lleva la obra; en La corte de los milagros creó al Coronel Sagastizábal,y en Corte de Amor a Aquiles Calderón. en Tirano Banderas está Roque Cepeda a quien, como dijimos, identificó con Madero y por lo tanto le imprimió un carácter apacible; pero todos los demás personajes fueron: habaneros, impulsivos,
impetuosos, arrebatados, poetas, idealistas, masones y republicanos. Para Valle lnclán los cri ollos fueron todos descendientes de sangre y de tierras de los españoles peninsulares, herederos renovadores del espíritu español.
EL PAISAJE
Como sabemos con el romanticismo elpaisajejugó un papel muy importante, fue la descripción y recreación de un ambiente,el que además iba en relación a los estados de ánimo de los personajes y en el cual se desenvolvía y conducía, por otro lado, una posición nacionalista.
"También el romant icismo literario. que exaltaba lo nacional, sirvió para abandonar las
formas neoclásicas y buscar la expresión más adecuada a la realidad local". z7
En Sonata de Estío, muy romántica aún, el paisaje americano tomó forma exótica. todo - historia y geografía- le resultó misterioso y desconocido.
"Como un aventurero de otros tiempos, iba a perderse en la vastedad del Imperio Azteca , Im perio de historia desconocida, sepultada para siempre con las momias de sus reyes entre restos ciclópeos que hablan de civilizaciones , de cultos, de razas que fueron y sólo tienen par en ese misterioso cuanto remoto Oriente".28
En Tirano Banderas al contrario, hay una economía descriptiva del paisaje, éste lo utilizó únicamente como marco de referencia del argumento. Por ejemplo, la descripción que hace de Santa Fe:" Santa Fe de Tierra Firme -arenales, pitas, manglares, chumberas- en las cartas antiguas. Punta de las Serpientes" w
EL LENGUAJE
Respecto al lenguaje hay una intención universalizante por parte de nuestro autor.elhaber convivido con argentinos, mexicanos, uruguayos, paraguayos lo hizo afirmar que: " La pampa
argentina y la guazteca (sic) mexicana crearán una lengua suya".3º Él mejor que nadie conoció
algunas de las hablas regionales y dedujo el fu turo del castellano en América haciendo una mezcla de modismos de toda ella. Lain Entralgo dice que el fin que Valle lnclán persiguió al utilizar todos estos modismos fue el de: "lograr un castellano universal. No en vano nació literariamen le a la sombra de Rubén" 1 Desgraciadamente no llegamos al castellano universal, pero sía la universalización del castellano.
cada día conocemos, gracias a los medios de difusión, más el modo de hablar hispano y latinoamericano y distinguirnos los giros de cada uno de ellos Lo que no le hubiera gustado a don Ramón es la cantidad de palabras técnicas y anglicismos que utilizamos hoy día y que lo hubieran hecho salir de su tumba y maldecirnos en un impecable castellano con una que otra palabra en buen gallego.
CONCLUSIONES
Don Ramón Del Valle lnclán aludió a la historia como una reminiscencia nostálgica de la época dorada del Imperio español. La función de la no vela fue eminentemente pedagógica.en donde se recreó la novelística española del siglo XIX y dio vida a figuras simbólicas que se sucedieron a lo
largo de todo este siglo tanto en la Península Ibé rica como en América. Marcó constantes históri cas como la migración hispana al Nuevo Mundo, los antagonismos entre los grupos ideológicos tanto en Europa como en América. Desglosó la problemática política, social y económica de las nuevas repúblicas a través de la imagen del dic tador, el militarismo imperante, la figura del após tol, ta economía, el intervencionismo extranjero, la redención del indígena, la mezquindad del mes tizo y la vitalidad del criollo; situó al paisaje como marco del argumento y quiso dar, a través del len guaje, el habla universal hispanoamericana. La visión de América en Valle lnctán, certera o no, con sus fallas al presentar al dictador o alapóstol, con sus concepciones erróneas sobre el mestizo o su positiva proyección hacia el criollo, sirva para estudiar mejor a nuestro autor, saber qué pensó de nosotros, ver cómo nos conceptualizó y cono cer otro aspecto de uno de los integrantes de esta brillante generación.
BIBLiOGRAFIA
Altamira Rafael, Manual de Historia de España. 2a. ed.,Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1946, 601 p. ils.
Arranco Jesús, Introducción y selección,Don Ra món Del Valle lnclán, México: SEP. Biblioteca En ciclopédica Popular 2a. época No. 156, 1947, 93 p.
Borja de Arquer, La Generación del 98 Hoy, Bar celona: Editorial Ramón Sopena , 1968, 160 p.
Comellas José Luis, H1stona de España moderna y contemporánea. 1474-1965, Madrid: Ediciones Rialp S.A ., 1967, 672 p.
Díaz Plaja Guillermo. Introducción al estudio del romanticismo español. 3a. ed.. Madrid: Espasa Calpe, 1967, 198 p.
Entrambasaguas Joaquín, "Dos Expresiones del 98", La Estafeta Literaria, nº 438, Feb. 1970, Ma
drid, 40 p.
Laín Entralgo Pedro,La generación del noventa y ocho, 5a. ed., Madrid: Espasa Calpe [c.1963] 259 p.
Pina Francisoo, El Valle lnclán que yo conocí y otros ensayos . México: UNAM (Colección Poemas y ensayos) 1969, 261 p.
Reyes Alfonso, Tertulia en Madrid, 2a. ed.. Méxi co: Espasa Calpe, 1950. 146 p.
Risco Antonio, La estética de Valle tnclán en los Esperpentos y en el Ruedo Ibérico, Madrid: Edil. Grados, 1966, 278 p.
Sánchez Alonso B., El mundo y España, Madrid: Editorial Pace, 1947. 724 p.
Del Valle lnclan Ramón,"Cartas inéditas de Valle lnclán" Revista de la Universidad Nacional Autó noma de México, Vol. XXI, núm. 2. oct. 1966, pp. 10 -15
- - Tirano Banderas, ?a. ed., Buenos Aires: Espasa Catpe, 1968, 157 p.
- - Sonata de Otoño, Sonata de Invierno, Sa. ed., Buenos Aires: Espasa Catpe, 1966, 178 p.
- - Sonata de Primavera, Sonata de Estío, 6a. ed., Buenos Aires: Espasa Calpe, 1965, 162 p.
- - La Lámpara maravillosa, Buenos Aires: Espasa Calpe, 1948, 146 p.
- - Cortede amor, 3a. ed., BuenosAires: Espasa Calpe, 1954, 146 p.
- - La corte de los milagros, Buenos Aires: Espasa Calpe, 1961, 242 p.
- - Vivami dueño, Buenos Aires: Espasa Calpe, 1961, 262 p.
Velázquez María del Carmen,Hispanoamérica en el siglo XIX , México: Ed. Pormaca,1965, 218 p.
Vives Jaime Vicens, Aproximación a la Historia de España, 3a. ed., Barcelona: Edil. Vicens Vi ves, 1962, 200 p.