La seguridad ambiental:
un recuento teórico, histórico
y normativo
María Alejandra Colorado Patiño *
William Sebastián Real Núñez **
Juan Sebastián Cañon Caro ***
La Seguridad Humana surge no de las doctas escrituras de los erudi-
tos sino de las diarias preocupaciones del pueblo. Se re eja todos los
as en el ceño fruncido de los rostros de los niños inocentes, en la an-
gustiada existencia de los sin techo, en el constante temor de los que
no tienen trabajo, en los silentes gritos de los perseguidos, en la calma
desesperación de las víctimas de las drogas, el SIDA, el terrorismo y la
propagada contaminación. Haq, Mahbub Ul 1998, p.26.
Resumen
L
os cambios en la Sociedad Mundial han permitido ampliar la
discusión en la comunidad académica respecto al alcance de
la seguridad a nivel contemporáneo. La globalización planteará la
emergencia de una mirada o dimensn humana u holística, en pa-
ralelo a aquella estatista que fortalece el papel del realismo político.
Ambas alternativas pretenden responder a los retos del siglo XXI.
El presente artículo de investigación examina dos aspectos princi-
pales: primero, el cambio en la construcción del concepto de Segu-
ridad en términos teóricos. Segundo, una revisión de alcance nor-
mativo acerca de los ejes que constituyen la Seguridad Ambiental
a nivel internacional, regional y nacional rati cada por Colombia.
* Egresada del pregrado en Negocios y Relaciones Internacionales de la Universidad de La-
Salle Bogotá, Colombia. Correo: mcolorado47@unisalle.edu.co
** Egresado del pregrado en Negocios y Relaciones Internacionales de la Universidad de La-
Salle Bogotá, Colombia. wreal16@unisalle.edu.co
*** Egresado del pregrado en Negocios y Relaciones Internacionales de la Universidad de
LaSalle Bogotá, Colombia. jcanon25@unisalle.educo.
El presente artículo se realizó con base en la tesis “La Seguridad Ambiental y su incidencia en
la Sostenibilidad del medio ambiente. Caso: Minería ilegal en la región del Chocó Biogeo-
g co” aprobada por el Comité de Investigación del Programa de Negocios y Relaciones
Internacionales de la Universidad de LaSalle el 11 de abril de 2019.
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Palabras clave
Teoría Relaciones Internacionales, seguridad humana, desarrollo
sostenible, normativa ambiental internacional
Fecha de recepción: Fecha de aceptación:
abril 2019 junio 2019
Environmental Security: A theoretical, historical and normative recount
Keywords
International relations theory, human security, sustainable development
international environment law.
Final submission: Acceptance:
April 2019 June 2019
Abstract:
e changes in the World Society have made possible the broaden of
the academic community’s discussion of the scope of security at the
contemporary level. Globalization will pose the emergence of a human
or holistic vision or dimension, parallel to that statist that strengthens
the role of political realism. Both alternatives aim to meet the challeng-
es of the 21st century.  is article examines two main aspects:  rst,
the change in the construction of the concept of security in theoretical
terms. Secondly, a policy review of the axes of environmental security at
international, regional and national levels rati ed by Colombia.
Introducción
La Sociedad Mundial como el nuevo espacio donde convergen
actores, relaciones, y estructuras, que sin desconocer al Estado va-
lidan la existencia de nuevas realidades y amenazas a nivel global,
promueve una discusión profunda acerca de los desafíos y retos
sobre del medio ambiente. Esta visión multidimensional amplia-
da del factor ambiental y la seguridad, permitió entonces consti-
tuir al individuo como centro de las preocupaciones relacionadas
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a la protección del medio ambiente y los procesos de desarrollo
humano y sostenible.
La presente investigación se divide en dos ejes, primero, la
construcción del marco teórico del concepto de Seguridad Am-
biental a partir de las teorías de las Relaciones Internacionales;
segundo, una revisión de la normativa ambiental a nivel interna-
cional, regional y nacional rati cada por Colombia desde el año
de 1972 hasta el 2016 que pretende dar cuenta de la evolucn e
inclusión de los temas ambientales tanto en la agenda internacio-
nal como en la nacional.
En este artículo se busca responder a las siguientes preguntas:
primero, ¿Cómo se construye el concepto de Seguridad Ambien-
tal, en el marco de la Seguridad Humana? y segundo ¿cuál es su
incidencia para la sostenibilidad del medio ambiente? Por lo cual
el objetivo general consiste en analizar la forma en que se constru-
ye el concepto de Seguridad Ambiental y como este incide en la
sostenibilidad del medio ambiente a través del desarrollo de dos
objetivos especí cos que corresponden a la constitución de los ca-
pítulos del proyecto.
El primer objetivo se basó en la construcción de un marco
teórico sobre el concepto de Seguridad Ambiental realizando un
recorrido histórico que permitió presentar la evolución de los es-
tudios de seguridad. La perspectiva de investigación cualitativa
teórico-descriptiva se construyó en un primer momento a través
de una técnica de recolección de datos que constituyó la ruta me-
todológica de este capítulo.
El segundo objetivo se enfocó en identi car la normativa me-
dio ambiental a nivel internacional y regional a partir de la revi-
sión de tratados, declaraciones, cumbres y protocolos  rmados y
rati cados por Colombia a la fecha, y como estos han in uido en
la creación de un marco normativo nacional que permite la insti-
tucionalización y consideración de temas ambientales en el país.
Para llevar a cabo este objetivo se utilizó un instrumento meto-
dológico de revisión de literatura, recolección de datos y análisis
bibliohemerog co, basado en investigaciones previas de artícu-
los, legislación y revistas especializadas.
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Finalmente, la relevancia de este tema de investigación per-
mite fortalecer estudios de los Negocios y Relaciones internacio-
nales en las áreas de teoría de las relaciones internacionales, más
especí camente en los estudios de seguridad, análisis de coyun-
tura nacional e internacional y Derecho internacional ambiental.
De igual manera, se involucran asuntos que han sido abordados
a lo largo de los estudios de pregrado, tales como: teorías políti-
cas, teorías de las relaciones internacionales, asuntos económicos
y asuntos ambientales que, ajustados a la línea de investigación de
la Universidad de La Salle en Bogotá, Ambiente y sostenibilidad,
demuestran que es necesario unir los conceptos de desarrollo hu-
mano y desarrollo económico en busca de la protección del medio
ambiente para generaciones futuras.
I Construcción del concepto de seguridad en Relaciones
Internacionales: hacia la seguridad ambiental
En el presente apartado se realiza un recorrido conceptual acer-
ca de la evolución de los Estudios de Seguridad (en adelante ES).
1
A partir, de un breve recorrido histórico y teórico que permite
presentar los cambios que con guraron su alcance, se realiza una
discusión que desde las Relaciones Internacionales involucra el
dialogo con otras disciplinas. El debate racionalismo-re ectivis-
mo aporta a dicha discusión planteando el paso de una seguridad
tradicionala otra que acerca al ser humano con el medio ambiente.
La seguridad hace referencia a un concepto que ha sido controver-
tido, es decir, en el que existe poco consenso debido a la elasticidad y
subjetividad del término.
2
Arnold Wolfers menciona que ha existido
ambigüedad en el concepto de seguridad nacional, ya que, en este se
puede incluir un amplio rango de objetivos, por lo que muchas políti-
1
Los Estudios de seguridad y la Investigación para la paz son dos de los principa-
les programas de investigación dentro de la subdisciplina de las RI, surgidos a partir
de los estudios idealistas y la tradición realista respectivamente véase en U.Albrecht y
H. Gunter. 2008. Security in Peace Research and Security Studies. In: Brauch H.G.
et al. (eds) Globalization and Environmental Challenges. Hexagon Series on Human
and Environmental Security and Peace, vol 3. Springer, Berlin, Heidelberg.
2
Walter Gallie. Art as an essentially contested concept. 1956.  e Philosophi-
caluarterly(1950-), 97-114.
35
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cas de distinta naturaleza pueden ser consideradas como políticas de
seguridad
3
. Por el contrario, Williams
4
considera que, aunque exista
una falta de consenso en cuanto al signi cado de seguridad se ha tra-
bajado con un concepto que se centra en las amenazas a valores apre-
ciados. “Si bien en cierto sentido esto es cierto, -la seguridad signi ca
indudablemente cosas diferentes para diferentes personas- a un nivel
abstracto, la mayoría de los estudiosos de las Relaciones Internacio-
nales (RI) trabajan con una de nición de seguridad que implica el
alivio de las amenazas a los valores más preciados”.
5
En la disciplina de las RI, los enfoques racionalistas han ins-
tituido una in uencia hegenica a lo largo de la historia.
6
A
mismo, los ES como una subdisciplina de las RI han mantenido
una dominante postura realista y tradicional que ha sido sujeto
de constantes debates y cuestionamientos entre los distintos en-
foques existentes. Sin embargo, como se verá más adelante, la lle-
gada de las teorías re ectivistas al campo de las RI supone un ata-
que radical al mainstream de las teorías en la disciplina, poniendo
en cuestión no solo los postulados teóricos, sino los propios fun-
damentos ontológicos y epistemológicos, que por supuesto van a
repercutir fuertemente en el desarrollo de los ES.
7
Por esta razón, existe la necesidad de abordar los ES en la
presente investigación a partir de la fractura (Racionalismo vs
Re ectivismo),
8
lo que permitirá apreciar las concepciones sobre
seguridad desde un enfoque diciplinar, para entender a fondo la
evolución y las transformaciones que ha sufrido el concepto.
3
Wolfers de ne seguridad objetiva y subjetiva en uno de los textos clásicos de los
estudios de seguridad. Véase Arnorld Wolfers.National security” as an ambiguous
symbol. 1952.Political Science uarterly,67(4), 481-502.
4
Paul Williams. Security studies: an introduction. InSecurity Studies.2012. 23-
34. Routledge.
5
Ibíd., 1.
6
Andrew Dunne. International theory: To the brink and beyond (No. 378).1996.
Greenwood Publishing Group.
7
Celestino Del Arenal Moyua. Etnocentrismo y Teoría de las Relaciones Interna-
cionales: una visión crítica. Tecnos.Madrid. 2014.
8
Planteado así por primera vez por Robert Keohane.1988. durante la “Internatio-
nal Studies Association.
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Antes de realizar el recuento histórico y teórico de los ES, es im-
portante mencionar la distincn epistemológica con la que se revi-
saran las discusiones disciplinares sobre seguridad. Una forma de
abordarlo, es la distinción realizada por Buzan
9
que mani esta que
existe: en primer lugar, una concepción Objetiva de la seguridad
que suele de nir la seguridad en términos materiales; en segundo
lugar, una concepción Subjetiva que resalta la importancia de la his-
toria, las normas, las percepciones y los contextos relacionales; en
tercer lugar, una concepción Intersubjetiva y/o discursiva de la segu-
ridad, que reconoce el acto discursivo por parte de los representan-
tes del Estado para declarar condiciones de emergencia y legitimar
así el derecho de utilizar los medios necesarios para hacer frente a
los focos de inseguridad.
10
En la siguiente tabla se observan las ca-
racterísticas principales y el énfasis de cada una de las distinciones
epistemológicas de la seguridad propuesta por Buzan.
11
II La seguridad Racionalista
La visión tradicional de la seguridad que dio origen a los primeros
ES, se caracterizó por tener un enfoque Racionalista-objetivista
12
y
una estricta posición estatocéntrica-militar,
13
que nació ligada a la
corriente realista de las RI por la in uencia de autores como Carr,
Spykman y Morgenthau (Realismo político). Esta primera visión
que predominó por años sobre otras concepciones de seguridad en
el debate político y los programas de investigación, tiene fundamen-
tos en los Estudios Estratégicos,
14
que nacieron en la década de los
9
Buzan Barry y Weaver Ole. South America: an under con ictual anomaly. Regions
and powers: the structure of international security. 2003. cambridge university press,
cambridge, 304-342.
10
Véase Buzan et al, 1998 y Waever, 1995.
11
Ibid., 34
12
El “Racionalismo” abarca los enfoques tradicionales (Realismo, Liberalismo,
Neorrealismo, Neoliberalismo e Institucionalismo Neoliberal) que comparten una
concepción positivista y arquica del Sistema Internacional y usualmente una con-
cepción objetivista de la seguridad, re riéndose a la ausencia de amenazas materia-
les y militares
13
Williams, op. cit.
14
Los Estudios Estratégicos han estudiado el uso, la amenaza y el control de la fuerza
militar por parte de los estados. Han existido varias olas de los estudios sobre disua-
37
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cuarenta para orientar la estrategia militar de los EU como superpo-
tencia, al reconocer que la seguridad nacional tenía la capacidad de
defensa y disuasión frente a ataques externos.
Fuente: Elaboración propia
Para Jervis
15
la “Edad de oro” de los Estudios Estratégicos y de
disuasión
16
llegaría en los cincuenta y sesenta tras laSegundaGue-
rraMundial y la llegada de la Guerra Fría, con la urgencia de estu-
diar la rivalidad nuclear, las condiciones geoestratégicas y las rela-
ciones de poder entre las dos superpotencias de la época,
17
lo que le
daría vida al nuevo camposubdisciplinarsobreseguridad.
sión. Algunos artículos cronológicos sobre este concepto se pueden encontrar en Ra-
ser 1966; Jervis 1979, 1989; Huth 1999; Zagare y Kilgour 2000, Morgan 2003.
15
Jervis Robert. Deterrence  eory Revisited.1979. World Politics Vol. 31, p. 289-324.
16
El Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS) fundado en 1958 en Lon-
dres, es una de las instituciones más importantes de los estudios de seguridad que ha
aportado a la conceptualización y los programas de seguridad. (Albrecht y Gunter.
2008.)
17
En la década de los años sesenta se establecieron también programas independien-
tes de investigación en las universidades y asociaciones norteamericanas de elite como
Harvard, Stanford, Yale, Pittsburg, ISA y APSA Véase, Buzan y Weaver.2007.
Tabla 1. Distinción epistemológica del concepto de Seguridad
Concepción Objetiva
Concepción Subjetiva Concepción Discursiva
(La ausencia/presencia
de amenazas concretas).
Normalmente de ne la
seguridad en términos
materiales relativos.
