La aspereza de la regla; la estricta observancia y la orden franciscana

Artemio Arroyo Mosqueda

Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Hidalgo

 

RESUMEN

Una semblanza delestablecimiento de la orden de los franciscanos y las modalidades en que derivó la orden al establecerse en México.

Palabras clave: Franciscanos, regla, provincia, orden.

ABSTRACT

A profile of the Franciscans and the changes that the arder acquired when was settled in Mexico.

Keywords : Franc is cans , rule, pr ov ínc e , ord er.


1. LA OBSERVANCIA COMO MOV IMIENTO REFORMADOR

El movimiento religioso identificado como la Observancia durante el siglo XV en España, habría de envolver a cada una de las órdenes mendicantes, invitando en sus acciones, a una renovación del quehacer espiritual. En especial, se demandaba un mayor respeto a las normas que cada agrupación tenía como obligación atender, esto es, el apego a la pobreza, la obe­ diencia y la castidad. La decadencia en que habían caldo desde principios del siglo XIV1 tales obligaciones, podía observarse en la vida que llevaban los conventos, centros de doctrina que ahora muy poco atendían las demandas del pueblo.

Ante tales hechos, muchos religiosos y veci­ nos de las villas, saldrian al campo para cons­ truir ermitas o pequeñas iglesias e iniciar ahí, una vida de ascetas, una vida contemplativa y

' José García Oro, "Conventuallsrno y observancia La reforma de 1as órdenes religiosas en los siglos XV y XVI". La h1stona de la Iglesia en España 111, Madrid, La Editorial Católica S A . 1980, pp.220, 229-230: Antonio Rubial, El convento agustino y la sociedad novohispana(1533- 1 630). México, Universidad NacionalAutónoma de Méx1collnslituto de Investigaciones Históncas 1989, p.10.


de trabajo que les permitiera reencontrar la esencia de sus reglas, el sentido profundo de fe al que se habían obligado a ajustarse inicial­ mente. lgualmen1e, otros aspirarían a la misma meta,aunque proponiendo el ajuste y disciplina dentro de los propios conventos, "... de los cuales se nutrió principalmente la (...) Obser- vancia"2.

Las crecientes diferencias entre conventuales y observantes o reformados, hacen que las autoridades busquen a su vez, soluciones ade­ cuadas a tal situación. Se aplican entonces las llamadas Bullas de Concordia en 1427, con las cuales se demanda un respeto mutuo entre las dos familias. Pese a que en España la Observancia franciscana cobra enorme auge y logra constituir formalmente la denominada Familia de la Observancia o de la Regular Observancia3, su estrechez no pareció sufi­ ciente a algunos religiosos. Surge así, la refor­ ma dentro de la Reforma'. Uno de los primeros

2 José García Oro, o.e. p.231.

3 José García Oro,o.e., p 256.

• Lino Gómez Canedo." La reforma interna de la orden fran­ ciscana como antecedente para la evangelízaC1ón de América", Pnmer Congreso Interamericano de H1slorí<J del Medío Milenio, FUNDICE 1987, p. 39.


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refonnadores de la Observancia española sería


en 152410


su influencia verdader a en México


,

fray Juan de la Puebla quien elaboró unos estatutos que aumentarían aún más el rigor de la penitencia y la pobrez.a5. Su discípulo, fray Juan de Guadalupe haría a su vez modifica­ ciones, conforme estatuto, en el vestido. de tal manera que sus seguidores "...se vistieron de abito [sic) muy aspero y sayal; estrechos, y cor­ tos( ...) soga gruessa (sic) por cordon( ...) los pies por tierra totalmente desnudos. Por estas cosas, unos les llamaban frayles descal<;os...''ª.

Su reforma se extendería a Extremadura y Portuga\7, dando origen a las dos provincias ini­ ciales de la Estricta Observancia o descalzas llamadas de la Piedad en Portugal y de San Gabriel en Extremadura. La provincia de san Jo­

sé de Galicia pasó a la Observancia en 1561 por iniciativa papal, pues Paulo IV encarga a Pedro de Alcántara esta comisión. Y una vez consoli­

dada en 1562. gracias a la fama de hombre santo,Pedro de Alcántara recibe el convento de Villa del Cadahalso ofrecido por el marqués de Villena, otro más en Paracuellos, cerca de Madrid8.

