La proyección  
internacional del Derecho*  
Embajador Benito Andión Sancho (S.E.M. Retirado)**  
Maestro José María Aramburu Alonso, Director de la Facultad de Derecho.  
Licenciado Miguel Ángel Torrijos Mendoza,  
Secretario Académico de la Facultad.  
Licenciado Víctor Manuel Muñoz Cervantes, Coordinador administrativo.  
Maestro Luis Mercurio Pérez Contreras,  
Jefe de Carrera de la Licenciatura en Derecho,  
Dra. María Elena Pompa Dávalos,  
Jefa de Carrera de la Licenciatura en Relaciones Internacionales.  
Distinguidas madres y padres de familia.  
Respetables maestros.  
Jóvenes mujeres y hombres estudiantes de nuevo ingreso.  
Amable auditorio.  
omo proemio a mi intervención, deseo expresar mi agradeci-  
miento al señor Director de la Facultad de Derecho, y a los  
demás funcionarios de esta Universidad La Salle, quienes me con-  
rieron el honor de invitarme a conversar con ustedes, jóvenes es-  
C
tudiantes que inician sus estudios profesionales, para reꢁexionar  
juntos sobre su futuro y las herramientas que están a su disposi-  
ción para alcanzar sus objetivos personales.  
El año próximo, se cumplirán 50 años de aquel verano de 1970  
en que me encontré en el mismo lugar que ustedes ocupan el día  
*
La Cátedra Prima de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle México se  
realizó el 26 de agosto de 2019, estuvo dirigida a alumnos y docentes de las Licenciatu-  
ras en Relaciones Internacionales y en Derecho.  
*
* El Embajador Benito Andión Sancho es Licenciado en Derecho por la Universidad  
La Salle México. Cuenta con una trayectoria laboral de 31 años en el Servicio Exterior  
Mexicano. benitoandion@gmail.com  
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00 Lꢂ ꢃꢄꢅꢆꢇꢈꢈꢉꢊꢋ ꢉꢋꢌꢇꢄꢋꢂꢈꢉꢅꢋꢂꢍ ꢎꢇꢍ Dꢇꢄꢇꢈꢏꢅ / Embajador Benito Andión Sancho  
de hoy. Tenía la misma cara de nerviosismo y esperanza; de an-  
siedad y resolución; de miedo y valor; de incertidumbre y certeza  
que ustedes tienen hoy. Una combinación de sentimientos que  
entonces se vislumbraban indescifrables, pero que con el transcu-  
rrir del tiempo se fueron matizando, aclarando, comprendiendo,  
deꢀniendo. En aquella ocasión iniciaba sus cursos la Cuarta Ge-  
neración de esta Facultad de Derecho de la Universidad La Salle.  
En 1970 quedaba aún el sabor amargo y las lecciones aprendi-  
das del movimiento estudiantil de 1968, que cimbró la conciencia  
nacional y marcó nuevos derroteros a la educación superior. La  
Universidad La Salle, en ese entorno, e inspirándose en el Evange-  
lio, reaꢀrmó su creencia en el hombre, imagen de Dios, y mantu-  
vo con esperanza su fe en el esfuerzo creador del ser humano; en  
su propósito para instaurar la justicia y el amor; en su capacidad  
para dominar la naturaleza, y en su empeño por generar, difundir  
y conservar los valores.  
Me preguntaba yo, entonces, como seguramente lo hacen aho-  
ra algunos de ustedes: ¿Había elegido la carrera correcta? ¿Estaba  
en la institución apropiada? ¿Podría aplicar en el futuro los prin-  
cipios, valores, convicciones y espíritu de servicio que había reco-  
gido a lo largo de mi formación familiar y escolar hasta entonces?  
Muchas dudas, pero, al mismo tiempo, una emoción inconmen-  
surable e indescriptible. Una expectativa sin precedente en nues-  
tras vidas.  
Tuve la inmensa fortuna de cursar mis estudios en institucio-  
nes lasallistas. La primaria, como alumno fundador del Colegio  
la Salle de Acapulco; luego, en la secundaria en el Colegio Cristó-  
bal Colón de la Ciudad de México; después, en la escuela Prepa-  
ratoria de esta Casa de Estudios y, ꢀnalmente, mi licenciatura en  
Derecho en esta querida Facultad que hoy les acoge. La forma-  
ción que recibí, no solamente en el aspecto curricular sino, muy  
en especial, en el aspecto ético y moral, fue determinante para mi  
futuro profesional y ha sido un elemento consustancial de mi con-  
ducta personal y mi participación social a lo largo de mi vida.  
Para ustedes, jóvenes mujeres y hombres que hoy inician pro-  
piamente la etapa adulta de sus vidas, la mística y la ꢀlosofía de  
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nuestra Universidad debe ser un referente constante para guiar  
sus estudios y una herramienta imprescindible para modelar su  
futuro personal y profesional.  
