Resumen
A
setenta y tres años del inicio de la Nakba, el pueblo pales-
tino se ha enfrentado a un proceso de colonización israelí
multifatico que ha implicado el despojo territorial, la ocupa-
ción militar, una limpieza étnica inacabada, el control y bloqueo
de recursos y la apropiación de la cultura palestina. Frente a tales
actos, el pueblo palestino ha hecho uso de vías armadas y pacícas
de lucha y resistencia. El artículo tiene como objetivo identicar
las características y los actores principales del turismo cultural pa-
lestino, así como comprender las formas en que este sector ha sido
instrumentalizado en la resistencia política y cultural.
Palabras clave
Turismo cultural, patrimonio, resistencia política,
resistencia cultural, diáspora.
Keywords
Cultural tourism, Heritage, political resistance, cultural resistance, diaspora.
Palestinian Cultural Tourism as Political and Cultural Resistence
to the Israeli Occupation
El turismo cultural palestino
como resistencia política y cultural
frente a la ocupación israelí
Marlene Herndez Morán *
* Estudiante en el programa de maestría en el Centro de Estudios de Asia y
África de El Colegio de México en el área de especialización de Medio Oriente.
Contacto: marlenehm@politicas.unam.mx
ORCID: https://orcid.org/0000-0001-
6617-452X
189
190
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
Abstract:
Seventy-three years aer the beginning of the Nakba, the Palestinian
people have faced a multifaceted Israeli colonization process that has
involved territorial dispossession, military occupation, unnished eth-
nic cleansing, the control and blocking of resources, and the appro-
priation of Palestinian culture. Faced with such acts, the Palestinian
people use armed and peaceful means of struggle and resistance. is
paper aims to identify the main characteristics and actors of Palestin-
ian cultural tourism and understanding how this sector has instru-
mentalized political and cultural resistance.
Fecha de recepción: abril de 2021
Fecha de aceptación: junio de 2021
Introducción
En Palestina, tras décadas de ocupación israelí, la población ha
recurrido a diversas formas de lucha y resistencia, tanto armadas
como pacícas. Entre las vías pacícas se encuentran el apoyo
al Movimiento de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS), la
participación en movimientos sociales, la difusión de la ocupa-
ción mediante el uso de las redes socio-digitales, la difusión de la
cultura palestina, etc. En este sentido se ha apreciado un incre-
mento notable de la producción y difusión de bienes y servicios
culturales, así como de expresiones artísticas palestinas.
El argumento central de este trabajo sostiene que el turismo
cultural de Palestina es una industria instrumentalizada como
resistencia y lucha política y cultural frente a la ocupación y apro-
piación israelíes, debido a que se consolida un espacio de recono-
cimiento de las identidades y cultura palestinas dentro del territo-
rio y la diáspora, así como un mecanismo de protección simbólica
y territorial de Palestina. Además, esta industria tiene la caracte-
rística de localizarse en diferentes partes del mundo a causa de la
existencia de una diáspora, que se constituye como la más grande
del mundo.
191
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
Se resalta la importancia de la cultura en el marco de un fe-
meno que atañe a los estudiosos de Relaciones Internaciona-
les haciendo uso de nociones provenientes del constructivismo,
donde más que un benecio ecomico, el desarrollo del turismo
cultural y de otras industrias palestinas se traducen en un bene-
cio simbólico, en tanto permite la enunciación de un pueblo y la
reproducción de sus identidades.
Con el objetivo de defender tal argumento, la estructura del
texto consiste en dedicar un primer apartado a identicar las
características del turismo cultural y reconocer su vinculación
con las Relaciones Internacionales y la resistencia. En la segun-
da parte se realiza una descripción del turismo cultural palestino
en consonancia con un breve recuento de la ocupación israelí en
Palestina para, posteriormente, analizar cómo esta industria ha
conformado una vía no armada de lucha y resistencia política y
cultural frente a un proceso inacabado de ocupación y limpieza
étnica.
1
El turismo cultural en las relaciones internacionales
El turismo cultural es un sector ecomico rentable para tanto
para empresas y Estados, como para las poblaciones que partici-
pan de forma directa o indirecta en las actividades que conciernen
y rodean esta industria. A su vez, los actores involucrados pueden
ser locales como internacionales. El turismo cultural forma parte
de las industrias culturales reconocidas por diversos organismos
intergubernamentales como la Conferencia de las Naciones Uni-
das sobre Comercio y Desarrollo (
UNCTAD, por sus siglas en in-
glés) y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
Ciencia y la Cultura (
UNESCO, por sus siglas en inglés). Es nece-
sario, por lo tanto, denir el concepto de “industria cultural, el
cual, de acuerdo con la
UNESCO, estas industrias son “aquellos
sectores de actividad organizada que tienen como objeto princi-
pal la producción o la reproducción, la promoción, la difusión y/o
1
Para ahondar en el concepto y proceso de limpieza étnica, véase la obra e Ethnic
Cleansing of Palestine, de In Pappé.
192
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
la comercialización de bienes, servicios y actividades de contenido
cultural, artístico o patrimonial” (
UNESCO, 2017).
Ahora bien, ¿qué comprende el turismo cultural que lo diere
de otros tipos de turismo? La
UNCTAD lo dene como un tipo
de turismo que se centra en la visita de sitios declarados como
Patrimonio Mundial, así como en la participación y asistencia a
museos, festivales, galerías, eventos de danza, música, teatro, etc.,
donde las prácticas culturales son el atractivo principal para un
sector especíco de turistas (2010).
De acuerdo con la
UNCTAD, el turismo cultural incluye la vi-
sita a museos y galerías, en tanto se capta a un público interesado
en conocer piezas de arte, escritos, objetos de la vida cotidiana
pertenecientes a un pueblo o comunidad del pasado o que forma
parte de la cultura actual de una sociedad. En la actualidad exis-
ten millones de museos y galería en todo el mundo y cada espacio
puede ser nanciado por empresas, recibir recursos públicos y/o
obtener insumos a partir de fundaciones.
Por otra parte, los sitios declarados como Patrimonio Mundial
por la
UNESCO, a partir de la Convencn sobre la Proteccn del
Patrimonio Mundial, Cultural y Natural de 1972, forman parte
del turismo cultural al que se ha referido con anterioridad. En la
actualidad, son 193 pses los que se han adherido a esta Conven-
ción y la lista de sitios inscritos como Patrimonio Mundial suma
un total de 1,121, donde 869 son culturales, 213 naturales y 39
mixtos (
UNESCO, 2019a). Un sitio declarado Patrimonio Mun-
dial implica no solo su nombramiento a nivel mundial como un
legado común de la humanidad, sino con ello el consenso de fo-
calizar esfuerzos para su protección física, nanciación para su
mantenimiento y, muy importante, el reconocimiento simbólico
y político del lugar.
La
UNESCO tambn reconoce y protege las expresiones y
prácticas culturales que no son materializadas y son catalogadas
como “patrimonio cultural inmaterial” o “patrimonio vivo”. De
acuerdo con esta organización el patrimonio cultural inmaterial
se reere a las prácticas, expresiones, saberes o técnicas transmi-
tidos por las comunidades de generación en generación” (2019b).
193
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
En efecto, comprende tradiciones orales, artes del espectáculo,
usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos, saberes y
técnicas vinculados a la producción de artesanías, entre otras.
