7
Resumen
E
l presente artículo se fundamenta en un proyecto de tesis doc-
toral que re exiona sobre las prácticas de gobernabilidad en
la escuela. Esa tarea se inicia con una mirada sobre el concepto de
gobierno y la evolución que ha tenido a lo largo de la historia. Bajo
esta premisa se aborda el tema de la escuela, también en clave his-
rica, auscultando su in uencia en la construcción de las socieda-
des de occidente.
Para insertarse en el planteamiento del problema, se hace nece-
saria la comprensión de las estructuras que han asegurado los go-
biernos democráticos como posibilidades y condiciones para que
los países sean gobernados bajo este modelo. Uno de los términos
sobre el cual se quiere profundizar con especial énfasis es el de “go-
bernabilidad, ya que su comprensión en el marco de la democra-
cia nos permite trasladarlo al ámbito del sistema educativo y de la
escuela como organización. Este análisis se hace especí camente
bajo las características actuales del contexto colombiano y, poste-
riormente, se desarrollará en instituciones educativas que pertene-
cen a la Comunidad de Hermanos Maristas en varias regiones del
territorio nacional.
* Leonardo Yepes Núñez: Licenciado en Teología de la Ponti cia Universidad Javeriana,
magíster en Educación y Desarrollo Social de la Universidad Pedagica Nacional, Coor-
dinador Nacional de Educación de la Comunidad de Hermanos Maristas en Colombia y
estudiante del Doctorado en Educación y Sociedad de la Universidad de la Salle, Bogotá.
hlyepes@maristasnorandina.org
Leonardo Yepes Núñez *
Pensar la escuela en clave de
gobernabilidad democrática
8
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
Palabras clave
Democracia, Escuela, Gobierno, Gobernabilidad.
Fecha de recepción: Fecha de aceptación:
febrero 2019 junio 2019
inking of the school as a key to democratic governance
Keywords
Democracy, School, Government, Governance.
Final submission: Acceptance:
February 2019 June 2019
Abstract:
is article is based on a doctoral thesis project where intends to re ect
on governance practices at school. For this task begins with a look at
the concept of government and the evolution that has had throughout
history. Under this premise, the theme of the school, also in a historical
key, with what she has meant as institution in the construction of west-
ern societies.
To insert itself in the approach to the problem, it is necessary to
understanding of the structures that democratic governments have en-
sured as possibilities and conditions for countries to be governed under
this model. One of the terms on which you want to deepen with special
emphasis is that of "governability", since its understanding within the
framework of democracy allows us to transfer it to the scope of the edu-
cation system and the school as an organization.  is analysis is done
speci cally under the characteristics of the Colombian context and will
subsequently be developed in institutions educational activities that be-
long to the Community of Marist Brothers in various regions of the
national territory.
9
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
Introducción
La democracia ha sido y es hasta ahora el paradigma a seguir en
la gran mayoría de los países. Pensar un tipo de estado participa-
tivo e inclusivo, moviliza todas las intenciones de los ciudadanos
a impulsar y apoyar las estructuras que posibiliten este modelo.
Ante las necesidades de la población se creería que el amparo de
un Estado legalmente constituido debe responder a estas. En su
proceso vital, tanto el individuo como la sociedad demandan sis-
temas y mecanismos que le posibiliten su desarrollo pleno y libre.
El modelo democrático responde por las necesidades de salud,
transporte, educación, vivienda, protección, etc., a través de su
puesta en operación, a eso es a lo que se ha llamado gobernabili-
dad. Cuando un Estado carece de gobernabilidad entra en crisis
y no cumple con la función principal para el que ha sido cons-
tituido. Se esperaría, idealmente, que la posibilidad que se tiene
de elegir y ser elegido como gobernante, participar activamente
de la toma y puesta en práctica de las decisiones del Estado hacia
los ciudadanos, es el corazón de un modelo como el democrático,
aquel que hasta nuestros días no conoce rival que pueda suplirlo
o superarlo.
La categoría gobernabilidad, que es consecuencia lógica de la
democracia, ha querido ser trasladada también al campo educa-
tivo. Dar una mirada a lo que signi ca la acción de gobernar, la
irrupción de la escuela en la modernidad tanto en sus fases de pri-
maria como secundaria, son elementos que nos dan qué pensar.
La propuesta de una investigación que estudie la conjugación
entre gobernabilidad y educación teniendo como unidad de aná-
lisis la escuela como institución, puede ser un aporte interesante
que ayude al sistema educativo y sus actores a reconocer en sus
prácticas, aciertos y desaciertos, lo que podemos estar precisando
para cooperar en la edi cación de un modo de educar más alinea-
do con las necesidades, aspiraciones y proyectos de vida de tantos
niños y jóvenes que acuden a la escuela como promotora de la cul-
tura y medio que les posibilita la inserción social.
10
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
El desarrollo del objeto de estudio iniciará con un rastreo
de lo que ha signi cado el gobierno en la historia, así mismo, el
surgimiento de la escuela, la in uencia de algunos movimientos
pedagógicos, la ubicación del contexto colombiano actual y los
posibles escenarios en los que se puede desarrollar y validar esta
investigación.
I El Gobierno
La esencia del ser humano se vincula en una existencia ligada a
los otros con quienes comparte su condición de sociabilidad en el
mundo circundante. El profesor Foucault dictó clases en el Co-
llége de Francia de 1971 a 1984, varias de sus disertaciones fueron
publicadas en un texto llamado “Seguridad, Territorio y Pobla-
ción. En sus clases de enero y febrero de 1978, propuso el tema de
la “población” como objeto de análisis para entender el problema
del gobierno. Según Foucault, después de que aparece la ciudad
y con ella las vicisitudes que tenía que enfrentar como la escasez,
la epidemia y el contagio, se plantean problemáticas que debe ser
resueltas por el gobierno.
1
Prosiguiendo estos alisis, la población como categoría pasa
de su acepción negativa, porque se entendía como lo que queda
después de una catástrofe o mortandad, y se comprende desde
una nueva categoría como “condición para ser tenida en cuenta,
el conjunto de personas a quienes se tenía que proteger y dirigir.