La realidad socioeconómica, política, cultural y espiritual de  
nuestro país, es un constante llamado al servicio. En ese espíritu,  
la Universidad La Salle, convencida de la responsabilidad y com-  
promiso de quienes tienen el privilegio de realizar estudios uni-  
versitarios, concibe a la profesión, en cualquiera de los campos del  
conocimiento, como un servicio a nuestros conciudadanos mexi-  
canos menos favorecidos.  
Y es así como, tomando como base el eje rector de su ideario  
altruista, esta Casa de Estudios impulsa, dentro y fuera de sus  
muros, el genuino espíritu comunitario, como la solución al doble  
escollo del individualismo egoísta y estéril, y el del colectivismo  
despersonalizado. A través de ello, pretende que los universitarios  
alcancen su cabal estatura, dedicándose a propósitos comunes  
para superar sus intereses individuales y ejercer su libertad en la  
comunidad de ideales y de acción.  
Arriban ustedes a esta Universidad en un momento en el que  
la educación superior experimenta una rápida y dramática trans-  
formación. Vivimos en una era en la que el conocimiento adquiere  
una creciente importancia para abordar los problemas mundiales  
más ingentes. Una era en la que la tecnología nos ofrece oportuni-  
dades maravillosas y profundos reacomodos; en la que las fuerzas  
globales modelan nuestras vidas y nuestros quehaceres; en la que  
los campos tradicionales del intelecto cambian y convergen; y en  
la que la sociedad exige una mejor educación superior. En estos  
cambios advierto vastas oportunidades para la enseñanza, para la  
investigación y para promover un carácter global a nuestras rela-  
ciones con el exterior. Tanto es así, que cabe preguntarse si esta es  
una era de cambios o se trata, realmente, de un cambio de era.  
La creciente comprensión del funcionamiento del cerebro y  
del propio comportamiento humano, a la par de los avances de la  
tecnología, han abierto las puertas a inimaginables posibilidades  
para la enseñanza y el aprendizaje, tanto en el sistema presencial  
cuanto en el que se obtiene “en línea”.  
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02 Lꢂ ꢃꢄꢅꢆꢇꢈꢈꢉꢊꢋ ꢉꢋꢌꢇꢄꢋꢂꢈꢉꢅꢋꢂꢍ ꢎꢇꢍ Dꢇꢄꢇꢈꢏꢅ / Embajador Benito Andión Sancho  
A medida que la tecnología se desarrolla y cambian los para-  
digmas tradicionales en el mapa del conocimiento, los educadores  
también están obligados a adaptarse a la nueva realidad. Igual-  
mente, la tecnología ha traído consigo nuevos modelos pedagógi-  
cos y nuevos actores, que buscan redeꢀnir el término de “ir a la  
universidad”.  
Por añadidura, una economía mundial en diꢀcultades ha ge-  
nerado mercados laborales muy debilitados. Y esto, a su vez, ha  
llevado a los jóvenes a buscar una educación superior en términos  
más accesibles y prácticos. Y aquí emerge una pregunta coyuntu-  
ral: ¿Cómo puede la educación superior conducir a los jóvenes a  
conseguir su primer empleo?, en contraposición a preguntarse:  
¿Cómo puede la educación superior ayudarles a aprender lo más  
posible para construirse un futuro valioso y con sentido humano?  
Parecería que, una vez más, lo urgente desplaza a lo importante.  
Enfrentamos grandes desafíos y los asumiremos con valor e in-  
teligencia. Como comunidad lasallista, deberemos adaptarnos a  
los cambios. Cambiar nuestras prácticas y nuestro enfoque cuan-  
do así lo exijan las circunstancias y permanecer siempre dispuestos  
a defender a nuestra Universidad -y a la educación superior en ge-  
neral-, como contribuyentes primordiales en la búsqueda del co-  
nocimiento y el bienestar del mundo.  
A contrapunto de la máxima maquiaveliana: “ꢖue todo cam-  
bie…para que nada cambie”, quiero recoger un pensamiento del  
matemático y ꢀlósofo inglés del Siglo XIX Alfred North Whi-  
tehead: “El arte del progreso es preservar el orden en medio del  
cambio y preservar el cambio en medio del orden”.  
En suma, a partir de los valores aprendidos, no hay más al-  
ternativa que afrontar el cambio. Y, en mi opinión, esto debe ir  
acompañado de la creación de un entorno académico que desafíe  
a los estudiantes y los invite a aprender. Un ambiente que los mo-  
tive y encienda su ambición de conocimiento y éxito.  
En ese sentido, la Universidad La Salle es reconocida como  
una comunidad educativa incluyente que, fundamentada en su  
modelo de cultura integral y con una relación pedagógica de ex-  
celencia entre profesores y estudiantes, formar profesionales com-  
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petentes, con sensibilidad y responsabilidad social, a través de pro-  
gramas ꢁexibles e innovadores con proyección local y global, y con  
una administración eꢀcaz y eꢀciente al servicio de la Comunidad.  