La Estricta Observancia en España, daría ori- gen a otras "...muy Reformadas {Provincias} de la Oescal9es(...) produciendo a la Santa Provin- cia de San Juan Bautista en el Reyno de Valen­ cia, y a la de S. Pablo en Castilla la Vieja; mas dilatandose hasta los fines del Orbe, produxo á la de S. Gregario en Filipinas; y en México á la de S. Diego, y fomentó otras en el Rio de la Pla­

ta, en la gran China, y en e\ Reyno de Japón9.

2. LA PRESENCIA DE LA ESTRICTA OBSER­ VANCIA EN NUEVA ESPANA Y LA CONSTITU C!ÓN DE LA PROVINCIA DE SAN DIEGO DE MÉXICO.

Aún cuando la Estricta Observancia franciscana o descalcés franciscana pisa tierras americanas

s Ibídem. p. 39

6 Antonio de la Huerta, Vida dtJ San Pedro de Alcántara. Madrid, 1669 pp 188-189 Universidad Nacional Autónoma de MéxlCOl81bholeca Nacional.

? Lino Gómez Canedo.o. c., p.40.

a Antonio de la Huerta o. c., pp. 237-238.

9 Ibídem, p 235.

6


iniciaría en realidad por el último cuarto del siglo

.

XVI. Y estos seguidores de la austeridad materi­ al y la vida eremrtica, saldrían de la Provincia de San José. aquella Provincia clave para la prédi­ ca de San Pedro de Alcántara en España. Serian veinte los frailes con rumbo a Filipinas, que bajo las órdenes de fray Pedro de Alfaro sentarían las bases de la presencia de la Estric­ ta Observancia en Nueva España11. Estos primeros religiosos descalzos serían comisiona­ dos en 1576 por el rey Felipe 11 para misionar en aquél archipiélago12 Pero la meta filipina de estos frailes estarla condicionada por su escala en México, lugar de obligada estancia en el viaje hacia el Pacífico.Aquel grupo de religiosos fran­ ciscanos españoles sufre los padecimientos que la aventura misional implica, pues sólo la mitad de ellos puede llegar al primer tramo de su destino. esto es, a la Nueva España en sep­ tiembre de 1577, a causa de "...las pestes que padecieron en la navegación"13. Del mermado equipo seguiría como cabeza fray Pedro de Alfara, quien los conduce al convento de san Francisco de la ciudad de México, centro neurálgico de la Provincia del Santo Evangelio. Ahí. fray Pedro de Alfaro y aquel puñado de frailes formado por Juan Bautista Pizarra, Sebastian de Baeza, Pablo de Jesús, Diego de Oropesa [sic], Alonso de Medina, Lorenzo de Valverde, Juan de Placencia, Antonio de San Gregorio y Antonio Torrecillas14 habrán de pasar una estancia de medio año15.

1º Baltasar de Me<!1na, Crómca de la Santa Provincia de San Díego de México, México, Editorial Academia Mexicana 1977(facs1m1lar de 1682) f.8. Los llamados doce após­ toles" fueron en principio, franciscanos observantes que pasaron en un momento a la prov1nc1a de San Gabriel. en Extremadura, jurisd icción fundada por fray Juan de

Guadalupe. Sin embargo, estos relig1osos seguidores de la Estricta Observancia. promovieron sólo fundaciones o conventos Observantes durante la primera mitad del siglo XVI.

11 Ibídem

2

' Ibídem.

•J AGN Ramo Historia. Vol.14, Exp 17, F 254. Existe cierta 1ncompatib1lidad en la información de esta primera misión descalza hacia Fiiipinas. pues el cronista rray Ballasar de Medina consigna que los veinte enviados llegaron com· pletos a México. Ver Crónica de la Sant a Provincia ..t 8v

14 Cayetano Sánchez Fuertes. "México, puente franciscano entre España y F1hpinas .Actas del IV Congreso lntema­ clOnalsobre los Franciscanos en el Nuevo Mundo(s1gto

XVIII) Madrid. Editorial Deimos 1991. p 375.

is AGN, Ibídem

Re v C an lrv J nv. ( Méx ) V ol 4, 1 3 1 4 Enera 2000


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En este lapso. el superior fray Pedro de Alfaro solicita a Felipe JI un sitio expreso para el des­ canso de sus misioneros. que tendría a su vez. el objetivo de admitir novicios para la evange­ lización16. Y es éste ya, un punto importante en la definitiva implantación de la Estricta Obser­ vancia en América, pues la demanda de condi­ ciones para preparar misioneros novohispanos, habría de comprender en su caso cierta infra­ estructura, asi como la presencia más o menos estable de reclutadores e instructores.