Apareció la población y con ella el arte de gobernar, [] el indivi-
duo ya no es un súbdito, sino un sujeto de derecho.
2
En las estructuras sociales que conforma el ser humano siem-
pre ha sido necesaria la identi cación de alguien que ejerza la
dirección o guía sobre los otros. Esta característica, que nos es
incluso connatural con algunos seres de la naturaleza, se ejerce
en función de los intereses y deseos de un grupo. Para el caso de
los hombres y mujeres una familia, un grupo sectorial especí co,
1
Foucault, Seguridad, territorio, población. Segunda edición, quinta reimpresión.
Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica. 2016, p.84.
2
Ibíd. p. 85
11
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
la dirección de un “navío, una empresa, una expedición, el desa-
rrollo de una misión o una tarea, necesita de quien (o quienes) se
haga cargo de dirigirlos u orientarlos.
Para el autor en mención, el problema del gobierno surge en el
siglo XV cuando se deshacen las estructuras feudales y aparecen
las colonias con sus grandes extensiones de territorio en América
y África. Las preguntas que la  losofía griega había planteado en
cuanto al cómo gobernarse, cómo ser gobernado y cómo gober-
nar a los otros se instalan bajo otros matices. Las condiciones de
contexto emergían con otras necesidades en un cambio de época
que estaba saliendo del medioevo y registraba la urgencia de res-
ponder ahora al gobierno de sí mismo, de las almas y de los niños.
Para estos nuevos retos se requería una “pluralidad de formas de
gobierno e inmanencia de las prácticas de gobierno con respecto
al Estado”.
3
De acuerdo con lo anterior, se consolidan institucio-
nes que ameritan dirección para ejercer dominio sobre los demás
y así fortalecer el orden legítimo; una de estas es lo que posterior-
mente se irá con gurando como escuela, que en términos actua-
les será la primaria y secundaria.
Es interesante ver cómo Foucault (2006) señala que el término
gobernar tuvo varias acepciones: seguir una ruta, alimentar, cui-
dar, mantener una esposa, conducir a alguien con una conducta
determinada, imponer un régimen a un enfermo; y con el tiempo
asume un signi cado político. La re exn nos conduce a plantear
que el tema del gobierno está ligado a la socialización entre seres
humanos, un asunto inherente a su condición, que está en los pro-
cesos de encuentro del sí mismo con el otro y produce interaccio-
nes que tienden a ser controladas, dirigidas y encausadas.
Aunque en el desarrollo del problema que nos atañe, el campo
educativo en este apartado aún no se dilucida, sí vale la pena hacer
mención que la categoría educación no es propia de la época que
hemos señalado. Sin embargo, el gobierno de los niños es uno de
los interrogantes que se abordan en los inicios de la modernidad.
3
Ibíd. p. 117
12
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
La educación, los sistemas educativos y la escuela son campos
que merecen ser estudiados. Los constructos históricos que hicie-
ron aparecer el gobierno en ningún momento son ajenos a estos
análisis. La in uencia directa de la historia vista no sólo como la
evocación de hechos pasados, sino como el acontecer actual, es
una consecuencia de la conjugación de eventos y del devenir del
tiempo. Lo que nos hace pensar que las estructuras que se han ido
generando para el gobierno de las personas son un instrumento
valioso para estudiar y posiblemente a través de la escuela sean
válidos estos análisis.
II Una mirada retrospectiva de la escuela
En la historia de la educación devienen momentos en los cuales
aparece la escolarización como condición para convertirse en un
hombre educado”. Acudir a un centro educativo, lmese escuela
o colegio, es el requisito para adquirir el estatus de alguien que
tiene educación. De esta manera, la escolaridad protagoniza al
interior de toda la dimensión educativa del ser humano un papel
preponderante.
En la institución escolar son varias las categorías que se pueden
identi car a la hora de hacer un estudio. Para el caso de esta in-
vestigación, se pretende indagar por los mecanismos de gobierno
e institucionalidad de la escuela. La escuela, tal y como la enten-
demos hoy, es una institución que se establece hace unos 300 años
aproximadamente. Lograr profundizar en los elementos que la
componen, permite hacer un acercamiento para entender el pro-
ceso mediante el cual la educación se formalizó en un momento
determinado de la historia. Ante lo cual nacen las preguntas: ¿por
qué en nuestros días la escuela perdura? y ¿sigue respondiendo a
las exigencias sociales de la actualidad?
La escuela que hoy tenemos es un producto histórico, una ver-
dadera construcción cultural que produjo la civilización occiden-
tal en la mitad del siglo XVI. El formato de nitivo de lo que se
denomina escuela es una construcción social que reúne una serie
de requisitos que permiten registrarla como tal.
13
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
Ser una organización socialmente reconocida para brindar
educación formal, estar habilitada por los poderes del estado, ser
aceptada por las familias, ajustarse a un horario establecido y a
periodos y tiempos determinados, operar como transmisora de
la cultura, disponer de una práctica comunitaria que comparten
sujetos en crecimiento, estar a cargo de un grupo de adultos idó-
neos, estructurar prácticas frente a  nes especí cos y habilitar a
sus usuarios para la inserción social. (Noro, 2010, p.110).
En el tránsito de la edad media a la época moderna, la educa-
ción deja de ser un territorio privado y pasa a ser un estamento
blico que sirve como un medio privilegiado para difundir ver-
dades, desarrollar la razón y transmitir la cultura.
Además de esto, la institución eclesial ve en la escuela un espacio
oportuno para formar en la fe y disciplinar la población, el Estado
la ve como medio para preparar los súbditos ciudadanos, generar
fuerza de trabajo y contagiar de entusiasmo el honor nacional.
4
La escolaridad necesita de un orden establecido, de una orga-
nización demarcada y controlada. Algunos análisis
5
plantean que
la escuela ha obedecido a las necesidades productivas que la mo-
dernidad trajo consigo. Sin embargo, endilgarle por completo la
obediencia a los modelos ecomicos y políticos a la institución
escolar, puede ser un tanto arriesgado.
