La imagen del diseño: el laberinto complejo de la transdisciplina

Dra. Olivia Fragoso Susunaga EMADYC

Universidad La Salle

E-mail: olivilis@gmail.com

Recibido: Octubre 4, 2010, Aceptado: Diciembre 5, 2010

Resumen

Este trabajo trata de una reflexión teórica sobre la forma en la que el diseño funciona como una práctica semiótica discursiva mediante un objeto como lo es el caso de la imagen. Al ser el diseño el campo desde el cual se reflexiona debe quedar claro que las pretensiones de éste se alejan de ser una mirada desde la filosofía, la antropología, la óptica, la psicología o la sociología.

Palabras clave: complejidad, transdisciplina, imagen, diseño gráfico.

The image of the design: the complex labyrinth of the transdiscipline Abstract

This work is a theoretical reflection that it describes the way of the design as a discursive semiotic practice by an object as is the case of the image. When the design is the field which the reflection. This is clear that it claims to be a glance away from philosophy, anthropology, optics, psychology or sociology.

Keywords: complexity, transdisciplinarity, image, graphic design.

Y la ciudad, ahora, es como un plano de mis humillaciones y fracasos; desde esa puerta he visto los ocasos

y ante ese mármol he aguardado en vano. Aquí el incierto ayer y el hoy distinto me han deparado los comunes casos de toda suerte humana; aquí mis pasos urden su incalculable laberinto.

Aquí la tarde cenicienta espera el fruto que le debe la mañana;aquí mi sombra en la no menos vana sombra final se perderá, ligera.No nos une el amor sino el espanto; será por eso que te quiero tanto.

Jorge Luis Borges. [1]

La imagen del diseño

Al ser el diseño el campo desde el cual se reflexiona debe quedar claro que las pretensiones de este trabajo se alejan de ser una mirada desde la filosofía, la antropología, la óptica, la psicología o la sociología. La posición del diseño que se pretende es la transdisciplina lo que requiere una lectura que tenga en cuenta esta angulación, lo cual evita exigir el rigor del método científico a una postura que no la tiene. Lo que aquí se busca es partir de conceptos que permitan la comprensión del fenómeno de la práctica semiótica discursiva del diseño para aclarar las múltiples intersecciones que se suceden en torno a este acontecimiento.

Articulación de los campos del diseño con el discurso y la semiótica desde la transdisciplina

Con la finalidad de proponer una óptica transdisciplinaria en la comprensión de la realidad, el trabajo articula los campos del diseño con el discurso y la semiótica, con la idea de lograr una propuesta compleja en el estudio de este fenómeno. Para lograr esta articulación proponemos la metáfora de la teoría de los laberintos propuesta por Eco [2] que permite tejer la urdimbre de la transdisciplina que faculta la comprensión de la imagen.

El laberinto clásico: el punto de vista del laberinto clásico corresponde, al funcionamiento de la imagen basado en reglas formales, en estructuras duales de sí o no, fundado en la tradición y la imitación de modelos en los que los principios lógicos no pueden ser trasgredidos. La exactitud, la irreversibilidad, la visión única, la verdad insuperable.

El laberinto manierista: luego está el laberinto manierista, si lo desenrollamos, acabamos encontrando una especie de árbol, una estructura con raíces y muchos callejones sin salida. Hay una sola salida, pero podemos equivocarnos. Para no perdernos, necesitamos un hilo de Ariadna. Este laberinto es un modelo de trial-and-error process.

El laberinto red: Por último, está la red, o sea la que Deleuze-Guattari llaman rizoma [3], En el rizoma, cada calle puede conectarse con cualquier otra. No tiene centro, ni periferia, ni salida, porque es potencialmente infinito.

El diseño y la imagen: las prácticas semiótico-discursivas y el laberinto red. Abandonar la linealidad

Para comprender el funcionamiento del diseño desde el laberinto se considera la posición del laberinto red. Las prácticas semióticas discursivas del diseño funcionan como un laberinto que no tiene centro ni periferia y que está conectado en todas las direcciones, es decir: no es lineal. En este sentido, Vilches [4], considera las competencias del lector y las acciones de las personas y las cosas como parte de historias que son descritas en procesos narrativos y discursivos que serán abordados posteriormente cuando de describa la forma en la que la poética se articula con la estética y la semiótica de la imagen. En el esquema del concepto textual de la imagen, Vilches da cuenta de un análisis de la imagen que va más allá de la competencia disciplinaria de la semiótica, implica la teoría de la comunicación y la retórica desde un enfoque sistémico, además de considerar elementos relevantes del análisis de la imagen.