(La percepción o
sentimiento de estar
amenazado o no).
Enfatiza el contexto
social, la historia y las
psicologías del miedo
y las percepciones
(erróneas).
Mantiene una
referencia
objetiva.
La seguridad no puede
de nirse en términos
objetivos.
La seguridad es un
discurso.
Se centra en el proceso
intersubjetivo mediante
el cual las amenazas se
mani estan como
problemas de seguridad
en las agendas políticas.
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La disuasión nuclear, sin embargo, eclipsó muchos de los te-
mas de seguridad de carácter militar y no militar. Por esto, en la
década de los setenta y ochenta llegaría lo que Stephen Walt de-
nominó “El renacimiento de los ES”, que presenció el regreso de
los temas de seguridad nacional a la agenda académica, como la
reformulación del enfoque realista, presentada por Waltz (Neo-
rrealismo) e importantes estudios de Jervis en 1978 y uester en
1977 acerca de las ventajas “Ofensivas” y “Defensivas”, en don-
de resurgieron además metodologías más so sticadas y rigurosas
como medios para generar, probar y re nar teorías.
18
El Neorrealismo por su parte mantuvo las líneas bases del
realismo clásico (la estructura anárquica del S.I, el Estado como
actor principal, las distribuciones de poder entre Estados), pero
reformuló algunos supuestos con elementos estructuralistas, y la
conceptualización de los sistemas deAutoayuda”.
19
Por otro lado, las vertientes realistas ofensivas y defensivas sur-
gieron con otras acepciones en cuanto a la seguridad y los con ic-
tos, entre ellas el “realismo estructural defensivo, que le dio im-
portancia a los factores domésticos, individuales e interpretativos,
mencionando así que los Estados solo buscarán la cantidad de po-
der apropiada, y el “realismo estructural ofensivo” que argumenta
que para alcanzar la seguridad los Estados deberán acaparar todo
el poder relativo posible.
En ese sentido, Williams sustenta que las preocupaciones del
enfoque tradicional giran en torno a las (cuatroSs); “states,strate-
gy,scienceand status quo”,
20
los Estados como únicos referentesde
laseguridad, la Estrategiacomo la búsqueda de los mejores me-
dios para emplear la amenaza y el uso de la fuerza militar, la Cien-
cia como un conocimiento objetivo más allá de la mera opinión
18
Vease Walt 1991; Baldwin 1995; Betts 1997.
19
Los neorrealistas creen que las anarquías son necesariamente sistemas de “au-
toayuda”, sistemas en los que tanto la autoridad central como la seguridad colectiva
están ausentes. El corolario de la autoayuda a la anarquía hace un enorme trabajo en
el neorrealismo, generando la dimica intrínsecamente competitiva del dilema de la
seguridad y el problema de la acción colectiva (Wendt.1992.392).
20
Williams, op. cit. 3
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y el Statu quo como la preocupación de mantener la estructura y
prevenir cambios radicales o revolucionarios en el SI.
Además del realismo, la escuela idealista con los “Estudios
para la paz” aportó a esta visión tradicional. Esta serie de investi-
gaciones pretendían acabar con las causas de la guerra, hacer fren-
te a losdilemas de seguridadyconstruir los procesos mediante
los cuales los Estados cooperan de tal modo que se imposibilita la
acción armada o violenta, al crear mecanismos para laseguridad
colectiva
21
y la paz.
22
Tambn, el “Liberalismo Institucional, con aportes impor-
tantes de autores como Keohane y Axelrod, aportó a las discu-
siones sobre seguridad pero se concentró en el papel que juegan
las instituciones Internacionales para la mitigación de con ictos,
pues, aunque persista la anarquía del sistema estas pueden in-
uenciar y modelar el comportamiento y las preferencias de los
Estados
23
, construyendo un SI más cooperativo y menos con ic-
tivo en donde los Estados tienen intereses mutuos de seguridad
nacional que solo pueden ser afrontados a través de una coopera-
ción institucionalizada.
Hasta este punto se ha hecho un breve recorrido histórico del
alcance de la seguridad en términos teórico-conceptuales hasta
los años ochenta, involucrando los aportes predominantes de
los enfoques tradicionales a los ES. A continuación, se aborda la
forma en que a partir de los años ochenta la naturaleza de la so-
ciedad internacional (global y universal) empieza a evidenciarse,
ocasionando una expansión y reformulación de varios aspectos
de la política internacional y nacional, entre ellos los problemas
de seguridad.
21
Gabriel Orozco. El concepto de la seguridad en la Teoría de las Relaciones Inter-
nacionales. (2005). Revista CIDOB D’Afers Internacionals, (72), 161-180. http://
www.jstor.org/stable/40586218
22
En el periodo entreguerras se establece la Investigación para la paz para estudiar las
guerras y el armamento. Véase uincy Wright (1942)
23
Keohane. op cit.
40
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III La Expansión del concepto de Seguridad
El papel del Estado y la seguridad racionalista fueron el foco de
atención y de análisis de los Estudios Estratégicos desde su na-
cimiento. Sin embargo, con el proceso de Globalización
24
en los
años ochenta, la caída del Muro de Berlín y el  n de 45 años de
guerra fría en la década de los noventa, desaparece un SI clásico
que invisibilizaba los cambios y las discusiones que venían apare-
ciendo en el panorama desde mediados de los años setenta.
A partir de las transformaciones en el orden mundial, la políti-
ca y la realidad internacional, surge la necesidad de replantear las
dimensiones y los alcances de la seguridad para considerar aspec-
tos más amplios de esta. Es así, como bajo condiciones de relativa
paz surgen en el escenario internacional las llamadas amenazas
no tradicionales a la seguridad, caracterizadas por considerar
las amenazas a nivel sub-estatal y transestatal y por separarse un
poco de una visión estatocéntrica, que dio paso a una visión coo-
perativa y colectiva de la seguridad.
Con el  n de la “Guerra Fría”, los ES sufrieron grandes cam-
bios y experimentaron una evolución y diversi cación teórica que
dio lugar a múltiples enfoques distantes entre sí, abordando inclu-
so el campo transdisciplinar sin dejar a un lado el vínculo especial
desarrollado en la disciplina de las RI.
25
Estos cambios, obligarían
a los académicos y a los Estados en general a reformular sus políti-
cas, conceptos, y percepciones del sistema político-diplomático, la
sociedad humana y la sociedad internacional.
26
Para Krause,
27
importantes aportes se producen dentro de los
ES incorporando una mayor discusión teórica que intenta expan-
24
Globalización entendida como la interdependencia creciente del conjunto de países
del mundo provocada por el aumento del volumen y la variedad de las transacciones
transfronterizas de bienes y servicios, los  ujos internacionales de capitales y la difu-
sión acelerada y generalizada tecnología (FMI).
25
Los tradicionalistas se opusieron radicalmente a una agenda ampliada de segu-
ridad, argumentando la destrucción conceptual e intelectual de la seguridad. Vease
Stephen Walt (1991), Colin Gray (1992).
26
Celestino Del arenal. op cit
27
Krause, Keith y Williams, Michael, “Broadening the Agenda of Security Studies:
Politics and Methods”, en Mershon International Studies Review, No. 40, 1996, p. 229.
41
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dir la predominante concepción Neorrealista hasta entonces de
la seguridad,
28
en este sentido, aparecieron nuevas corrientes que
empezaron a socavar los planteamientos del enfoque tradicional,
proponiendo la ampliación (widening) y la profundización (dee-
pening) del concepto.
Para Hurrel,
29
el argumento central sobre seguridad de los ex-
pansionistas es que:
“Ya no puede responderse exclusivamente en términos de Esta-
do, [] el objeto de referencia de la seguridad debe incluir, por
debajo del Estado a los individuos y colectividades y por encima
del Estado a la humanidad en su conjunto, la gente en general e
incluso la biósfera de la cual depende la supervivencia humana,
y no solo a los ciudadanos de un Estado en particular”.
Así mismo, Buzan y Brown citados en Walt sugieren que es
necesario ampliar el concepto de seguridad para incluir fenóme-
nos no militares como la pobreza, el VIH, los peligros ambien-
tales, el abuso de drogas, entre otros, que pueden ser amenazas
para los Estados y los individuos.
30
Tambn, Myers sostiene que
la seguridad no solo se entiende como la protección contra daños,
sino que se puede re ejar en elementos básicos como el acceso al
agua, el alimento, la salud y demás derechos básicos de cualquier
ser humano.
En consecuencia, temas más universales empiezan a ser discu-
tidos y a ser considerados en el ámbito académico, repercutiendo
en las agendas nacionales que evolucionan al paso de los avances
cientí cos, sociales, económicos, y comunicacionales, incluyen-
do aspectos como la cooperación internacional, la desigualdad, la
28
Algunos autores importantes que han aportado a la expansión del concepto de se-
guridad: Richard Ullman (1983); Jessica Tuchman Mathews (1989);  eodore Mo-
ran (1990/91), Brad Roberts (1990); Beverly Crawford (1994) (1983); Nye (1989);
Weaver (1987); Crawford (1991); Brown (1989), entre otros.
29
Hurrell Andrew. Seguridad y violencia en América Latina: Un análisis conceptual.
Foro Internacional, 38(1 (151)), 19-36. 1998. http://www.jstor.org/stable/27738616
30
Walt Stephen.  e renaissance of security studies. International studies quarterly,
35(2), 211-239. (1991).
42
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pobreza, el desarrollo, los derechos humanos, el medio ambiente,
entre otros, dando origen a nuevos problemas y retos de carácter
multidimensional para la seguridad.
La expansión y la inclusión de otras dimensiones a los ES, irán
un paso más allá en la discusión teórico-conceptual con la llegada
de los enfoques constructivistas y sus aproximaciones al campo re-
ectivista, que crearán puentes transdisciplinares e interdisciplina-
res permitiendo nuevas formas de concebir la seguridad y las RI.
IV Constructivismo
Dentro del Re ectivismo el Constructivismo aparece en la teoría
de las RI a mediados de los años ochenta con autores como Wendt,
Kratochwil, Onuf, entre otros. Diferenciándose cada vez más del
resto de enfoques re ectivistas, al adoptar un programa de inves-
tigación que fue construido no a partir de una teoría propia, sino
de las carencias divisadas en los enfoques tradicionales (Neorrealis-
mo-Neoliberalismo).
31
Cabe anotar que dentro del constructivismo existen vertientes
teóricas que se han distanciado y aproximado en algunos aspectos.
Por esta razón se distinguen las perspectivas constructivistas con-
vencionales, es decir de corte racionalista, de las posiciones cons-
tructivistas que son más críticas, así mismo se tiende a distinguir
entre las vertientes norteamericanas y europeas. Buzan, menciona
que desde los años noventa en los debates de seguridad existe una
distinción entre los enfoques estadounidenses que se desarrollaron
a partir del debate “racionalismo-re ectivismo” y los enfoques eu-
ropeos vinculados a las preocupaciones políticas, críticas y nor-
mativas.
32
31
A partir de nutridos debates y conversaciones con neorrealistas y neoliberales en es-
pecial en torno a los conceptos de regímenes internacionales.Vease Monica Salomon.
La teoría de las Relaciones Internacionales en los albores del siglo XXI: dialogo, di-
sidencia, aproximaciones. Revista CIDOB dAfers Internacionals, núm. 56, p. 7-52.
2001. Wendt (1992) presenta una concepción constructivista que contribuye al diá-
logo (neorrealismo neoliberalismo) y crea puentes entre las posiciones re ectivistas y
los enfoques racionalistas tradicionales.
Vease Friederich W. Kratochwil (1989, 2000), Nichalas Onuf (1989, 1998, 2002).
32
La propuesta de los ECS es intentar una comprensión histórica y re exiva de los
temas relacionados con la seguridad con el objetivo de promover una orientación ha-
43
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Alexander Wendt, uno de los autores más representativos del
constructivismo en su versión racionalista, desarrolló en 1987 la
problemática central constructivista, que giró en torno a la mu-
tua constitución de las estructuras sociales y los agentes en las RI
construyendo una visión moderada que actuaría como puente en-
tre las posiciones racionalistas y re ectivistas.
33
En otras palabras,
Williams expone que para el constructivismo convencional “El
mundo se constituye socialmente a través de la interacción inter-
subjetiva; los agentes y las estructuras se constituyen mutuamen-
te; y los factores ideacionales tales como normas, la identidad y
las ideas en general son fundamentales para la constitución y la
dinámica de la política mundial.
34
Por otro lado, Mercer evidencia la importancia de los factores
ideacionales e identitarios y expone cómo el constructivismo no
asume la anarquía del SI como un hecho dado, ni la prioridad de
preservar la identidad territorial de un Estado, sino que,conside-
ra que gracias a las identidades es posible crear algún tipo de se-
guridad colectiva que preserve los intereses de los actores del SI.
35
“La seguridad de cada Estado dependerá entonces, del esfuerzo
por ahondar en los lazos de identidad que permitan una mayor
cooperación y estimulen la supervivencia de instituciones e caces
a la hora de dirimir los con ictos.
36
Andrew Hurrel a rma queel constructivismo considera a los
enfoques clásicos de la seguridad y algunos expansionistas como
incompletos, por solo apreciar la capacidad material del adver-
cia una praxis emancipadora (Larenas, 2013). Al  nalizar la Guerra Fría surgieron los
ECS en Estados Unidos con Klein, en Canadá con Krause y Macleod. En Europa los
ECS fueron impulsados por la Escuela de Gales (Aberystwyth) con Wyn Jones, es-
cuela de pas con Bigo y escuela de cophenague con Buzan y Waever y el Reino Uni-
do con Booth.
33
Alexander Wendt. Anarchy is what States Make of it:  e Social Construction of
Power Politics. International Organization, 46(2), 391-425. 1992. Retrieved from
http://www.jstor.org/stable/270685.
34
Williams, op cit, p.60.
35
Jonathan Mercer. Anarchy and identity. International Organization, 49(2), 229-
252. 1995.
36
Alexander Wendt. Constructing International Politics. International Security,
20(1), 71-81. 1995.
44
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sario para crear amenazas a la seguridad nacional, pues para los
constructivistas, la seguridad se re ere a la interaccn entre fuer-
zas materiales y entendimientos intersubjetivos.
