Introducción a Dossier

Revisitar a Freire para construir mundos empáticos posibles

¿Es posible una educación liberadora y esperanzadora en tiempos de pande- mia? La emergencia sanitaria ha expuesto con más fuerza las grandes brechas de desigualdad existentes en el mundo. La Asamblea General de las Naciones Unidas seleccionó el tema “Recuperar y revitalizar la educación para la gene- ración covid-19” para celebrar el Día Internacional de la Educación en 2021. Se alude a una generación que, para mantenerse escolarizada, está tomando cla- ses de forma remota en sus hogares, en gran medida, sin recursos tecnológicos u orientación suficientes. Dichos hogares, sin ser escuelas, tratan de condu- cir procesos escolares que terminan reproduciendo las condiciones desiguales que impiden, en el presente, el goce del derecho a la educación e impedirán, en el futuro, el disfrute de los derechos humanos de los sectores sistemáticamen- te discriminados, en condiciones de pobreza y marginación.

¿Es posible establecer plataformas dialógicas en circunstancias que exclu- yen a grandes sectores de la población? ¿Quiénes dialogan y qué se dialoga? Para Paulo Freire, la pedagogía liberadora va más allá de aprender a leer las palabras, implica aprender a sentir a interactuar con el mundo mediante las posibilida- des de una afectividad compartida, de actuar y de construir diálogos activos y participativos entre estudiantes y profesores a través de los cuales se cuestio- na, reflexiona y aprende en la búsqueda de significados y diversas interpreta- ciones de las realidades. Como proceso dialógico, la educación está dispuesta a tomar en cuenta los contextos escolares, ecológicos, socioculturales y de vida de los estudiantes y profesores; así como a estar abierta a sus necesidades, ex- pectativas y esperanzas; a reconocer los problemas estructurales y poder fo- mentar así formas empáticas y liberadoras a través del intercambio de ideas y afectos.

Este dossier es el resultado de fructíferos diálogos y discusiones llevadas a cabo en el marco de la conmemoración de los cien años del nacimiento de Paulo Freire. La comunidad académica, los estudiantes y la sociedad civil par- ticiparon en diversas actividades a lo largo del año, conformando lo que se denominó “Freiretón Interinstitucional 2021”. El objetivo fue construir espa- cios de reflexión e intercambio de ideas y sentires sobre la educación y el papel que jugamos y jugaremos como docentes, estudiantes o investigadores en sus transformaciones, teniendo como referente su legado. Los textos que forman esta antología son fruto de este acto de compartir, visibilizar y potenciar lec- turas críticas del mundo mediante aproximaciones transdisciplinarias que reconocen la complejidad de las realidades.

Para nosotras fue necesario revisitar a Freire y reflexionar sobre sus ideas desde los tiempos pandémicos en los que nos encontramos, volver a hacer patente que una de las grandes virtudes de su pensamiento fue pensar la edu- cación como un proceso político, que puede brindar las herramientas para analizar la transformación social sobre ese eje. El proceso educativo, en su fase política, no puede dejar pasar que vivimos en un contexto que normaliza una cultura de inequidad, discriminación y crueldad, donde la compasión, la pre- ocupación por los otros y la justicia son valores devaluados que se interponen en el camino del mercado y del irresponsable acto consumista. Pero también que se vive en un contexto donde todos los días emergen diferentes formas de éticas del cuidado y de comunitarismo.

Nuestra vivencia actual con la emergencia sanitaria se vuelve parte de esa pedagogía pública que nombra Henry Giroux, donde es patente que el neo- liberalismo es mucho más que un modelo económico: es una estructura que lo impregna todo. No obstante, estos tiempos de incertidumbre pueden ser tiempos de oportunidades, en que el poder no sea solo de relaciones de domi- nación y opresión, sino de solidaridad y resistencia. ¿La pandemia y las nuevas realidades que emerjan pueden dar paso a un discurso de posibilidades donde pueda imaginarse un futuro compasivo y solidario, con otras relaciones con la biosfera, con los demás y con las otras especies?

¿Podemos romper estructuras sociales con herramientas pedagógicas?

¿Podemos generar un mundo sin heteronormatividades ni discriminación, más compasivo e interseccional a través de programas formativos? ¿Los cam- bios de conciencia solo ocurren desde la normativa institucional del sistema educativo? ¿La experiencia ética de aprender a vivir bien en comunidad pue- de ser una herramienta para cambiar conciencias? Se recuerda aquí que, para Freire, la conciencia es siempre un energético fundamental.