La imagen se genera a partir de prácticas semiótico discursivas que se comprenderían a partir del diálogo derivado del análisis de las formas comunicativas, los sistemas semióticos, los recursos retóricos, las prácticas sociales, las formas discursivas y el contexto político, histórico y cultural en el que el objeto, y el sujeto del diseño se producen, distribuyen, consumen e interactúan con otros niveles y formas de la realidad. Dada esta circunstancia encontramos las diversas conexiones dadas en la metáfora del laberinto red que se alejan de la mirada del laberinto lineal que sigue un solo camino hasta llegar a la solución lineal del problema. La comprensión de una práctica como el diseño manifiesto en la imagen requiere conectar diversos niveles conceptuales para llegar a la comprensión del problema que va más allá de una mera descripción desde una sola óptica disciplinar.


Nos queda claro que de acuerdo con el interés que oriente un trabajo podrían sumarse o restarse miradas. Por lo tanto partimos de que existen múltiples acercamientos al estudio de la imagen. La percepción, las matemáticas, el psicoanálisis, la metafísica, la historia, la biología, la hermenéutica y otras más. Nos hemos propuesto, en este acercamiento a la imagen, la comprensión de su funcionamiento desde la óptica de la transdisciplina para luego poder explicar la manera en que funciona.

Como en el caso de la disciplinariedad, la investigación transdisciplinaria no es antagonista sino complementaria a la investigación pluri e interdisciplinaria. La transdisciplinariedad es sin embargo radicalmente distinta a la pluridisciplinariedad y a la interdisciplinariedad, por su finalidad, la comprensión del mundo presente, que es imposible inscribir en la investigación disciplinaria. La finalidad de la pluri y de la interdisciplinariedad es siempre la investigación disciplinaria.

Si la transdisciplinariedad es con frecuencia confundida con la interdisciplinariedad y la pluridisciplinariedad (como por otra parte, la interdisciplinariedad es frecuentemente confundida con la pluridisciplinariedad) eso se explica, en parte, por el hecho de que las tres desbordan las disciplinas. Esta confusión oculta las diferentes finalidades de estas tres nuevas aproximaciones. [5]

La visión transdisciplinaria de la imagen no excluye la visión disciplinaria, por el contrario, la incluye al igual que la multidisciplina y la interdisciplina. Como el propósito es la comprensión del fenómeno de la imagen en la realidad, como objeto complejo, no puede ser alcanzado sin el carácter complementario de las diversas aproximaciones disciplinares.

Al resignificar la forma de abordaje del objeto de estudio la transdisciplina, como posición del conocimiento, rompe con las jerarquías académicas y los límites de lo que tradicionalmente conocemos como “campo académico del diseño”, por ello es comprensible la resistencia a aceptar miradas alternas por parte de quienes ostentan posiciones de poder en los grupos legitimadores.

La imagen en el diseño no ha pertenecido exclusivamente, desde su institucionalización, a un sólo campo disciplinario. El diseño es al menos multidisciplinario por no denominar a algunas formas de abordarlo, como interdisciplinarias como es el caso de la perspectiva comunicativo-visual, o la psicológico-estética. Sin embargo aunque esta posición se lleva a la práctica cotidiana en la interacción de profesionales de múltiples disciplinas y en la conformación de grupos profesionales o espacios académicos de investigación y enseñanza del diseño, desafortunadamente en el imaginario social no se reconoce ni se acepta que el abordaje de los objetos de estudio sea realizado teniendo en cuenta tal nivel de interacción disciplinaria.

La posibilidad de comprender la imagen en el diseño en el contexto de la vida cotidiana, como ya lo mencionamos, parte de la consideración de que se trata de un objeto complejo inserto en una realidad compleja observado por un sujeto complejo.

La mirada disciplinaria, multidisciplinaria e interdisciplinaria no fueron concebidas para la comprensión de fenómenos complejos, estas posturas responden a la simplificación del conocimiento y de las ciencias a las que se arribó tras el uso y generalización del método cartesiano de simplificación y fragmentación del mundo.