37
Esta versión racionalista del constructivismo buscó acortar la
distancia existente entre las posiciones racionalistas y las re ec-
tivistas, creando un puente en el enfrentamiento, al adoptar al-
gunas de las preocupaciones  losó cas y los aportes sociales del
re ectivismo como la perspectiva de la Sociedad Internacional.
38
Es así, como estos enfoqueshan sido fundamentales en cuanto
a los cambios en la concepción de laseguridad, haciendo evidente
que el constructivismo se ha vuelto cada vez más importante en las
RI. Tambn, algunos autores como Kepa Sodupe han manifestado
que desde la primera mitad del siglo XXI el constructivismo social,
como un enfoque moderado del re ectivismo “lleva camino de con-
vertirse en el enfoque re ectivista con mayor peso especí co.
39
V Re ectivismo: Escuela de Copenhague
A mediados de los años ochenta surgen en el panorama teórico de
las RI, una serie de enfoques re exivos que supondrán en rasgos
generales, una crítica frontal a los postulados teóricos tradiciona-
les dentro de la disciplina de las RI. Esto produce una fractura
que enfrentaría de un lado a las teorías racionalistas (objetivistas)
que pretendían mantener su hegemonía disciplinar y al otro lado
las teorías re ectivistas (asociadas más a concepciones subjetivas
y discursivas).
40
Estas teorías llamadas a sí mismas “Disidentes o Críticas” alber-
gan una variedad de enfoques (feministas, posmodernistas, poses-
37
Hurrel Andrew, op cit.
38
La sociedad Internacional, es una perspectiva que suele vincularse a la Escuela In-
glesa y la Escuela Española de las RI, como marco de referencia para referirse a una
macrosociedad. Esta perspectiva se presenta como vía media entre racionalismo y re-
ectivismo.vease Monica Salomon. La teoría de las Relaciones Internacionales en los
albores del siglo XXI: dialogo, disidencia, aproximaciones. Revista CIDOB dAfers
Internacionals, núm. 56, p. 7-52. 2001.
39
Sodupe Kepa, La teoría de las Relaciones Internacionales a comienzos del siglo XXI,
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, Bilbao, 2003. p. 165
40
Véase Arenal (2014) Cap. 6 “El rechazo radical del orden y la vuelta a una norma-
lidad relativa”.
45
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 31-91
tructuralistas y constructivistas) que comparten la construcción
social de las estructuras y la propuesta, en su mayoría, de repensar y
llevar a cabo una reestructuración de las RI.
41
No obstante, Wendt
expone que existe tal divergencia entre los distintos enfoques re ec-
tivistas, hasta el punto en que están más de acuerdo en cuanto a lo
que rechazan que en lo que aceptan en común.
42
Dentro de esa gran variedad de enfoques que alberga el re ecti-
vismo, se encuentran los aportes europeos a los ES. Estudios mucho
más “re exivos” derivados de importantes escuelas de pensamien-
to dentro de las que se destacan la Universidad de Gales (Aberys-
twyth), la escuela de Paris y la escuela de Copenhague, centrando
sus preocupaciones en nociones de emancipación, vínculos lingüís-
ticos, practicas discursivas y agencias de seguridad
43
(ver Tabla 2).
Tabla 2. Escuelas Europeas: teoría de seguridad.
44
Escuela de
Gales
(Aberystwyth)
La escuela de París Escuela de
Copenhage
Características
compartidas
Ampliación
Emancipación
Construcción
social de
amenazas.
Securitización:
construcción
política de asuntos
de seguridad.
Desecuritización
Actores securitiza-
dores
y objetos de
referencia.
Cinco sectores
de seguridad.
Mezcla de
seguridad,
interna y
externa.
Arena política.
Agencias de
seguridad.
Praxis
sobre discurso.
Re exiones
sobre
el concepto
de
seguridad.
Ampliación.
Seguridad
como
práctica.
Auto-re exión.
Fuente: Elaboración propia.
41
Salomón Monica, op cit
42
Wendt Alexander, op cit
43
Pérez-Idiart. Un aporte sobre los “Security Studies”. Seminario de Práctica Pre-
Profesional I. UAI-Subsede Bs. As. 201.
44
Tomado de Wæver, 2004, 13.
46
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Maa Alejandra Colorado Patiño, William Sebastián Real Núñez, Juan Sebastn Cañon Caro
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La escuela de Copenhague por su parte, ha sido una de las
más importantes escuelas de pensamiento con un aporte signi -
cativo y un desarrollo propio sobre los ES dentro de la tradición
constructivista y los ECS. Esta escuela, nace alrededor de los años
noventa para describir y analizar los discursos y los vínculos entre
la constitución histórica- discursiva de las identidades y la segu-
ridad,recopilando las observaciones y las propuestas de algunos
autores al campo de la seguridad como: Barry Buzan, Ole Wae-
ver, Jaap de Wilde y Bjorn Moller, entre otros, que animaron la
expansión del concepto de seguridad a partir del análisis de cinco
sectores (militar, ambiental, económico, societal, político) que
operan a un nivel nacional e internacional, buscando incluir una
serie de preocupaciones como el cambio ambiental, la pobreza y
los derechos humanos, en las agendas de seguridad del Estado.
45
Los investigadores de esta escuela, in uenciados por las teo-
rías de análisis del lenguaje, reconocen que la seguridad tiene un
uso en el lenguaje común (como proceso a través del cual los seres
humanos y la sociedad se constituyen mutuamente) como ins-
trumento de poder político que tiene la capacidad de convocar a
grandes masas poblacionales con ciertos intereses.
46
Por otra parte, dos de los conceptos centrales de esta escuela
son: primero, los complejos de seguridad regional
47
que hacen re-
ferencia a la imposibilidad de analizar o resolver por separado las
dinámicas de seguridad que están interrelacionadas; segundo, la
teoría de “securitización” (introducida por primera vez por Wea-
ver en 1995), que se re ere a la construcción discursiva de las ame-
nazas existenciales o el proceso en que los actores (individuo, gru-
pos o instituciones) logran incluir en la agenda correspondiente
45
Estos sectores de alisis han sido apoyados por varios autores entre ellos: Brock,
1991; Gleick, 1993; Lodgaard et al., 1992; Mathews, 1989; Myers, 1989; Renner,
1989, 1996; Ullman, 1983. Véase Williams, op cit
46
Orozco Gabriel, op cit
47
Complejos de seguridad entendido como un conjunto de unidades cu-
yos grandes procesos de securitizacion, desecuritizacion o ambos están tan
interrelacionados que sus problemas de seguridad no pueden analizarse o
resolverse razonablemente desde el punto de vista particular de cada uno (Bu-
zan,Waver y de Wilde, 1998,p. 201)
47
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 31-91
algún asunto u objeto, convirtiéndolo en sujeto de seguridad
48
.
Para Waever, los ES deberían centrarse un poco más en ana-
lizar cómo los actores sociales (Estado y elites políticas en su ma-
yoría) identi can problemas de seguridad declarándolos como
amenazas existenciales” para el objeto referente (la población o
el mismo Estado), con el  n de invocar situaciones de emergencia
que sean aceptadas por “Audiencias relevantes”, lo cual legitima el
uso de cualquier medida necesaria para hacer frente a amenazas
y crisis percibidas (securitización).
49
Lo anterior, evidencia que la
securitización es una estrategia usada por las élites políticas como
un medio de facilitar la resolución a los problemas de seguridad
nacional siendo una muestra “de la incapacidad o la falta de vo-
luntad de las elites para resolver ciertos problemas dentro de los
canales políticos normales”.
50
Por esta razón, la Escuela de Copenhague enfatiza en que
muchas veces desde lo normativo sería deseable una realidad de
no-seguridad, en donde se traigan de vuelta los problemas pú-
blicos al ámbito político regular y democrático, restringiendo los
discursos de emergencia y excepcionalidad de la seguridad (dese-
curitizacion).
51
El concepto de seguridad, por tanto, continúa su transfor-
mación hacia nociones más incluyentes, amplias y humanas, que
como se observa a continuación, ponen en el centro del debate a
los individuos y las comunidades teniendo como base el respeto,
la dignidad, los derechos humanos y el debido desarrollo de sus
capacidades para una vida plena.
VI La Humanización de la Seguridad, Desarrollo Humano
y el papel de La Organización de Naciones Unidas
Desde los años setenta hasta principios de los noventa, ha existi-
do una preocupación constante respecto a la seguridad y el desa-
48
Buzan Barry y Weaver Ole, op cit
49
Waever. Ole SecuritizationandDesecuritization. En: Lipschutz Ronnie.OnSecu-
rity. New Cork: ColumbiaUniversityPress, 1995, p. 54.
50
Buzan Barry y Weaver Ole, op cit,p.9
51
Buzan Waever y Wilde, op cit.
48
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Maa Alejandra Colorado Patiño, William Sebastián Real Núñez, Juan Sebastn Cañon Caro
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rrollo de las sociedades. Anteriormente, esas inquietudes fueron
abordadas por comisiones, como la Comisión Brandt, la Comi-
sión de Gestión de los Asuntos Públicos Mundiales y la Comi-
sión Brundtland.
52
Sin embargo, la conceptualización de la Seguridad Humana
(desde ahora SH), llegaría en la década de los noventa, gracias a
los cambios experimentados en el contexto internacional y a los
aportes teóricos (los estudios para la paz, los estudios de seguri-
dad, y el desarrollo humano) que evolucionaron en el campo de
las RI, para cuestionar profundamente las concepciones tradi-
cionales en distintos planos y contribuir a la consideración de los
individuos como objeto referente de la seguridad (ver Anexo 1) .
Así, la SH se traduce en el esfuerzo de superar el tradicionalismo
hegenico, integrando e incluyendo las distintas visiones de se-
guridad a los temas sociales, ecomicos y ambientales.
En tal sentido, la SH fue una importante ampliación que su-
frió elconceptode seguridad, trasladado al plano de la política
mundial por primera vez en 1994 en el Informe sobre Desarrollo
Humanosostenible del Programa de las Naciones Unidas para
el Desarrollo (PNUD). Este documento pretende tender un
puente entre la visión ampliada y la visión restringida de la segu-
ridad
53
y propone siete categorías principales de la SH (Seguridad
Económica, Alimentaria, de la salud, Ambiental, Personal, de la
comunidad y Política) (ver Anexo 2), que buscan proteger a las
personas de amenazas y situaciones graves, así como sus libertades
52
El Informe Bruntland publicado en abril de 1987 planteó la posibilidad de ob-
tener un crecimiento económico basado en políticas de sostenibilidad y expansión
de la base de recursos ambientales, atendiendo un urgente llamado formulado por
la Asamblea General de las Naciones Unidas en el sentido de establecer una agenda
global para el cambio (UPV,s.f). véase Roberto Bermejo Gómez de Segura. Del desa-
rrollo sostenible según Brundtland a la sostenibilidad como biomimesis. Del desarro-
llo Sostenible según Brundtlant a la sostenibilidad como biomimesis. San Sebastian:
Hegoa. 2014.
53
El “enfoque amplio” y el “enfoque restringido” de la SH que hacen referencia a la
libertad con respecto al miedo “Freedom from fear”, es decir a la satisfacción del desa-
rrollo humano y de un mínimo bienestar (seguridad alimentaria, sanitaria, medioam-
biental, etc.), y la libertad con respecto a la necesidad. ”Freedom from want”, que se
re ere a la protección ante la violencia física en contextos de con icto respectivamen-
te (PNUD,1994).
49
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 31-91
fundamentales y promover el derecho a vivir libre de temor y de
miseria.
54
El concepto de SH es de nido por el PNUD como:
Una preocupación universal por la vida y la dignidad humana
centrada en el ser Humano [...] la seguridad humana tiene dos
aspectos principales. En primer lugar, signi ca seguridad contra
amenazas crónicas como el hambre, la enfermedad y la repre-
sión y, en segundo lugar, signi ca protección contra alteraciones
súbitas y dolorosas de la vida cotidiana, ya sea en el hogar, en el
empleo o en la comunidad. Dichas amenazas pueden existir en
todos los niveles de ingreso y desarrollo de un país.
55
Los cambios teóricos mencionados anteriormente, acompaña-
dos de la praxis política de algunas instituciones de gobernanza
global
56
han jugado un papel importante en cuanto a las nuevas
concepciones de seguridad y desarrollo. De ahí, que la construc-
ción del concepto de SH deba mucho a los aportes en el campo
del Desarrollo Humano, formulado por el PNUD en la década
de los noventa como un proceso de ensanchamiento de las capa-
cidades y libertades de los individuos, siendo la SH un requisito
para el disfrute del desarrollo humano.
57
Para autores como Leaning, la SH se traduce a partir de la base
de los esfuerzos para el desarrollo humano, pues esta debe alcan-
zarse antes y como condición para la implementación exitosa de
54
La SH presenta cuatro características básicas las cuales hacen referencia a un tipo
de seguridad universal, centrada en las personas, incapaz de entenderse aisladamente
(interdependiente) y dirigido a una prevención temprana)
55
PNUD(Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo).Informe sobre desa-
rrollo humano 1994: Nuevas dimensiones de la seguridad humana, Fondo de Cultu-
ra Económica. 1994. pp 25-26.
56
Re riéndose al conjunto de instituciones y actores políticos decisivos a nivel mun-
dial. La gobernanza global en el siglo tiene por objeto velar por la provisión de los bie-
nes públicos globales, tales como la mitigación y adaptación al cambio climático, y
por el cumplimiento de las metas sociales y ambientales que las Naciones Unidas ha
planteado en el transcurso de las últimas décadas (CEPAL).
57
Esta conceptualización de la SH llegaría impulsada a su vez por un momento en el
que el enfoque liberal en las RI tomaba fuerza con ideas de cooperación pa ca entre
estados, la construcción de solidas normas e instituciones internacionales y la promo-
ción de los derechos humanos y la democracia.
50
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El informe del PNUD menciona también que, aunque la nueva
concepción de la seguridad se enfatiza ahora en las amenazas a nivel
individual, esta no solo procederíaa escala personal local o nacio-
nal, en tanto que asume magnitudes mundiales como por ejemplo
el tema de trá co de estupefacientes, el VIH, el terrorismo, los pro-
blemas de medioambiente, la proliferación de armas nucleares y la
pobreza que está claro van más allá de las fronteras nacionales.