Aunque la protección del Patrimonio Cultural Inmaterial es su-
mamente compleja, la Convención de 2003 para la Salvaguardia
del Patrimonio Cultural Inmaterial es el instrumento jurídico
dedicado a preservar este patrimonio vivo, a través de “medidas
encaminadas a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural
inmaterial, comprendidas la identicación, documentación, in-
vestigación, preservación, protección, promoción, valorización,
transmisión -básicamente a través de la enseñanza formal y no
formal- y revitalización de este patrimonio en sus distintos aspec-
tos” (Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural
Inmaterial, 2003, p. 3).
El reto aumenta en el contexto de un proceso álgido de globa-
lización que marca una tendiente homogeneización de la cultura,
direccionada a una cultura popular “occidental. Además, la pro-
tección se torna inclusive más compleja cuando está de por medio
un conicto o proceso de ocupación en donde una parte busca
despojar y desaparecer toda expresión cultural de la otra parte e
incluso, apropiarse de esta cultura para facilitar y justicar esta
ocupación.
Dicho lo anterior cuando al interior de un país se localizan si-
tios declarados como Patrimonio de la Humanidad por la
UNES-
CO o una práctica es declarada patrimonio vivo por esta misma
organización, se establece una red complementaria para fomentar
un turismo cultural con la construccn de museos y galerías. Por
ejemplo, cerca de Mens y su necpolis —zonas de las pirámides
desde Giza hasta Dahshur declaradas como patrimonio cultural
de la humanidad en 1979— se encuentran varios museos, como
el Mohamed Nagy Museum, el Taha Hussein Museum y, más re-
cientemente, el Gran Museo de Egipto que se encuentra próximo
a inaugurarse este año.
Sin olvidar que alrededor de la zona de pirámides se desarrolla
toda una economía turística. No obstante, se ha resaltado la im-
portancia de incluir el elemento sustentable al turismo y a otras
194
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
actividades ecomicas, ya que, de lo contrario, los problemas
generados pueden pesar más que los benecios, como lo es la con-
taminación de los sitios, el encarecimiento de zonas turísticas, la
delincuencia, etc.
El turismo cultural, sin embargo, contempla más que la visita
a los sitios declarados como patrimonio mundial por la
UNESCO,
museos, galerías u otros recintos que regularmente son concebi-
dos como contenedores de la cultura. Son otros espacios los que
son visitados con el objetivo de iniciar o profundizar un acerca-
miento con la cultura de una población o civilización concreta.
En este sentido, el término de cultura, inacabado y sin un con-
senso en su conceptualización, se considera, para efectos de este
arculo, como “el modo total de una sociedad, la herencia de ense-
ñanza social acumulada, compartida y transmitida por sus miem-
bros. Abarca todas las creaciones del hombre: modos de pensa-
miento, sistema de valores, la relign, las costumbres, los símbolos
y los mitos; pero también sus obras materiales” (Sierra, 2002, p. 11).
Diversas teorías de las Relaciones Internacionales se encuen-
tran con importantes limitantes para analizar las dinámicas
culturales, pues, aunque participan gobiernos, el Estado no es el
actor central. No obstante, el constructivismo es el enfoque t-
rico ineo para analizar el impacto del turismo cultural en las
relaciones internacionales y, de forma particular, como un sector
de resistencia política y cultural.
Alexander Wendt y otros constructivistas aseguran que en el
escenario internacional son las ideas las que imperan y constru-
yen sus estructuras. “Son los signicados colectivos los que con-
forman las estructuras que organizan nuestras acciones” (Wendt,
2005, p. 7), es decir, las ideas enmarcan las acciones de los actores
estatales y no estatales.
Asimismo, Wendt establece que “los actores adquieren iden-
tidad —expectativas e interpretaciones del yo relativamente esta-
bles y acordes con su papel— mediante su participación en estos
signicados colectivos. Las identidades son inherentemente rela-
cionales [] las identidades son las bases de los intereses” (Wendt,
2005, p. 8). Tales identidades son construidas por individuos y se
195
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
materializan en proyectos, instituciones u organizaciones en rela-
ción con el sistema al que pertenecen (Pereyra, 2015, p. 133). Hay
una noción de pertenencia para actuar dentro de ellas. Entonces
el turismo cultural de un país se conforma como un conglomera-
do de identidades, ideas y marcos de signicación que pretenden
ser mostradas y representadas a través de bienes, servicios y expre-
siones culturales.
En las Relaciones Internacionales, las ideas, imaginarios y sig-
nicados también se encuentran dentro de relaciones de poder
que dominan y resisten a partir de la acumulación de diferentes
formas de capital por parte de los sujetos: económico, cultural, so-
cial y simbólico; donde el capital económico se traduce en la acu-
mulación de recursos económicos y de los medios de producción;
el capital cultural (en sus tres estados: incorporado, objetivado e
institucionalizado) reere a la acumulación de conocimientos y
habilidades que serán utilizados en un campo especíco (Bour-
dieu, 2011, p. 214); el capital social es la acumulación de relacio-
nes sociales estratégicas y correspondientes a los círculos en que
los sujetos se desenvuelven (Bourdieu, 2011, p. 221); y el capital
simbólico es la acumulación de reconocimiento, con lo que se ge-
neran posiciones privilegiadas (Bourdieu, 2011, p. 209).
Dicho lo anterior, durante las últimas décadas, los gobiernos
han utilizado el turismo cultural y otras industrias como instru-
mento para aumentar su so power, el cual, de acuerdo con Joseph
Nye, “se basa en la capacidad de moldear las preferencias de los
otros” (2005, p. 5) sin usar la coerción militar o económica. “La
capacidad de establecer preferencias tiende a estar asociada con
activos intangibles como una personalidad, cultura, valores e ins-
tituciones políticas atractivas y políticas que se consideran legíti-
mas o que tienen autoridad moral” (Nye, 2005, p. 6).
El objetivo principal de instaurar determinadas preferencias
en otros actores es facilitar el alcance de los intereses de actores es-
tatales, que a su vez devienen de la conformación de sus identida-
des. De forma dialéctica, la capacidad de instaurar o fomentar las
preferencias e ideas colectivas convenientes para un grupo, par-
tido o Estado, parte de la acumulación de las formas de capital.
196
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
Al tener en cuenta que las expresiones, productos y servicios
culturales pueden instrumentalizarse en la política, tanto inter-
na como internacional, es posible inferir que el turismo cultural
también participa en la generación de narrativas que serán utiliza-
das en benecio de uno o varios intereses. De lo anterior también
deriva su importancia y vinculación con la disciplina de las Rela-
ciones Internacionales, donde participan actores gubernamenta-
les, intergubernamentales, actores del sector privado e individuos.
Concerniente a la generación de narrativas a través del turismo
cultural, las cuales trascienden fronteras dependiendo del público
al que se encuentren dirigidas, estas no son generadas únicamente
por los gobiernos de los Estados, sino por la misma población que
construye y reproduce sus propias expresiones, su propia cultura.
Además, con la difusión de las narrativas, es posible la generación
de lazos solidarios, convenios y fundación de asociaciones.
Este turismo impacta primordialmente en las cosmovisiones
de los visitantes, pues más allá de construirse un entendimien-
to del otro, reformula sus nociones y conocimientos previos. Por
ejemplo, cuando un sujeto viaja a un país del Medio Oriente,
puede (o no) deconstruir los imaginarios que concebía a partir de
la visualización de noticieros orientalistas
2
y dar cuenta que este
país se constituye por mucho más que terrorismo, radicalismo,
islam, opresión, etc. Suceda o no, esta industria cultural, así como
otros medios, abre la posibilidad de cuestionar ideas preconcebi-
das y estereotipos. Conduce, de igual forma, a la apertura de otro
tipo de consumo de bienes y servicios alternos a los producidos en
los centros de poder.