A pesar de que la educación, mexicana y mundial, ha quedado acaparada por prácticas que promueven el individualismo, la exaltación del ego, el méri- to, la competencia o el éxito en favor de una cultura que fomenta el esfuerzo para el triunfo y el ascenso social, también es un hecho que las realidades nos rebasan y nos brindan la oportunidad de identificar la vulnerabilidad de las comunidades humanas, de los ecosistemas o de los otros organismos y sus respectivas resistencias, con el fin de cambiar sobre estas los formatos, las metodologías y construir vías pedagógicas que exalten los afectos, las expe- riencias éticas y el cuidado mutuo. El propósito es que, inspirados en el senti- pensamiento latinoamericano, vayamos construyendo un nosotros incluyente y ético que valore la empatía, el bienestar solidario, la compasión y la contem- plación de la belleza. En palabras de Freire:

Sin embargo, esta búsqueda del ser más no puede realizarse en el aislamiento, en el individualismo, sino en la comunión, en la solidaridad de las existencias. De ahí que es imposible darse en las relaciones antagónicas entre opresores y oprimidos (2019, p. 100).

Aunque puede parecer lejana esa república de saberes y afectos comparti- dos, podemos pensar en términos del inédito viable, un concepto fundamental y vigente de Paulo Freire, definido como algo inaudito pero posible, algo reali- zable a través de la práctica solidaria, ética y responsable, que no se quede so- lamente durante la pandemia, sino como una práctica y un hábito de todos los días. Su libro Pedagogía de la esperanza expone este sentimiento: “La esperanza es una necesidad ontológica” (Freire, 2017, p. 24); es parte de la naturaleza de todo ser humano, por lo que no puede concebirse la existencia humana sin la esperanza y los sueños.

Para el pedagogo y filósofo brasileño, este inédito viable solo sería posible a través de la reflexión crítica, propositiva, solidaria e incluyente. Cuestión que hace eco con la pregunta que se plantea Noam Chomsky (lwf, 2012): ¿Cuál es el propósito de la educación? En esta entrevista, él critica directamente la educación bancaria del modelo pasivo que Freire caracteriza en la Pedagogía del oprimido. Para Chomsky, si lo que nos interesa es tener una sociedad de personas libres, creativas e independientes que sean capaces de aprovechar los logros del pasado, pero también de añadir novedades, eso no va a ocurrir únicamente aumentando el producto interno bruto, sino transformando es- tructuras sociales a través de una educación valiosa que ayude a crear mejo- res seres humanos.

En este sentido, para la pedagogía crítica, la educación sirve para buscar las mejores maneras de transmitir ciertos conocimientos validados, pero, pri- mordialmente, para cultivar un pensamiento problematizador, “discómodo”, que cuestione esas verdades validadas en contextos particulares. Es decir, también se trata de dar herramientas para fomentar un pensamiento icono- clasta, para transformar la realidad actuando como una partera de ideas, ape- gándonos a las enseñanzas mayéuticas de Sócrates como el educador ético; y a la pedagogía crítica, liberadora y esperanzadora de la corriente freireana.

Sin duda, las transformaciones genuinas ocurrirán cuando tengan cabida las epistemologías transepistémicas y el reconocimiento de giros afectivos e interseccionales, pero antes de llegar a ese sitio, ¿será un paso necesario la validación las epistemologías del sur, de pueblos originarios, de aquellos que se han quedado sin voz en un mundo racionalista y etnocéntrico?

En estas nuevas repúblicas —o mejor aún, comunidades o territorios com- partidos—, los sentires, los rubores o las agitaciones encarnadas ya no queda-

rían fuera del palacio del conocimiento. Ya no se trataría de una primacía de la razón que excluye a la emoción y al cuerpo. Las pasiones del alma, como les decía Descartes, volverían a considerarse cruciales para el aprendizaje o el desarrollo humano. Quizás no estamos tan lejos de ese inédito viable, el incre- mento de la preocupación por la integración de la educación socioemocional en los planes de estudio alrededor del mundo es un buen inicio. De hecho, po- cos niegan la importancia de aprender a gestionar las emociones como parte del paquete de herramientas del proceso enseñanza-aprendizaje. Pero Freire va más allá y no se limita al reconocimiento de las emociones, sino que invita a atender a todo ese cuerpo en el que vivimos como mediador de aprendizajes. Recuerda:


La conciencia del mundo que implica la conciencia de mí, con él y con los otros, que implica también nuestra capacidad de percibir el mundo, de comprenderlo, no se reduce a una experiencia racionalista. Es como una totalidad —razón, sentimien- tos, emociones, deseos— que mi cuerpo, consciente del mundo y de mí, capta el mundo al que dirige su intencionalidad (1997, p. 102).

¿Cómo recuperamos el cuerpo en la pedagogía? ¿Cómo damos lugar a las metodologías corporales en nuestras planeaciones? Nos referimos al cuerpo emocional, al que se mueve, siente y actúa voluntaria y colectivamente (Gon- zález-Grandón, 2021).

