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Teorizar sobr
eorizar sobre lo pleb

e lo pleb

e lo plebeyo y lo pr

o y lo pr

o y lo pr

o y lo precario
como estr

como estrategia p

egia política
En
su

célebre

texto

Costumbres en c

es en c

es en común, E

, E

.

P.

Thompson

(1992/2019)

detalla
cómo, en la In
cómo, en la In
cómo, en la In
cómo, en la Inglaterra del siglo
a del siglo

a del siglo

xvii, fr

, frente a la cult

e a la cult

e a la cult

e a la cultura domin

a dominante de la

e de la

e de la

gen

-
try
(aristocracia), los comunes o pleb

), los comunes o pleb

), los comunes o pleb

), los comunes o pleb

), los comunes o plebeyos constru

os construyeron pr

on prácticas de r

ácticas de r

ácticas de resisten-
cia efcaces par
cia efcaces par
cia efcaces para evit
a evitar sit

ar situarse en un

uarse en un

uarse en una p

a posición de absolut

osición de absolut

osición de absoluta sub

a subordinación.
Fundamentalmente se tr
e se tr

e se trataba de rit

aba de rit

aba de rituales públicos mediant

uales públicos mediant

uales públicos mediante los cuales se de

e los cuales se de

e los cuales se de

e los cuales se de

e los cuales se de

-
safiaban las aut
afaban las aut

afaban las autoridades eclesiásticas, so

oridades eclesiásticas, so

oridades eclesiásticas, sociales y gub

ciales y gub

ciales y gubernamentales. No er

ales. No er

ales. No eran
necesariamente pr
e prácticas que p

ácticas que p

ácticas que podríamos apr

dríamos apreciar p

eciar por su cont

or su cont

or su contenido ético o di

enido ético o di

enido ético o di

enido ético o di-
mensión
libertaria;

de

hecho,

entre

ellas

encontraremos

algunas

que

hoy

nos
parecerían degr
ecerían degradantes como la

es como la

es como la

venta de es

a de es

a de esposas. Est

. Este er

e era un

a una esp

a especie de rit

ecie de rit

ecie de ritual
de
divorcio

a

través

del

cual

el m

l marido

humillaba

a

su

esposa

públicamente
y, con ello, se desh
, con ello, se desh

, con ello, se desh

, con ello, se desh

, con ello, se deshacía, al menos ant

, al menos ant

, al menos ant

, al menos ante sus par

e sus par

e sus pares, de las oblig

es, de las oblig

es, de las oblig

es, de las obligaciones contr

aciones contraí-
das. Ahor
das. Ahora,
si bien

si bien

podríamos

repudiar pr

epudiar prácticas como est

ácticas como est

ácticas como esta,

no p

no podemos ne

demos ne

-
gar su cont
ar su cont

ar su contenido p

enido político y la fuerza del des

olítico y la fuerza del des

olítico y la fuerza del des

olítico y la fuerza del des

olítico y la fuerza del des

olítico y la fuerza del desafío. Se tr

afío. Se tr

afío. Se trataba, ni m

, ni m

, ni más ni menos,

ás ni menos,

ás ni menos,
de cuestion
de cuestionar la heg
ar la heg

ar la hegemonía de la Iglesia y del Est

emonía de la Iglesia y del Est

emonía de la Iglesia y del Est

emonía de la Iglesia y del Est

emonía de la Iglesia y del Est

emonía de la Iglesia y del Est

emonía de la Iglesia y del Estado fr

ado frente a las r

e a las r

e a las r

e a las relaciones
matrimoniales. Los comunes afirm
trimoniales. Los comunes afrm