Casi un año después de salir de España, aquel mermado grupo reinicia su pesado viaje,


caso de los agustinos22. Después de la casa de San Cosme. y entre 1580 y 1581 se logra establecer un hospicio en Churubusco, sitio localizado al sur de la capital novohispana . Esta fundación, antigua morada de los franciscanos observantes, les fue cedida después de haber sido abandonada a causa de las misiones que estos frailes emprendieron en distintas partes

del país. Así, la propiedad se incorpora al dominio de la Estricta Observancia, per­ maneciendo bajo su influencia hasta la primera mitad del siglo XIX23: primeramente, como parte de la Custodia de san Gregorio de Filipinas, y posteriormente de la Provincia de san Diego de


,

esto es, el primero de julio de 157817

nueve


México, que se forma a raíz de aquélla24 .


meses después de arribar a México. Al conjunto habrían de sumarse: fray Juan de Ayora y fray Esteban de Ortiz, franciscanos observantes pre­

viamente establecidos en Nueva España1ª. Ya

instalados en el archipiélago filipino, Alfara insiste se le conceda autorización y apoyo para fundar la casa de recuperación u hospicio en México, insistencia que habría de tener éxito, sólo dos años más tarde19, creándose en 1580 el primer convento-hospicio o fundación de este tipo en San Cosme, en un espacio que antes fuera hospital2°, en el momento en que llegaba a tierras americanas la segunda misión o embar­ que de franciscanos de la Estricta Observancia con rumbo a Filípinas21.

Debe hacerse notar que, es probable que la autorización real otorgada a fray Pedro de Alfaro haya tenido como propósito, evitar de alguna forma el vagabundeo y la radicación de los reli­ giosos en América , aspecto cuidado para el

16 Cayetano Sánchez Fuertes, lbldem.

'7 lbldem.

18 Antolin Abad Pérez "Aportaciones americanas a la evan­ gelización de Filipinas' Actas del Primer Con greso lnler­ nac1onal sobre Franciscanos en el Nuevo Mundo, Madrid, Ed1tonal Deimos 1991. pp. 956-957

19 Cayetano Sánchez Fuertes, o.e , p. 376.

20 AGN. Ramo Historia. Vol.14, Exp.17. F.254-255.

21 Cayelano Sánchez Fuertes, /bldem La fuente del A<ch1vo Generalde la Nación hasta aqul citada. establece que el coniunto de misroneros se componía de quince elemen­ tos. Sin embargo, el documento que utiliza Cayetano

Sénchez para consignar el hecho. informa que fueron el doble de éstos. Ver o. c., p. 376.

Rev . t ;mtro lnv. (Mexi Vol 4 1J 14 Enero 2000


A estas primeras fundaciones le sigue el con­ vento de san Diego, sitio que habrla de ser en su momento, la cabeza de la Provincia del mismo nombre. Nace en 159 1 por negocia­ ciones de fray Pedro del Monte, religioso que logra que nobles y autoridades aporten las licencias y fondos necesarios para su construc­ ción2s. A finales de este mismo año, inician los trabajos constructivos del convento de santa Bárbara, en Puebla, lugar donde habría de hacer su noviciado san Felipe de Jesús, santo­ insignia de la Estricta Observancia novo­ hispana26. Al año siguiente, 1592, y a diligencias de fray Francisco de Torantos , se construye el convento de San lldefonso en Oaxaca. cuya titularidad cambiaría a san Francisco27. Para 1595 se coloca la primer piedra del convento de san Bernardino, en Taxco, gracias. de nuevo, a la intervención de fray Francisco de Torantos28. Con la edificación de san Bernardino se da mar­ cha a una tendencia dentro de la Provincia de san Diego: a una inclinación por ocupar asen­ tamientos mineros.