Dentro de las Relaciones Internacionales como objeto de estu-
dio, se producen dinámicas de dominación y resistencias –siem-
pre relacionales– en los diferentes ámbitos (político, económico,
militar, cultural) y niveles (internacional, regional, local o glo-
cal
3
). Las representaciones artísticas y culturales no salen de estas
dinámicas, ni en su proceso de producción y difusión y tampoco
2
Véase la obra Orientalism, de Edward Said.
3
Por glocal se entiende la incidencia de actos locales en el plano internacional o global.
197
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
en su contenido simbólico. Mientras existen bienes y servicios
culturales que perpetúan un statu quo, otros más critican y resis-
ten este sistema caracterizado por distribuir las formas de capital
de manera desigual.
Por resistencia a través de estos bienes y servicios hay que en-
tenderla como la expresión materializada y práctica simbólica que
tiene como intención primordial contrarrestar las relaciones des-
iguales de poder y la injusticia social (Hernández, 2020, p. 36),
señalando que tales prácticas de resistencia no se originan fuera
del poder, sino que
Los puntos de resistencia están presentes en todas partes den-
tro de la red de poder [] Las resistencias también, pues, están
distribuidas de manera irregular: los puntos los nudos, los focos
de resistencia se hallan diseminados con más o menos densidad
en el tiempo y en el espacio, llevando a lo alto a veces grupos o
individuos de manera denitiva, encendiendo algunos puntos
del cuerpo, ciertos momentos de la vida, determinados tipos de
comportamiento (Foucault, 1998, p. 57).
La visibilidad y el impacto de estas formas de resistencia de-
pende, en cierto grado también, de la acumulación de capital en
sus diferentes formas; primordialmente, de capital simbólico, cul-
tural y social, más que incluso el capital económico, aunque este
último permite mayor difusión de los proyectos culturales.
Finalmente, ha de destacarse que, gracias a las modicaciones
en los procesos de produccn y la inclusión de avances tecnoló-
gicos en estos, las industrias culturales también se han transfor-
mado. En la actualidad, las principales industrias culturales han
digitalizado sus producciones para lograr un mayor alcance en el
mercado.
Un cambio notable fue la reproducción digital para varie-
dad de soportes. Elaborar mediante el sistema digital cualquier
producto permite situarlo en un soporte intangible y luego re-
producirlo también en medios físicos como el papel, el video, la
198
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
película fotográca. Es decir, que la misma obra puede adquirir
materialidad en todas las modalidades existentes (Toussaint,
mayo 2010-enero 2011, p. 51).
Para el caso del turismo cultural la transición de lo enteramen-
te material a lo digital también tuvo repercusiones importantes.
Por ejemplo, las obras del pintor palestino Ismail Shammout se
encuentran digitalizadas y disponibles para su visualización en
un sitio ocial,
4
así como las de otros pintores y escultores.
También, hay museos, ciudades y galerías que pueden ser visita-
dos mediante plataformas que hacen uso de la realidad virtual (RV)
y la realidad aumentada. De igual forma, en el caso de la industria
musical, es posible acceder a la mayoría de la música producida en
diferentes partes del mundo a través de plataformas como YouTube
y de streaming como Spotify. En concreto, en Medio Oriente, la pla-
taforma de música mayormente utilizada es Anghami, que cuenta
con más de 70 millones de usuarios (Schaer, 2021).
La Ocupación Israelí y el Turismo Cultural de Palestina
Si bien se pensaría que Palestina es un destino que, debido al
conicto y la ocupación que experimenta bajo el yugo de Israel,
carece completamente de visitas turísticas, la realidad es que di-
versas ciudades palestinas son el destino principal para turistas
provenientes de diversas partes del mundo. Se trata primordial-
mente de un turismo cultural con el que los visitantes buscan co-
nocer tanto los sitios denominados Patrimonio Mundial, como
otros lugares icónicos que se encuentran dentro del territorio, así
como asistir a una serie de museos emblemáticos y propios de la
sociedad palestina. Sin embargo, la ocupación israelí ha afectado
profundamente este sector, el cual también ha sido apropiado por
la potencia ocupante; ha habido “una competencia cada vez ma-
yor de la industria del turismo israelí y se impusieron restricciones
físicas, institucionales y nancieras al turismo palestino” (Isaac,
Hall & Higgins-Desbiolles, 2016, p. 15).
4
ase Ismail Shammout Website http://ismail-shammout.com/
199
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
A partir de la Nakba las representaciones artísticas y cultu-
rales palestinas han sido producidas en torno a este proceso, al
proyecto de colonización israelí, caracterizándose principalmen-
te por representar la experiencia de la población palestina en re-
lación con las prácticas de dominación que impone el gobierno
israe. Además, resalta elementos culturales que la identican y,
a su vez, diferencian de otras poblaciones. Sumado a esto, las ex-
presiones culturales palestinas han sido resignicada y vuelta un
instrumento de resistencia política y cultural frente a la potencia
ocupante: las obras, en su mayoría, tienen cargas de signicación
que engloban una postura en contra del sistema y prácticas que
les oprimen.
Para contextualizar de forma breve el conicto y la ocupación
israelí en Palestina, esto tiene su origen desde principios del siglo
XX, con las crecientes tensiones por la negativa al reconocimien-
to de un Estado palestino frente a la presión del Movimiento Sio-
nista Internacional que había establecido su proyecto nacional en
territorio palestino, y cuyo avance se intensicó con las aliyot u
olas de inmigración judía a la Palestina histórica.
Con el nal de la Segunda Guerra Mundial, el foco de aten-
ción de la comunidad internacional se situó sobre el desplaza-
miento de millones de judíos que huyeron de Europa, y que ha-
brían de encontrar un nuevo “hogar nacional” en Palestina, según
el Plan de Partición de 1947 elaborado y únicamente propuesto
(sin carácter vinculante) por la Asamblea General (
AG) de la re-
cientemente fundada
ONU.
Según la Resolución 181 de la AG, en Palestina se proponía
la creación de dos Estados: uno judío y otro palestino, vinculados
por una unión económica. Además, la jurisdicción de Jerusalén
(Al-Quds) y sus alrededores se les atribuiría un “status internacio-
nal”. De acuerdo con el Plan de Partición, el Estado judío habría
de ocupar 56% del territorio con sus 499 mil habitantes judíos y
510 mil árabes, mientras que el “Estado árabe” habría de ocupar
43% del territorio con 747 mil árabes y 100 mil judíos (Natanel,
2016, p. 53). Lógicamente la oposición palestina se hizo pública
y las tensiones se agudizaron.
200
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
Posterior a esto, la elite sionista fundó el “Estado de Israel” el
14 de abril de 1948, y con este evento se sembró la discordia entre
aquel grupo y los países árabes inmediatos, principalmente Siria,
Egipto, Jordania e Iraq. Los primeros enfrentamientos entre los
nuevos ocupantes y los ejércitos de los países árabes dieron inicio
al conicto árabe-israelí, y con ellos iniciaron una serie de eta-
pas del éxodo de la población palestina (1948, 1958, 1967, 1971,
1973, 1982, 2010, 2014), marcada por la Nakba, símbolo de la
memoria histórica colectiva que alimenta al movimiento de resis-
tencia palestina hasta la fecha.