La interpretación de la realidad como una serie de fenómenos complejos se desarrolló a inicios del siglo pasado y aunque la imagen en el diseño es un fenómeno que viene de la antigüedad, la comprensión desde la complejidad no se encuentra legitimada como una forma de abordar estos problemas.


La transdisciplina permite la comprensión de la imagen en el diseño como un fenómeno complejo. Esta mirada considera: múltiples niveles de realidad, lógica del tercero incluido y complejidad.

Los múltiples niveles de realidad en la imagen en el diseño implican la consideración de que la construcción de la realidad de este fenómeno se hace desde una perspectiva crítica orientada desde el poder, la ideología y el discurso social. Permiten también reconocer: la diversidad y la diferencia como fin privilegiado de la comprensión de la imagen como acontecimiento social; el sujeto en su condición de agente, de actor social, de los significados y la intersubjetividad, del discurso, como elementos básicos de los procesos sociales manifiestos en la imagen en el diseño.

El diálogo disciplinario

Es necesaria una mirada que permita el diálogo entre múltiples posturas disciplinarias para comprender como funciona la imagen en el diseño como una forma de reconocimiento de la diversidad y la diferencia y cómo en la imagen en el diseño el sujeto juega un papel de actor. A diferencia de la mirada multidisciplinaria e interdisciplinaria, en donde se parte desde las distintas disciplinas un objeto acotado en un campo disciplinario, en esta postura se requiere la interacción entre las disciplinas para comprender y explicar, en este caso, la imagen en el diseño.

La imagen en el diseño como objeto complejo se aborda desde la óptica del tercero incluido lo que significa permitir el paso a la contradicción por lo que se facilita lograr un diálogo entre las distintas disciplinas que permiten comprender la forma en la que la imagen funciona en el reconocimiento de la diversidad y la diferencia y del sujeto en su condición de agente que construye los significados, la intersubjetividad y el discurso. Asumir la contradicción como un hecho en los acontecimientos de la imagen implica partir del pensamiento de la no-linealidad, la idea de retroacción y, con ellas la de una causalidad no lineal, donde los efectos no son proporcionales a las causas y se intercambian.

Un fenómeno como el narcotráfico, o la violencia no se explica con una lógica de causa efecto, en estos casos los efectos no son proporcionales a las causas y se intercambian, por ello, para ser comprendidos y explicados requieren ser abordados desde la transdisciplina, es decir partir del diálogo entre diferentes disciplinas que permitan dar cuenta del fenómeno inserto en una realidad compleja que no es factible comprender con criterios simplificadores que llevan a la reducción del pensamiento. Lo mismo sucede con la imagen en el diseño.

Abandonar la linealidad nos hace reflexionar en torno al uso de métodos racionalistas, que considera la imagen en el diseño como resultado de la inducción o la deducción basada en la lógica causa-efecto. Este cuestionamiento nos lleva a la propuesta de revisar propuestas como la de la caja negra, que ha sido descalificado por considerarlo poco afortunado para la comprensión y solución de problemas de diseño.

Por otra parte, la transdisciplina es un fenómeno que se manifiesta en el contexto de los múltiples niveles de realidad, para comprender los diferentes niveles se requiere la actuación de diversas disciplinas que permitan los marcos que faciliten la descripción y explicación de las situaciones que se presentan.

Existe una resistencia a romper con la óptica de la lógica lineal, racional, cartesiana de causa efecto por lo que resulta prácticamente inadmisible la posibilidad de aceptar como modelo el funcionamiento de la imagen desde la óptica del laberinto complejo. Podríamos pensar que este problema se podría deber a la conformación del imaginario social del diseñador estructurado principalmente en su formación académica. Sin embargo este supuesto debe ser explorado.


El antagonismo a la contradicción y al pensamiento no lineal es particularmente importante cuando somos conscientes de la existencia de diferentes formas de explicar y comprender la realidad y tenemos claro la manera en la que la teoría del mundo “completa y unificada” ha sido cuestionada en campos del conocimiento como la física, la biología, la química y la matemática.