Fray Francisco de Torantos tiene una partici­ pación decisiva, como puede apreciarse, en la constitución de conventos de esta rama francis­ cana. En este sentido, también tocaría a Pachu-

Antonio Rubial. o c., pp.16-17.

23 Méxioo en el tiempo #15, lnslitulo Nacional de Antro- pologJa e Hislona, México 1996. p. 63.

2 Salt.asar de Medma o. c., f. 20.

25 Ibídem , f. 27.

2a 1bídem . fs. 33v-34 .

2 ' Ibídem . f. 34 .

28 Ibídem, f. 3Sv.

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.

ca aprovechar sus diligencias, mismas que per­ mitirían la edificación del convento dedicado a san Francisco en 159629. El despacho para la fundación se otorgó en 1590 por parte del virrey don Luis de Velasco30• disposición eje 7, "...para gusto, y consuelo de todo el pueblo, y comarca, que tanto havia (sic] deseado tener en su juris­ diccion, ministros apostolicos de la descalcez franciscana"31

Hasta el momento, el convento de Pachuca sería el segundo fincado en un centro minero, después de Taxco en el actual estado de Guer­ rero.

La siguiente casa correspondería precisa­ mente a otro centro minero, Sultepec, cuyo títu­ lo sería el de san Antonio de Padua. sitio funda­ do tres años después de san Francisco de Pachuca. Sultepec obtendría su licencia de construcción de manos de Felipe 111,misma que seria ejecutada durante el gobierno de don Luis de Velasco. Baltasar de Medina cita que se intentó erigir un convento en Michoacán por estas fechas; sin embargo, se tuvo que desistir, en cuanto que la fundación desviaba de algún modo la ruta que se quería trazar hacia Acapul­ co32, cuya edificación tardaría ocho años en lograrse. y sólo gracias al despacho y licencia girada por el virrey don Juan de Mendoza y Luna. La advocación del hospicio de Acapulco fue la de Nuestra Señora de Guia,"...a imitación del templo consagrado a esta señora entre Cavile, y Manila en las Islas Filipinas"33.

Nuestra Señora de Guía sería el primer con­ vento del siglo XVII, pues restarían por construir aún otros cinco más en esta centuria, no obstante que se tenía ya, el deseado punto de embarque para oriente, precisamente, con este de Acapulco, sitio que en palabras de los historiadores Andrés Lira y Luis Muro34 era en el siglo XVI I, tan sólo un caserío que respiraba

zg lbfdem, f. 36v.

30 AHPSAE. Caja 208. Sin folio.

31 Baltasar de Medina. o.c., f.37.

n lbldem, f.23v. La ruta de la que habla Medina no paree/a muy directa, si se observa eldesarrollo de las fundaciones del último cuarto del siglo XVII.

33 Ibídem,f. 49 .

34·e1 siglo de la integración• Historia General de México t. 2, México,ElColeglO de México 1977. pp. 94-95.

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vida cuando llegaba la nao de China y se com­ erciaba y fletaban a los distintos centros los pro­ ductos embarcados en ella, mientras que el resto del año era un asentamiento semivacío. Poco trabajo de predicación tendrían por hacer entonces los misioneros, si se piensa en la vida delsiglo XVII; más recordemos que la fundación se efectuó con el fin de que los religiosos espe­ raran embarque y no como lugar para misionar.

Si asumimos que la intención de la Estricta Observancia era la procuración de una ruta hacia el Pacífico. y ésta se completaba con la fundación del convento de nuestra Señora de Guía, puede decirse que la mayoría de las casas promovidas en el siglo XV II significaron un acto de expansión de la Provincia de san Diego de México, pues sólo la edificación correspondient e a Cuautla podía encajar en el proyecto que facilitaba el embarque a Filipinas. En conjunto, estas fundaciones marcan cortes bruscos en los anos de su construcció n. Así, podemos ver que a seis años, esto es, por 1613. de la erección del convento de Acapulco, se establece el convento y guardiania de Santiago de Querétaro con título de san Antonio de Padua35.