A partir del libramiento de hostilidades en la región, la élite
israelí y sus aparatos estatales han construido las condiciones para
el establecimiento de “asentamientos, que dan lugar a una conti-
nua apropiación territorial de Palestina contra los principios del
derecho internacional y la observancia de la comunidad interna-
cional. Por ejemplo, en 1983 Cisjordania contenía 28,290 habi-
tantes en los asentamientos, mientras que en la Franja de Gaza
vivían 800. Esta cantidad se elevó a 234,487 en Cisjordania,
182,243 en Jerusan Oriental y 8 mil en Gaza (Kumaraswamy,
2006, p. 130).
La Nakba (catástrofe) no fue el único evento que signicó el
despojo de miles de palestinas y palestinos. Durante la Guerra de
los Seis Días de 20167, el ejército israelí ocupó más territorio pa-
lestino, pero también egipcio y libanés y junto con ello, forzó el
desplazamiento de más palestinos; evento conocido como Nak-
sa (retroceso). El avance territorial de Israel continuó al tiempo
que los tratos violentos y discriminatorios. Frente a ello, una serie
de levantamientos se han desarrollado, entre los que destacan la
Primera Intifada en 1987 y la Intifada Al-Aqsa en 2000, la Gran
Marcha del Retorno de 2018 a 2019 y las recientes manifestacio-
nes en varias ciudades palestinas, incluyendo Al-uds y ciudades
dentro de las fronteras israelíes.
La ocupación israelí se ha llevado a cabo de manera multifacé-
tica, ya que no solo actúan de manera directa ocupando el terri-
torio palestino a través ataques y prácticas violentas —privación
de servicios, sistemas de checkpoints, parcelación de territorio me-
201
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
diante asentamientos ilegales, discriminación y privación de de-
rechos y servicios de salud— o mediante acuerdos en marcos de
negociación que notablemente favorecen al gobierno israelí, sino
que se ha valido de otros medios para negar la existencia de una
Palestina anterior a 1948; ha intentado apropiarse de elementos
culturales palestinos y en general árabes, con el propósito de jus-
ticar sus asentamientos.
Un ejemplo, es la confección de la kuyah con la estrella de
David y diferentes colores, siendo esta prenda –concretamente
la blanca con negro– un elemento árabe resignicado como un
símbolo de la lucha palestina a partir de su utilización por Yasser
Arafat. De igual forma, la apropiación de la gastronomía palesti-
na, y en general árabe, por parte de Israel ha sido notoria, inclu-
sive en México, donde en la Feria Internacional de las Culturas
Amigas, el stand israelí ha ofrecido platillos tradicionales árabes
como israelíes. En estas acciones la violencia simbólica es signi-
cativa, ya que vienen acompañadas de discursos que niegan las
identidades palestinas a partir del enaltecimiento de las israelíes
para instaurar sus narrativas al exterior.
Frente a estas prácticas, la ANP ha desarrollado, junto con
organismos internacionales, políticas dirigidas al exterior que
logren dar reconocimiento al Estado Palestino. Algunos grupos
que se han formado como Hamás, y otras facciones armadas, re-
curren a la resistencia a través del uso de la violencia –no compa-
rándose con el nivel de violencia que ejército israelí implementa.
Sin embargo, otros palestinos han optado por formas de resisten-
cia y lucha no violentas: propagando boicots ecomicos contra
empresas israelíes, boicots de eventos culturales y deportivos,
5
me-
diante productos y eventos culturales como los son el cine, obras
de teatro, música, cine, exposiciones pictóricas y esculturales.
Así como las condiciones espacio-temporales tienen un impac-
to en las representaciones artísticas y culturales de una sociedad
5
Cancelación, por ejemplo, de partidos de fútbol, como el partido que se llevaría a
cabo en Tel Aviv donde jugaría el equipo de Argentina e Israel a principios de 2018.
El equipo argentino emitió un comunicado en el que declaró su rechazo a las prácti-
cas y ataques que el ejército israelí arremete contra los palestinos.
202
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
determinada, estas expresiones construyen constantemente las rea-
lidades y los marcos de signicación de los sujetos que la habitan, es
decir, moldean percepciones en relación con la materialidad.
El conicto y la ocupación israelí entonces, son el principal
factor por el que el turismo cultural de Palestina ha tomado una
característica singular. Y es que desde 1948 el pueblo palestino
se enfrentó a un proceso de ocupación y desplazamiento forzado
que, además de provocar una crisis humanitaria, ha signicado
la diáspora más grande del mundo. Tan solo en 2017 había más
de 3.4 millones de refugiados palestinos en Siria, Jordania y Lí-
bano (Palestinian Central Bureau of Statistics, 2017). Frente a
tal situación, se ha desenvuelto una serie de industrias culturales
localizadas en otros países de Europa y América. Esta reubicación
no se traduce en que dejen de ser industrias propias de Palestina,
sino, por el contrario, refuerza su origen y su pertenencia.
Con este panorama, es imprescindible presentar cómo se en-
cuentra compuesto el turismo cultural en cuestión, a partir de las
ideas presentadas en el apartado anterior. En la actualidad, Pales-
tina cuenta con tres sitios declarados como Patrimonio Mundial.
Estos lugares son visitados por un gran número de turistas. En
efecto, durante la primera mitad de 2017 se registró la entrada
de 630 mil turistas extranjeros (Gilad, 2017), siendo estos sitios
los principales destinos. Asimismo, existen expresiones artísticas
consideradas como Patrimonio Cultural Inmaterial y una serie
de inscripciones de sitios a la espera de ser igualmente incluida
dentro de estas listas.
Palestina comenzó a formar parte de la
UNESCO en 2011
(
UNESCO, 2019c), por lo que el primer sitio declarado como Pa-
trimonio Mundial fue El lugar de nacimiento de Jesús: la Iglesia
de la Natividad y la ruta de peregrinaje en Belén, siendo así un
bien cultural inscrito en 2012. Este sitio no solo incluye la Iglesia
de la Natividad, sino una serie de conventos, iglesias, jardines y
rutas de los alrededores (
UNESCO, 2019d). Todos cuentan con la
protección y nanciamiento para su mantenimiento. Aunque en
la actualidad se considera un lugar seguro, en 2012 este sitio fue
considerado peligroso a causa del conicto y ocupación.
203
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
El segundo sitio Patrimonio Mundial dentro del territorio
palestino es La Tierra de los olivares y viñas, siendo también un
bien cultural inscrito en 2014 y, de igual manera, se encuentra en
el listado de sitios en peligro, por el conicto. Este lugar está ubi-
cado en Cisjordania cerca del pueblo de Battir (
UNESCO, 2019e)
y es una zona donde además se realizan actividades agrícolas por
ser de los pocos lugares fértiles en territorio palestino, y donde se
utiliza un sistema de riego tradicional. El tercer sitio inscrito en
2014 como Patrimonio Mundial perteneciente a Palestina es la
Ciudad vieja de Hebrón/Al Khalil, un bien cultural importante
históricamente para el cristianismo, judaísmo e islam, el cual se
encuentra en peligro desde 2017 (
UNESCO, 2019f).