Ahora bien, es importante referirse a las dos aproximaciones o
interpretaciones de SH que han prevalecido. Canadá ha promovi-
do la doctrina de SH,
58
impulsando y estableciendo en 1999 junto
a un grupo de Estados de diferentes regiones del mundo (Austria,
Canadá, Chile, Costa Rica, Eslovenia, Grecia, Irlanda, Jordania,
Malí, Noruega, Suiza, Tailandia y Sudáfrica) la Red de Seguridad
Humana, que ha trabajado con el enfoque restringido de la SH a
través de políticas para la protección de civiles en con ictos arma-
dos, la prevención de con ictos y la participación en operaciones
de paz.
Para Axworthy, ex ministro de relaciones exteriores de Cana-
, la SH se re ere a la satisfacción de las necesidades básicas y a la
seguridad contra las privaciones ecomicas, una calidad de vida
aceptable y la garantía de los derechos humanos fundamentales.
59
Sin embargo, para  omas, este concepto implica más que la super-
vivencia física, pues describe una condición de existencia en la que
se satisfacen necesidades materiales básicas, pero a su vez necesida-
des no materiales que apuntan a la dignidad humana, formando
un todo cualitativo como por ejemplo la participación en la vida
de la comunidad.
60
“La inseguridad humana es el resultado directo
de las estructuras de poder existentes que determinan quién tie-
58
Canadá apoya distintos centros de investigación que trabajan con relación a la se-
guridad humana. El Human Security Program del Department of Foreign A airs
and International Trade  nancia proyectos como el Human Security Center, insti-
tución que tiene como objetivo principal la divulgación de la información relaciona-
da con esta doctrina.
59
Axworthy Lloyd. Canada and Human Security:  e Need for Leadership. Interna-
tional Journal 52, no. 2 (June 1997): 183–96. doi: 10.1177/002070209705200201.
60
omas Caroline. (2001). Global governance, development and human security:
exploring the links.  ird World uarterly, 22(2), 159-175.
51
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 31-91
ne derecho a la seguridad y quién no. [] La seguridad humana
se orienta hacia una noción activa y sustantiva de democracia, que
asegure la oportunidad para todos de participar en las decisiones
que afectan sus vidas”.
61
Así mismo, Japón, que lidera la comisión de seguridad Huma-
na
62
copresidida por Amartya Sen y Sadako Ogata, ha trabajado
con el enfoque ampliado de la SH,
63
con la intención de construir
un consenso sobre las amenazas a la seguridad en el siglo XXI y
proteger la esencia de la vida humana y las libertades a través de
sistemas políticos, sociales, ambientales, etc., que cumplan con la
función de proporcionarle a los individuos los medios para la super-
vivencia y la dignidad.
64
Del mismo modo, Grasa considera que la SH en un sentido
pretende fusionar tres agendas: la de la investigación para la paz y
la resolución y transformación de con ictos, la de los estudios y la
práctica sobre desarrollo y cooperación, y la de la lucha por los dere-
chos humanos, la democratización y el buen gobierno.
65
De esta forma, el desarrollo humano y la SH están ocupando
un lugar central en la agenda mundial y reciben más atención de las
instituciones internacionales, en gran medida porque los líderes de
estos organismos consideran que cada vez más existe una estrecha
relación entre pobreza, desigualdad, desarrollo y seguridad nacio-
nal, regional y mundial.
66
61
Ibid., 161-162
62
La comisión de la Seguridad Humana es un órgano independiente establecido en
mayo de 2004 con el objetivo general de integrar el enfoque de seguridad humana
en la labor del sistema de las Naciones Unidas y fortalecer la respuesta de la Organi-
zación a desafíos múltiples y complejos. La creación de esta comisión es fruto de una
idea lanzada en la Cumbre del Milenio del año 2000 por parte del secretario general
de Naciones Unidas, Ko Annan.
63
Véase informe Comisión de la Seguridad Humana. ”La seguridad humana ahora”.
Proteger y habilitar a la gente. Nueva York: Naciones Unidas, 2003.
64
IIDH. Informe Seguridad Humana ahora. 2003.tomado de https://www.
iidh.ed.cr/multic/UserFiles/Biblioteca/IIDHSeguridad/12_2010/733e-
4b3f-3b8f-45d3-aa01-fe7c19326dee.pdf
65
Del Arenal, Segura , Grasa, y Manzano.de las Relaciones Internacionales. Ma-
drid:Tecnos. 2005
66
omas Caroline, op cit
52
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Maa Alejandra Colorado Patiño, William Sebastián Real Núñez, Juan Sebastn Cañon Caro
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Respecto al campo teórico, para Newman
67
citado en Larenas,
68
los estudios de SH y los ECS tienen bastantes diferencias pues, aun-
que los cimientos de la SH sean críticos, esta ostenta una capacidad
crítica limitada, dado que no cuestiona los fundamentos de las RI
y ha sido instrumentalizada políticamente para promover visiones
restringidas de la seguridad. No obstante, la SH ha ido en paralelo
con la investigación para la paz y los ECS, al poner en el centro del
debate al ser humano como principal objeto de referencia y fusio-
nando las agendas de los ES y los estudios de desarrollo.
69
Así, este apartado demuestra cuatro puntos importantes: prime-
ro, El papel central de Naciones Unidas en cuanto a la teorización,
construcción y difusión de esta nueva concepción de la seguridad,
a través de sus informes anuales en los que se han sentado las bases
para la de nición el análisis cualitativo y cuantitativo del concep-
to de seguridad humana; segundo, el compromiso, la aceptación
y promoción de la SH por parte de la comunidad internacional;
tercero, la interdisciplinariedad y la convergencia teórica de los ES
y los estudios de desarrollo; cuarto, el potencial que tienen los es-
tudios de SH para servir como puente entre los ECS, los enfoques
expansionistas y la acción política.
Finalmente, existen grandes desafíos en el manejo y la aplica-
ción de la SH y la Seguridad Internacional. Morillas, sugiere ser
más ambiciosos con el empleo y funcionalidad de este enfoque de
seguridad, al delimitar y consensuar sobre las de niciones y sus al-
cances, para que esta sea una expresión que prevalezca ante las con-
cepciones tradicionales de la seguridad. Para esto, se abordará un
tema que da cuenta de la ampliación del concepto de seguridad y la
aplicación de la SH en un campo más amplio como es la Seguridad
Ambiental.
70
67
Newman Edward. Critical human security studies. Review of International Stud-
ies, 36(1), 77-94. 2010.
68
Larenas Angie. La con uencia entre estudios críticos de seguridad y seguridad hu-
mana: las dimicas de inclusión y superación. Relaciones Internacionales. 2013.
69
Buzan Barry, op cit.
70
Morillas Pol. Génesis y evolución de la expresión seguridad humana. Un repaso his-
tórico.Revista CIDOB dAfers Internacionals, 47-58. 2007.
53
Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 31-91
VII Estudios de Medioambiente y Seguridad
Desde la década de 1970 hubo varios intentos por rede nir el concepto
y la práctica de seguridad para alejarlo de la noción clásica de seguridad
nacional. Esto, tuvo como consecuencia una expansión y una apertu-
ra teórico-conceptual, que ocasionó el desarrollo de marcos inclusivos
y acogió varios temas entre ellos el medioambiente en las discusiones
sobre seguridad.
71
La inclusn de estos temas ambientales en las agendas de seguridad
dio como resultado el nacimiento del concepto de Seguridad Ambien-
tal (SA), en el cual se destacan cuatro generaciones de estudios:
A— La primera generación de estudios sobre medioambiente y
seguridad, apareció a principios de la década de los ochenta a partir
de un debate interdisciplinario dentro de los círculos académicos
y políticos,
72
que se preocupaban por la expansión y la incorpora-
ción de otros aspectos como los medioambientales en las agendas
de seguridad.
73
Si bien, esta generación incluyó conceptos como
la degradación ambiental y su relación con la miseria, no era claro
mo se manifestaban las inseguridades ni quienes serían afecta-
dos.
74
Para Geo rey Dabelko, esta primera generación se encargó
de plantear las amenazas fundamentales que la degradación y el
agotamiento del medioambiente suponen para la seguridad física
de las personas, comunidades, sociedades, Estados, ecosistemas na-
turales y el SI.
75
71
Fuertes críticas en contra de la ampliación del concepto de seguridad hasta otros cam-
pos como el medioambiental se pueden encontrar en autores como Deudney (
1991;
1997
), Walt (1991) y Nucleous (2000).vease Jon Barnett,.  e meaning of environmen-
tal security: Ecological politics and policy in the new security era. Zed Books. 2001.
72
Véase Ullman (1983); Brock (1991); Gleick (1993;1992); Buzan (1991); Mathews
(
1989); Myers (1989); Renner (1989;1996); Tuchman (1989); Moran (1990;91); Brad Ro-
berts (
1990); Beverly Crawford (1994) (1983); Nye (1989); Weaver (1987); Crawford
(
1991); Brown (1989); Mische (1989); Prins (1990).
73
Algunos autores realizaron trabajos importantes para determinar la relación en-
tre medioambiente y seguridad. Véase Osborn (
1953), Brown (1977) y Galtung (1982).
74
Dalby Simon. Ecological politics, violence, and the theme of empire. Global Envi-
ronmental Politics, 4(2), 1-11. 2004.
75
Geo rey D.,Dabelko, “Ideas and the Evolution of Environmental Security Con-
ceptions”, ponencia presentada a la 37a convención anual de la International Studies
Association, San Diego, California, 16-20 abril 1996, p. 2.
54
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B—La segunda generación llegaría a comienzos de los años
noventa, con autores como  omas Homer Dixon en cabeza del
proyecto sobre Medio Ambiente, Población y Seguridad en la
Universidad de Toronto, conocido como “Toronto Group” y el
”Environment and Con icts Project“ (ENCOP).
76
Estas investi-
gaciones tenían como objetivo responder a las críticas conceptua-
les y basar sus investigaciones en evidencias empíricas,
77
pues gran
parte de la primera generación de investigación según Dixon fue
anecdótica y poco con able para generar conclusiones analíticas
que sirvieran para la aplicación de políticas públicas.
78
Según Dalby, los primeros trabajos de Homer Dixon pusie-
ron en perspectiva muchos de los aportes de otros especialistas en
varias disciplinas. Dixon presenta en su trabajo “Environmental
scarcities and violent con ict: evidence  om cases, evidencias de
que existen complejas relaciones causales entre distintas variables
como la escasez medioambiental, el con icto violento y los efec-
tos sociales.
79
Esta investigación mostró que la escasez en el medio ambiente
ya está contribuyendo a con ictos violentos en distintas partes
del mundo en desarrollo. Estos con ictos son probablemente
los primeros signos de un recrudecimiento de la violencia en las
próximas décadas que se verá inducido o agravado por la escasez
80
76
Del cual se destacan Peter H. Gleick, Miriam R. Lowi y  omas Na , del Cen-
tro de Estudios de Seguridad e Investigación en Con icto en Berna, Suiza (Carsten,
2007)
77
La investigación del grupo de Toronto se estructuro a partir de seis tipos de cam-
bios ambientales como causas plausibles de con ictos violentos entre grupos: cambio
climático inducido por el efecto invernadero; agotamiento del ozono estratosférico;
degradación y pérdida de buenas tierras agrícolas; degradación y eliminación de los
bosques; el agotamiento y la contaminación de los suministros de agua dulce; y ago-
tamiento de las pesquerías. (Dixon, 1994).
78
Homer-Dixon  omas, , “Environmental scarcities and violent con ict: evidence
from cases”, en International Security, vol. 19, No. 1, verano 1994, p. 6-7.
79
El Grupo de Toronto ha realizado una serie estudios de caso (Bangladesh-India,
México, Gaza, Pakistán, Ruanda, Senegal-Mauritania, Sudáfrica, El Salvador-Hon-
duras, Haití, Perú, Filipinas y Cisjordania) para demostrar la relación entre deterioro
ambiental, escasez y con icto.
80
Dalby Simon, op cit , p.6
55
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Sin embargo, sugiere que la relación entre violencia y los asuntos
ambientales es algo confusa, ya que se presenta en el ámbito sub
nacional contrario al clásico ejemplo de guerra entre Estados. Por
consiguiente, es esta relación que existen entre las variables ambien-
tales y las variables estatales la que termina por dar lugar a con ic-
tos violento.
81
C— A  nales de los años noventa aparecería lo que para al-
gunos podría ser una tercera generación que criticó los resultados
del proyecto “Environmental scarcities and violent con ict: eviden-
ce  om cases.
82
Esta tercera generación emerge de la necesidad de
situar la investigación sobre medio ambiente y seguridad en un
terreno metodogico más  rme y amplio, argumentando errores
metodológicos en la investigación.
83
Para Dalby, las demandas metodológicas de estos críticos y su
centrada atención en la seguridad estatal pasaron por alto cuidado-
sas evaluaciones empíricas mostradas por Homer Dixon, dejando
de lado la evidencia sobre la inseguridad en las personas pobres y
marginadas del sur generada por el estrés ambiental y la disputa por
los recursos naturales.
84
D—Aparte de esta visión pesimista y con ictiva del medioam-
biente ha surgido en los últimos años una visión más positiva y
cooperativa de la SA. Como se menciona en Lavaux (2004) y
Günter (2009), algunos autores como Barry Buzan, Ole Weaver,
Emmanuel Adler y Jon Barnett se han acercado a una concepción
multilateral, colaborativa y colectiva de la SA incluyendo conceptos
como comunidades de seguridad y complejos de seguridad,
85
anali-
zando así los rasgos cooperativos de la SA a nivel regional.
81
Homer-Dixon  omas, op cit
82
Véase Marc Levy. Time for a third wave of environment and security scholarship?.
Environmental Change and Security Project Report, 1, 44-46. 1995.
83
Gleditsch Nils. Armed con ict and the environment: A critique of the literature.
Journal of peace research, 35(3), 381-400. (1998).