Particularmente en el contexto de los cambios que acabo de men-  
cionar, la educación jurídica moderna no es sólo un medio para la  
transferencia eꢀciente de conocimientos a los futuros abogados.  
Es mucho más que eso.  
En una economía innovadora y basada en el conocimiento, la  
educación jurídica debe fundarse en capacitar a los estudiantes  
para que sean pensadores críticos independientes. Personas cons-  
cientes de su responsabilidad social, capaces de desarrollar y apli-  
car el conocimiento, para que puedan hacer una contribución real  
a la solución de los graves problemas sociales que padecemos.  
Un impulso importante para las universidades es el hecho de  
que la educación será cada vez más accesible, en muchos sentidos,  
en los años venideros y, reitero aquí, la tecnología desempeñará un  
papel sumamente relevante en esta transición.  
Habíamos ya referido que los cursos abiertos masivos “en lí-  
nea” son un gran desarrollo. Estos cursos ofrecen muchas nuevas  
oportunidades para hacer que la educación esté disponible y sea  
accesible para más y más personas.  
Solamente en la carrera de Relaciones Internacionales de la Fa-  
cultad de Estudios Superiores de Aragón, en donde ejerzo la Cáte-  
dra Fernando Solana -por señalar un ejemplo con mi experiencia  
personal- hay cerca de 1300 alumnos inscritos en el sistema de  
universidad abierta. Ello permite que estudiantes con necesidad  
de trabajar tiempo completo puedan seguir sus estudios y acceder,  
con ello, a mejores condiciones de desarrollo personal y familiar.  
Este sistema amplía, además, el rango de diseminación de los es-  
tudios profesionales al llevar el conocimiento a una mayor propor-  
ción de la población estudiantil aspirante.  
Sin embargo, debo apuntar aquí -como reꢁexión propia- que  
una conferencia virtual o “a distancia”, por buena que ésta sea, di-  
fícilmente podrá reemplazar las discusiones en el salón de clases  
o las reuniones en la oꢀcina del profesor. Si los maestros transꢀe-  
ren sus conocimientos a sus alumnos con afecto y dedicación, y  
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04 Lꢂ ꢃꢄꢅꢆꢇꢈꢈꢉꢊꢋ ꢉꢋꢌꢇꢄꢋꢂꢈꢉꢅꢋꢂꢍ ꢎꢇꢍ Dꢇꢄꢇꢈꢏꢅ / Embajador Benito Andión Sancho  
les ayudan a alcanzar su verdadero potencial haciendo preguntas y  
escuchando sus respuestas, este método es quizá insustituible.  
Ante este escenario cambiante, las universidades tendrán que  
rediseñar su forma de impartición, no sólo de conocimientos sino  
también de dotar a sus estudiantes del equipaje intelectual suꢀ-  
ciente para utilizar sus lecciones aprendidas en forma consciente y  
analítica y enseñarles a reꢁexionar sobre lo que es verdaderamen-  
te importante. El conocimiento sólo tiene valor y signiꢀcado si lo  
conectamos con los problemas sociales y los desafíos cientíꢀcos  
desde un sentido de ética y de responsabilidad, y con una visión de  
cómo podemos y esperamos contribuir a un mundo mejor.  
En ese espíritu es cómo la Universidad La Salle aspira a ser una  
fuerza viva, capaz de contribuir a la orientación de nuestra socie-  
dad. Se esmera en preservar, difundir y acrecentar el patrimonio  
cultural de nuestra patria y de la humanidad entera, a través del  
sistema internacional de las escuelas cristianas lasallistas. Se mues-  
tra atenta a las necesidades y exigencias de una sociedad en la que  
son indispensables muchos cambios, para instaurar en ella una  
mayor justicia y lograr la paz.  
Pero todo lo anterior no quiere decir que estamos ante un es-  
cenario completamente optimista, ni tampoco fatalmente catas-  
tróꢀco. La educación superior en México experimenta, sin duda,  
cambios profundos y enfrenta también grandes presiones. Y esta,  
nuestra Universidad, no es inmune a ello.  
Por ello es pertinente aquí recordar la misión de nuestra Alma  
Mater, y la cito: “La Universidad La Salle está comprometida con  
la formación de profesionales solidarios y participativos, capaces  
de ser agentes de cambio en el entorno local y global, para y desde  
los más desfavorecidos, a través de la búsqueda de la verdad, para  
construir una sociedad más justa y fraterna”.  
I La Tecnología y el Derecho Internacional  
Las reꢁexiones anteriores sobre los cambios vertiginosos que ex-  
perimenta el mundo nos llevan a reconocer que la tecnología se ha  
convertido en un tema de importancia toral, en todas las áreas de  
la práctica del derecho y en la academia.  
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En el contexto de la Proyección Internacional moderna del  
Derecho, advertimos, entre otras no menos importantes, las si-  
guientes transformaciones:  
Los tratados de comercio internacional se centran cada vez  
más en cuestiones de ꢁujos de datos, privacidad y productos  
y servicios digitales.  