Más bien, la perspectiva de análisis en esta investigación se
plantea con la posibilidad de poder darle una mirada a los pasos
que se dan, los medios que se utilizan y la organización que se
estructura para buscar concretar y hacer visibles las intenciones
próximas y profundas de las instituciones educativas. Con ello se
re ere especí camente a la gestión escolar, concepto que se insta-
la de manera directa en el gobierno interno de la escuela.
4
Noro, J.E. (2010). Origen, glori cación y crisis de la escuela moderna: de la escuela
sagrada a la escuela profana. Inestigación y postgrado, 25(2-3), 109-114. Recuperado
el 3 de abril de 2018, de: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_arttext&pi-
d=S1316-00872010000200010, p.47
5
Martínez Boom, A. Maestro, función docente y escolarización en Colombia. Pro-
puesta educativa, Vol. 25, No. 45 2006, p. 223.
14
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
La existencia de una institución humana está edi cada sobre
un  n que la hace subsistir, de lo contrario ya hubiese desapare-
cido. En el caso de la escuela, ya la hemos identi cado como una
entidad a la que vale la pena adjetivarla de útil y necesaria para la
formación de niños y jóvenes en la sociedad. Si esta entidad se ne-
cesita para la garantía de una coexistencia armónica y justa entre
seres humanos, entonces, merece una especial atención conocer y
entender las formas como ella se organiza para cumplir con sus
intencionalidades.
III Algunos movimientos pedagógicos
La modernidad en sus distintas fases trajo consigo una fuerte re-
exn educativa. El deseo por extender y popularizar el conoci-
miento era concomitante con todos los desarrollos en el campo
de las ciencias, las humanidades y el arte. Para pedagogos como
Juan Luis Vives (1492 – 1540), la dialéctica tenía que dejar de ser
un mecanismo de poder que “estimulara la vanidad de la victoria”
para ser una “búsqueda honrada de la verdad.
6
La educación de los pueblos es una preocupación constante,
ya no es menester tan solo de los príncipes y nobles, el ejercicio
de la soberanía debía mutar del control y la dominación hacia el
cuidado y la promoción de valores. Por ende, la educación de los
relegados hasta el momento se convierte en una inquietud. La
educación pasa de ser un escenario exclusivo del nivel de la aristo-
cracia y quiere ser transmitida al común de las gentes.
En consecuencia, la enseñanza de la lengua materna interesa
más que los moldes de la cultura latina que por mucho tiempo
encuadró los “pensum educativos”. Crece el interés por los niños,
para quienes se cuenta con una ruta pedagógica de aciertos y cre-
cimientos. Vives resalta el valor de los juegos infantiles como me-
dio para conocer las actitudes de los infantes, además de que pro-
cura una escuela que no debe ser narcisista. “Los escolares deben
acercarse a los talleres, las tiendas, la campiña. Deben observar y
6
Château, J. Los grandes pedagogos. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económi-
ca. 2017, p. 46.
15
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
preguntar, la vida debe entrar a la escuela con toda amplitud.
7
Entre tanto, Europa y occidente, en general de los siglos XVI
a XVIII, soñaban con la universalidad del conocimiento unido a
un orden establecido y a la cultura. La Escolástica ya no respondía
a los nuevos desafíos de la modernidad, el deseo de un hombre
que desarrollara todas sus capacidades fue el ideal que marcó la
época. Un punto de partida, según el alisis que ofrece Pierre
Mensard, fue la pedagogía de los Jesuitas. Esta orden religiosa le
dio origen a lo que hoy llamamos enseñanza secundaria, crearon
el colegio con carácter de internado para quienes seguirían su for-
mación como clérigos de la orden y, a la vez, ofrecían un servicio
externo a jovencitos que no viviesen dentro de él. En el colegio
había una delegación de la autoridad de la familia a los Jesuitas,
alejaba al alumno de la vida mundana y pretendía, ante todo, una
formación académica con componentes complementarios como
el recreo y distracciones controladas (salidas, obras de teatro y
juegos).
Con el colegio aparece la  gura de quienes lo dirigen, el rec-
tor y el prefecto de estudios y disciplina. La ejecución de un pro-
grama académico sustentado en un plan de saberes que abarcaba
las humanidades, la  losofía, la historia, las ciencias físicas y las
matemáticas. La escuela secundaria se fue con gurando como
un sistema que permitiera la formación del alumno en ciencia
y virtud. Este modelo se extendió por varios países de Europa y
desde luego en las colonias americanas que poco a poco se fueron
independizando.
En cuanto a la escuela primaria, también se hizo evidente la
necesidad de que todos los niños asistieran a ella. En Francia, la
ley de instrucción primaria de 1833 volvió obligatoria la existen-
cia de una escuela primaria en cada uno de los municipios del país,
logrando su institucionalización cuando solo una tercera parte
del país contaba con ellas. El interés por habilitarlas, proveer re-
cursos para su mantenimiento y reglamentar un plan de estudios,
es una muestra del desarrollo procesual que la educación tuvo al
7
De Tradendis disciplinis, IV, I en Château J., Ibíd, 2017.
16
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
circunscribirse en instituciones que impartieran educación a ni-
ños y jóvenes como medio necesario y e caz, condición sine qua
non de su desarrollo como personas y ciudadanos.
IV Del gobierno a la gobernabilidad
El origen del término “gobernabilidad” data de un informe para
la comisión trilateral en 1975 que realizaron tres sociólogos: Mi-
chael Crazier, Samuel P. Huntington y Joji Watanuki. En ese mo-
mento se analizaron los problemas de gobernación que aquejaban
las democracias avanzadas de Europa occidental, Estados Unidos
y Japón. Las causas aducidas para esta problemática se pueden nu-
clear bajo estas características:
- La sobrecarga de los sistemas de decisión y la capacidad de los
gobiernos para resolver los problemas sociales. Debido a la multi-
plicidad de demandas por parte de grupos de interés cada vez más
fragmentados, se aumentó el con icto de intereses.