84
Dalby Simon, op cit
85
Buzan Waever y (2003) con su “teoría compleja de seguridad regional” ofrecen una
perspectiva multi sectorial y multi actor de securitizaciòn que incluyen las vulnerabi-
lidades domésticas, las relaciones entre Estados, las interacciones entre regiones y el
papel de las potencias dentro de las regiones.
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Es así como han surgido críticos que consideran que no se pue-
de dejar de lado el hecho de que la securitización de los proble-
mas ambientales debe ser manejada con cautela, evitando caer en
una exagerada y coercitiva securitización que justi que el uso de
la fuerza u otras medidas extremas que se desvíen del objeto cen-
tral. En consecuencia, Buzan advierte sobre el peligro de caer en
una excesiva securitización que produce el equivalente a autismo
y paranoia internacional y sugiere que: “evitar una securitización
excesiva y/o irracional es, por lo tanto, un objetivo social, político y
económico legítimo de considerable importancia.
86
Así mismo, varios analistas han advertido sobre los problemas
de securitizar el medioambiente. Para Richard Moss una de las
di cultades más graves cuando se tratan los problemas medioam-
bientales como sujetos de seguridad es que “los tipos de respuestas
gubernamentales centralizadas por parte de organizaciones esta-
tales poderosas y autónomas que son apropiadas para las amena-
zas a la seguridad, son inapropiadas para abordar la mayoría de los
problemas ambientales”.
87
Para Deudney (uno de los mayores críticos de la inclusn del
medioambiente en las políticas de seguridad) “no es útil hablar
de SA ya que sus amenazas pocas veces conducen a la muerte vio-
lenta o a la perdida de independencia del Estado, y su securitiza-
ción limita las probabilidades de encontrar soluciones políticas a
los problemas medioambientales”,
88
en este punto es importante
mencionar que , si bien existen críticas a la seguridad ambiental, la
presente investigación se centrará en re ejar los aspectos positivos
que tiene este concepto.
Ahora bien, existe una visión humana de la SA que centra su
nivel de análisis en el individuo alejándose de los conceptos tradi-
86
Buzan Barry. New Patterns of Global Security in the Twenty-First Century .Inter-
national A airs (Royal Institute of International A airs 1944-), 1991. Vol. 67, No.
3.pp. 431-451. Stable URL: http://www.jstor.org/stable/262194.
87
Moss Ricahrd. Resource scarcity and environmental security. 1993. SIPRI Year-
book, 24-36.
88
Deudney Daniel.  e Limits of Environmental Securit. Flashpoints in Environ-
mental Policymaking: Controversies in Achieving Sustainability, 281-310. (1997).
57
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cionales sobre medio ambiente y seguridad sin dejar de considerar
el nivel societal. Estos acercamientos, fueron en gran parte lidera-
dos en la praxis política por el PNUD que de ne en su informe
sobre Desarrollo Humano (1994) el concepto de SA (subsidiario
de la SH), re rndose al deterioro de los ecosistemas locales y
mundiales debido a que el ser humano ha sometido a la tierra a
una tensión y explotación constante (contaminación del suelo y
el aire, escasez de agua potable, deforestación, desastres naturales)
lo que produce una amenaza a las comunidades que habitan estos
ecosistemas, y un desequilibrio ambiental mundial a largo plazo.
Se destaca la postura de Jon Barnett, que entiende la SA como
el proceso de reducir pací camente la vulnerabilidad humana a la
degradación ambiental y la inseguridad humana provocadas por
el hombre”
89
entendiendo que la degradación ambiental “es el pro-
ceso por el cual se perturban las funciones vitales de la biosfera
90
.
Así, el estudio de los problemas medioambientales desde una
perspectiva humana permite considerar a las personas o a las co-
munidades como agentes securitizadores, pues se centra en las
percepciones de la población, aunque el Estado no relacione los
problemas ambientales con amenazas a sus intereses nacionales o a
la defensa de su identidad, agregando que los problemas de SA en
los países en desarrollo suponen también un problema de admi-
nistración institucional y gobernanza.
De lo anterior, se evidencia el camino recorrido en cuanto a las
discusiones sobre seguridad y sus alcances. Las concepciones racio-
nalistas, aunque hegemónicas en las RI, se quedaron cortas para
explicar las cambiantes dinámicas del SI, especialmente desde los
años ochenta y noventa, cuyas circunstancias históricas permitie-
ron el avance y el surgimiento de enfoques críticos y re exivos que
han llevado a consideraciones amplias e inclusivas de la seguridad.
De otro lado, la SH es uno de esos conceptos ampliados que
evolucionó para superar las concepciones tradicionales, al integrar
los temas sociales, económicos y ambientales en las agendas nacio-
89
Barnett Jon, op cit, 129.
90
Ibid., 14.
58
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nales de desarrollo y seguridad y al considerar al ser humano como
el objeto central de referencia de la seguridad. De esta forma, la
prevención y protección humana de las amenazas existenciales, a
como de sus libertades fundamentales, han incluido en buena parte
las problemáticas generadas por el estrés y deterioro ambiental, de
ahí, que el concepto de SA se preocupe por contrarrestar aquello
que vulnera la condición humana desde una perspectiva ambien-
tal y que amenaza los valores apreciados por las comunidades. A
continuación, se da paso al marco normativo sobre sostenibilidad
ambiental que da cuenta de la formalización de los temas ambien-
tales a nivel mundial.
VIII Marco normativo sobre sostenibilidad ambiental
A continuación, se plantea la evolución de consideraciones norma-
tivas sobre asuntos ambientales desde una dimensn histórica. A
partir de un análisis multidimensional que vincula la revisión de
tratados, declaraciones, cumbres, protocolos y leyes, que han evolu-
cionado con el tiempo para dar paso a nuevas consideraciones sobre
los problemas ambientales. De igual manera, se expresa la manera
en que la política ambiental incorpora de un lado, los conceptos de
seguridad Ambiental y del otro, el de laSeguridad humana, ambos,
para dar sostenibilidad al medio ambiente.
En la historia reciente, y más especí camente con los cambios
sistémicos sufridos desde los años setenta a nivel internacional, el
medio ambiente ha encontrado protagonismo en las discusiones y
las agendas globales. Por esto, se han hecho esfuerzos para visibili-
zar e institucionalizar los asuntos ambientales que se han traducido
en una creciente normativa internacional, regional y nacional, que
han acompañado los debates académicos sobre la ampliación del
concepto de seguridad. Algunos de los problemas más relevantes de
la agenda internacional de las últimas décadas han sido: el cambio
climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación ambien-
tal, la deforestación y la degradación de la capa de ozono, los cuales
han creado la necesidad de proteger el medio ambiente a través de
un sistema de gobernanza ambiental el cual se presenta a continua-
ción. Se presentan las iniciativas y normativas medioambientales
internacionales y regionales.
59
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Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 31-91
A. La Cumbre de Estocolmo y la Comisión Mundial de
Medioambiente y Desarrollo
La Declaración de Estocolmo es un documento que nace a partir
de la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano
celebrada en 1972 en Estocolmo, Suecia; en la cual participaron jefes
de Estado, representantes de Estado y ONG´s. Este documento, es
un instrumento de “so law”
91
que de ne el medio ambiente como
todo aquello que rodea al hombre: “el hombre es a la vez obra y artí-
ce del medio que lo rodea”.
92
Este encuentro de alto nivel se tradujo en un cambio de paradig-
ma con respecto al problema ambiental, en la medida en que fue la
primera conferencia celebrada a nivel mundial que tenía como eje
central la preocupación por la conservación del medio ambiente. La
declaración grosso modo reconoció la relación existente entre el daño
ambiental y el crecimiento económico lo que se materializó en dos
programas: el PNUMA
93
y el PIEA
94
fundados bajo una perspectiva
interdisciplinar que pretendía unir esfuerzos entre profesionales de
distintas áreas de las ciencias sociales y naturales para tener una visión
holística y hallar soluciones alternativas a la problemática ambiental.
95
91
“El término es usualmente empleado por la doctrina para describir principios, reglas,
estándares o directrices que carecen de efecto vinculante aunque no dejan por ello de
producir determinados efectos jurídicos”. Tomado de Mauricio Toro.El fenómeno del
so law y las nuevas perspectivas del derecho internacional. Las formas del So Law.
2006. Pag 534. Anuario Mexicano de Derecho Internacional, vol. VI.https://revistas.
juridicas.unam.mx/index.php/derechointernacional/article/viewFile/160/256
92
Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente,
Reunidas en Estocolmo del 5 al 16 de Junio de 1972.
93
Los objetivos del PNUMA se centraron en la asistencia técnica a los gobiernos para poder
adoptar medidas ambientales, formar personal especializado, fortalecer instituciones regionales y
nacionales y desarrollar programas de información y educación .Novo 1995 citado por Eschenha-
gen. 2006. p .42 PNUMA (Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente).
94
El PIEA, que existió desde 1975 hasta 1995, tuvo como meta promover el intercam-
bio de ideas, informaciones y experiencias dentro del campo de la educación ambien-
tal, el desarrollo y coordinación de trabajos de investigación, elaboración y evaluación
de nuevos materiales didácticos, el adiestramiento y actualización de personal clave
y  nalmente el proporcionar asistencia técnica. Novo 1995 citado por Eschenhagen,
2006, p .42. PIEA (Programa Internacional para la Educación Ambiental).
95
Caride Gómez José Antonio. Educación ambiental: realidad y perspectivas, Chile,
Ed.Torculo.1991 y María Novo.. La educación ambiental, bases éticas, conceptuales
y metodológicas, Madrid, Editorial Universitas S.A. 1995.
60
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Igualmente, esta declaración sentó las bases para el desarrollo
de una política ambiental en el futuro, así como para una legisla-
ción internacional sobre el medio ambiente. Además, declaró que
el crecimiento económico no es necesariamente comparable con el
progreso, sino que la mayor parte de la problemática ambiental es
la consecuencia de un crecimiento ecomico mal plani cado,
96
atribuyendo mayor responsabilidad del deterioro ambiental a los
Estados Subdesarrollados, hasta el punto de plantear que los países
del tercer mundo deben “dirigir sus esfuerzos hacia el desarrollo”.
97
Por otro lado, la relación entre el acelerado deterioro del me-
dio ambiente, los escasos recursos naturales y las consecuencias
sobre el desarrollo económico y social, fueron los que llevaron a la
Asamblea General de Naciones Unidas a aprobar en 1982 la Carta
Mundial de la tierra, y a crear un año después la Comisión Mun-
dial del Medio Ambiente y Desarrollo (CMMAD), mejor cono-
cida como el informe Bruntland
98
del cual surgió una propuesta
para la transformación del modelo económico con el  n de alcan-
zar un desarrollo sostenible y sustentable. Como lo menciona el
CMMAD:
Ha llegado el momento de romper con los patrones del pasado.
Los intentos de mantener la estabilidad social y ecológica me-
diante viejos enfoques del desarrollo y la protección del medio
ambiente aumentarán la inestabilidad. La seguridad debe bus-
carse a través del cambio. La Comisión ha tomado nota de una
serie de medidas que deben adoptarse para reducir los riesgos
para la supervivencia y para poner el desarrollo futuro en vías
que sean sostenible.
99
96
Eschenhagen Maa. Las cumbres ambientales internacionales y la educación am-
biental. OASIS, (12), 39-76. 2007.
97
Declaracion de Estocolmo, op cit, numeral 4.
98
El informe Brundtland fue el primer intento de eliminar la confrontación entre de-
sarrollo y sostenibilidad. Presentado en 1987 por la Comisión Mundial Para el Me-
dio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, encabezada por la doctora noruega Gro
Harlem Brundtland, trabajó analizando la situación del mundo en ese momento y
demostró que el camino que la sociedad global había tomado estaba destruyendo el
ambiente por un lado y dejando a cada vez más gente en la pobreza y la vulnerabili-
dad ( ONU,1987).
99
ONU. Informe de la comisión mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo.
61
Muuch xíimbal Caminemos juntos
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A su vez, en la Conferencia de Estocolmo se dan los prime-
ros vestigios del concepto de SH, al dejar de considerar al creci-
miento económico como algo casi incondicionalmente bueno,
reconociendo que se empiezan a cambiar las perspectivas acerca de
las necesidades humanas, entre ellas, la protección del ecosistema.
Para ello, vale la pena señalar dos puntos importantes; primero, en
Estocolmo se comienza a hablar de conservar para las generaciones
futuras; segundo, se plantea la educación ambiental como punto
de partida para reproducir la conciencia ambiental en las futuras
generaciones.
100
En tal sentido, las cumbres sobre el medio ambiente hasta este
periodo realizadas, sirvieron para cimentar las bases de lo que en
los años noventa se conocería como Desarrollo Humano Soste-
nible y la Seguridad Humana. De igual manera incentivaron la
creación de otras cumbres internacionales que permitieron el for-
talecimiento del medio ambiente.
B. Cumbre de la Tierra de Rio de Janeiro (1992)
Así pues, en la década de los noventa, apenas 20 años después de la
declaración de Estocolmo, se convoca a una nueva reunn inter-
gubernamental a gran escala. En ese periodo de tiempo el panora-
ma mundial tuvo dos cambios considerables que fueron la cumbre
de Reikiavik
101
(1986) y tres años más tarde la caída del muro de
Berlín.
Es así como la Cumbre de Rio de Janeiro se da bajo grandes
expectativas y con la esperanza de construir un mundo nuevo. Es
por esto que, en Río se tuvo que admitir que las iniciativas para el
desarrollo no disminuyeron la pobreza, sino que ésta, iba en au-
informe brundtland.4 agosto 1987.cuadrasimo segundo periodo de sesiones. Tema
83 e) del programa provisional.
100
Declaracion de Estocolmo, op cit, principio 1.
101
La cumbre de Reikiavik fue celebrada en octubre de 1986 entre Gorbachov y Re-
agan. Durante la cumbre las superpotencias se mostraron dispuestas a discutir sobre
el espectro armamentista en su conjunto: armas nucleares (estratégicas, de alcance in-
termedio y de corto alcance), químicas y convencionales. Uno de los mayores logros
fue reducir en un primer período, de cinco años, los arsenales estratégicos de ambas
superpotencias en un cincuenta por ciento (Huguet, 2005),
62
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mento acelerado hasta en los mismos países desarrollados
102
. Su-
mado a esto, las catástrofes naturales como el desastre químico en
Bophal India, el desastre nuclear de Tschernobyl Rusia, el derrame
de petróleo de 5,8 millones de galones de Exxon Valdez en Alaska
y el incendio de 700 pozos petroleros en Kuwait
103
por mencionar
algunas, crearon el ambiente propicio desde el punto de vista nor-
mativo para la celebración de la cumbre de la tierra de 1992 en Río
de Janeiro Brasil.