El otro elemento que distingue a la perspectiva transdisciplinaria en la comprensión del funcionamiento de la imagen en el diseño es la complejidad la cual se basa en el principio de bucle recursivo. En la imagen este principio implica la interacción entre los múltiples niveles de realidad formulado por las distintas disciplinas que la explican. , autoproducción y auto-organización que se da entre orden, desorden y organización, por este hecho es imposible de concebir como un todo unificado y acabado.

En la complejidad se supera al mismo tiempo la concepción del pensamiento simplificador fragmentario y la del pensamiento globalizador y totalizante sustituyéndolo por un pensamiento que une ambas posturas.

La forma en la que se realiza el conocimiento desde la complejidad abandona la idea de que la realidad es un hecho universal, “verdadero”, pre-existente, que el sujeto debe observar imparcialmente. El pensamiento complejo retoma algunos de los principios de la perspectiva constructivista:

El sujeto construye activamente el conocimiento

Lo epistemológico versa sobre los contenidos de experiencias de los sujetos y no sobre el mundo real. Mediante la cognición el sujeto organiza el mundo en vez de descubrirlo ontológicamente. No se niega la realidad ontológica, sino la posibilidad de obtener una verdadera representación de la misma. [6:4]

Desde este enfoque el conocimiento mediante la imagen en el diseño funciona como una construcción activa del sujeto, por lo tanto es esencial tener en cuenta los contenidos de las experiencias en relación a la imagen para poder comprender la manera en la que funcionan. Este enfoque no niega la imagen en el diseño como una entidad existente en la realidad, sólo que con ella no es posible obtener, de manera independiente al sujeto, una representación “verdadera” de la realidad.

Mediante la cognición, a través de las experiencias con las imágenes el sujeto es quien construye el mundo. Por esta razón, como entidad biológica, el cerebro y sus procesos, químicos y fisiológicos no quedan aislados del funcionamiento de la imagen y de la construcción activa del mundo, sino que se integran en una relación antropo- semiótico-psico-biológica-social.

La cognición faculta procesos semióticos mediados por la cultura y por el entorno antropo-socio-histórico que llevan a que el sujeto influya a la realidad y sea a su vez influido por ella por lo que a partir de su influencia activa en la imagen el sujeto es influido por ella y en este desorden-orden-organización construye significaciones, simbolizaciones, imaginarios, formas simbólicas, representaciones, elaboración de asociaciones, interacciones, simulacros y simulaciones con los que la realidad es construida activamente por el sujeto que a su vez es construido por la realidad. En esta aproximación no abordamos los procesos psicológicos, la percepción, ni los procesos cognitivos, sin embargo reconocemos que es necesario explorar en estos aspectos en la relación imagen en el diseño y tecnología.

Las imágenes son parte del proceso de construcción activa-influencia. No funcionan como mediadoras pues esta categoría dejaría a la imagen como la representación de la realidad y hemos mencionado que desde este enfoque la representación de la realidad no es pertinente pues el sujeto construye la realidad activamente mediante los mecanismos cognitivos, por lo que la imagen forma parte de ese acontecimiento.

La imagen desde la transdisciplina

En el reconocimiento de la perspectiva transdisciplinaria los siete principios que permiten la comprensión de la complejidad formulados por Morín son esenciales: el principio sistémico-organizativo; el hologramático; el bucle retroactivo o retroalimentación; el bucle recursivo o de recursividad organizacional; el de autonomía-dependencia; el dialógico o de asociación compleja; complementaria-concurrente-antagonista; el de reintroducción del sujeto. [7]

Desde la teoría de sistemas, que es uno de los pilares de la complejidad, el principio del pensamiento sistémico organizativo presupone que el todo es más que la suma de las partes.

A diferencia de la idea reduccionista que considera a la imagen en el diseño una entidad cerrada conformada por la suma de las partes que la componen, la imagen compleja es una entidad abierta a nuevas emergencias surgidas por la interacción de forma, color, composición en la que la totalidad es más que la suma de las partes al mismo tiempo que es menos pues, las partes que conforman a la imagen inhiben propiedades y comportamientos que podrían manifestar de manera independiente, es así como, por ejemplo, un fragmento de la propia imagen al estar en conjunto reduce sus posibilidades comunicantes al mismo tiempo que no puede comunicar lo que comunica en las relaciones e interacciones dados en la totalidad de la organización.