- Las personas perdían cada vez más la con anza frente a la
autoridad.
- El populismo había debilitado el liderazgo interno porque
había dejado de lado el conocimiento experto por decisiones to-
madas con un ingrediente participativo, pero poco técnico.
8
La utilización del término se da por las incapacidades de las
instituciones democráticas para asumir el con icto debido a la
falta de e cacia del estado para responder a las demandas so-
ciales”
9
, crisis de la cual aún somos testigos, y que se visibiliza en
los años ochenta, noventa y hasta nuestros días. El núcleo de este
asunto radica en un compromiso que quedó defraudado de parte
de las democracias de los países por establecer un equilibrio entre
el capitalismo y un sistema político que regulara la economía y
bene ciara a la población con un alto componente de bienestar
social.
Para autores como Miklos, Jiménez y Arroyo (2010), Filmus
(2005), Altman y Castiglioni (2016) y García (2009), la gober-
8
Crazier et al., 1975, como se citó en Sánchez,1996, p. 84.
9
García, 2009, p. 70.
17
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
nabilidad es un problema del modelo democrático que debe ser
atendido como la sustancia misma que permite la estabilidad de
la democracia en la relación estado-gobierno-población. Estos au-
tores descifran el concepto desde varias características:
- Habilidad de gobernar.
- Capacidad de procesar y aplicar institucionalmente decisiones
políticas.
- Grado en el cual un sistema político se institucionaliza.
- Capacidad de todos los actores políticos para moverse dentro
de determinadas reglas de juego.
- Nuevas formas de integración y cohesión social, un nue-
vo orden que disminuya las desigualdades y aumente las
oportunidades.
- Desarrollo de un marco democrático que suponga una amplia
participación de sectores populares.
- Estado o grado de equilibrio entre las demandas sociales y la
capacidad de respuesta gubernamental.
- Capacidad de adaptación y  exibilidad institucional con res-
pecto al cambio del entorno.
- Mantenimiento del orden y la ley, gestión e caz de la econo-
mía, promoción del bienestar social, control del orden polí-
tico y la estabilidad institucional.
- Capacidad de conducción política de los procesos sociales.
- Relación compleja entre el gobierno y la sociedad.
- Conjunto de condiciones que hace posible el ejercicio del po-
der político y económico en una determinada sociedad.
El tránsito de una concepción de gobierno que operaba sobre
unos supuestos ideales entra en crisis y necesita de una condición
que de na el ejercicio adecuado con el cual actúa ese gobierno. El
con icto es inherente a las relaciones entre personas e institucio-
nes, por ello, la gobernabilidad es el punto de análisis con el que
se cuenta para la adecuada resolución del con icto legitimándose
en esta tarea.
La autoridad y el liderazgo de quienes ejercen el gobierno se
soporta sobre una gestión adecuada de los asuntos que atañen a
18
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
la sociedad. Para esta misión se tienen en cuenta no solo las nece-
sidades y sus respuestas, sino que, la gobernabilidad también se
re ere a los medios, procesos, supuestos y mecanismos mediante
los cuales se interpretan los hechos y las formas como se satisfacen
las necesidades, asunto que desde luego trae consigo estabilidad y
equilibrio social.
V Gobernabilidad y educación
La educación, entendida como acto humanizador, es fundamen-
tal en el desarrollo de todas las dimensiones de la persona. Des-
pués de haber asumido que la educación se convirtió en un pilar
fundamental de la sociedad, el estado se encargaría de proveerla,
vigilarla y encausar sus fuerzas hacia los propósitos nacionales que
pretende conseguir.
En este mismo sentido, podríamos decir que la relación que
se establece entre educación y gobernabilidad, según Filmus con-
siste en “el aporte que la educación puede brindar en el marco del
concepto de gobernabilidad se encuentra asociado a su función
socializadora e ideológica en torno a legitimar un orden social es-
tablecido”.
10
Esta a rmación permite un doble examen, por un
lado, entendiendo la con guración del sistema educativo a través
de la historia como un reproductor de desigualdades ecomi-
cas y sociales; y por otro, desde la óptica de una educación que
prepara y consolida la conformación de un estado participativo
e inclusivo.
La primera observación se puede constatar fácilmente en la
tensn constante que ha existido entre quienes representan el or-
den establecido en favor de sus intereses a costa de los que tienen
que obedecer sus directrices. Sin embargo, la segunda hace de la
educación si no la única entidad, una de las más preponderantes
a la hora de construir la sociedad. El sentido del acto educativo
en los estudiantes se despliega cuando se piensan y direccionan
las posibilidades de “brindar las competencias necesarias para el
10
Filmus D. (1996) Concertación Educativa y gobernabilidad democrática en Amé-
rica Latina. Revista Iberoamericana de Educación, (12), p. 20
19
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
ejercicio de una ciudadanía integral mediante el desarrollo del
pensamiento crítico, el respeto al pluralismo y al disenso,
11
con
una alta dosis de formación en actitud participativa.
La gobernabilidad democrática necesita de la educación por-
que por medio de ella atiende a las demandas sociales de manera
más pertinente y adecuada. Para esta misión debe tomarse en se-
rio la posibilidad que existe en la consolidación de sistemas edu-
cativos e caces por la seriedad de sus procesos formativos y, ante
todo, por el ser humano integral que es capaz de insertar en la
sociedad. El conocimiento no es una acumulación de contenidos,
sino, “una creación colectiva que permite el desarrollo de compe-
tencias críticas, la difusión de valores democráticos y el reconoci-
miento de la diversidad.
12
Según Messina “cualquier fenómeno educativo puede ser ana-
lizado en términos de gobernabilidad.
13
Si asumimos esta a r-
mación en el planteamiento de nuestro problema como aporte a
lo que nos da qué pensar, la escuela es un fenómeno educativo
digno de ser considerado. Así como los hechos construidos en el
transcurso de la historia merecen ser examinados, las revolucio-
nes, las guerras, los con ictos, los descubrimientos y los avances,
el análisis del fenómeno de la escuela es neurálgico en el campo
educativo como ente que visualiza de manera evidente la institu-
cionalización de la educación.