En consecuencia, para Sequeiros la cumbre surgió con el obje-
tivo de llegar a un consenso mundial que mitigara las diversas pro-
blemáticas que existen entre el desarrollo y el respeto por el medio
ambiente, integrando el desarrollo sostenible, el desarrollo econó-
mico y la protección ambiental en el marco del informe Brundt-
land
104
reconociendo el derecho de los seres humanos a una vida
saludable y productiva en armonía con la naturaleza, así como el
derecho soberano de los Estados para aprovechar sus recursos na-
turales siendo responsables de velar por la conservación del medio
ambiente”.
105
Para ilustrar mejor, se mostrarán a continuación tres
principios mencionados en la Declaración de Río que se aproxi-
man a la construcción de conceptos más inclusivos que dirigen su
atención al ser humano.
- Principio 1: Los seres humanos constituyen el centro de las
preocupaciones relacionadas con el desarrollo sostenible. Tienen
derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la na-
turaleza.
106
102
Novo Maria Novo, op cit.
103
Eschenhagen Maria, op cit.
104
Sequeiros Leandro. III Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, 1992) al fracaso de
la Conferencia de Kioto (1997): Claves para comprender mejor los problemas am-
bientales del Planeta, De la. Enseñanza de las Ciencias de la Tierra, 6(1), 3-12. 1998.
105
Manual de tratados internacional en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible.
Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. Junio 16 de 1992.Mi-
nisterio de Medio Ambiente. Colombia. 2002.
106
Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo. La Conferencia de
las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, Habiéndose reunido
en Río de Janeiro del 3 al 14 de junio de 1992. p 31.
63
Muuch xíimbal Caminemos juntos
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- Principio 7: Los Estados deben cooperar con espíritu de so-
lidaridad mundial para conservar, proteger y restablecer la salud y
la integridad del ecosistema de la Tierra. En vista de que han con-
tribuido en distinta medida a la degradación del medio ambiente
mundial, los Estados tienen responsabilidades comunes pero dife-
renciadas. Los países desarrollados reconocen la responsabilidad
que les cabe en la búsqueda internacional del desarrollo sostenible,
en vista de las presiones que sus sociedades ejercen en el medio am-
biente mundial y de las tecnologías y los recursos  nancieros de
que disponen.
107
- Principio 11: Los Estados deben promulgar leyes e caces
sobre el medio ambiente. Las normas, los objetivos de ordenación
y las prioridades ambientales deberían re ejar el contexto ambien-
tal y de desarrollo al que se aplican. Las normas aplicadas por al-
gunos países pueden resultar inadecuadas y representar un costo
social y económico injusti cado para otros países, en particular los
países en desarrollo.
108
Esta cumbre se destacó por dos aspectos importantes; primero,
su capacidad de convocar a 178 gobiernos y a cientos de represen-
tantes intergubernamentales; segundo, por la creación de algunos
de los programas más importantes en cuanto a manejo ambiental
como lo fueron: el programa 21, la declaración de Rio sobre medio
ambiente y desarrollo, los principios sobre bosques, la Conven-
ción Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (CM-
NUCC), los Principios sobre la diversidad biológica, la creación
de la Comisión de Desarrollo Sostenible (CDS) y los Indicadores
de sostenibilidad.
De otro lado, con relación a las críticas: En Rio sigue estando
presente su intención de priorizar el crecimiento económico. Re-
forzando esta idea Eschenhagen menciona que:
“La Cumbre de Rio reconoce el límite de los recursos naturales
y la necesidad de cuidarlos también para las generaciones futuras
y al tiempo insiste en la idea de la necesidad del desarrollo econó-
107
Ibíd., 2.
108
Ibíd., 3.
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mico como meta principal, es decir, se quiere seguir con el mismo
modelo económico (de crecimiento y rendimiento máximo e -
ciente), pero ahora considerando e incluyendo los factores ambien-
tales. Se elude (o ignora) el análisis profundo de la crisis ambiental,
y sobre todo excluye el factor de la capacidad de regeneración de los
recursos naturales.
109
Pese a las críticas, la Cumbre de Rio dio pasos importantes a la
institucionalización gradual del medioambiente y la creación de
instrumentos internacionales normativos y jurídicos como lo son:
soberanía y responsabilidad, buena vecindad y cooperación inter-
nacional, acción preventiva, precaución, obligación de indemnizar
por daños, responsabilidad común pero diferenciada y desarro-
llo sustentable. Estos mecanismos, que fortalecieron el derecho
internacional ambiental y evolucionaron la forma de concebir y
afrontar los desafíos, permitieron también, la inclusión de con-
ceptos como: el desarrollo sostenible, la conservación y protección
integral de los ecosistemas y el avance en la consideración del ser
humano como centro de las preocupaciones en la agenda global.
Estos aspectos, junto con los informes anuales sobre Desarrollo
Humano del PNUD emitidos desde 1990, han sido algunos de los
aportes institucionales y normativos más importantes, los cuales,
han servido para construir las nuevas bases de una gobernabilidad
política dirigida hacia un concepto de Seguridad y desarrollo que
considera el crecimiento económico como un medio y no como un
n, fundamentado en la esencia y dignidad Humanas.
110
En de nitiva, la cumbre de Río de Janeiro fue un gran avance en
materia ambiental, ya que tuvo un gran impacto tanto político como le-
gislativo, logrando incluir el tema ambiental en la agenda internacional.
De manera que, a partir de sus directrices se instauraron a nivel Estatal
mecanismos e instrumentos de protección del medio ambiente como
ministerios y leyes y a nivel internacional declaraciones y convenciones
que tenían como eje central la consideración de temas ambientales.
109
Schenhagen Maria, op cit, 46-47.
110
De los informes anuales sobre desarrollo humano realizados por el PNUD
se destaca el de 1994 en donde se introduce por primera vez el concepto de Se-
guridad Humana.
65
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C. Convención RAMSAR
La Convención sobre los Humedales o Convención de Ramsar es
un tratado intergubernamental aprobado el 2 de febrero de 1971
y rati cado por el Estado colombiano el 18 de octubre de 1998.
Además de ser rati cada por 163 partes contratantes de todo el
mundo, su impacto se evidenció en la creación de la “Lista Ram-
sar” que categorizó los humedales de importancia internacional y
designó más de 2060 humedales alrededor del mundo como sitios
Ramsar.
111
Así que, su misión es “la conservación y el uso racional de los
humedales mediante acciones locales, nacionales y a la coopera-
ción internacional, como contribución al logro de un desarrollo
sostenible en todo el mundo.
112
Para esto, la convención cuen-
ta con 12 artículos que sirven como carta de navegación de los
Estados parte, en donde se establece que las partes contratantes
deben: primero, reconocer la importancia de los humedales como
ecosistemas de un valor incalculable, que constituyen un valor
económico, cultural, cien co y recreativo, cuya pérdida sería
irreparable”;
113
segundo, comprometerse a la conservación de los
humedales, su fauna y su  ora, armonizando políticas coordina-
das con la acción internacional; Y tercero, impedir en la actuali-
dad y en el futuro intrusiones que puedan amenazar la armonía
de estos ecosistemas.
114
Como resultado, Colombia tiene siete sitios designados bajo
la  gura de “Sitios Ramsar” establecidos como ecosistemas de im-
portancia internacional con una super cie de 754.148 hectáreas.
Dentro de esos sitios se encuentra ubicado el humedal Delta del
Río Baudó en el Chocó, que se encuentra amenazado por factores
como la tala de manglares, la sobre pesca, la caza incontrolada, el
111
Secretaa de la Convención de Ramsar. Manual de la Convención de Ramsar:
Guía a la Convención sobre los Humedales (Ramsar, Irán, 1971), 6a. edición. 2013.
Secretaa de la Convención de Ramsar, Gland (Suiza). RAMSAR (Convención Re-
lativa a los Humedales).
112
Ibíd. 7.
113
Ibíd. 83.
114
Ibídem.
66
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Maa Alejandra Colorado Patiño, William Sebastián Real Núñez, Juan Sebastn Cañon Caro
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transporte de barcos con motores fuera de borda entre otros.
115
No obstante, las partes contratantes al rati car el tratado se com-
prometen a asegurar su conservación y uso racional, además de
cuatro principios que son:
A. Inscripción de sitios en la lista (Artículo 2): los Estados
que se adhieren a la convención deben inscribir por lo menos un
sitio para ser incluido dentro de la Lista de Humedales de Im-
portancia Internacional, promover su conservación y seguir de-
signando sitios ineos del territorio para incluir en la lista. Es
importante resaltar que los Estados tienen la obligación de repor-
tar a la Secretaría de Ramsar algún cambio en el ecosistema que se
haya producido por cualquier intervención del hombre.
B. Uso racional (Artículo 3): Las partes contratantes tienen
el deber general de incluir las cuestiones relativas a la conserva-
ción de los humedales en sus planes nacionales de uso de suelo”
116
es decir fomentar el uso sostenible de estos ecosistemas.
C. Reservas y capacitación (Artículo 4): Las partes contra-
tantes se deben comprometer a establecer reservas naturales en
Humedales nacionales, así estén o no estén inscritos en la “Lista
Ramsar”. Lo que quiere decir que todo Estado que haya rati cado
el convenio tiene per se obligación de proteger todos los humeda-
les en el territorio nacional.
D. Cooperación internacional (Artículo 5): Se deben esta-
blecer mecanismos de cooperación entre las partes contratantes
con el objetivo de aplicar la convención, la protección de humeda-
les transfronterizos, sistemas Hídricos compartidos y las especies
compartidas.
De acuerdo a esto, consideramos que la Convención de Ram-
sar guarda una estrecha relación con la Seguridad Ambiental en
la medida en que busca la protección de estos ecosistemas de gran
importancia que garantizan el equilibrio ambiental, dado que, un
daño a estos ecosistemas sería irreparable. Por lo tanto, surgieron
115
Ibíd.
116
Ibíd. 15.
67
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una serie de iniciativas a nivel internacional que desencadenaron
una preocupación general en las regiones por proteger sus recur-
sos, especialmente en los países de América Latina que poseen
una geografía y biodiversidad similares.
D. Declaración de Bariloche (Declaración del segundo congre-
so Latinoamericano de Parques y otras Áreas Protegidas)
La Declaración de Bariloche nace a partir del II congreso Lati-
noamericano de parques nacionales y otras áreas protegidas cele-
brado el 30 de septiembre al 6 de octubre de 2007 en San Carlos
de Bariloche en la República Argentina. El congreso contó con
la participación de representantes de gobiernos nacionales, loca-
les y organismos de integración regional, organizaciones civiles
dedicadas a la conservación de la naturaleza y desarrollo social,
organizaciones internacionales, representantes de pueblos indíge-
nas y de comunidades locales, organizaciones de la sociedad civil,
cientí cos y académicos, así como empresarios privados.
Estos actores se reunieron con el objetivo principal de desarro-
llar un escenario de cooperación Regional, además de promover
el  nanciamiento sostenible de las áreas protegidas en la regn,
buscando disminuir los impactos que causan los proyectos de
desarrollo económico afectando signi cativamente el manteni-
miento de importantes servicios eco sistémicos, como lo son la
provisión de agua y la provisión de costas y cuencas hidrográ cas,
que son fundamentales para el bienestar y la mejora del nivel de
vida de las poblaciones locales.
117
Ahora bien, la declaración cuenta con 24 compromisos, don-
de las partes rati can su deber con el cuidado del medio ambiente
y de las áreas protegidas de la región de Arica latina, además,
al hacer un llamado a la integración y cooperación regional, se
aproxima a un tipo de SA que busca la protección de ecosistemas
esenciales para el bienestar del ser humano, en este caso, como lo
menciona el décimo-tercer compromiso “las comunidades locales,
pueblos indígenas y afrodescendientes, organizaciones civiles, aso-
117
Declaracion de Bariloche.Congreso Latino Americano de parques nacionales y
otras areas protegidas. Octubre 6 del 2007. Argentina.
68
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ciaciones de mujeres, cien cos y académicos”.
118
Sin lugar a duda la declaración de Bariloche es un gran avance
en materia de cooperación binacional, subregional y regional para
tratar un asunto sumamente importante como lo es la protección
del medioambiente; sin embargo, este mecanismo S o l a w no sue-
le ser vinculante, lo que signi ca en consecuencia que muchas de
las buenas intenciones tan solo quedan en el papel y no pasan a la
práctica. Por tal motivo, a continuación, se presentará la normativa
nacional de Colombia en materia ambiental que es de carácter vin-
culante con el  n de analizarla y evidenciar la evolución y el enfo-
que que ésta tiene.
IX Normativa nacional en Colombia
En este segmento se abordará la normativa nacional sobre medio
ambiente que es relevante para la presente investigación, haciendo
un recorrido por las normas creadas bajo las directrices de la cum-
bre de Río entre las que se encuentra la ley 99 de 1993 y des nor-
mativa que regula y delimita las prácticas económicas relacionadas
a la explotación y extracción de recursos naturales en diferentes es-
cenarios tanto privados como públicos. Además, se mostrará la nor-
mativa que demuestra como el Estado tiene compromisos con las
comunidades que habitan un territorio especí co, y estas mismas,
que viven dentro de ecosistemas protegidos o estratégicos deben
velar por su protección, conservación y buen uso para las futuras
generaciones.
Ley 99 de 1993
Con la Constitución Política de 1991, Colombia incluyó el ma-
nejo y la protección de la Biodiversidad como una categoría de nor-
ma constitucional mediante aproximadamente 53 artículos
119
y el
capítulo 3
120
que posteriormente serian materializados en la ley 99
de 1993. Como resultado, se crea el Ministerio del Medio Ambiente
(Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, s.f) a partir
118
Ibíd., 11.
119
Dentro de los cuales se encuentran los art. 7, 8, 49, 58.
120
Artículos del 78 a 82.
