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R M A L: B
/ Sandra Rojo Flores
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cados intelectuales y artistas de izquierda, entre ellos el conocido
poeta fesí Abdelatif Laâbi, encarcelado de 1972 a 1980. Esta pu-
blicación representó todo un movimiento intelectual y político
que fue prácticamente desconocido o poco estudiado no solo en
el ámbito hispanófono, sino también en el propio Marruecos has-
ta la aparición, en el primer caso, del trabajo de la poeta Laura
Casielles (Casielles, 2018) y, en el segundo, unos años antes, de
Kenza Sefrioui (Sefrioui, 2013).
Otras revistas no menos importantes fueron Lamalif o Al
Asas, aunque no han corrido la misma suerte que la primera res-
pecto a su recuperación por las actuales generaciones. Asimismo,
se formó un interesante corpus de literatura carcelaria, como es el
caso de la novela de Jaouad Mdidech La chambre noir (Mdidech,
2002), llevada al cine por Hassan Benjelloun en el año 2004;
Tazmamart Cellule 1010 de Ahmed Merzouki (Merzouki,
2000); Le marié. Candide au pays de la torture del poeta Salah el
Ouadie (Ouadi, 2001), así como la extensa obra de Laâbi o Abra-
ham Sefarty entre otros, recogidos en los trabajos del investigador
marroquí Khalid Zekri (Zekri, 2011).
Respecto a las artes plásticas es imprescindible mencionar al
grupo de artistas que, reunidos en la conocida plaza Jemaa el Fna,
rmaron el “Maniesto de Marrakech” en 1965, coronado por
una exposición colectiva. Fue, en sus palabras, la primera “fuera
del marco de las misiones extranjeras” (Maraini, 1990, p. 114).
Entre estos artistas destacan el recién desaparecido pintor Mo-
hamed Melehi, así como Farid Belkahia o Mohammed Chebaa,
por mencionar los más representativos, quienes formaron además
parte activa de la revista Soues.
El cine merece una mención aparte, ya que además de que Ma-
rruecos dejó de ser un país meramente decorativo para películas
extranjeras, un sector fue conformando su propio estilo y carácter
reivindicativo cercano a América Latina. Es el caso de la apari-
ción, en 1970, de la revista Cinema 3, dirigida por Noureddine
Sail y que hacía referencia a la idea de un “tercer cine”. Esta es una
de las vías de conexión más representativas durante este período,
ya que la idea de Sail aludía abiertamente a la propuesta, en esa