Además, existe una lista de lugares que han sido nominados
para ser declarados Patrimonio Mundial. Ello signica la protec-
ción de estos territorios y el reconocimiento de estos como parte
de Palestina. En este sentido, aquí recae uno de los puntos funda-
mentales del turismo cultural en la esfera política. Entre los sitios
propuestos, se encuentran: Antiguo Jericó: Tell es-Sultan (cultu-
ral); Monte Gerizim y los Samaritanos (cultural); umrán: Cue-
vas y Monasterios de los Pergaminos del Mar Muerto (cultural);
El Bariyah: desierto con monasterios (cultural); Ciudad vieja de
Nablus y sus alrededores (cultural); Tell Umm el-Amr (cultural);
y los Bosques de Umm Al-Rihan (natural) (
UNESCO, 2019g).
Además de los sitios declarados Patrimonio Mundial, Pa-
lestina cuenta con la aceptación de La hikaye como patrimonio
cultural inmaterial. La hikaye es la práctica de narrar cuentos e
historias tradicionales. uienes las narran son principalmente las
mujeres a los niños, en las que se mezclan perspectivas de las coti-
dianeidades de las mujeres, las memorias individuales y colectivas
y cciones. En estas narraciones se utiliza el árabe dialectal pales-
tino o árabe levantino.
La hikaye es un bien inscrito en 2008 que no solo se reprodu-
ce y preserva dentro de Palestina y los territorios ocupados, sino
también al exterior ya que, como se mencionó con anterioridad,
existe una diáspora inmensa de población palestina.La hikaye es
en términos generales la jreyye palestina, pues es la tradición oral
204
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
también producida y reproducida por las mujeres. Esta reproduc-
ción debe separarse de la idea de replicación, ya que en cada narra-
ción se abre la posibilidad a realizar variaciones.
Por otro lado, existen diversos museos, galerías y fundaciones
que componen el turismo cultural palestino ubicados en Pales-
tina y alrededor del mundo. Sin embargo, en estas líneas se hace
mención únicamente a los museos y fundaciones con mayor visi-
bilidad, aclarando que los demás no son menos importantes, sino
que forman parte de una red de espacios en los que se representa
y enuncia a la población palestina —con sus diferencias y diver-
sidades—, lo que pretenden comunicar para sí mismos y para los
sujetos ajenos a su contexto histórico.
Al hablar del museo y la fundación Mahmoud Darwish, es
menester enunciar quién fue ese ser humano que se convirtió en
un ícono nacional de la resistencia y la lucha para la liberación de
Palestina. Darwish fue un poeta palestino nacido en Al-Birwa,
Galilea (aldea que se encontraba ubicada al norte del territorio
palestino y destruida en 1948 por el ejército israelí) en 1941 (Poe-
try Foundation, 2021). Él experimentó el inicio de la Nakba (ca-
strofe), y migró forzado con su familia a un campo de refugiados
en Líbano. Posteriormente, se desplazó a Rusia, Francia, Túnez y
Egipto, para regresar a Palestina y compartir sus conocimientos.
En 1960 fue arrestado por el gobierno israelí, por su poesía y acti-
vidad política (Poetry Foundation, 2021), pues su poesía y prosa
giró en torno a la denuncia de la ocupación israelí, el retorno de
los refugiados y la persistencia de la lucha palestina.
El Museo Mahmoud Darwish que se ubica en Ramallah y fue
creado en conmemoración al poeta. Es un espacio que contiene
escritos, archivos y literatura de Darwish, y tiene el propósito
de promover los valores que le distinguieron durante su vida “el
amor que tenía por su patria, el profundo respeto por la digni-
dad humana y su total veneración a la vida” (Mahmoud Darwish
Foundation, s.f. a). El museo ha fungido como un lugar en el que
se muestra la cultura palestina y se ha visibilizado la ocupación,
además de ser inspiración, tanto para artistas contemporáneos
como para la población en general.
205
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
Cabe destacar que el museo no se limita a presentar las obras
literarias del poeta Mahmoud Darwish, sino incluye exposiciones
de otros artistas árabes. El museo proporciona una avenida para
que los palestinos presenten sus creaciones intelectuales, literarias
y artísticas al público palestino. También espera ser un puente en-
tre las diferentes culturas de la región al hospedar a los principales
innovadores y brindar al público palestino la oportunidad de ver
las producciones intelectuales y culturales más destacadas de los
árabes creativos, y ofrecer un foro de diálogo con los artistas lo-
cales (Mahmoud Darwish Foundation, s.f. a). Aunado a ello, se
cuenta con un recorrido virtual del museo, lo que permite acercar
al público a las exposiciones permanentes y algunas temporales,
sin la necesidad de visitar Palestina. De igual manera, se exhibe
un recorrido 3D de lo que fue la aldea Al-Birwa, rearmando la
existencia de un pueblo que habitaba el lugar y no un territorio
vacío en el que los israelíes simplemente se asentaron.
En lo que concierte a la Fundación Mahmoud Darwish, esta
se estableció en 2008 (año en que falleció el poeta) por decreto
presidencial, con el objetivo de salvaguardar el legado intelectual
y literario de Mahmoud Darwish, organizar y fomentar activi-
dades culturales, humanitarias y de caridad (Mahmoud Darwi-
sh Foundation, s.f. b). La Fundación hananciado exposiciones
temporales de artistas palestinos y las ha presentado en su museo.
Sus recursos provienen de un apoyo gubernamental de la Auto-
ridad Nacional Palestina, donaciones y subsidios, y ganancias a
partir de proyectos y actividades conducidas por la misma funda-
ción (Mahmoud Darwish Foundation, s.f. b).
Como parte de esta Fundación, se organiza el e Mahmoud
Darwish Award for Creativity, el cual es un premio anual que
se otorga a “palestinos creativos, árabes o internacionales, cuya
producción contiene valores artísticos, culturales, nacionales y
humanitarios. Tambn se puede otorgar a instituciones y orga-
nizaciones culturales dignas de ello” (Mahmoud Darwish Foun-
dation. s.f. c).
El premio consiste en una placa de reconocimiento por la Fun-
dación, un certicado rmado por el presidente de la Autoridad
206
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
Nacional Palestina y una recompensa monetaria equivalente a 25
mil dólares para cada ganador (Mahmoud Darwish Foundation.
s.f. c). Este galardón resulta un incentivo, tanto para artistas pa-
lestinos como internacionales, que representen los valores que la
Fundación y el Museo pretenden difundir. Asimismo, este evento
tiene un trasfondo simbólico dentro de las industrias culturales,
ya que posee la capacidad de determinar qué obras son premia-
das; en otras palabras, concentran un capital cultural institucio-
nalizado, es decir, se ha construido un espacio de acumulación de
capital cultural y simbólico, en términos de Pierre Bourdieu (2011,
p. 209).
Otro organismo que promueve los eventos culturales palesti-
nos y aporta al turismo de este tipo es la Fundación A.M. Qat-
tan, la cual es una organización sin nes de lucro instaurada en
1993 en Reino Unido, pero con sede actual en Palestina a par-
tir de 1998 (A M Qattan Foundation, 2021). Sus actividades se
desarrollan principalmente dentro del territorio palestino y, en
menor medida, en Líbano y Reino Unido. La Fundación pro-
mueve programas de cultura y arte, programas de investigación y
desarrollo y programas educativos dirigidos a los niños en Gaza.