69
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de la importancia que la Constitución le da a los acuerdos y compro-
misos de la Cumbre de Ambiente y Desarrollo en Río, de 1992.
En Colombia, el Ministerio de Medio Ambiente y Desarro-
llo Sostenible es la entidad encargada del manejo de los recursos
ambientales del país y de coordinar el SINA (Sistema Nacional
Ambiental, Ley 99 1993), además de ser el órgano responsable de
de nir y coordinar todas las políticas públicas de carácter ambien-
tal del país.
121
Bajo este mandato, el Ministerio ha liderado el desa-
rrollo normativo ambiental desde su creación a partir de la Ley 99
de 1993
122
con el  n de cumplir los fundamentos pactados en el
artículo 1 de dicha ley. A continuación, algunos de los principios en
los que se fundamenta la política ambiental colombiana que son de
utilidad para el desarrollo de la presente investigación:
1- El proceso de desarrollo económico y social del país se orien-
tará según los principios universales y del desarrollo sostenible con-
tenidos en la Declaración de Río de Janeiro de junio de 1992 sobre
Medio Ambiente y Desarrollo.
123
2- La biodiversidad del país, por ser patrimonio nacional y de
interés de la humanidad, deberá ser protegida prioritariamente y
aprovechada en forma sostenible.
124
3- Las políticas de población tendrán en cuenta el derecho de los
seres humanos a una vida saludable y productiva en armonía con la
naturaleza.
125
7- El Estado fomentará la incorporación de los costos ambienta-
les y el uso de instrumentos ecomicos para la prevención, correc-
121
Guariguata, M., Murcia, Peralvo, M., C., & V. Gálmez.La restauración de bos-
ques andinos tropicales: Avances, desafíos y perspectivas del futuro (pp. 20-50, Rep.)
.2017. Center for International Forestry Research. http://www.jstor.org/stable/res-
rep16194.14.
122
La Ley 99 de 1993 es aquella ”por la cual se crea el Ministerio del Medio Ambien-
te, se reordena el Sector Público encargado de la gestión y conservación del medio am-
biente y los recursos naturales renovables, se organiza el Sistema Nacional Ambiental,
SINA y se dictan otras disposiciones.” (Ley 99,1993)
123
Congreso de Colombia (22 de diciembre de 1993). Fundamento de la Política
Ambiental Colombiana. (Ley 99 de 1993) DO: 41. 146. art 1.
124
Ibíd.
125
Ibíd.
70
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ción y restauración del deterioro ambiental y para la conservación
de los recursos naturales renovables.
126
10- La acción para la protección y recuperación ambientales del
país es una tarea conjunta y coordinada entre el Estado, la comu-
nidad, las organizaciones no gubernamentales y el sector privado.
El Estado apoyará e incentivará la conformación de organismos no
gubernamentales para la protección ambiental y podrá delegar en
ellos algunas de sus funciones.
127
Esta ley bajo los principios mencionados anteriormente consti-
tuye la carta de navegación de todos los instrumentos jurídicos y or-
ganizaciones nacionales que velan por la protección, conservación y
desarrollo sostenible de los Ecosistemas de Colombia.
Ley 70 de 1993
La Ley 70 de 1993  rmada en agosto del mismo año tiene como
objetivo el reconocimiento de las comunidades negras que han es-
tado “ocupando tierras baldías en las zonas rurales ribereñas de los
ríos de la Cuenca del Pací co, de acuerdo con sus prácticas tradicio-
nales de producción y el derecho a la propiedad colectiva
128
tenien-
do como objetivo el establecimiento de mecanismos que protejan la
identidad cultural y los derechos de las comunidades negras como
grupo étnico en Colombia, además de fomentar su desarrollo eco-
mico y social, garantizando la igualdad de condiciones y oportu-
nidades frente al resto de la sociedad colombiana.
Por otro lado, la ley establece que las prácticas tradicionales que
sean ejercidas sobre las aguas, las playas o riberas, la fauna y la  o-
ra terrestre y acuática, y los frutos secundarios del bosque para uso
de los integrantes de la comunidad negra no requieren de permiso
alguno, no obstante, esta misma comunidad titular del derecho de
propiedad colectiva tiene el deber de conservar, mantener, y propi-
ciar la regeneración de la vegetación mediante el uso adecuado y la
protección de recursos naturales renovables y ecosistemas especial-
mente frágiles como manglares y humedales, protegiendo y conser-
126
Ibíd.
127
Ibíd.
128
Congreso de Colombia (27 de Agosto de 1993). (Ley 70 de 1993). Art 1. DO: 41. 013.
71
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vando las especies de fauna y  ora silvestre que estén amenazadas o
en peligro de extinción.
129
Respecto a los recursos mineros, la ley ordena que el Ministe-
rio de Minas y Energía podrá señalar y determinar zonas mineras
otorgando licencia de exploración y explotación a las comunidades
negras sobre los recursos naturales no renovables tradicionalmente
aprovechados por estas comunidades estableciendo que “los usos
mineros se ejercerán previniendo y controlando los factores de de-
terioro ambiental que puedan derivarse de esa actividad sobre la
salud humana, los recursos hidrobiogicos, la fauna y demás recur-
sos naturales renovables relacionados”.
130
. Ahora bien, en caso de
que existan áreas que puedan ser declaradas como zonas mineras
indígenas y de comunidades negras a la vez, el Ministerio tendrá
la potestad de declarar Zonas Mineras Conjuntas en donde se de-
sarrollen actividades de común acuerdo con estos grupos que ten-
drán los mismos derechos y obligaciones.
131
En lo concerniente a la planeación y fomento del desarrollo
económico y social el Estado deberá garantizar a las comunida-
des negras el derecho a desarrollarse ecomica y socialmente por
medio del diseño, ejecución y coordinación de planes, programas
y proyectos que adelante el gobierno, incluyendo la participación
de representantes de estas comunidades con el  n de garantizar sus
necesidades particulares. Del mismo modo se creará un plan de de-
sarrollo de las comunidades negras que propondrá las políticas de
largo plazo, sirviendo como marco de referencia en el Plan Nacio-
nal de Desarrollo fomentando el respeto de la diversidad étnica de
la nación y la promoción del desarrollo sostenible de estas comuni-
dades de acuerdo a la visión que ellas tengan del mismo.
132
Con base en ello, es importante mencionar que esta ley se de-
sarrolló de acuerdo a las disposiciones y recomendaciones de las
comunidades negras bene ciarias de ella, reconociendo que estas,
129
Ibíd., art 19-20-21.
130
Ibíd., art 29.
131
Ibíd., art 28.
132
Ibíd.,art 49-57.
72
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ejercen unas prácticas que están arraigadas con sus tradiciones, por
lo tanto, se considera que si se va a hablar del Chocó es imprescindi-
ble esta ley que instrumentalizó las prácticas cotidianas que tienen
impacto en la región para garantizar el cuidado y buen manejo de
los recursos, procurando así minimizar el daño y disminuir los fac-
tores de riesgo para el medio ambiente.
X Política Nacional de Biodiversidad
La política Nacional de Biodiversidad nació en 1992 y se apro
en 1995 como una iniciativa del Ministerio del Medio Ambiente
de Colombia y del departamento de planeación nacional, en com-
pañía del Instituto Alexander Von Humboldt de hacer realidad lo
planteado en el convenio de Diversidad Biológica
133
134
. El cumpli-
miento de la política Nacional de Biodiversidad no hace referencia
a un tiempo especí co, es decir, es atemporal” el documento es una
política de nación, de la cual cada gobierno puede escoger un área a
desarrollar “ sin necesidad de seguir un orden establecido, sin des-
cuidar claramente el objetivo de esta.
135
Su objetivo principal es “promover la conservación, el conoci-
miento y el uso sostenible de la biodiversidad, así como la distribu-
ción justa y equitativa de los bene cios derivados de la utilización
de los conocimientos, innovaciones y prácticas asociados a ella”
136
cuenta además con ocho principios basados en los tres pilares del
convenio que se van a mencionar a continuación:
A. Conservar, que hace referencia a la consolidación de un sis-
tema de áreas protegidas que garantice la representatividad de los
133
El Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) es un tratado internacional jurí-
dicamente vinculante con tres objetivos principales: la conservación de la diversidad
biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equi-
tativa en los bene cios que se deriven de la utilización de los recursos genéticos. Su
objetivo general es promover medidas que conduzcan a un futuro sostenible. El Con-
venio sobre la Diversidad Biológica (CDB) quedó listo para la  rma el 5 de junio de
1992 en la Cumbre de la Tierra celebrada en Río de Janeiro y entró en vigor el 29 de
diciembre de 1993, Hasta la fecha hay 193 Partes (ONU,2018).
134
Ministerio de Medio Ambiente (1995). Política Nacional de Biodiversidad. ley
165 de 1994 Colombia.
135
Ibíd., 1.
136
Ibíd.
73
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diversos ecosistemas bajo el fortalecimiento de las instituciones
encargadas de la conservación y manejo de ecosistemas estratégi-
cos para el país.
137
Además de buscar reducir los procesos de acti-
vidades que ocasionan el deterioro de la biodiversidad, tomando
medidas para disminuir el impacto de los agentes directos e indi-
rectos que lo producen. Por último, promover la restauración de
ecosistemas degradados y de especies amenazadas que con ayuda
de las CAR (Corporaciones Autónomas Regionales) fomentar la
conservación ex situ
138
para especies amenazadas a través de di-
ferentes centros especializados (Jardines Botánicos, zoológicos,
viveros, bancos comunitarios de comunidades campesinas etc.)
con miras a su reintroducción en el medio natural.
139
B. Conocer, que hace referencia al conocimiento sobre la ri-
queza en biodiversidad Biológica, buscando promover el trabajo
de investigación de distintos institutos de investigación, ONG’s,
Universidades, las CAR y centros de investigación a nes (Política
Nacional de Biodiversidad, 1995, p.22). Para este fín se procura-
rá con ayuda del Instituto Alexander Von Humbolt Recuperar
y divulgar el conocimiento y prácticas tradicionales además
de Caracterizar los componentes de la Biodiversidad, logran-
do el fortalecimiento de la investigación y conocimiento sobre la
Biodiversidad del país.
140
C. Utilizar, que busca “promover el uso sostenible de los com-
ponentes de la biodiversidad, convirtiendo la ventaja potencial de
un país de gran riqueza biológica como Colombia en una ventaja
real, incorpondola en el desarrollo local, regional y nacional.
141
Con el objetivo de lograr llevar a cabo los tres puntos anteriores
se crean los siguientes instrumentos:
137
Ibíd., 16-17.
138
Se entiende como: “la conservación de componentes de la Biodiversidad Biológica
fuera de sus hábitats naturales.”(Política Nacional de Biodiversidad, 1992).
139
Ibíd., 21-22.
140
Ibíd., 23-24.
141
Ibíd.
74
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1) Capacitación, educación y divulgación que hace referencia
la concientización de líderes de comunidades sobre la importancia
de la biodiversidad y su impacto a favor de su conservación y uso
sostenible;
2) Participación ciudadana, bajo el desarrollo e implementación
de mecanismos que vinculen a la sociedad civil en lo relacionado
con el diseño y desarrollo de actividades de la presente política;
3) Desarrollos legislativos, que hace referencia al análisis de la
legislación ambiental en materia de biodiversidad para aclarar las
competencias de las entidades encargadas del manejo sostenible y
detectar la vigencia y los vacíos de la legislación nacional;
4) Desarrollo Institucional, en donde se busca promover la
cooperación entre entidades gubernamentales con el  n de llevar a
cabo la correcta implementación de la presente política;
5) Incentivos, que promuevan la conservación de sistemas
naturales;
6) Desarrollo y transferencia de tecnología, que busca impulsar
la investigación en cuanto a la conservación.
142
Concluyendo, se encuentra que la Política Nacional para la Bio-
diversidad tiene inclinaciones marcadas dentro de los tres pilares
mencionados: conservar, en la que se muestra un estrecho vínculo
con el concepto de Seguridad Ambiental plasmada en la relación
del cuidado del medio ambiente con la protección y supervivencia
del ser humano, conocer, en la que se evidencia la relación con la
sostenibilidad, ya que, promueve la educación en términos am-
bientales, fomenta la investigación y la conservación con miras
a proteger los ecosistemas y garantizar su duración en el tiempo,
utilizar, guarda una estrecha relación con el Desarrollo Sostenible.
Todo esto con el objetivo de salvaguardar la Biodiversidad que es
Patrimonio nacional de todos los colombianos promoviendo el uso
sostenible de los ecosistemas de máxima importancia y su incorpo-
ración en los mecanismos de desarrollo local, regional y nacional.
La Sentencia del Río Atrato fue proferida por la Corte Cons-
titucional en el 2016, nació a partir de la tutela instaurada por
142
Ibíd., 28-29-30-31.
75
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diferentes comunidades del Chocó demandando a 27 entidades
Estatales que no cumplieron con sus deberes constitucionales y vul-
neraron ciertos derechos fundamentales
143
al ser negligentes para
enfrentar y dar solución a la problemática de degradación ambien-
tal causada en mayor medida por la Minería ilegal y la explotación
de recursos en el Rio Atrato.
144
La importancia de este río radica en que alberga gran variedad
de especies y a su vez es parte fundamental del desarrollo de dife-
rentes comunidades que habitan en sus riberas y que dependen de
su buen estado. Estas comunidades que son en su mayoría afrodes-
cendientes e indígenas han habitado el territorio ejerciendo prácti-
cas ancestrales entre las que se encuentran la agricultura, la minería
artesanal de oro y platino, la caza y la pesca, que les han servido para
garantizar suplir todas sus necesidades.
145
Ahora bien, la Corte Constitucional dictó que este río es un su-
jeto especial de derechos, que no es un objeto, sino un sujeto espe-
cial de protección y por lo tanto se debe garantizar su conservación,
mantenimiento y restauración. Para esto dispuso de una  gura
constituida como “Los Guardianes del Atrato, que está dividido
entre un representante del Estado (Ministerio de Ambiente) y un
representante de las comunidades (El cuerpo Colegiado de Guar-
dianes del Atrato), juntos forman la Comisión de Guardianes del
Río Atrato, que está facultada para representar al río y garantizar
sus derechos velando por el cumplimiento de la sentencia.