La aparición del ciberespacio plantea desafíos especiales a las  
concepciones tradicionales de la jurisdicción civil y penal.  
Las leyes de la guerra deben lidiar con el desarrollo de los  
conꢁictos armados a través de drones y otros avances tec-  
nológicos, y ello genera la diꢀcultad de identiꢀcar la acción  
estatal en el ámbito “en línea”.  
El derecho ambiental internacional enfrenta avances en  
nanotecnología, minería de fondos marinos y tecnologías  
espaciales.  
La tecnología también juega un papel importante en los  
derechos humanos y el derecho humanitario, desde el uso  
de teléfonos móviles para la prestación de servicios de salud  
hasta el mapeo de los abusos de los derechos humanos o la  
respuesta a desastres.  
La intersección de la tecnología y el derecho internacional  
también plantea una serie de desafíos inéditos en el área de la  
gobernanza internacional y el diseño los diferentes regíme-  
nes políticos. De hecho, la práctica del derecho internacional  
en sí está siendo transformada por nuevos enfoques tecno-  
lógicos para la gestión del conocimiento y la comunicación.  
La explosión de información que se produce en otros campos de  
la actividad humana también se está produciendo notablemente en  
el ámbito jurídico. Vivimos en un mundo interconectado, la infor-  
mación se comparte a mayor velocidad y distancia, las personas es-  
tán más informadas acerca de lo que ocurre en su país y alrededor del  
mundo a través de los diversos canales de comunicación que existen.  
Hoy en día el abogado debe hacer frente a más leyes, más re-  
gulaciones, más problemas y más órganos judiciales y administra-  
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06 Lꢂ ꢃꢄꢅꢆꢇꢈꢈꢉꢊꢋ ꢉꢋꢌꢇꢄꢋꢂꢈꢉꢅꢋꢂꢍ ꢎꢇꢍ Dꢇꢄꢇꢈꢏꢅ / Embajador Benito Andión Sancho  
tivos que nunca. Los viejos métodos de trabajo son obsoletos y el  
abogado internacionalista, en especial, necesita nuevas herramien-  
tas. Muchas de las herramientas ya están aquí, pero los cientíꢀ-  
cos e ingenieros deben ayudar a los juristas aprender a usar estas  
herramientas.  
La conjunción “Tecnología de la Información y la Ley” es con-  
mutativa y, por lo tanto, simétrica. Cuando la relación entre la  
tecnología de la información y la ley se examina un poco más de  
cerca, pronto se reconoce que existen dos relaciones polarizadas  
opuestamente. Es preciso, por lo tanto, analizar la forma en que la  
nueva tecnología puede utilizarse en la ley y la forma en que la ley  
se aplica a la nueva tecnología.  
Apreciamos, entonces, cómo el uso de las nuevas tecnologías en  
los bufetes de abogados se hace eco de lo que está sucediendo en la  
economíaempresarialenelmundo,endondeelsurgimientodeesas  
nuevas tecnologías, procesos y automatización ha traído cambios  
sustanciales y un gran beneꢀcio para el consumidor y las empresas,  
pero también una nueva estructura de trabajo moderna que com-  
promete al abogado a actualizarse para enfrentar la nueva realidad.  
Una de estas modalidades laborales novedosas es la coloquial-  
mente conocida como la “Gig Economy”, o economía del “paloma-  
zo”, podríamos decir para mexicanizar el término, e implica una  
forma de trabajar en donde los puestos temporales son frecuentes,  
el trabajo independiente es la norma y los costos de las empresas  
se reducen, al contratar trabajadores por plazos cortos. Bajo el  
concepto de la “Gig Economy”, la relación entre los trabajadores y  
las empresas es de corto plazo y no hay compromisos mayores. Al  
igual que el fenómeno del outsourcing, tan de moda ya hoy en Mé-  
xico y a punto de ser legislado por nuestro congreso, este modelo  
no contempla a los trabajadores tradicionales que buscan hacer  
una carrera de por vida en una empresa.  
Los defensores de este sistema sostienen que la “Economía  
Gig” ofrece una innovación sin límites y empodera tanto a los tra-  
bajadores cuanto a los empresarios, mientras que los críticos su-  
gieren que mina la fuerza de trabajo y socava los derechos de los  
trabajadores.  
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Dados los casos judiciales recientes relacionados con la “Eco-  
nomía Gig”, como las demandas en muchos países en contra de  
las empresas tecnológicas como Uber, Cabify, Amazon o Airb-  
nb, los tribunales están muy atentos a la desigualdad de poder de  
negociación que enfrentan los individuos en estas circunstancias.  
Las barras de abogados y la academia han determinado que esta  
es un área ya madura y susceptible para reformas jurídicas, y han  
propuesto que los gobiernos lleven al cabo una amplia revisión y  
reevaluación, para determinar si las deꢀniciones jurídicas actuales  
de la situación laboral son adecuadas para esta nueva realidad.  