No cabe duda de que, si pudiéramos categorizar a la escuela
como un fenómeno social, sería posible su análisis desde varias
perspectivas. Con la necesaria toma de postura investigativa
que conlleva la proposición de una tesis, nos atrevemos a decir
que es el concepto de gobernabilidad el que permite estudiar a
la escuela a través de sus prácticas internas de liderazgo, gestión,
participación, conducción y organización. Estos ejercicios que se
desarrollan en la cotidianidad de la vida escolar son los pueden
11
Ibídem, Filmus, 1996, p.12.
12
Rodríguez como se citó en Messina, 1996, p. 59.
13
Messina, G. (1996). Las conversaciones de Talca: gobernabilidad democrática y
educación. Revista iberoamericana de Educación, (12), 45 – 77. p. 46.
20
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
llevar a entender su estado y desafíos. Las prácticas internas de
gobernabilidad que operan al interior y exterior de la escuela son
las que hacen repensar el tipo de respuesta que se está ofreciendo
al contexto actual.
Desde sus inicios, la escuela persigue objetivos que no siempre
consigue, si bien es cierto que sus ideales se dilucidan como enti-
dad socializadora y con el compromiso de formar en conocimien-
tos y actitudes para vivir adecuadamente, muchos de quienes pa-
san por sus procesos formativos no alcanzan lo que ella promete.
Las causas no solo se instalan al interior de sus muros, el sistema
establecido muchas veces no permite que lo aprendido en la es-
cuela se aplique en la vida cotidiana de las personas. Es por ello
que, si pudiésemos acercarnos a los modos de gestión escolar y las
prácticas que se reproducen en las instituciones educativas, sería
posible contrastar la validez de esas prácticas con las demandas
sociales que nos aquejan. De esta forma podemos hablar con ma-
yor claridad de una educación que favorece la gobernabilidad de
los países y de las razones que causan la crisis de gobernabilidad
por la que atraviesan nuestras democracias.
El estado espera que la educación y la escuela le permitan
puntos de articulación con un ciudadano que sea un interlocu-
tor válido capacitado para expresar sus necesidades y coadyuvar a
solucionarlas. Los problemas de gobierno de la escuela se ubican
precisamente en que la gobernabilidad de ella se ve constante-
mente amenazada por las di cultades y problemáticas de diversa
índole de los que tienen la responsabilidad de orientarla hacia sus
horizontes institucionales. De acuerdo con lo anterior, quienes se
bene cian del servicio educativo no logran desplegar los soportes
necesarios para la constante transformación social de la que de-
ben ser protagonistas, asunto que impacta directamente el desa-
rrollo que propenden los pueblos en búsqueda de condiciones de
justicia, inclusión e igualdad de oportunidades.
Los problemas de gobernabilidad no son los maestros ni el sa-
lario, sino cómo se conduce el conocimiento; existe una tendencia
a cautelar el aparato administrativo y no el sentido de la adminis-
tración; el énfasis se pone en la Tekcé (la acción sobre las acciones
21
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
para producir cosas) antes que en la Política (que es la acción sobre
las acciones para producir acciones). Es importante destacar que,
desde la colonia, la educación ha estado separada de un proyecto
de desarrollo; consecuentemente, la educación no puede manejar
la gobernabilidad. Además, el sistema educativo no sólo carece de
un discurso frente al desarrollo, sino que tampoco cuenta con un
sistema apropiado de comunicación interna y de sistemas de co-
municación con la opinión pública.
14
VI La escuela como organización
El funcionamiento de las instituciones escolares se ubica en me-
dio de un sistema educativo. Para entender esta a rmación se
puede decir que hacemos parte de un mundo interconectado que
genera búsquedas y decisiones que repercuten directamente en los
países. Esta interconexn mundial se enmarca bajo un modelo
ecomico que in uye de manera directa en las políticas públicas
que se formulan para la educación en Colombia. A su vez, esas
políticas se concretizan en leyes y generación de mecanismos y es-
tructuras especí cas que señalan un modo especial de organizar
el sistema educativo en Colombia. El sistema tiene un alcance que
va desde lo macro a lo micro y se particulariza en la estructura
interna de cada institución, a la vez que requiere de un gobierno
que ejerza gestión y control para que se realice.
En consecuencia, se puede considerar que la escuela genera un
gobierno que produce unas prácticas especí cas. Estas prácticas
las podemos dimensionar y ubicar en algunas instancias del siste-
ma educativo interno. En la institución escolar, el sistema opera a
través de áreas de gestión. Básicamente, estas áreas son cuatro: di-
reccionamiento, administrativa, académica y convivencia escolar.
Cada una de estas funciona con procesos propios que hacen parte
de un sistema orgánico al servicio de los objetivos que la institu-
ción pretende alcanzar, y gestionarlo anida prácticas concretas de
gobernabilidad, por lo que es sobre estos puntos especí cos que la
tesis pretende validarse.
14
Ibíd, p. 96.
22
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
Aproximarse a lo que ha signi cado la organización de las
instituciones educativas nos lleva a pensar en los pasos dados
en el tiempo para entenderlas. Por una parte, decir que los mé-
todos de plani cación, administración y gestión han permeado
directamente a la institución escolar es una a rmación cierta. Sin
embargo, es pertinente descubrir su causa, en qué medida se ha
obedecido a modelos económicos y políticos y si estos modelos
son capaces de estandarizar la educación para ponerla al servicio
de un prototipo de hombre y sociedad.
Otro acercamiento posible es el hecho de entender la función
que cumple el gobierno de la escuela desde algunos puntos de
vista. Uno de estos es poder a rmar si en realidad la escuela ha
funcionado como un ente social aparte del mundo circundante
o si, por lo contrario, se inserta en el contexto mundial y local.
Descubrir si esta institución se mantiene por la simple inercia que
demarca el pronunciamiento del llamado derecho a la educación
o realmente justi ca su existencia en el tiempo presente, puede
ser un descubrimiento importante que esta investigación lograría
develar.