Sus recursos provienen de donaciones, pero principalmente, de
recursos proporcionados por la familia Al-Qattan, a partir de la
actividad política y humanitaria de Abdel Mohsin Al-Qattan, un
politólogo y empresario palestino nacido en Jaa (A M Qattan
Foundation, 2021) quien, al igual que Darwish, experimentó el
proceso de desposesn y colonización de Palestina.
Continuando con los museos, el Museo Palestino fue inau-
gurado en 2016 y se ubica en Birzeit, al norte de Jerusalén (Al-
Quds). Su construcción fue nanciada por la Welfare Association
y la Universidad de Birzeit (e Palestinian Museum, s.f.). Las ac-
tividades del museo se desarrollan con el propósito de promover
la cultura palestina a nivel internacional y funge como un espacio
de concentración de expresiones artísticas que aportan a la pro-
ducción de historias sobre Palestina. Asimismo, cuenta con expo-
siciones permanentes y exposiciones temporales de artistas pales-
tinos, y la comprenden “sus colecciones digitales y plataformas en
207
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
nea, junto con su red de asociaciones locales e internacionales,
para compartir habilidades, recursos, programas y exhibiciones
con individuos e instituciones de todo el mundo” (e Palesti-
nian Museum, s.f.).
Son más sitios los que, a pesar de no encontrarse inscritos por
la
UNESCO, ni en un listado, son atracciones turísticas importan-
tes. Alrededor de estos lugares que sobresalen por su trascendencia
social, religiosa y simbólica, se concentran actividades que bene-
cian a la población local, como la produccn y venta de artesanías,
servicios de guía, hospedaje, restaurantes, entre otros (Figura 1).
Figura 1. Atracciones turísticas en Palestina
Fuente: e Portland Trust (2013).
Ya se ha mencionado que las expresiones culturales palestinas no
se localizan únicamente dentro de los territorios o incluso en los
países de Medio Oriente donde existen campos de refugiados pa-
lestinos. La existencia de una diáspora cuantiosa no ha implicado
un abandono o pérdida de las identidades palestinas y vínculos
que les unen con su tierra. De hecho, son cientos de exposiciones
y museos dedicados a exhibir obras artísticas de palestinos y sobre
la ocupación israelí, dando a conocer al exterior este femeno
colonial. Se trata, por lo tanto, de una relocalización del turismo
cultural palestino.
208
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
Entre los cientos de museos y recintos donde se exhiben expo-
siciones de arte palestino, se encuentran: e Palestine Museum
US, en Connecticut, Estados Unidos; el Museo de Soursok, Lí-
bano; los Salones Parroquiales de la Iglesia Ortodoxa de la Dor-
mición de la Santísima Virgen María de Viña del Mar con la ex-
posición temporal en 2017 “Palestina desde Chile; la Casa de la
Cultura de La Cisterna, Chile, con la exposicn “Con Palestina
en el Corazón, entre otras.
Todos estos recintos culturales y exposiciones poseen la caracte-
rística común de contar claramente con la organización y colabora-
ción de artistas palestinos y en el caso de las exposiciones chilenas,
ha concurrido una colaboración directa entre los recitos, las comu-
nidades palestinas y representantes diplomáticos de Palestina.
La resistencia política y cultural a través del turismo cultural
palestino
La ocupación israelí en Palestina ha sido tergiversada con muchas
narrativas a favor de Israel, que modican los hechos ocurridos
a lo largo de la historia. Por ejemplo, se ha creado el imaginario
colectivo de que este fenómeno se trata de una disputa religiosa,
una guerra, un conicto simétrico, donde judíos y musulmanes
pelean por imponer sus ideales espirituales; cuando, por el con-
trario, se ha tratado de un proceso inacabado de colonización,
apartheid, limpieza étnica y ocupación militar.
Como respuesta a ello, otros actores no estatales, y con la uti-
lización de medios alternos, han evocado y difundido los sucesos
a partir de las experiencias vividas o contadas dentro de este fe-
meno asimétrico. Es el caso de los artistas palestinos, quienes de
manera conjunta con instituciones o mediante actividades inde-
pendientes, han mostrado sus propias narrativas de lo que ha sido
este conicto.
La resistencia palestina a través de las industrias culturales ha
abarcado cuatro ejes temáticos: el de la conmemoración, la for-
mación de una identidad nacional palestina —el reconocimiento
de las diferencias y la búsqueda de unir a los palestinos por una
misma causa—, la confrontación y la determinación de la forma-
209
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
ción de un Estado de Palestina aunomo, con la posesión de, al
menos, el territorio con que se contaba después de la Guerra de
los Seis Días de 1967. En este sentido, el turismo cultural pales-
tino es trascendental para esta resistencia de narrativas, pues los
museos (palestinos o externos) se han convertido en espacios de
interlocución entre los artistas palestinos y sujetos externos. Asi-
mismo, la declaración de sitios como Patrimonio Mundial tiene
una utilidad en favor de la defensa del territorio palestino, aun
con sus limitantes.
Con respecto a la conmemoración y utopía del logro de un
Estado palestino, aquí reside la importancia del sostenimiento
de contra-narrativas históricas que desmienten los discursos de
los israelíes sionistas. Verbalizar o plasmar un suceso histórico ha
implicado sostener y reforzar un discurso, se trata de un discurso
enunciado por los palestinos y no por intermediarios como me-
dios de difusión masiva occidentales, historiadores con visiones
orientalistas, gobiernos ajenos, entre otros. De modo que a quie-
nes corresponde contar su historia en este caso, es a los propios
palestinos, así como expresar sus objetivos comunes que compa-
ginan en el establecimiento de un Estado libre, soberano y pací-
co. Contar su historia, sus versiones de los hechos, que, aunque
no sean completamente objetivas, sí son representativas. En esto
radica una parte de la resistencia política y cultural, pues se di-
funden versiones y datos que no son documentados en la historia
ocial del fenómeno.
La hikaye y la jreyye tienen una función activa en esta resis-
tencia, tanto por la rememoración de eventos históricos combi-
nados con cción —lo que no signica que contenga mentiras
sino construcciones simbólicas—, como por la preservación de la
cultura y la capacidad de autoenunciación:
[] para el pueblo palestino el estudio y la recuperación de su
tradición en el sentido más amplio, y de su literatura en parti-
cular, adquieren un signicado especial, convirtiéndose en una
necesidad nacional y en otra forma de lucha. Y en cierto senti-
do, la continuidad de estas tradiciones, entre ellas la literatura,
210
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
signicará la continuidad de la sociedad misma, de su legado
cultural, valores e identidad nacional (Rabadán, 2003, p. 23).
Así mismo, aunque la UNESCO y otros organismos categori-
zan sitios y expresiones como patrimonio cultural o natural. Re-
sulta vital retomar este proceso viniendo del pueblo palestino. En
efecto, “la obra de tradición oral no puede considerarse patrimo-
nio literario de la comunidad en el momento en que es creada, sino
cuando la comunidad la acepta como parte de sí misma al tener en
cuenta los valores estéticos colectivos” (Rabadán, 2003, p. 17). En
ese momento su preservación atraviesa por dos etapas: la memoria
y la ejecución. En esta segunda fase se realizan las variaciones.