El profesor Jeremías Prassl de la Universidad de Oxford, en  
un artículo que examina cómo la tecnología, las leyes existentes  
y las medidas prácticas podrían utilizarse para resolver una serie  
de problemas sociales y legales creados por las nuevas plataformas,  
advierte que debemos de tener sumo cuidado de que el concep-  
to de “innovación disruptiva” no esté en peligro de convertirse en  
una palabra clave para infringir la ley, mediante la explotación de  
los trabajadores disfrazada de tecnología.  
Los abogados y otros profesionales aꢀnes al medio jurídico,  
por lo tanto, necesitan involucrarse en estos temas o enfrentan el  
riesgo de resultar irrelevantes para sus clientes.  
En suma, estamos ante un panorama completamente diferen-  
te al que nos asomábamos los aspirantes a la abogacía al iniciar el  
último cuarto del Siglo XX. Entonces, a pesar de que ya se vis-  
lumbraba el arribo de cambios profundos, determinados por la  
llegada inminente de la globalización, se privilegiaba la especiali-  
zación en las áreas tradicionales del derecho civil, penal, mercantil  
o administrativo. Si acaso, el derecho corporativo, ꢀscal o de pa-  
tentes y marcas, entusiasmaba a los menos.  
Los estudios jurídicos internacionales, por su parte, son apenas  
un microcosmos de la currícula más amplia de la Facultad de De-  
recho. En su conjunto, abarcan disciplinas jurídicas tradicionales  
como el derecho ꢀnanciero y penal, la historia jurídica o las nor-  
mas antimonopolio, entre muchas otras, incluso cuando resaltan  
las cuestiones relativas a las relaciones a través de las fronteras na-  
cionales entre estados, entidades y los ciudadanos, y la transmisión  
transnacional de ideas sobre el Derecho.  
2
08 Lꢂ ꢃꢄꢅꢆꢇꢈꢈꢉꢊꢋ ꢉꢋꢌꢇꢄꢋꢂꢈꢉꢅꢋꢂꢍ ꢎꢇꢍ Dꢇꢄꢇꢈꢏꢅ / Embajador Benito Andión Sancho  
Estos cursos resultan más signiꢀcativos para los estudiantes  
que tienen la intención de especializarse en el ámbito del derecho  
internacional, sea público o privado, pero incluso quienes antici-  
pan una carrera enfocada principalmente en el sistema jurídico  
nacional no pueden prescindir de su conocimiento.  
Como ya vimos, el ꢁujo de bienes, tecnología, ideas, capital y  
personas a través de las fronteras signiꢀca que el trabajo de los abo-  
gados-yaseaenlaprácticaprivadaoenelserviciopúblico-implicará  
cada vez más asuntos en los que el conocimiento de los sistemas ju-  
rídicos externos, más allá del propio, puede resultar indispensable.  
Para ustedes, quienes hoy inician su carrera, el menú de opcio-  
nes disponible en estos campos del conocimiento jurídico es am-  
plísimo, a pesar de su reciente evolución. Muchas universidades  
ofrecen especializaciones, por poner un ejemplo, en Derecho de  
la Propiedad Intelectual, que es el cuerpo jurídico que rige el de-  
recho a las ideas y a la información, y que incluye en su currícula  
derechos de autor, patentes, marcas y competencia desleal, dere-  
cho comparado y propiedad intelectual internacional, entre otras  
materias. Todas ellas, desde su equipamiento tecnológico, además  
de sus fundamentos teórico-jurídicos.  
Otras especializaciones son en el campo del Derecho de la sa-  
lud, la biotecnología y la bioética y, además, todo lo pertinente a  
fármacos y salud pública.  
De especial relevancia resulta también hoy en día el estudio del  
Derecho de la Internet. De allí que han surgido ramas colatera-  
les, que son indispensables para el abogado que decida emprender  
esta especialización. Entre ellas están el asesoramiento y estrategia  
jurídica en la era digital; comunicaciones y Derecho y política de  
internet; tecnología y desigualdad; la narración digital y la ley; y  
legislación sobre tecnología de la música y medios digitales.  
En materia propiamente de tecnología y garantías individua-  
les, la primera ha traído consigo interrogantes sobre cómo preser-  
var las libertades civiles; en particular, los derechos a la privacidad  
y a la libertad de expresión. En esta rama del Derecho en desa-  
rrollo existen áreas de estudio sobre privacidad digital; inteligen-  
cia artiꢀcial o automatización y seguridad de la información. No  
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olvidemos, tampoco, otras áreas como el Derecho Espacial, del  
Medio Ambiente o el alusivo a los trasplantes de órganos como  
ámbitos modernos del conocimiento jurídico.  
II La globalización y el Derecho  
Para comprender mejor la dimensión del Derecho en el ámbito  
internacional de nuestro día, conviene ahora detenernos un mo-  
mento para intentar deꢀnir y contextualizar al fenómeno de la  
globalización y lo que ha representado para el ámbito jurídico.  