En el caso colombiano podemos marcar como hito en las últi-
mas décadas la Constitución Política de 1991 y la Ley General de
Educación del año 1994. Se podría decir que estas legislaciones
tocaron directamente la manera de organizar la gestión educati-
va en nuestro país. A partir de los años señalados anteriormente,
se formularon decretos que reorganizaron los modelos educati-
vos de las instituciones y toda la administración de los centros
escolares, funciones directivas, horas de trabajo académico, áreas
fundamentales del conocimiento, entre otros.
Estas reformas educativas que iniciaron en las décadas de los
ochenta y noventa en varios países de Europa y América Latina,
trajeron consigo una propuesta de descentralización en donde el
Estado pasó de ser el director general de la educación en la nación,
a con ar la supervivencia del movimiento educativo en las regio-
nes y estamentos locales. Por tal motivo, se le pidió a la escuela que
fuera ar ce de sus  nes y propósitos particulares, además de ser
autogestora de los medios para alcanzar sus propios objetivos. La
23
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
concreción de esta tarea se llevó a cabo en la exigencia que la Ley
115 hace en su artículo 73:
Con el  n de lograr la formación integral del educando, cada
establecimiento educativo deberá elaborar y poner en práctica
un proyecto educativo institucional en el que se especi quen
entre otros aspectos, los principios y  nes del establecimiento,
los recursos docentes y didácticos disponibles y necesarios, la es-
trategia pedagógica, el reglamento para docentes y estudiantes
y sistema de gestión. (Congreso de la República de Colombia,
1994).
Bajo este mandato, los años siguientes de la entrada en vigencia
de la Ley 115, todas las instituciones educativas se vieron en la obli-
gación de construir su Proyecto Educativo Institucional–PEI. Este
cometido se convertía en un requisito de funcionamiento, muchos
centros lo hicieron a conciencia, otros contrataron asesores para
diseñarlo y escribirlo, y tal vez, otros sencillamente lo presentaron
como una obligación más. Sin duda que la percepción subyacente
a estas disposiciones era lograr entender que cada institución edu-
cativa era única de acuerdo con el territorio en la que se encontrara
ubicada. El territorio demarca unas características particulares de
población, comprensión cultural y desafío contextual que implican
formas distintas de pensar el acto educativo según las circunstan-
cias en donde se encuentre ubicado.
Hablar del PEI después más de 20 años de su reglamentación
con el Decreto 1860 puede ser un tema interesante. Muy segura-
mente, cuando se le pide hoy a una institución educativa dicho pro-
yecto, por lo general se presenta un documento escrito de amplias
proporciones sobre el que pocas veces se recurre en la vida ordinaria.
En esta investigación se sabe que ya en los albores del siglo XXI y en
sus años venideros, los sistemas de gestión de la calidad en la edu-
cación han ingresado para hacer parte constitutiva de muchos de
los centros educativos de nuestro país, ya sean de carácter público o
privado. Plantear la hipótesis de que los PEI han sido remplazados
o entendidos ahora como esos sistemas de gestión de la calidad que
24
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
se certi can bajo modelos de estandarización internacionales,
15
va
a ser un camino interesante que se pueda recorrer en los descubri-
mientos que haga esta tesis.
También, hay que anotar que uno de los elementos que se qui-
so ampliar con la nueva legislación fue el tema de la participación.
Para ello se implementó el gobierno escolar (Decreto 1860, art.
20), descolocando las rectorías como únicos entes de decisn y
regulación. Se amplió el abanico de gestión ad intra con los con-
sejos directivo, académico, de padres y estudiantil. En estos entes
se pretende que existan representantes de todas las instancias que
convergen en la comunidad educativa.
Junto a esto, las políticas públicas también han pretendido dos
grandes alcances, por una parte, la cobertura para que un núme-
ro cada vez mayor de niños accedan a la educación formal y, por
otro, la calidad del servicio prestado en educación. En este marco
se abren colegios concesionados en los que, con recursos estata-
les, se entrega la gestión y prestación de la educación a entidades
privadas. Así mismo, el Instituto Colombiano de Fomento de la
Educación Superior (ICFES), ha ampliado las pruebas a otros
grados de la educación básica, como son las Saber tercero, quinto
y noveno, además de las de grado once que ya existían. De igual
forma, se creó una medida llamada índice sintético de calidad
educativa (ISCE),
16
que permite ubicar las instituciones educati-
15
El organismo internacional de Normalización (ISO) fue creado en 1947 y cuenta
con 91 estados miembros. Dicho organismo trabaja para lograr de forma común con-
seguir el establecimiento del sistema de calidad. El desarrollo y diversi cación de las
normas ISO han sido muy importantes en diferentes ramas o familias que tratan as-
pectos diversos como la calidad, el medio ambiente, la seguridad, los riesgos labora-
les y la responsabilidad social. (ISOtools, 2015). Estas normas permearon los sistemas
educativos y hoy en día las diferentes entidades del sistema educativo colombiano se
están certi can bajo estos parámetros de calidad.
16
El índice sintético de calidad educativa- ISCE es la herramienta que permite eva-
luar de 1 a 10 el proceso educativo de los colegios, con el  n de poder determinar los
planes y acciones que se deberán llevar a cabo para lograr el mejoramiento y excelencia
educativa que queremos para nuestro país. Incluye cuatro componentes:
1 Progreso: ¿Cómo ha mejorado con relación al año anterior?
2 Desempeño: ¿Cómo están los resultados de las pruebas con relación al resto del
país?
3 E ciencia: ¿Cuántos estudiantes aprueban el año escolar?
4 Ambiente escolar: ¿Cómo está el ambiente en las aulas de clase? (Cortés, 2016)
25
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
vas en niveles que conllevan a análisis y decisiones de acuerdo con
el rango de ubicación que obtengan según las pruebas aplicadas.