Dentro de la jreyye existen diversos géneros literarios que con-
tienen por sí mismos la inuencia de civilizaciones antiguas que
lejos de ser negadas y olvidadas, han sido resignicadas. Las fun-
ciones sociales originales de la hikaye y jreyye son en realidad el
entretenimiento y diversn; la transmisión de valores culturales,
religiosos y de cosmovisiones (Rabadán, 2003, p. 49), recordando
los preceptos del constructivismo en relación con las ideas e identi-
dades. Pero se habla de estas tradiciones orales como formas de re-
sistencia política y cultural porque enuncia un pueblo amenazado
y acechado por la potencia israelí, y porque resiste los conocimien-
tos y vías para su alcance construidos desde otros centros de poder
orientalistas, escritos y donde los hombres protagonizan.
La existencia de la diáspora palestina y los problemas que de
ello se derivan, la preservación de las identidades palestinas es un
proceso que se traduce en actividades y esfuerzos cotidianos. En-
tonces ¿cómo lograr que la mujer que habita en Reino Unido, de
padre antes refugiado en Tpoli, y de madre que huyó de Haifa
por la invasión israelí, sienta pertenecer a Palestina? Las produc-
ciones y eventos culturales pueden ser una respuesta.
Claro está que no existe una identidad palestina homogénea,
pues hay diferentes matices que se resaltan en una población. Por
ejemplo, la población que habita Cisjordania podría (o no) identi-
carse mayormente con expresiones artísticas que aborden temas
relacionados con su entorno, como la política de la Autoridad
211
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
Nacional Palestina (ANP) o la convivencia con israelíes; mientras
que los palestinos que habitan Gaza podrían rechazar a la
ANP y
poseer un sentimiento de pertenencia con Hamás.
Hay que reconocer, sin embargo, que la identidad palestina
o identidades palestinas se han reproducido en su relación con
la ocupación. Han adecuado su sentimiento de pertenencia, en
tanto se diferencian del otro (el israelí) que les ataca y violenta. Su
auto-reconocimiento y enunciación inere per se, una resistencia
cultural frente a un Israel que no cesa de negar al pueblo palestino.
Retomando la relocalización de galerías y museos que contienen
obras de artistas palestinos en varias ciudades del mundo, los cuales
fungen como espacios de interlocución en los que es posible tener
contacto con las perspectivas de la personas palestinas, también se
sostiene que estos son lugares en los que sus connacionales pueden
observar y forjar lazos y sentimientos de pertenencia o identidades.
La visibilización del conicto y la ocupación a través del arte
que se encuentra en estas galerías y museos, permite en diversos
casos, la concientización acerca de este. Evoca afectos que tienen
un impacto social. En otras palabras, el espectador que descono-
cía el femeno puede utilizar su capacidad de agencia para reali-
zar alguna aportación individual o colectiva a la causa palestina.
La conmemoración de los hechos contados desde una posición
personal (sin pretender ser neutral) evita la reproducción de na-
rrativas hegemónicas que favorezcan la ocupación.
Debe recordarse que también hay museos, galerías y otros
espacios que reproducen formas de dominación, colonización,
colonialismo y otras nociones opresivas. Promueven la apropia-
ción cultural y la difusión de narrativas ocialistas que justican
sus acciones mediante la imposición de ideas consensuadas que
ineren su superioridad cultural sobre otro grupo. Para ejempli-
car esta situación, con la existencia de museos estadounidenses
y europeos que contienen piezas de otras partes del mundo, tras-
ladadas desde la época de la colonización, se pueden contrarres-
tar estas dinámicas a través del forjamiento de visiones críticas,
y promoviendo eventos culturales o exposiciones organizadas y
desarrolladas por palestinos.
212
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
Alejandra Gómez Colorado presentó en Pensar Palestina des-
de el Sur Global (2017) un artículo sobre la preservación de una
colección de indumentaria tradicional de Palestina, y sostenía
que “los trajes tradicionales de Palestina guardan y resguardan
la memoria e identidad del pueblo palestino al abrigar objetos y
testimonios de las mujeres que los utilizaron años atrás” (p. 95).
Los bordados de estos trajes contienen paisajes de lo que era Pa-
lestina antes de la ocupación, y rearman su existencia. Alejandra
Gómez arma que:
La urdimbre, tal como otras formas de arte, debe verse como un
texto útil que no solo preserva la identidad y las costumbres del
pueblo palestino, principalmente el de la mujer, sino también
como una forma de resistencia cultural y recuperación del tejido
social ante una serie de prácticas de invisibilidad y deshumani-
zación que ha impulsado Israel en cada intervención militar en
estas tierras (2017, p. 109).
Por ello es importante el acercamiento con las expresiones
culturales palestinas que se presentan en exposiciones temporales
físicas o en línea. Ya se mencionó que la resistencia política se ge-
nera cuando los interlocutores conocen las contra-narrativas pa-
lestinas y se forman lazos solidarios que se traducen en esfuerzos
e iniciativas sociales, académicas y políticas.
Como componente del turismo cultural, la declaración de
sitios como Patrimonio Mundial ha sido una vía institucional
igualmente instrumentalizada para resistir y evitar que los asen-
tamientos israelíes continúen extendiéndose por territorio pa-
lestino. Cuando un sitio es declarado Patrimonio Mundial, es
protegido y se le proporciona mantenimiento, por lo que a mayor
inscripción de sitios en este listado “a nombre” de Palestina, im-
plica su protección y actuación a nivel internacional en caso de
invasión.
Si bien, tres sitios dentro de Palestina han sido declarados Pa-
trimonio Mundial y una práctica declarada Patrimonio Mundial
Inmaterial, es necesario destacar que el gobierno israelí ha apro-
213
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
vechó este programa para legitimar la apropiación de territorio
originalmente perteneciente a Palestina, registrando nueve sitios.
Tal es el caso de las ciudades de Galilea y el Muro de los Lamentos.
De igual forma, desde enero de 2019 Israel y Estados Unidos de
Arica se retiraron de la
UNESCO, alegando que “la institucn
tiene un ‘sesgo antisraelí’” (DW, 2019) por declarar sitios como pa-
trimonio cultural administrado por la
ANP y pronunciarse a favor
de Palestina. Tales acciones se han traducido en la disminución de
los recursos de la organización, así como la renuencia a respetar los
territorios palestinos y sus herencias culturales.
Aunado a estos retos y obstáculos, es necesario considerar
que el turismo en general debe desarrollarse bajo los preceptos
de justicia y solidaridad, de lo contrario generaría más proble-
mas económicos y sociales entre la población palestina, como
la profundización de la desigualdad ecomica, la explotación
estructural, contaminación del medio ambiente, la marginaliza-
ción de comunidades y precarización laboral (Kassis, Solomon &
Higgins-Desbiolles, 2015, p. 37). Un turismo justo y solidario es
ético y equitativo, construye lazos solidarios entre los visitantes
y los visitados, promueve un entendimiento mutuo, igualitario
y respetuoso; apoya la autosuciencia y la autodeterminación de
las comunidades locales y la maximización de benecios locales
de tipo ecomico, cultural y social (Kassis, Solomon & Hig-
ging-Desbiolles, 2015, p. 39).
Reexiones nales
En síntesis, el turismo cultural palestino es una industria sui ge-
neris, ya que se ha reubicado en diferentes ciudades del mundo,
debido a las condiciones históricas que ha atravesado la población
palestina dentro y fuera del Estado palestino. Incluye la visita a los
sitios declarados por la
UNESCO como patrimonio mundial, a
como a los museos y galerías que enfocan su actividad en presen-
tar exposiciones y eventos culturales sobre la cultura palestina. En
este sector turístico participan organizaciones intergubernamen-
tales, gobiernos, artistas y sectores privados.