Entendida la globalización, en su concepto más laxo, como un  
proceso histórico de integración mundial en los ámbitos político,  
económico, social, cultural y tecnológico, que ha convertido al  
mundo en un lugar cada vez más interconectado, este fenómeno  
ha impactado sustancialmente a estados, organizaciones interna-  
cionales e individuos en diversas maneras.  
Los usos y costumbres internacionales, incluida la legislación  
que rige a los estados y organizaciones, han experimentado modi-  
ꢀcaciones para adaptarse a las nuevas realidades que ha impuesto  
la globalización. De igual forma, los conceptos y principios tradi-  
cionales que fundaban la convivencia entre naciones, conocidos  
originalmente como jus cogens o Derecho de Gentes, han experi-  
mentado cambios que obligan a su revisión y actualización.  
Recordemos aquí que la globalización fue resultado de la aper-  
tura y la expansión económica fomentada por Estados Unidos  
después de la II Guerra Mundial. Habiendo sufrido la amarga ex-  
periencia de la primera posguerra: hiperinꢁación, depresión eco-  
nómica y proteccionismo, la estrategia emprendida a partir de 1945  
transformó al mundo e inició su auténtico inter-relacionamiento.  
Los globalizadores, sin embargo, -y permítanme la licencia  
semántica- sobreprometieron y subentregaron, forjaron una pa-  
nacea que comenzó a desbaratarse a partir de la crisis ꢀnanciera  
del 2008. Prometieron prosperidad, estabilidad, bienestar para la  
mayor parte del mundo; a contrapunto, hoy se ven acendrados los  
nacionalismos, multiplicados los autócratas, manipuladas las de-  
mocracias y acentuadas las desigualdades.  
2
10 Lꢂ ꢃꢄꢅꢆꢇꢈꢈꢉꢊꢋ ꢉꢋꢌꢇꢄꢋꢂꢈꢉꢅꢋꢂꢍ ꢎꢇꢍ Dꢇꢄꢇꢈꢏꢅ / Embajador Benito Andión Sancho  
Los avances de la globalización, particularmente en el área  
económica, tecnológica y de las comunicaciones contribuyeron a  
la construcción de organismos de integración, asociaciones de ex-  
portadores, zonas de libre comercio, etc. De ellas destaca, como  
ejemplo clásico, la Unión Europea, cuyo crecimiento cuantitativo  
le llevó a congregar a 28 miembros, un sueño lejano para quienes  
concibieron la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, en  
1
951, que reunió apenas a 6 países (Bélgica, Alemania, Francia,  
Italia, Luxemburgo y los Países Bajos) con el ꢀn de organizar la  
libertad de circulación del carbón y del acero y el libre acceso a las  
fuentes de producción.  
Hoy, ese sueño parecería ser solamente eso mismo: un sueño.  
El movimiento británico en curso, de escisión de la Unión Euro-  
pea, conocido como “Brexit, no debe verse como una excentrici-  
dad más del eximperio en donde “nunca se ponía el sol”; es un re-  
sultado evidente de los aspectos más negativos de la globalización  
económica, cuyos beneꢀcios solamente han llegado a las que yo  
llamaría las élites globalizadoras y han excluido a las mayorías, a  
las que originalmente proclamaron beneꢀciaría.  
La globalización, por tanto, enfrenta su fracaso y ello queda de  
maniꢀesto en los fenómenos que experimentan las grandes poten-  
cias: el regreso al proteccionismo; la xenofobia; el nacionalismo  
acentuado; la demagogia populista; el lento o nulo crecimiento  
económico; el aumento de sus índices de pobreza; la crisis de in-  
fraestructura y servicios; y otros fenómenos negativos más que son  
difíciles de ocultar.  
En ese escenario, el quehacer internacional de México debe  
adecuarse con sagacidad a los tiempos modernos; tener un papel  
más activo en el escenario mundial; el Gobierno debe ser celoso  
protector de los intereses nacionales y de los mexicanos en el exte-  
rior; así como promover los intereses comerciales, nuestra historia,  
nuestra imagen, nuestra cultura; y prever y prevenir amenazas o  
conꢁictos que afecten el interés del país.  
Ante la incertidumbre que nos envuelve, existe un nicho que  
ha sido privilegiado por México desde los albores de la Liga de las  
Naciones: los organismos internacionales, sean éstos de carácter  
Muuchꢕ xíimbal Caminemos juntos 211  
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global, regional o sectorial especializado. Es allí, en la naturaleza y  
principios de esas instituciones colectivas, en donde encontramos  
con mayor claridad la congruencia de los principios rectores de  
nuestra política exterior.  