Aunque se ha llegado a plantear que Freire no trascendió el estructuralis- mo del contexto epistemológico que le tocó vivir, sus últimos textos y discur- sos, sobre todo, dan cuenta de una preocupación por el diálogo de saberes, la interculturalidad y el feminismo. Nosotras creemos que, a partir de sus presu- puestos axiológicos, situados en estos tiempos contemporáneos, podemos dar cuenta de comunicaciones éticas que requieren reinventar cómo dialogamos, reconociendo que hay voces relevantes (mujeres, infantes, personas con disca- pacidades, transexuales, intersexuales) que no han sido escuchadas, para así escucharlas atentamente y no únicamente hablar sobre ellas para reificarlas o clasificarlas. Esto implica desobjetivar a todos los seres humanos, que dejen de ser la cosa u objeto de estudio de un naturalista o de un voyerista, y rein- ventar las condiciones del diálogo. Compromete también procurar el bienes- tar responsable de los diversos sectores que están involucrados y resistir las narrativas que sostienen un conflicto ineludible de subordinación, que solo puede resolverse al acotar los derechos de un sector; y de este modo, superar la construcción de ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda.

Comenzamos este dossier con dos artículos que hacen eco de las reflexiones que hemos compartido en esta introducción. Por un lado, el artículo de Lour-

des López Pérez, intitulado “Humanismo, empatía y amorosidad en Paulo Freire”, resalta la importancia de la consideración de una suerte de giro afec- tivo, a partir de los propios afectos de Paulo Freire en la construcción de una propuesta amorosa y de relaciones empáticas, de la que formen parte tanto oprimidos como no oprimidos. Se enfatiza que solo de esa manera puede ha- cerse una pedagogía como instrumento de esperanza y liberación. Comparte con nosotras el espíritu propositivo de las transformaciones educativas.

Por otro lado, el artículo “Pedagogía de la complejidad biocultural: concientizar(nos) en la transición civilizatoria”, de Octavio Valadez-Blanco, también subraya la importancia del contexto pandémico que estamos vivien- do. El autor aprovecha para dar cuenta de las contradicciones de una edu- cación que no responde a la complejidad de los problemas concretos de los estudiantes ni a la de los propios profesores. Propone una pedagogía con pers- pectiva transdisciplinaria y biocultural, que analiza la codeterminación entre enfermedades biológicas y desigualdad estructurales, y que se inspira en una pedagogía freireana para articular los principios críticos de la opresión, la con- cientización como proceso de liberación y la transformación de mundos para repensar la educación.

El tercer artículo, “Lo inédito viable como despliegue del horizonte de lo posible. Una aproximación fenomenológica a la obra de Paulo Freire”, de Laura Viviana Pinto Araújo, da cuenta de una aproximación fenomenológica a la obra y a esta categoría freireana a la que ya nos hemos referido. Se parte desde la importancia de la primera persona husserliana como sujeto práctico que des- cubre y se descubre en un horizonte de posibilidades cambiantes, lo que permi- te clarificar el sentido mismo de educación como práctica situada de la liber- tad. Propone un interesante diálogo entre la fenomenología y la pedagogía crítica.

El cuarto artículo, “Leer el mundo, experiencia y praxis”, de Dulce María Cabrera Hernández, presenta planteamientos relacionados con la posición po- lítica educativa y la pedagogía libertaria de Freire. Comienza por dar lugar a la alfabetización problematizadora de la relación intersubjetiva y planetaria. Da cuenta de la posibilidad de redimensionar la praxis educadora y responsable con jóvenes. Una de las aportaciones relevantes de este artículo, además de mostrar la vigencia del pensamiento freireano, es la posibilidad de aplicabili- dad de este.

Finalmente, en consideración del arte como una herramienta pedagógica fundamental y al subrayar la necesidad de visibilizar los procesos de investi- gación y de subjetivación, el último artículo, “Cuerpos desobedientes. Terapia, juego y performance”, de Fabiola Arellano Jiménez y Lorena Méndez Barrios, relata, desde una fenomenología testimonial, los procesos a través de los cua-

les han desarrollado intervenciones comunitarias basadas en prácticas artís- ticas, pedagogías corporales y psicoterapia colaborativa, dirigidas a grupos en situaciones vulnerables, en contextos que generan vulnerabilidades y en pro- cesos transitorios. Las autoras refieren, además, las interesantes experiencias transformadoras que han vivido.

Creemos que comenzar estos diálogos interinstitucionales puede ir gene- rando los andamios para esa educación transformadora, ética y empática en un mundo posible, que puede ser este nuevo mundo pospandémico. Este es solo el inicio.


Ximena A. González Grandón

Lourdes López Pérez Coordinadoras del dossier


Referencias

Freire, P. (1997). A la sombra de este árbol. Barcelona, España: El Roure.

Freire, P. (2017). Pedagogía de la esperanza. Ciudad de México, México: Siglo xxi. Freire, P. (2019). Pedagogía del oprimido. Ciudad de México, México: Siglo xxi.

González-Grandón, X. A. (2021). Cuerpos conscientes y afectos regulados: la interocepción en la educación socioemocional. Revista Internacional de Educación Emocional y Bienestar, 1(2), 101-124.

Learning Without Frontiers (lwf ). (1 de febrero de 2012). Noam Chomsky - The purpose of education [Archivo de video]. https://www.youtube.com/ watch?v=DdNAUJWJN08&t=4s