Una imagen desde la perspectiva transdisciplinaria sigue el principio hologramático cada parte de la imagen está en la totalidad al mismo tiempo que la totalidad está en cada parte de la imagen.

Hemos mencionado que la complejidad rompe con el principio de causalidad este se le conoce como el principio del bucle retroactivo o retroalimentación. El diseño que sigue una línea racionalista atiende a causas y busca efectos. El modelo de comunicación E-M- R1 que subyace en el imaginario de los productores de diseño se encuentra complementado por la idea de que el receptor responderá mágicamente a los efectos producidos en su persona por el mensaje transmitido a través de la imagen en el diseño, los efectos son confundidos con la retroalimentación del sistema.

La respuesta lineal difiere a la del bucle retroactivo debido a que lo que plantea la complejidad es que el efecto ejerce la misma influencia en la causa que la que la causa ejerce en el efecto, por lo cual se genera un bucle en el que existen múltiples retroacciones las cuales se afectan mutuamente y generan un bucle que estabiliza al sistema. El principio del bucle retroactivo se aleja de la visión simplificadora y lineal causa-efecto-respuesta-causa-efecto. Las imágenes en el diseño son afectadas en bucle retroactivo por el sujeto en la construcción que este hace de la realidad, en la misma medida en que, en dicha construcción, las imágenes afectan al sujeto.

La noción de regulación que es la capacidad de equilibrio que tienen los organismos en la complejidad, es sustituida por la autoproducción y auto organización en el principio del bucle recursivo. Las imágenes y sus efectos son causantes y productoras de lo que las produce, Las imágenes producidas por los sujetos y sus interacciones están insertas en una sociedad y en una cultura y al mismo tiempo son causantes y productoras de los sujetos que las producen porque les aportan la cultura y producen la sociedad, los imaginarios, facilitan las interacciones sociales. Por otra parte el principio de autoproducción y auto organización lo observamos en el hecho de que las imágenes son productoras de un ecosistema de imágenes que al mismo tiempo se hace productor de las imágenes siguiendo el principio de auto organización en un bucle recursivo.

Los sistemas se mantienen en autonomía, en relación con el intercambio de información con el entorno del que dependen. A este proceso se le conoce como principio de autonomía/dependencia. La auto-eco-organización se identifica porque los sujetos que construyen la realidad para organizarse en el medio en que se encuentran intercambian información cultural, social, política, con el entorno, las imágenes son un tipo de información, esta dependencia les otorga autonomía. El constante intercambio de imágenes en la Sociedad de la Información que tienen un carácter globalizante propicia que los sujetos generen pautas identitarias locales.

El principio dialógico que mantiene la dualidad en la unidad al relacionar dos términos a la vez complementarios y antagonistas: orden-desorden-organización de un fenómeno organizado como la imagen. Las inter-retroacciones que se dan en los distintos y múltiples niveles que permiten comprender racionalmente aspectos que se excluyen entre si y que explican el funcionamiento de los fenómenos complejos como la imagen. Gracias a este principio es posible hacer coincidir los aspectos teóricos de las distintas disciplinas que conforman la mirada necesaria para la explicación de la imagen en el diseño.

El principio de reintroducción del sujeto en la comprensión del funcionamiento de la imagen desde la perspectiva transdisciplinaria considera el papel activo de la construcción de la realidad hecha por el observador que se observa observando es importante.

Por esta razón la imagen no funciona dejando fuera al entorno y al sujeto y centrándose en las relaciones estructurales al interior de su configuración, ni tampoco funciona dejando de lado dichas relaciones y colocándose en la subjetividad pura. La imagen pone en estrecha relación a la reconstrucción/traducción que hace la mente/cerebro al observar el fenómeno en un contexto cultural, social y temporal específico. En el funcionamiento de la imagen en el diseño las relaciones entre las dimensiones:

Biológica/Comunicativa/Informativa/Cultural Política/Social/Económica/Artística Filosófica/Ecológica/Ética/Estética

Implican la construcción de la realidad desde el poder, la ideología y el discurso social. La pregunta que surge es cómo con el método del pensamiento complejo el sujeto se observa observando la manera en la que construye la relación entre estos múltiples niveles de realidad. Funcionan como los laberintos de Borges “donde no hay escaleras que subir, ni puertas que forzar, ni fatigosas galerías que recorrer, ni muros que te veden el paso”. [8:117]

Nosotros planteamos que el funcionamiento de la imagen puede comprenderse y explicarse mejor desde la óptica del laberinto complejo. Esta metáfora hace transparente la relación entre el sujeto, el objeto de diseño y el entorno a través de una serie de interacciones y relaciones que se producen entre los elementos de la imagen de la misma manera que la enfermedad hace “sensible” ya sea por el dolor, ya por la alteración de su morfología, ya por las manifestaciones clínicas que presenta, la presencia de un órgano o sistema que de otra manera permanecería oculto a los sentidos.