trimoniales. Los comunes afrm

trimoniales. Los comunes afrmaban su aut

aban su aut

aban su autonomía en rit

onomía en rit

onomía en rituales públicos co

uales públicos co

uales públicos co-
mo est
mo este, lo que les p
e, lo que les p

e, lo que les p

e, lo que les p

e, lo que les permitía adv

ermitía advertir a la

ertir a la

ertir a la

gentry

que no se dej

que no se dej

que no se dej

que no se dejarían domin

arían dominar sin

ar sin
oponer r
oner resistencia.
A pr

A prácticas como la mencion

ácticas como la mencion

ácticas como la mencion

ácticas como la mencionada se sum

ada se sum

ada se suman los des

an los des

an los desafíos fr

afíos frente a la pr

e a la pr

e a la pr

e a la prohibi-
ción
de

consumo

de

alcohol

durante

ciertas

festas

locales,

la

destrucción

de
símbolos de aut
olos de aut

olos de autoridad dur

oridad durante los carn

e los carn

e los carnavales, así como motines un

ales, así como motines un

ales, así como motines un

ales, así como motines un

ales, así como motines unas v

as veces
ordenados y otr
ados y otr

ados y otras complet

as completamente caóticos. T

e caóticos. T

e caóticos. Todas est

das estas constit

as constituían acciones

uían acciones
mediante las cuales, a p
e las cuales, a p

e las cuales, a p

e las cuales, a p

e las cuales, a pesar de s

ar de s

ar de saberse en desv

erse en desv

erse en desventaja, los pleb

, los pleb

, los plebeyos luch

os luchaban
contra la imp
a la imp

a la imposición de las

osición de las

osición de las

buenas c

buenas costumbres ari

es aristocráticas. Sabían de ant

. Sabían de ant

. Sabían de ant

. Sabían de antema-
no que los des
no que los des
no que los des
no que los desafíos cost
afíos costarían car

arían caros, a v

os, a v

os, a veces la prisión, otr

eces la prisión, otr

eces la prisión, otr

eces la prisión, otras v

as veces el escarnio

eces el escarnio

eces el escarnio
público y un
público y un
público y unas m
as más la vida mism

ás la vida mism

ás la vida mism

ás la vida misma. Sin embarg

. Sin embarg

. Sin embargo, el pr

o, el pr

o, el precio er

ecio era pag

a pagable en la

able en la

able en la
medida en que no se p
medida en que no se p
medida en que no se p
medida en que no se p
medida en que no se p
medida en que no se permitiría que las élit
ermitiría que las élit

ermitiría que las élit

ermitiría que las élites domin

es dominaran t

an todo el esp

do el esp

do el espectro cul

o cul-
tural y la sub
al y la sub

al y la sub

al y la subordinación fuese t

ación fuese t

ación fuese total.
Así, Thompson (1992/2019) ilustr

Así, Thompson (1992/2019) ilustr

Así, Thompson (1992/2019) ilustr

Así, Thompson (1992/2019) ilustra las car

a las car

a las características de la cult

erísticas de la cult

erísticas de la cult

erísticas de la cultura pleb

a plebe

-
ya que pr
a que pr

a que precedería en el tiemp

ecedería en el tiemp

ecedería en el tiemp

ecedería en el tiempo a la cult

o a la cult

o a la cult

o a la cultura r

a revolucionaria del pr

aria del pr

aria del proletariado de

ariado de
los
siglos

xix

y

xx

.

La

plebe

no

tiene

una

impecable

conciencia

de

clase,

pe

-
ro sí es “un
o sí es “un

o sí es “un

o sí es “una b

a bestia horizont

estia horizontal” (pp. 111-130). A

al” (pp. 111-130). A

al” (pp. 111-130). A

al” (pp. 111-130). Aquello que la une a v

quello que la une a v

quello que la une a v

quello que la une a v

quello que la une a v

quello que la une a veces son

eces son
prejuicios x
ejuicios xenófobos; otr

os; otras, ciert

as, cierta r

a retórica lib

órica libertaria. La pleb

. La pleb

. La plebe exp

e experimen-
ta cambios de ánimo not
a cambios de ánimo not

a cambios de ánimo not

a cambios de ánimo not

a cambios de ánimo notables, tr

ables, transita de la pasividad al motín y lueg

a de la pasividad al motín y lueg

a de la pasividad al motín y lueg

a de la pasividad al motín y lueg

a de la pasividad al motín y lueg

a de la pasividad al motín y lueg

a de la pasividad al motín y lueg

a de la pasividad al motín y luego a

o a
la ob
la obediencia
acobardada,

pero

su

acción

nunca

es

ciega: utiliza

: utiliza

lo

mismo el

mismo el
terrorismo
que el t

e el t

e el teatro y l

o y l

o y la a

a acción m

n multitudinaria di

a directa

para a

a amenazar,
mostrar
fuerza

y

negociar. Fin

. Finalmente,

cuando

esta

cultura

entra

en

su

fa-
se de sofsticación t
se de sofsticación t
se de sofsticación t
se de sofsticación también h
ambién hace uso de la r

ace uso de la r

ace uso de la r

ace uso de la r

ace uso de la retórica constit

órica constitucional par

al para exi

a exi-