Grandes abogados internacionalistas han dado brillo a la his-  
toria diplomática de México. De Genaro Estrada al Premio Nobel  
de la Paz, Alfonso García Robles, en la arena mundial; de César  
Sepúlveda y Modesto Seara Vázquez a José Salgado Salgado, en la  
academia, nuestro país ha desempeñado un papel relevante. De-  
seo hacer aquí una especial mención de los doctores Ignacio Melo  
Ruiz y José Antonio Murguía, brillantes exdirectores de esta Fa-  
cultad de Derecho y prestigiados juristas internacionales, sólo  
como ejemplos de lo que nuestra propia Universidad La Salle ha  
contribuido en el espacio internacional del Derecho.  
El Derecho moderno adquiere una especial relevancia en su  
perꢀl internacional y también ha experimentado un proceso de  
globalización. Hace unos días, el Representante Permanente de  
México ante las Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente, hizo  
un llamado de atención sobre los problemas mundiales en torno  
del avance tecnológico, indicando que “El tema de la interdepen-  
dencia digital es ya irrevocable y complejo. Es una característica de  
los tiempos actuales y seguramente de los que vendrán. La única al-  
ternativa para evitar las grandes batallas digitales es la de crear mo-  
delos de gobernanza colaborativa. ꢖue la industria se autorregule  
pero que se generen mecanismos para la toma de decisiones críti-  
cas en los que participen todas las partes involucradas: gobiernos,  
empresas, academia, sociedad civil. De lograr tal objetivo, la ONU  
iniciaría con ello una renovada versión del multilateralismo. Tan  
necesario como vulnerable, por los embates nacionalistas de las po-  
tencias y los grandes intereses económicos de la industria digital”.  
Por su parte, el recién publicado Informe del Panel sobre la  
Cooperación Digital de la ONU aparece como la única respuesta  
visible frente a la grave amenaza que representa el uso sin escrúpu-  
los de las tecnologías digitales y la gran oportunidad que al mis-  
mo tiempo nos ofrecen tales tecnologías, si es que logramos que el  
concepto de bienestar sea inherente a su aplicación.  
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12 Lꢂ ꢃꢄꢅꢆꢇꢈꢈꢉꢊꢋ ꢉꢋꢌꢇꢄꢋꢂꢈꢉꢅꢋꢂꢍ ꢎꢇꢍ Dꢇꢄꢇꢈꢏꢅ / Embajador Benito Andión Sancho  
Tras rescatar el valor de dicho Informe para el contexto de  
nuestras reꢁexiones, tienen ustedes frente a sí un escenario en el  
que el Derecho Internacional, Público y Privado; la diplomacia  
multilateral; y la sociedad civil organizada jugarán un papel pro-  
tagonista, y ello les abre oportunidades para considerar su especia-  
lización en cualquiera de las ramas jurídicas aꢀnes a la legislación  
interna e internacional relacionadas con las tecnologías.  
Sobre todo, si atendemos al objetivo que se propuso nuestra  
facultad de Derecho desde su fundación, que es el de -y cito- “for-  
mar profesionales con los conocimientos, las habilidades y las acti-  
tudes que les permitan comprender y llevar al cabo los procesos de  
creación, interpretación y aplicación de las normas. Ello, siempre  
atendiendo al carácter dinámico del sistema jurídico, para incidir  
en la transformación del Estado y de la sociedad, y coadyuvar al  
logro de condiciones de justicia y de convivencia pacíꢀca, armó-  
nica y participativa entre ellos, con base en el pleno respeto a los  
derechos humanos a que hacen referencia las normas jurídicas na-  
cionales e internacionales”.  
Además, nuestra Facultad postuló que los estudiantes deben  
analizar los fenómenos jurídicos y sociales con una visión inter-  
disciplinaria, en pro de la tolerancia y el respeto a la diversidad y al  
medio ambiente, y en el marco de los principios éticos y del idea-  
rio lasallista, cuyos cinco valores fundamentales son: Fe, Fraterni-  
dad, Servicio, Justicia y Compromiso.  
Reꢀexiones ꢁnales  
Antes de compartirles unas breves conclusiones sobre el tema de hoy,  
deseo hacer una mención muy especial de dos ilustres colegas lasa-  
llistas que me acompañaron en mi trayecto universitario y en el pro-  
fesional y que merecen un reconocimiento por su trayectoria y, sobre  
todo, por su dedicación hacia los demás durante sus años de servicio.  
El primero de ellos, mi compañero de Generación de esta Facul-  
tad de Derecho, el Ministro del Servicio Exterior en Retiro Javier  
Chagoya Romero, quien dedicó la mayor parte de su vasta carrera  
diplomática a la noble labor de proteger a los mexicanos residentes  
en el extranjero, quizá la encomienda más satisfactoria que puede  
Muuchꢕ xíimbal Caminemos juntos 213  
Año 5 / Número 10 / ene-jul 2020 / pp. 199-214  
desempeñar un miembro del Servicio Exterior Mexicano. Tanto  
en diversas adscripciones en Estados Unidos cuanto en América  
Latina y el Caribe, y en la propia Secretaría de Relaciones Exterio-  
res, el Ministro Chagoya dejó una huella indeleble de servicio pro-  
fesional y entrega a los demás, mucho más allá de su reconocida ca-  
pacidad y conocimientos jurídicos, particularmente en materia de  
Derecho Consular. La suerte nos permitió colaborar en el Consu-  
lado General en Miami y en la Embajada de México en Jamaica.  