VII Contexto colombiano
La actual situación de nuestro país se enmarca bajo muchas varia-
bles, una de las más notables es el acuerdo de paz logrado con la ex
guerrilla de las FARC-EP. El proceso de negociación con este gru-
po armado puso sobre la mesa temas que durante muchos años
han sido álgidos en nuestro país, como el asunto de la posesión de
la tierra y la participación política.
Lo interesante de nuestro momento actual es que se convierte
en una oportunidad sin precedentes para replantear muchas de las
dinámicas sociales, políticas y ecomicas que conforman nues-
tra nación. Es por ello que el papel de la democratización juega
un rol fundamental en lo que podrá ser el futuro de nuestro país.
La realidad colombiana siempre ha estado sellada por las grandes
diferencias económicas que marcan la creciente desigualdad so-
cial, la concentración del capital en contados sectores, familias y
grupos ecomicos hacen de Colombia un país profundamente
desigual.
Las casusas de la violencia que nos aqueja se centran en una
inconformidad de las bases por el acceso a la participación políti-
ca y porque los bene cios sociales en educación, salud, vivienda,
trabajo y bienestar de los colombianos siempre han sido precarios.
La falta de gobernabilidad del estado, la múltiple fracción de in-
tereses y el deseo de poder han marcado décadas de una atroz vio-
lencia que deja miles de muertos y millones de desplazados en un
país que con di cultades sigue intentando equilibrios que no son
del todo acertados.
Boaventura de Sousa en su texto “Colombia ente la paz neoli-
beral y la paz democrática” (2017) señala:
El capitalismo neoliberal promovió una democracia de tan
baja intensidad que hoy tiene poca fuerza para defenderse de los
poderes antidemocráticos que la han venido creando. El proble-
ma es saber si para garantizar la continuidad de la acumulación
del capital, ahora totalmente dominada por el capital  nanciero,
26
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
el capitalismo global está ante la urgencia de tener que revelar su
verdadera cara, la de que es incompatible con la democracia, in-
cluso con la de baja intensidad (p. 273).
Según el mismo autor, el proceso de paz surge en un período
de crisis del neoliberalismo, para lo cual se necesita el acierto de
un gobierno que sepa interpretar los verdaderos puntos que han
generado y pueden seguir generando violencia. Dentro de estos se
identi ca el narcotrá co con todo su engranaje, desde los cultivos
ilícitos hasta la producción y comercialización de estupefacientes.
A ello se le suma todo el sistema violento y corrupto que lo sus-
tenta. No menos grave es la atención que se le preste al posible
proceso de paz con el ELN y los elevados niveles de corrupción.
La concentración de la tierra sigue siendo una gran causa de vio-
lencia, puesto que ha generado a través de la historia inmensos
niveles de desigualdad social. Según el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo [PNUD] (2011), el 77% de ella está en
manos del 13% de propietarios y de estos el 3.6% tiene el 30% de
propiedad sobre esos terrenos. El 70% de los alimentos del país
provienen de los pequeños campesinos.
Bajo estas premisas, la relación educación, escuela y goberna-
bilidad tiene un inmenso compromiso que puede ser posible de
capitalizar. El reconocimiento de la diferencia, la participación
en todos los ámbitos sociales, la consolidación de la democracia,
el protagonismo ético de los ciudadanos y todo lo que concierne
a la eliminación de las condiciones que generan los altos índices
de violencia en el país, deben y pueden ser el vínculo con el que se
construya un nuevo territorio. Este proyecto se puede conseguir
siempre y cuando exista una articulación entre “una democracia
representativa y una democracia participativa [] esta tiene que
transformarse en una agenda práctica y cotidiana de las familias,
los barrios, las comunidades, las organizaciones y movimientos
sociales” (de Sousa, 2017, p. 278).
Las prácticas de gobernabilidad de los sistemas educativos son
las mejores aliadas para reproducir en la sociedad lo que en la es-
cuela se realiza: las rutinas de aula, los esmulos que se entregan,
el tipo de evaluación que propone, los compromisos solidarios
27
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
que ejerce y la valoración del otro. Estas formas de ser y de hacer se
deben vincular a la vida ordinaria como condición para validar el
conocimiento que ofrece la escuela, un conocimiento realmente
pertinente que consolide la ciudadanía y propenda por el cambio
social.
He a rmado que Colombia puede ser el único país latinoame-
ricano que le dé una buena noticia al mundo en la segunda década
del nuevo milenio: La noticia de que es posible resolver pací ca-
mente los con ictos sociales y políticos, incluso los de más larga
duración, y de que de tal resolución puede emerger una sociedad
más justa y más democrática. Se trata al  nal de una apuesta cuyo
desenlace está en las manos de los colombianos y de las colombia-
nas (de Sousa, 2017, p. 296).
Re exiones  nales
En consonancia con la gobernabilidad de los sistemas educativos,
el liderazgo de quien o quienes cumplen con las funciones de go-
bierno al interior de los sistemas es fundamental. Comprender que
el direccionamiento, motivación, conocimiento y capacidad de
gestión son componentes esenciales en la educación nos permite
ubicar de mejor manera los actores implicados en esta indagación.
En cuanto a los actores mencionados, el servicio educativo
puede prestarlo directamente el Estado en los colegios públicos
o las entidades privadas. En este último conjunto de la educa-
ción privada existen colegios que se con esan en comunión con
la Iglesia Católica. Si bien es cierto que las políticas públicas no
han entrado en contraposición con las instituciones de carácter
religioso, a lo cual vale la pena anotar que, en varias regiones del
territorio, solo la Iglesia Católica fue o es la que hace presencia
educativa; también lo es que las desventajas que sufre la educación
privada cada vez son más ascendentes. Especí camente, se podría
señalar la di cultad a la hora de ejecutar el cobro del servicio,
puesto que no se cuenta con mecanismos certeros y e caces para
captar deudas de familias que han recibido educación privada y
no esn dispuestas a pagarlas. De acuerdo con este contexto de
políticas públicas y gestión educativa, en la realidad colombiana
28
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
es desde donde se problematiza nuestro objeto de estudio, ya que
pretende dialogar sobre la incidencia de las decisiones de goberna-
bilidad que se toman tanto dentro como fuera de una institución
educativa para evaluar cómo estas repercuten directamente en la
gobernabilidad de la escuela misma.