Al poco tiempo, 1615. se levanta el correspon­ diente a san Martín Texmelucan, Puebla, cuya advocac ión sería santa María Magdalena36 • Un cuarto de siglo después, en 1640, la Provincia de san Diego de México vive un nuevo creci­ miento, al sumar a su autoridad el convento de san José de Cuautla, Morelos, cuya iglesia sería terminada diecisiete años más tarde31. Otro con­ vento tardío en este siglo, seria elde san Pedro de Alcántara en Guanajuato, cuya suspensión de obra en 1663, por falta de todas las autoriza­ ciones correspondientes, obligarla a considerar su fundación en 16673ª. La Provincia de san Diego de México llegaría a su limite de exten­ sión con el convento de la Concepción de María en Aguascalientes, casa perteneciente a los carmelitas descalzos y aceptada por la Estricta Observancia novohíspana en el mismo 166739 •

3 BaUasar de Medina. o c.. f 53v

3& Ibídem, f. 53v-54 37 Jbidem,r. 155v. 38 lbldem, f. 180.

Ibídem. f. 181.

R ev nlro lnv (M11x ) Vut .J. 13 -14 Enero 2000



Todo este conjunto de fundaciones gestadas en diversos momentos del siglo XVI y XVII, perseguirian integrarse en un sistema de go­ bierno autónomo. Por ello, en 1593 decide con­ formarse una unidad con los primeros cinco conventos implantados: san Cosme. Churubus­ co, san Diego de México, santa Bárbara en Puebla y san lldefonso en Oaxaca. Se llevan a cabo entonces y ante la Santa Sede, los trámites para que aquellas casas se transfor­ maran primeramente en Custodia, aunque aún gobernada por la Provincia de san Gregario, instancia directiva ubicada en Filipinas. Las peti­ ciones promovidas, fueron finalmente acep­ tadas y confirmada s, en este 1593, por el Papa Sixto V y el rey Felipe 11, el Ministro General de la orden franciscana y el Comisario General de lndias40 . La ceremonia de asignación de custo­

dio y prelado de esta estructura religiosa, se

llevó a efecto en el convento de santa Bárbara, Puebla, asignándole el título y nombre de san Diego por voluntad del rey Felipe 1 1.

Los primeros pasos hacia una dirigencia y administración propia se habian dado. Los siguientes, serian más difíciles, por los obstácu­ los legales que debía superar, la ahora Custodia de san Diego. Sin embargo, por 1599, ya con siete conventos funcionando en Nueva España (se agregarían a la Custodia, el convento de san Bernardino de Taxco, san Francisco de Pachuca y san Antonio de Sultepec, desapareciendo san Cosme, que es devuelto a los franciscanos observantes en 1594), se afronta la iniciativa de promoverse en Provincia, esto es, en una fór­ mula religiosa con gobierno directo y local. Clemente V IIIestablece la fundación formal de la Provincia de san Diego el 16 de septiembre de 15994\ mediante Breve que inicia: Ad Per­ petuam Reí Memonam (Para futura memoria)42 , con lo que los conventos de la Nueva España dejan de depender de la Provincia de san Gre­ gario de Filipinas, para depender en adelante, directamente del Comisario General de la Nueva España.

'3 l.A ESTRICTA OBSERVANCIA EN PACHUCA.

Se puede señalar, según lo escrito, que los fran­ ciscanos de la Estricta Observancia tienen con­ tacto con la vida de la cabecera jurisdiccional de Pachuca, el real y Minas de Pachuca, desde principios de la última década del siglo XVl43 . Llegan así, a un asentamiento español, cuya actividad económica esencialera la extracción y tratamiento de la plata.