El principal problema es esa falta de “visibilidad”, el mecanismo que hace transparente las relaciones e interacciones entre los elementos que conforman los distintos laberintos del espacio y el tiempo desde donde se encuadra la teoría que permite comprender y explicar además de servir de marco para la creación de imágenes.

Laberinto complejo

Construcción activa de la realidad. Reconocimiento de la diversidad y la diferencia Poder, ideología y discurso social.

Método del pensamiento complejo: sistémico, organizativo, hologramático, bucle retroactivo, bucle recursivo, auto-eco-organización,

dialógico, reintroducción del sujeto.

Transdisciplina.

Múltiples niveles de realidad, lógica del tercero incluido, complejidad.

Biológica/Comunicativa/Informativa/Cultural Política/Social/Económica/Artística Filosófica/Ecológica/Ética/Estética.

Sentido. Imagen Diseño.

Laberinto clásico.

Laberinto manierista.

Laberinto en red o rizoma.

Disciplina.

Multidisciplina / Interdisciplina.

Composición. Proporciones. Canon

Elementos de la imagen

Método de diseño. Semiótica.

Posmodernidad Estética

Tecnología. Discurso.

Información Arte Comunicación Cultura

Figura 1. Esquema de la imagen desde el laberinto complejo.

Esta falta de perspectiva en el estado actual de algunas de las teorías que explican la realidad resulta complicada por la ignorancia del papel que el sujeto tiene en el proceso del conocimiento.

Además de que en el diseño existen formas de explicar la realidad que funciona como laberintos, el sujeto interactúa en la construcción de ésta, es parte de ella, por lo que además de transitar el laberinto él mismo es uno, que coexiste con otros que también lo son y que a su vez transitan distintos espacios en la lógica transdisciplinaria del tercero incluido. De esta manera la posibilidad de la contradicción no se piensa en una “congruencia lineal” lo cual no significa la indeterminación y el relativismo absoluto sino que se trata de que deba existir clara conciencia del nivel de complejidad existente en la imagen.

1 Este modelo que se denomina canónico también se reconoce como modelo de la aguja hipodérmica o de la bala mágica pues en el momento en el que se desarrolló la teoría se suponía que los receptores respondían a los mensajes de manera automática y lineal. Avances posteriores en las Ciencias de la Comunicación permitieron descubrir que el receptor no responde de manera lineal a los mensajes, sino que son elegidos selectivamente y responden a múltiples factores entre los que están los culturales, los políticos y los sociales.

Referencias

[1] Borges, J. L. (2006).Obras completas. Buenos Aires: Emecé, 523pp.

[2] Eco, U. (1985). Apostillas al nombre de la rosa. Barcelona: Lumen, 792pp. [3] Deleuze, G., et al (1997). Mil mesetas. Valencia: Pre-Textos, 522pp.

[4] Vilches, L. (1990). La lectura de la imagen. Barcelona: Paidós, 256pp.

[5] Nicolescu, B. (2007). La transdisciplinariedad una nueva visión del mundo.

International Center for Transdisciplinary Research.Marzo. [En línea] Disponible en:

<http://nicol.club.fr/ciret/espagnol/visiones.htm>, consultado: febrero 27 de 2009.

[6] Leyva Rodríguez, J. K. (2009). Los presupuestos teóricos de la Epistemología Compleja. A Parte Rei. Revista de Filosofía. Enero. [En línea]] Disponible en:

<http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/leyva61.pdf>, consultado: marzo 5 de 2009. [7] Morin, E. (2006). El método. Madrid: Cátedra, 236pp.

[8] Borges, J.L. (1982). El Aleph. Buenos Aires: Emecé, 345pp.