Realizar estos análisis con un piso especí co como lo son los
colegios de la comunidad de Hermanos Maristas en Colombia,
nos da la posibilidad de tener un lugar desde el cual tomar pos-
turas y con gurar re exiones situadas. La presencia de la comu-
nidad en varias regiones geográ cas del país permite además de
la referencia a los distintos contextos locales, la profundización
en instituciones escolares que, aunque pertenecen a la misma co-
munidad religiosa que la regenta, cada una guarda características
históricas y referentes académicos y socioeconómicos distintos.
Fuentes
Altman, D. y Castiglioni, R. (2016). ¿De qué hablamos cuando
hablamos de Gobernabilidad Democrática? Instituto interna-
cional de Gobernabilidad, (No. 38), 14.
Beltrán Mora, L., Bohórquez Montoya, J., Pardo Rodríguez, L.,
Ramírez Hernández, L., Rendón Acevedo, J. y Sanabria Lan-
dazábal, N. (2011). Territorio y desarrollo: Bases conceptuales
para la gobernanza local.Equidad y Desarrollo, (No. 16), 9-51.
https://doi.org/10.19052/ed.134
Chateau, J. (2017). Los grandes pedagogos. Ciudad de México:
Fondo de Cultura Económica.
Cortés, D. (2016). Índice Sintético de Calidad Educativa. Colom-
bia Aprende. La red del conocimiento. Recuperado de: http://
aprende.colombiaaprende.edu.co/es/node/88175
De Sousa Santos, B. (2017). Democracia y transformación social.
Bogotá: Siglo del Hombre y Siglo XXI.
Filmus, D. (1996). Concertación educativa y gobernabilidad
democrática en América Latina. Revista Iberoamericana de
Educación, (No. 12), 11-30.
Filmus, D. (2005). Gobernabilidad democrática: Conceptualiza-
ción. Revista Aportes Andinos, (No. 13), 144.
29
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 07-30
Focault, M. (2016). Seguridad, territorio, población. Segunda
edición, quinta reimpresión. Buenos Aires: Fondo de Cultura
Económica.
García, A. (2009). Gobernabilidad democrática en América Lati-
na. Cuadernos de Clase, (No. 3), 6775.
ISOtools. (2015). ¿ué son las normas ISO y cuál es su  nalidad?
Blog de Calidad y Excelencia. Recuperado de: https://www.
isotools.org/2015/03/19/que-son-las-normas-iso-y-cual-es-su-
 n a l i d a d /
Martínez Boom, A. (2016). Maestro, función docente y escola-
rización en Colombia. Propuesta Educativa, Vol. 25(No. 45),
34-49.
Martínez Boom, S. (2013). Lecturas y usos de Foucault. En P. Pá-
ramo. (Comp.). La investigación en Ciencias Sociales: discusio-
nes epistemológicas. (pp. 221-240). Bogotá: Universidad Piloto
de Colombia.
Martínez, J. A. (2003). Inestigación y Conocimiento: entre cuali-
dades y cantidades. Bogotá: CORPRODIC.
Messina, G. (1996). Las conversaciones de Talca: gobernabilidad
democrática y educación. Revista iberoamericana de Educa-
ción, (12), 45 – 77.
Milkos, T., Jiménez, E. y Arroyo, M. (2010). Prospectiva: Goberna-
bilidad y riesgo político. Instrumentos para la acción. Goberna-
bilidad, transición y ruptura. México D.F.: Editorial Limusa.
Morin, E. (2010). ¿Hacia el abismo? Globalización en el siglo
XXI. Primera edición. Madrid: Paidós.
Noro, J.E. (2010). Origen, glori cación y crisis de la escuela mo-
derna: de la escuela sagrada a la escuela profana. Inestigación
y postgrado, No. 25(2-3), 109-114. Recuperado el 3 de abril de
2018, de: http://www.scielo.org.ve/scielo.php?script=sci_art-
text&pid=S1316-00872010000200010
Pernett, J. (2004). La Gestión educativa por procesos. Guia para
su identi cación e implementación. Revista MasEducativa,
(No. 6). Recuperado de: https://comunidad.udistrital.edu.
co/jpernett/files/2011/09/La-Gesti%C3%B3n-Educati-
va-por-Procesos.pdf
30
P       
Leonardo Yepes Núñez
M
Pozner, P. (s.f.). Aprender y desaprender para enseñar en el siglo
XXI y avanzar en la gobernabilidad pedagógica de nuestras
escuelas. Subsecretaría de Promoción de Igualdad y Calidad
Educativa. Recuperado de: http://www.igualdadycalidadcba.
gov.ar/SIPEC-CBA/webgra apostitulo/PoznerMII/POZ-
NER%20aprender%20y%20desaprender.pdf
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo [PNUD].
(2011). Informe sobre Desarrollo Humano. Sostenibilidad y equi-
dad: un mejor futuro para todos. New York: UNDP.
Puelles, M.d. y Urzúa, R. (1996). Educación, gobernabilidad de-
mocrática y gobernabilidad de los sistemas educativos. Revista
Iberoamericana de Educación, (No. 12), 107-135.
Restrepo, P. y Flórez, J. (2008). La gobernabilidad: conceptuali-
zación y una aplicación al sistema de educación básica en Co-
lombia. Cuadernos de Economía, Vol. 28(No. 49), 155-182.
Sánchez, L. (1996). Las relaciones entre gobernabilidad democrá-
tica y el sistema educativo: un estado de la cuestión. Revista
Iberoamericana de Educación, (No. 12), 79 – 103.
Urzúa, M. d.-R. (1996). Educación, gobernabilidad democrática
y gobernabilidad de los sistemas educativos. Revista Iberoame-
ricana de Educación, 107 - 135.
Villa, F. G. (2009). La participación democrática en la Escuela.
De cómo los agentes educativos se las ingenian para gobernarse.
Bogotá: Magisterio.