De acuerdo a esto, la sentencia incorporó los conceptos de la
seguridad alimentaria, componente de la Seguridad Humana
143
La Corte estableció que fueron vulnerados los derechos a “un ambiente sano, a la
salud, al agua, a la alimentación, a la soberaa alimentaria, a la libertad de tránsito,
a la supervivencia física y cultural al mínimo vital y vida digna, a la consulta previa y
al territorio de las comunidades étnicas que habitan la cuenca del Atrato, sus a uen-
tes y territorios aledaños.” (Tierra digna, 2016, p.4. Todas y todos somos guardianes
del Atrato. 2016.Recuperado de: .http://tierradigna.org/pdfs/SomosGuardianesDe-
lAtrato.pdf.)
144
Corte Constitucional, Sala sexta de revisión.(10 de noviembre de 2016) Sentencia
T-622/16.[MP Jorge Iván Palacio Palacio].
145
Tierra digna. Todas y todos somos guardianes del Atrato. 2016.Recuperado de:
.http://tierradigna.org/pdfs/SomosGuardianesDelAtrato.pdf.
76
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Maa Alejandra Colorado Patiño, William Sebastián Real Núñez, Juan Sebastn Cañon Caro
M
como una de las prioridades a garantizar, el derecho fundamental
al agua, y los derechos bioculturales,
146
entre otros, mencionando
que las comunidades tienen una relación interdependiente con el
medio que los rodea, por lo tanto, si se preserva el medio ambiente
se garantiza la vida de los seres humanos, demostrando que las
amenazas a la seguridad ambiental pueden desencadenar en ame-
nazas a la vida humana.
En el segundo apartado se abordó la normativa medio am-
biental en orden cronológico (Ver Anexo 3) vista desde una pers-
pectiva multidisciplinar, que fue de nitiva para dar inicio a la
concepción del desarrollo sostenible en la agenda internacional,
los resultados de dicho abordaje permitieron que los Estados in-
cluyendo Colombia formalizaran su compromiso con el medio
ambiente al rati car distintas convenciones y declaraciones como
RAMSAR y Bariloche, además de la consideración de la in uen-
cia de la Cumbre de Río en la creación de políticas nacionales
como: La Ley 70 de 1993, la Ley 99 de 1993, la política nacional
de Biodiversidad la Ley 685 de 2001 y la Sentencia del río Atrato
que establecieron los lineamientos jurídicos para la protección,
conservación y buen manejo de los ecosistemas en Colombia.
Re exiones  nales
Los Estudios de Seguridad como sub-disciplina de las RI man-
tuvieron durante largo tiempo una in uencia racionalista que se
caracterizó por su objetivismo y su clara posición estatocéntri-
ca-militar al considerar la integridad territorial del Estado como
el objeto referente de la seguridad. Sin embargo, con los cambios
acelerados de un mundo cada vez más interconectado y con la
146
Los denominados derechos bioculturales, en su de nición más simple, hacen re-
ferencia a los derechos que tienen las comunidades étnicas a administrar y a ejercer
tutela de manera autónoma sobre sus territorios -de acuerdo con sus propias leyes,
costumbres-y los recursos naturales que conforman su hábitat, en donde se desarrolla
su cultura, sus tradiciones y su forma de vida con base en la especial relación que tie-
nen con el medio ambiente y la biodiversidad. En efecto, estos derechos resultan del
reconocimiento de la profunda e intrínseca conexión que existe entre la naturaleza,
sus recursos y la cultura de las comunidades étnicas e indígenas que los habitan, los
cuales son interdependientes entre sí y no pueden comprenderse aisladamente (Corte
constitucional, sala sexta de revisión, Sentencia T-622/16, 2016).
77
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desaparición del mundo bipolar desde el  nal de la guerra fría,
buena parte de los debates sobre seguridad centraron su atención
en los intentos por ampliar sus de niciones y sus alcances. De esta
forma, el concepto ha sufrido una recontextualización que se ha
adaptado a las nuevas realidades mundiales contemplando una
multiplicidad de actores y nuevos tipos de seguridad política, so-
cial, económica y medioambiental.
Esta intención de ampliar la agenda de seguridad se vio re e-
jada en las discusiones disciplinares con la llegada de los enfoques
re ectivistas que entre otros revisan: la construccn social de las
estructuras, los procesos de emancipación, los vínculos lingüísti-
cos y las practicas discursivas que surgieron como una crítica fron-
tal a las teorías tradicionales proponiendo así su reformulación.
No obstante, el racionalismo no dejó su posición de importancia
en la disciplina de las RI, al integrar los debates racionalistas con
un re ectivismo de tipo moderado, representado principalmente
por Alexander Wendt.
Por otro lado, la creciente percepción de múltiples amenazas
a la seguridad de carácter subestatal y transnacional como la po-
breza, la degradación ambiental, las enfermedades infecciosas, el
terrorismo, el narcotrá co o la delincuencia organizada (desde  -
nales de los años ochenta), han legitimado poco a poco las aproxi-
maciones a un tipo de seguridad humana cuyo objeto referente ya
no es el Estado sino el ser humano. Esta visión impulsada en 1994
por el programa de Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD),
amplió la discusión hacia un ámbito interdisciplinar, poniendo
a dialogar a las agendas de investigación para la paz, los estudios
sobre seguridad y desarrollo y los derechos humanos, con el  n de
proteger a las personas de amenazas y situaciones graves, así como
sus libertades fundamentales y promover el derecho a vivir libre
de temor y de miseria.
Es así como la inclusión de los temas ambientales en las agen-
das de seguridad ha conocido cuatro generaciones de estudios,
que se han preocupado por denunciar y reconocer las proble-
ticas provenientes de la degradación de los ecosistemas naturales
a nivel mundial y nacional. De esta manera, los aportes más im-
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M
portantes de la SA han sido aquellos que se han aproximado a las
concepciones cooperativas y colectivas, que reconocen que es im-
posible hacer frente a los problemas ambientales de manera aislada
y aquellos que admiten la conexión entre el estrés ambiental y las
amenazas a los valores apreciados de las comunidades y las personas
como la identidad, el territorio, la cultura, la dignidad y el bienestar
económico y social.
Este cambio de paradigma a nivel internacional creó la necesi-
dad de institucionalizar los temas ambientales. Iniciativas como la
cumbre de Estocolmo y la comisión mundial de medioambiente
y desarrollo (CMMD) sentaron las bases de un nuevo paradigma
de sostenibilidad ambiental con el  n de proponer alternativas de
desarrollo para transformar los modelos económicos y las practicas
insostenibles. De igual manera, la cumbre de Rio en 1992 llevó a
la practica la institucionalización de los temas ambientales a nivel
mundial, in uyendo en la creación de mecanismos de protección,
conservación y regulación de las practicas que afectan al medio am-
biente con el  n de mitigar la creciente crisis exacerbada por desas-
tres ambientales de magnitud mundial.
El marco normativo mundial sirvió también para fomentar al-
gunas iniciativas regionales que avanzaron en materia de coopera-
ción e integración regional para tratar aquellos temas ambientales
que son de carácter transnacional y que requieren de ayuda mutua
para enfrentar temas como la degradación ambiental y fortaleci-
miento de la institucionalidad pública. Hasta cierto punto estas
iniciativas regionales acompañadas de la legislación nacional en
materia ambiental, se han aproximado a la construcción de un tipo
de SA que busca reducir las vulnerabilidades sociales que enfrenta
el continente y potenciar un modelo de desarrollo distinto en don-
de la sostenibilidad encuentre su espacio.
En Colombia, la promulgación de una nueva constitucn po-
lítica en 1991 dio paso a reconocer la importancia de los acuerdos
y compromisos contraídos en los distintos encuentros mundiales.
Así, con la creación del Ministerio de Medioambiente y Desarrollo
Sostenible a partir de la ley 99 de 1993, se empieza la construcción
de una política ambiental nacional orientada según los principios
79
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universales de desarrollo sostenible a la protección de la biodiver-
sidad y el derecho de los seres humanos a una vida saludable y en
armonía con su entorno natural.
En los últimos años la sentencia T-622/16, más conocida como
la sentencia del rio Atrato proferida por la corte constitucional
en 2016, ha sido uno de los ejemplos destacables a nivel nacional
de conservación y especial protección para priorizar los derechos
fundamentales de las comunidades de acceso al agua y fuentes ali-
mentarias, reconociendo así la estrecha relación que existe entre el
deterioro ambiental y las amenazas a la seguridad humana de las
personas que habitan el territorio.
Consideramos, por tanto, que para una próxima investigación
a nivel de maestría se podría analizar el papel del Estado en dicha
problemática, y como su modelo de desarrollo incide directamente
a través de técnicas que posiblemente se implementen en el futuro,
y que en este momento están siendo objeto de discusión, tales como
el fracking y el acceso de actividad minera en áreas protegidas.
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Anexos
Anexo 1
Tabla sobre evolución estudios de seguridad
Fractura
Teórica
Enfoques Objeto
Referente
Contenido Epistemo-
logía
Seguridad
Tipo de
Estudios
Racionalismo Realismo,
Neorrealismo
Estado Soberanía,
Fronteras
y Territorio
Objetiva y
y material
Estudios
Estratégicos
Racionalismo Liberalismo,
Liberalismo
Institucional.
Estado,
Instituciones
Creación y
superviven-
cia
de Institucio-
nes
Objetiva
y material
Estudios
para la
paz
Re ectivismo
Moderado
Re ectivismo
Constructi-
vismo
Colectivida-
des
o Grupos
Identidad
Societal
Subjetiva
e Intersub-
jetiva
Estudios
Críticos
Re ectivismo Nuevos
Enfoques
Teorías
Criticas.
Colectivida-
des,
Individuo,
Medioam-
biente
Superviven-
cia,
Bienestar y
Dignidad
Intersubje-
tiva
Estudios
Críticos
Nota: En la tabla se observa la evolución teórica en cuanto a los estudios de segu-
ridad, los distintos enfoques, su contenido programático y su epistemología. Adap-
tación de Moller (1996).
Anexo 2
Tabla sobre categorías de la seguridad humana
Categoría de Seguridad De nición Amenazas a la seguridad
Seguridad Económica Tiene como  n garantizar un
ingreso básico asegurado,
que por lo general es el resul-
tado de una actividad laboral
productiva y remunerada.
Desempleo
Una Economía interna
inestable o muy volátil.
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M
Seguridad alimentaria Hace referencia al acceso
inmediato de los alimentos
sicos mediante el derecho a
los alimentos, bien sea porque
se cultivan o porque se es be-
ne ciario de sistema público
de distribución de alimentos.
Bajo poder adquisitivo
que no hace posible en
países de renta baja la
adquisición de alimentos.
Inequitativa distribución
de los alimentos.
Seguridad de la Salud Está ligada a los conceptos
de la seguridad alimentaria
y ambiental, debido a que las
enfermedades contagiosas y
parasitarias, las infecciones
respiratorias agudas, las
enfermedades diarreicas y la
tuberculosis, son consecuencia
de la mayoría de muertes a
nivel mundial a causa de una
mala nutrición y a un medio
ambiente inseguro.
La disparidad entre ricos
y pobres en el acceso al
servicio de salud en el
mundo.
La proporción de médicos
por habitante en los pses
en vía de desarrollo. “
Se estima que por cada
7000 habitantes hay un
médico” (PNUD, 1994,
p.27).
Seguridad
ambiental
Hace referencia al deterioro
de los ecosistemas locales y
mundiales debido a que el ser
humano a sometido a la tierra
a una tensión y explotación
constante, lo que produce una
amenaza a las comunidades
que habitan estos ecosistemas,
y un desequilibrio ambiental
mundial a largo plazo.
La deforestación
la deserti cación,
la perdida de ecosistemas
de gran importancia,
las emergencias ambien-
tales.
La minería ilegal
El uso de energías no
renovables.
Seguridad personal Hace referencia a la búsqueda
por garantizar la Seguridad
física de las personas, ya que,
tanto en países ricos como en
países pobres, la vida humana
se ve cada vez más afectada
por actos de violencia súbita.
Del Estado (tortura física).
De otros Estados (guerra).
De individuos o pandillas
(delincuencia).
Contra las mujeres (Viola-
ción o violencia doméstica).
En contra de los niños.
Contra la propia persona
(suicidio, uso de estupefa-
cientes).
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Muuch xíimbal Caminemos juntos
Año 5 / Número 9 /jul-dic 2019 / pp. 31-91
Seguridad de la
comunidad
La población deriva se-
guridad por medio de su
participación en un grupo,
una familia, una comunidad,
una organización, un grupo
racial o étnico cuya función
es brindar identidad cultural
y un conjunto de valores que
ofrecen seguridad al indi-
viduo.
Reproducción de prácticas
opresivas.
Pueden ser sujetos de
represión, discriminación
enfrentamientos étnicos,
etc.
Seguridad política Esta “consiste en asegurar
que la personas puedan vivir
en una sociedad, que en su
conjunto respete los derechos
humanos fundamentales
dentro de un Estado democrá-
tico”. (PNUD,1994, p.27).
Un Gobierno que se pre-
ocupa más por fortalecer
el gasto militar que el
gasto social, utilizando las
FFMM como mecanismo
de represión social.
Nota: En la tabla se observa la descripción detallada, de nición y amenazas a
la Seguridad de cada una de las categorías que componen a la Seguridad Humana.
Adaptación del PNUD (1994).
Anexo 3
nea de tiempo de la normativa internacional, regional y nacional
Nota: en la línea de tiempo se demuestra la evolución de la normativa medioambien-
tal internacional y regional en la parte superior y a nivel nacional en la parte inferior.
Normativa internacional y regional
La Cumbre de
Estocolmo y
la Comisión
Mundial de
Medioambiente
y Desarrollo
(1972)
Cumbre
de la
Tierra de
Río de
Janeiro
(1992)
Ley 99 de
1993 Ley 70
de 1993
Política
nacional de
Biodiversi-
dad (1995)
Convención
RAMSAR
(1995)
Ley 685 de
2001, códi-
go minero
Sentencia
T-622/16
(2016)
Declaración
de Bariloche
(2007)
Normativa nacional
Fuente: Elaboración propia.