Asimismo, deseo evocar con profundo afecto y admiración a  
Rafael Mijares Ferreiro, quien fuera mi compañero de Promoción  
de Ingreso al Servicio Exterior Mexicano y miembro de la Gene-  
ración 1971 de nuestra Facultad de Derecho, y quien lamentable-  
mente falleciera en plenitud de su vida diplomática, hace algunos  
años. Tuve la dicha de compartir con el Consejero del Servicio  
Exterior Rafael Mijares el honor de ser los dos primeros egresa-  
dos de la entonces Escuela de Derecho de la ULSA en ingresar  
como funcionarios de carrera al Servicio Exterior Mexicano, en  
el Concurso Público Abierto de Ingreso de 1976. El recordado  
Rafael fue hermano del exdirector de la Secundaria del Colegio  
Cristóbal Colón, Manuel Mijares Ferreiro, amadísimo Hermano  
lasallista, a quien también Dios tenga en su gloria.  
Para concluir estas reꢁexiones, podemos deducir que el papel del  
Derecho en el escenario internacional contemporáneo, que intenté  
describir a grandes rasgos en mi exposición, es central para el futuro  
delahumanidad. Elcaosgeneradoporelsurgimientodetecnologías,  
los avances cientíꢀcos, el reacomodo de los polos del poder mundial  
y la reestructuración institucional, en todo el planeta, demandan  
la conꢀguración de un esquema jurídico que, al tiempo que regule  
los avances, estimule también la creatividad humana, aliente a los  
jóvenes emprendedores, detone nuevas aspiraciones y, sobre todo,  
proteja al individuo y deꢀenda las garantías que le son inherentes.  
Ese nuevo andamiaje jurídico debe fundamentarse en los va-  
lores que distinguen al ser humano de otros seres vivientes y que,  
como ya expresé hace unos momentos, son claramente sintetiza-  
dos por la Universidad La Salle como centro de su ideario: Fe, Fra-  
ternidad, Servicio, Justicia y Compromiso.  
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14 Lꢂ ꢃꢄꢅꢆꢇꢈꢈꢉꢊꢋ ꢉꢋꢌꢇꢄꢋꢂꢈꢉꢅꢋꢂꢍ ꢎꢇꢍ Dꢇꢄꢇꢈꢏꢅ / Embajador Benito Andión Sancho  
¿Y a quién compete la responsabilidad de diseñar, legislar y  
aplicar esas nuevas reglas para una mejor convivencia internacio-  
nal? A ustedes, a esta generación que surge en medio de la evolu-  
ción acelerada del pensamiento universal. ꢖue nace en un nuevo  
mileno de avances tecnológicos y cientíꢀcos, sin precedentes en  
la historia. ꢖue celebró, hace apenas unas cuantas semanas, el 50  
aniversario de la llegada del hombre a la luna y, concomitantemen-  
te, el nacimiento del Derecho Espacial, disciplina aún en ciernes  
que es consecuencia de esos avances que describimos.  
Son ustedes miembros privilegiados de una generación del  
cambio y los son con una doble fortuna: la de poder estudiar una  
carrera universitaria gracias, en la mayoría de los casos, a sus pa-  
dres, aquí presentes algunos de ellos, y la de hacerlo en esta noble  
institución a la que todos pertenecemos: la Universidad La Salle,  
pues una vez que se ha sido lasallista, jamás se deja de serlo.  
A esos padres y madres presentes y a los que no pudieron estar  
físicamente pero que nos acompañan desde donde se encuentren,  
mi mayor reconocimiento, admiración y afecto. Deben de sentirse  
sumamente orgullosos de ustedes, jóvenes mujeres y hombres que  
hoy asumen una nueva responsabilidad en el umbral su futuro.  
Reꢁexionen sobre qué dicen sus principios acerca del mundo  
al que desean servir. Porque sus creencias y valores son el ancla-  
je de su éxito. Pero esas anclas no deben servir para detenerlos  
sino para darles la fortaleza para comprometerse por los demás,  
comprometerse por la justicia, comprometerse por la igualdad de  
oportunidades para todos.  
Tienen frente a sí un gran desafío: transformar el futuro de  
México mediante su contribución al cambio verdadero. A un  
cambio que reinstale valores y principios; altruismo y compromiso  
con los demás; que restaure el respeto auténtico por nuestros seme-  
jantes, por sus ideas y por sus aspiraciones. Un cambio que genere  
un México más justo, más equitativo e inmerso en un auténtico  
Estado de Derecho. Muchas gracias y les deseo muchos éxitos.  
INDIVISA MANENT:  
Permanezcamos unidos, porque lo unido permanece.