Pachuca, hasta poco antes de la llegada de los consquistadores pertenecia a una región conocida como Teotlalpan o "Tierra de dios", localiza da al extremo norte del valle de México, cuyos habitantes eran otomies predominante­ mente. aunque convivían entre ellos algunos mexicanos44 ; en estas mismas características soc1odemográficas se desenvolvía Pachuca cuando la incursión de los primeros europeos por la zona, y cuya jurisdicción incluiría, ya ade­ lantado el siglo XVI, el distrito minero conforma­ do por el Real de Minas de Pachuca, el Realdel Monte. Real de Atotonilco el Chico y el Real de Arriba o san Miguel del Cerezo. que aparecía como núcleo económico y político de la demar­ cación, que comprendía igualmente a las comu­ nidades indígenas de: Pachuquilla, Acayuca, Zapotlán, Guaquilpan, Tolcayuca ,Tezontep ec y Omitlán45. Pachuca , en este caso, haría de cen­ tro administrativo y asiento de just icia, de la misma manera que de centro productivo. Los franciscanos de la Estricta Observancia. se instalan entonces en el propio corazón de esta zona del norte de la Provincia de México

Al momento en que estos franascanos fincan definitivamente su estancia en el Real de Pachuca, la minería del lugar había logrado conformar una estructura productiva regional y extrarregional que permitía participar a asen­ tamientos localizados más allá de lo que hoy es el estado de Hidalgo, esto es. a sitios como Puebla y Tlaxcala , los cuales ofrecían abasto al

43José Vergara Vergara. El convento y colegío de San Fran­ cisco en Pachuca. Pachuca. Gobierno del estado de H1dalgo/Conse10 Estatal para la Cultura y las Artes Serie:

Cuadernos H1dalguenses Núm 5, 1996. p 20

"Pedro Carrasco. Los otomíes. Cultura e htstona prehispá­ nica de Jos pueblos mesoameflcanos de /labia otom1ana. Toluca, Gobierno del Estado de México, 1987. p. 34

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distrito minero. Las jurisdicci ones cercanas co­ mo Tulancingo, Zempoa la o Actopan, también se encontraban ligadas a ta red económica ges­ tada por la industria minera de la región de Pachuca, suministrando en su caso, granos, carne, frutas y legumbres46

En los alrededores del Real de Pachuca pros­ peraron los ranchos ganaderos,y se sostuvo la modesta actividad agrícola anterior a la extrac­ ción intensiva de metales. Los ranchos en su caso, responderían a inversiones alternativas de los dueños de las minas y haciendas de beneficio, peculiaridad que junto con la red económica trazada, ayudarla a fortalecer a Pachuca, ante las crisis de la minería47 . Como centro económico y político-administrativo, Pachuca reunía a una población de diversas características raciales y culturales: negros, indios y blancos, inserta o vinculada a su vez,a una diversidad de actividades, que daban al asiento un perfil urbano, en tanto herreros , carpinteros, empleados de la corona, sastres, comerciantes, trabajadores de las minas, frailes, arrieros, panaderos. hacían vida común en aquélla48 .

Pachuca-cabecera resultaba en este momen­ to, favorable a los franciscanos, en cuanto parecía que podía suministrar al convento. las limosnas necesarias sin grandes dificultades. Como convento, la fundación de Pachuca quedaría encargada de recoger limosnas dentro de la jurisdicción y aún fuera de ella.

Muy al principio del siglo XVII, los religiosos dedicaron una buena parte de su tiempo a orga­ nizar al vecindario en torno a la fe de san Fran­ cisco, formando entonces, la tercera orden de franciscanos .tanto en el Realde Pachuca como en el Real del Monte49. La predicación en plazas públicas se sostendrla como una actividad importante del convento, pues su papel en tierras americanas debía estar alejado de la conversión de naturales. En este sentido, la fundación tuvo como objetivo primordial, satis­ facer las necesidades espirituales del vecin­ dario blanco, negro y mestizo. Para 1670, el inmueble es designado como centro de estu­ dios, encargándose de ofrecer cursos de teo­ logía moral50.

Como cualquier otro convento, san Francisco de Pachuca se formó de: iglesia, cuerpo con­ ventual adosado a la parte sur de la iglesia, caballerizas y huertos. Tendría a fines del siglo XVII, unos veinte religiosos hospedados en él. La vida religiosa del convento de Pachuca en el siglo XVII, no muy diversa de la que podría seguirse en otros conventos de la misma Provincia, se transformaría radicalmente hacia la tercera década del siguiente siglo, cuando deja su estatuto de convento para establecerse en Seminario de misiones, un rango otorgado, no sin una serie de problemas legales surgidos desde la segunda década de 1700