214
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
Del mismo modo, es una industria que concentra espacios de
interlocución para visibilizar la ocupación israelí en Palestina y
para difundir la cultura del pueblo palestino. Constituye una re-
sistencia política, en tanto distribuye contra-narrativas que des-
mienten las versiones presentadas por Israel y actores sionistas,
coadyuvando así en la concientización y participación de agen-
tes alrededor del mundo a favor de la causa palestina. Conforma
también, una resistencia cultural, ya que, a través de la difusión su
cultura, es posible que la diáspora palestina genere acercamientos
con su ascendencia y se evite la pérdida de la memoria colectiva y
prácticas culturales.
Sin duda, además de que esta industria otorga benecios eco-
micos para el pueblo palestino, se ha conformado como un
sector que protege no solo al territorio palestino, sino a sus ex-
presiones culturales frente a un proceso de apropiación simbólica
israe. De igual manera, se presentan retos, pues es indiscutible
que este turismo cultural sea sustentable, solidario y equitativo
para que resulte benéco hacia un mayor número de palestinos.
Un reto más que se afronta es la negativa de los gobiernos de
Estados Unidos de América e Israel a reconocer los territorios
pertenecientes a Palestina, respetarlos y no atacarlos, como re-
cientemente lo hicieron las fuerzas policiacas israelíes, dañando
junto con el complejo de Al-Aqsa en Al-uds, a miles de palesti-
nos. Frente a un panorama que resulta cada vez más desfavorece-
dor para el pueblo palestino, el elemento cultural es una vía que
puede ser aprovechada enormemente como so power para gene-
rar cambios en las decisiones e ideas tanto de individuos, como de
una comunidad internacional.
215
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
Referencias
A M Qattan Foundation. (s.f.). About Foundation. http://qattan-
foundation.org/en/qattan/about/about
Bourdieu, P. (2011). Las estrategias de la reproducción social. Siglo
XXI Editores.
Foucault, M. (1998). Historia de la sexualidad I: la oluntad del
saber. Siglo
XXI Editores.
Garduño, M. (2017). Pensar Palestina desde el Sur Global. Facul-
tad de Ciencias Políticas y Sociales-
UNAM.
Gilad, M. (2017, 12 de agosto). Palestinian Authority Tops
UN
List of Fastest-growing Tourist Destinations, Haaretz. ht-
tps://www.haaretz.com/middle-east-news/palestinians/pa-
tops-un-list-of-fastest-growing-destinations-1.5441355
Hernández, M. (2020). Las funciones de la música popular pales-
tina en la resistencia política y cultural ente a las prácticas de
dominación israelíes 2011-2018. [Tesis de licenciatura, Facul-
tad de Ciencias Políticas y Sociales-
UNAM].
Isaac, R., Hall M. & Higgins-Desbiolles, F. (2016). e politics
and Power of Tourism in Palestine. Routledge.
Kumaraswamy, P. (2006). Historical dictionary of the Arab–Is-
raeli conict, Scarecrow Press.
Mahmoud Darwish Foundation (s.f. b). Award Bylaws. http://
mahmouddarwish.ps/en/article/80000152/Award-Bylaws
Mahmoud Darwish Foundation (s.f. b). Mahmoud Darwish Foun-
dation. http://mahmouddarwish.ps/en/article/80000166/Mah-
moud-Darwish-Foundation
Mahmoud Darwish Foundation. (s.f. a). About the museum.
http://mahmouddarwish.ps/en/article/6/About-the-museum
Natanel, K. (2016). Sustaining conict: apathy and domination in
Israel-Palestine. University of California Press.
Nye, J. S. Jr. (2005). So Power: the means of success in world poli-
tics. Public Aairs.
Palestinian Central Bureau of Statistics. (2017). Number of
Registered Palestinian Refugees by Country, January 2017.
http://www.pcbs.gov.ps/Portals/_Rainbow/Documents/Re-
gistered-Refugees-by-Country-Diaspora-E-2017.html
216
E          
   / Marlene Hernández Morán
M
Pereyra, G. (2015). El estudio de la Identidad en las Relaciones
Internacionales. El constructivismo como “solución” teórica
temporal Enfoques
XXVII, 127-142.
Poetry Foundation. (2021a). Mahmoud Darwish. https://www.
poetryfoundation.org/poets/mahmoud-darwish
Rabadán, M. (2003). La jreyye palestina: literatura, mujer y ma-
ravilla. El cuento maravilloso palestino de tradición oral: estu-
dio y textos. El Colegio de México.
Schaer, M. (2021, 4 de marzo). Anghami, competidor de Spoti-
fy, cotizará en Nasdaq. Benzinga España. https://es.benzinga.
com/2021/03/04/anghami-competidor-de-spotify-cotiza-
ra-en-nasdaq/
Sierra Kobeh, M. L. (2002). Introducción al Estudio del Medio
Oriente. Del Surgimiento del Islam a la Repartición Impe-
rialista de la Zona. Facultad de Ciencias Políticas y Socia-
les-
UNAM.
S.A. (2019, 01 de enero). La retirada ocial de Israel de la Unesco
se hace efectiva hoy. Deutsche Welle. https://www.dw.com/es/
la-retirada-ocial-de-israel-de-la-unesco-se-hace-efectiva-ho-
y/a-46915988
e Portland Trust. (2013). Beyond Aid: A Palestinian Private
Sector Iniciative for Inestment, Growth and Employment.
Toussaint, F. (2010, mayo- 2011, enero). Evolución de las indus-
trias de la cultura (1980-2010).
MSHPN, 41-59.
UNCTAD. (2010). Informe sobre Economía Creativa 2010, Eco-
nomía Creativa: Una viable opción de desarrollo, Naciones
Unidas.
UNESCO. (2019a). Patrimonio Mundial. https://es.unesco.org/
themes/patrimonio-mundial
UNESCO. (2019b). Patrimonio Mundial Inmaterial. https://
es.unesco.org/themes/patrimonio-cultural-inmaterial
UNESCO. (2019c). Palestina. https://es.unesco.org/countries/palestina
UNESCO. (2019d). Birthplace of Jesus: Church of the Nativity and
the Pilgrimage Route, Bethlehem. http://whc.unesco.org/en/
list/1433/
217
Muuch’ xíimbal Caminemos juntos
Año 7 / Número 13 / ago-dic 2021 / pp. 189-217
UNESCO. (2019e). Palestine: Land of Olives and Vines – Cultural
Landscape of Southern Jerusalem, Battir. http://whc.unesco.
org/en/list/1492/
UNESCO. (2019f). Hebron/Al-Khalil Old Town. http://whc.
unesco.org/en/list/1565
UNESCO. (2019g). World Heritage List Nominations. de http://
whc.unesco.org/en/nominations/
UNESCO. (2017). Políticas para la creatividad. Guía para el de-
sarrollo de las industrias culturales y creativas. http://www.
unesco.org/new/es/culture/themes/cultural-diversity/diversi-
ty-of-%09cultural-expressions/tools/policy-guide/como-usar-
esta-guia/sobre-deniciones-%09que-se-entiende-por-indus-
trias-culturales-y-creativas/
UNESCO. (2003, 17 de octubre). Conención para la Salaguar-
dia del Patrimonio Cultural Inmaterial.
Wendt, A. (2005, 01 de marzo). La anarquía es lo que los esta-
dos hacen de ella. La construcción social de la política de po-
der. Revista Académica de Relaciones Internacionales, 1, GE-
RI-UNAM.